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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Hola. ¿Cómo andan? Decidí actualizar hoy, no me aguanté.

¿Vieron lo que pasó ayer con Suga y Tae? Casi muero, me partió el alma ver sólo a cinco en el escenario. Por suerte el alien dijo en twt que estaba bien. Yo seguiré esperando que Yoongi diga algo TT TT...

Muchas gracias por los 3 reviews del cap anterior. Me pone muy feliz enserio! las quiero <3

Espero que les guste este cap (espero reviews en este también)

PD: Llegó la sorpresa para Yoongi!

 

Cap 2

                Era lunes, el día tan esperado, ese día en el que su sorpresa iba a ser revelada. A pesar de ser muy temprano en la mañana, se levantó, los lunes sólo trabajaba por la tarde, lo que le permitía poder dormir hasta casi el mediodía, pero se encontraba bastante ansioso, así que la noche anterior no pegó mucho ojo, apenas durmió. De todos modos, no se sentía cansado.

                Se levantó y arrastró sus pies desganado por la pereza hasta el living. Su compañero estaba allí, con los ojos abiertos, algo rojos y con unas terribles ojeras. Parecía un oso panda. No lo quiso molestar y lo ignoró, pasó a servirse una taza de chocolate caliente. Se sentó en una baqueta y observó a su compañero leyendo como loco.

                -¿No estudiaste?- Preguntó después tomar un sorbo y quemarse la lengua.

                -Sí, bueno…no, en realidad algo.- La voz del castaño se notaba cansada.

                Yoongi notó cómo seguía pasando página tras página, con su mano temblorosa. Pasó a observar su vestimenta, estaba hecho un desastre, despeinado y un notorio olor a perfume mezclado con alcohol salía del mayor.

                -Saliste de fiesta anoche, ¿cierto?- Inquirió señalándolo medio sonriendo.

                Seokjin se encogió de hombros y una sonrisita de dibujó en sus labios.

                -Puede.- Suspiró.- Necesitaba salir, llevo días encerrado, es horrible ¿sabes?

                El otro ladeó su cabeza, en realidad no le gustaban las fiestas, al contrario que Seokjin, de algún modo, le gustaba estar encerrado. Su compañero siempre le decía que parecía un viejo y que en algún momento lo iba a llevar con él, pero Yoongi sólo asentía sin darle mucha importancia.

                -Debo irme.- Dijo el castaño, metiendo sus libros en su bandolera.- Deséame suerte.

                -Ojalá desapruebes todo.- Dijo Yoongi bromeando haciendo enojar a su compañero.

                -Gracias, ¡que buen compañero!- cerró la puerta y salió apurado hasta la facultad.

                Yoongi se quedó un momento en silencio, mirando a la nada mientras sorbía su chocolate caliente. Pensaba en lo maravilloso que podría haber sido ir a estudiar a la universidad, pero sabía que no podía, no le daba el presupuesto y creía que ya era tarde para retomar ese camino. Se sentía viejo a pesar de tener 23 años. Sentía que su vida era aburrida, lo único que hacía era trabajar y volver a casa, ni siquiera salía, rechazaba las invitaciones de Seokjin, prefería estar en su cuarto sin hacer nada, sólo imaginando lo que podría haber sido todo si su familia estuviese con él. Pero todo eso ya era pasado, no podía volver el tiempo atrás, no podía arreglar lo que había ocurrido, no podía evitarlo. Creer que era un miserable formaba parte de sus pensamientos diarios y eso era algo de lo que él mismo a veces se arrepentía. Se tiraba abajo, creía que ya a estas alturas nunca encontraría nada que lo hiciera feliz, quizás era cierto, pero por ahora sólo debía limitarse a trabajar, comer y dormir.

               

                Se fijó en su celular, eran las 14:30 asique en media hora debía estar en el trabajo. Salió bastante abrigado y caminó a paso lento por la calle. Siempre le gustaba llegar a la hora exacta, ni antes ni después, asique calculaba perfectamente sus pasos. Después de un rato llegó, abrió la puerta del local y vio a Yesung sentado en una de las mesas, tomando nota. Al verlo ingresar se levantó y lo saludó con una sonrisa. Yoongi obviamente lo primero que esperaba era su sorpresa, por lo que no reparó en recordarle lo que seguramente ya sabía a su jefe.

                -Buenas tardes.- Saludó.-¿Es la hora de la sorpresa?

                -Vaya que eres impaciente Yoongi.- Yesung le dio una palmada en la espalda y se alejó de su empleado.

                Yoongi lo observó, algo ansioso. ¿Acaso le iba a regalar algo? ¿Por qué tenía que marcharse hasta la cocina? Pensó muchas cosas, incluso se sintió como un niño pequeño quien espera un regalo por parte de sus padres.

                -Eh…

                Los ojos del joven se entrecerraron, hizo una mueca extraña viendo cómo Yesung se acercaba y tras de él un pequeño muchacho de cabello negro, con una sonrisa de felicidad.

                -Espero que este chico traiga mi sorpresa.- Dijo riendo medio confundido.

                Yesung enarcó una ceja y miró a Yoongi divertido, su rostro era inconfundible, su confusión se dispersaba hasta la punta de sus cabellos.

                -En realidad, él es tu sorpresa.- Dijo con una enorme sonrisa.

                -¿Él qué…?- Yoongi abrió los ojos y miró a su jefe todavía más confundido que antes.

                -Él es Jimin.- Yesung lo trajo al frente y Yoongi lo chequeó de arriba abajo.- un nuevo empleado, tú te encargarás de enseñarle cómo van las cosas aquí.

                Maldita sea, no puede ser, pensó irritado. No podía creer que esa fuera su sorpresa, hacerse cargo de un enano, de un mocoso que seguramente le traería problemas, porque ya lo veía en su mirada, tenía toda la pinta de ser el típico niño travieso que no hacía caso. Yoongi no dejó de observar al chico medio shockeado y se revolvió los cabellos desesperado. Por un instante no se dio cuenta de que su jefe lo estaba observando y de inmediato guardó la compostura.

                -Perdón.- Se disculpó porque su superior lo viera así.- No me lo esperaba.

                -Tranquilo, no te irrites tanto, seguro aprende rápido ya verás, ¿verdad Jimin?

                El pequeño Jimin asintió serio, haciéndose notar que trabajaría duro. Pero Yoongi no podía dejar de pensar en lo horrible que sería el tiempo en el que tendría que indicarle todo a ese chico. No entendía por qué su jefe le hacía esto, él trabajaba duro, llegaba siempre a tiempo, hacía horas extra. ¿Por qué carajos le había puesto a cargo un niño? Más bien era un terrible castigo.

                -Bien, los dejaré para que se conozcan, ¿sí?- Yesung revolvió los cabellos negros del jovencito y se marchó hacia la cocina, no sin antes recoger su libreta.

                Perfecto, pensó Yoongi con sarcasmo. ¿y ahora qué? Era terrible para este tipo de cosas, ni siquiera tenía ganas de presentarse, de decirle su nombre, era ridículo. Era mesero, no niñero.

                -Soy Park Jimin.- Dijo el muchacho con una sonrisa haciendo una reverencia.

                Yoongi se quedó en silencio, no sabía qué hacer. El otro lo miraba como esperando que le devolviera el gesto, pero nada ocurrió.

                -Min Yoongi…- Dijo con sequedad, sin apenas mirarlo.

                Jimin desdibujó la sonrisa de su rostro e infló sus cachetes molesto.

                -Vaya, ¿ y tú eres el mejor empleado?

                El de cabello color menta lo miró enojado, con el ceño bien fruncido. ¿Cómo se atrevía? Ese mocoso claramente era lo que esperaba. Un maleducado.

                -¿Qué dijiste?- Yoongi entrecerró sus ojos y lo miró fijamente.

                -Eso… que no eres tan simpático como me dijo el jefe. No quiero imaginarme cómo serán los otros empleados.

                La cara de Yoongi hervía, su sangre hervía, tenía ganas de abofetearlo por lo que estaba diciendo. No quería sopórtalo ni ahora ni después.

                -Escucha mocos….

                -Jimin, me llamo Jimin.- Lo interrumpió el moreno con una sonrisita de maldad.

                -Ji…Jimin mocoso de mier…

                La puerta de la cocina se abrió y Yesung salió con su libreta bajo el brazo, a Yoongi se le paró el corazón por lo que estaba a punto de hacer, si lo oía seguro lo echaban de patitas a la calle, todo por culpa de ese pendejo que lo miraba divertido ante la situación. Lo miró de reojo con odio y después miró a su jefe que se paró a su lado.

                -¿Y ya se presentaron?- Preguntó sonriente.

                -Sí…- Yoongi fingió una risita.

                -Genial, te daré la tarde libre para que le enseñes todo a Jimin, ¿entendido?

                Sin que pudiera decir una palabra, ni siquiera quejarse, Yesung se volvió a marchar. Yoongi empezó a pensar que Yesung se divertía haciendo este tipo de cosas, pero en realidad no lo conocía bien, no sabía que odiaba los niños, que odiaba hablar, que odiaba todo y que tenía ganas de golpearlo.

                La mirada se volvió a clavar en el jovencito, quien lo miraba expectante. Creía que lo iba a guiar por el lugar y enseñarle todo, pero Yoongi sólo quería darle una patada en el culo y echarlo del local. Eso lo haría feliz.

                -¿Y me vas a enseñar o no?- Preguntó el jovencito frunciendo el ceño.

                -Si sigues con esa actitud de mierda no.-Bufó Yoongi.

                Los dos se quedaron mirando por un buen rato, de sus ojos parecían salir chispas, rayos trituradores de cerebros; se estaban fulminando con la mirada. Yoongi volteó su rostro y comenzó a desprenderse de su abrigo, fue hasta el fondo para colgarlo en el vestidor escuchando los pasos de Jimin tras él. Salió a la cocina y se quedó parado frente al chico.

                -Esto es la cocina.- Dijo, después señaló al fregadero.- Y eso sirve para lavar las cosas.

                Jimin, mientras oía al mayor, fruncía el ceño. ¿Le estaba tomando el pelo? ¿Le veía cara de idiota?

                -Eso ya lo sé…

                Yoongi carraspeó sin importarle lo que decía y lo llevó hasta la entrada. Señaló al mostrador y después a las mesas.

                -Ahí se cobra, se toman los pedidos y en las mesas la gente se sienta y luego tienes….

                -No me jodas.- Lo interrumpió molesto.- ¡Eso es jodidamente obvio! ¡No soy idiota!

                La cara de Jimin se tornó roja de lo molesto que estaba. Yoongi en cambio mantuvo una actitud indiferente.

                -Pues entonces terminamos.- Se cruzó de brazos y se quedó mirando al menor.

                -Eres un…

                El menor alzó sus manos sobre su cabeza y se despeinó, irritado. Aquel tipo lo estaba volviendo loco, le estaba tomando el pelo, era un idiota. Yesung era otro idiota por haberlo engañado al decirle que Yoongi era el mejor empleado, el más amable, simpático y lindo del local, ninguna era cierta, aunque lo de lindo se lo pensó bastante.

                -¿Un qué?

                -Agh… olvídalo.

                Jimin se rindió, pero eso sólo por hoy, ya estaba planeando lo que haría durante todo el mes para molestar y joderle la vida a aquel amargado. Decidió hacerse el débil y se dejó ganar, así seguramente Yoongi no sospecharía nada.

                -Tú ganas, Yoongi.- Dijo en un tono inocente.

                -¿Crees que estoy jugando o qué?

                Los dos se volvieron a mirar.

Esto va a ser complicado, pensó Jimin, muy complicado…

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER! <3

Este viernes cap 3


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