La sensación que le había quedado a Yoongi después de la charla con Namjoon ,y un largo paseo, no era para nada buena. Vio por primera vez llorar de una manera desconsolada a su mejor amigo y la noticia de la muerte de su abuela le cayó como un balde de agua fría. Él sabía lo duro que era perder a alguien, más cuando esa persona era muy cercana. Entonces con todo aquello había recordado a su querida madre…
Hacía ya diez largos años que habían pasado volando sin ella. La extrañaba, la necesitaba. Era la única persona que le había enseñado lo que era el cariño, algo que poco a poco había ido perdiendo conforme crecía. Eso era triste y lo sabía. Ya no era ese niño tímido y sonriente que a todo el mundo le parecía agradable. El tiempo pasó tan rápido que su antigua forma de ser quedó desprendida de su camino, abandonada, mientras él avanzaba y se transformaba en otra persona. En algo que incluso a él mismo no le gustaba.
Ser sociable nunca fue lo suyo, pero había momentos en los que pensaba que era realmente un tipo despreciable y antipático. No podía cambiarlo, era algo que con el tiempo se le había hecho costumbre y le dolía ser así. A veces recordaba cuando gritaba o trataba mal a Seokjin y por muy arrepentido que estuviese nunca pedía disculpas. Después cuando conoció a Jungkook había vuelto un poco el antiguo Yoongi, aquel chico le recordaba mucho a él de pequeño. Pero aún faltaba algo para completarlo y no sabía lo que era.
Fue camino hacia el apartamento nuevamente, esperando que el problema de Jimin se solucionara, aunque no estaba muy convencido del todo, pero tampoco sabía qué debía hacer con el mocoso. Quería que se largara porque le traería problemas, no sólo con la policía, sino también con los padres, con Yesung… Se estaba arriesgando al dejarlo quedarse y lo peor de todo era que sentía lástima por él.
Entró y vio que Seokjin se sobresaltó al notar su presencia. Se acercó hasta él y el otro se paró de inmediato, buscando con la mirada tras las espaldas del peli menta.
-¿Y Jimin?
-¿No estaba contigo?
-Lo estaba-afrimó-Pero se marchó cinco minutos después de que te fuiste, pensé que había ido contigo.
Yoongi suspiró y frunció el ceño. Ahora lo único que faltaba es que el mocoso se hubiera perdido.
-Habrá ido a dar una vuelta.
-No lo creo, yo…-se detuvo y sonrió nervioso-Creo que se molestó por algo que dije.
-¿Qué le dijiste?
-Fue una pequeñez, lo que importa es que ya pasaron tres horas y no volvió.
Seokjin se sentía culpable por lo que le había dicho a Jimin. Sabía que el menor se enojó con él y había salido de la casa para que no lo molestara. No era como si le dijese que iba a salir a dar una vuelta, se marchó sin decir nada, sacando chispas por los ojos.
-Me empezó a enojar y bueno, le dije que lo echaría si seguía portándose así-Se cruzó de brazos y se fue alejando de YoonGi- Y le dije que eras su novio…-Dijo en voz baja.
-¿Qué?
-Le dije que su novio se había ido, osea tú-Lo señaló-Lo dije de broma, yo sé que ustedes no son nada, no soy estúpido, pero creo que se enojó cuando dije eso.
Yoongi lo miró fijamente y lo asesinó con la mirada. Tenía muchas ganas de matar a Seokjin, pero no tenía fuerzas, últimamente se sentía débil por todo. Ahora tenía un problema nuevo que agregar a su lista de cosas que odiaba.
-Idiota-Dijo Yoongi suspirando.
Seokjin rascó su nuca y se sentó nuevamente en el sillón. Observó la maleta del menor y pensó que seguramente volvería, no iba a dejar sus cosas ahí.
En cambio, Yoongi no estaba tan seguro, pero sabía que no iría muy lejos. Ese chico era un despistado, seguramente se habría perdido. No tenía clara una idea sobre qué debía hacer en ese instante, pero tenía la sensación de que debía ir a buscarlo.
-¿Puedo preguntarte algo, Yoongi?
-Dime.
-¿Por qué Jimin vino aquí? Quiero decir, qué le paso.
-Problemas personales-Contestó sin más, no queriendo meterse en temas ajenos.
-Ah, entiendo.-Seokjin asintió-¿Puedo decirte otra cosa?
Yoongi rodó los ojos sin hacerse notar, ya que miró hacia otro lado. No le gustaba que fuera tan metido, y se lo había dicho varias veces, pero Seokjin no lo escuchaba.
-Adelante…
-Me he dado cuenta de cómo él te mira-Dijo apoyando el mentón sobre su mano.
-¿A qué te refieres?-Entrecerró sus ojos.
-Es como cuando conocí a Jungkook-Sonrió-Pero su mirada es diferente. Creo que le gustas al chico.
-Lo sé…
Lo sabía desde el momento en que notó que lo miraba demasiado de reojo, cada vez que se sonrojaba y se ponía nervioso al estar cerca de él. Seokjin alzó sus cejas al escuchar que lo reconocía de una forma tan seca.
-Pero a ti no…
-Cállate-lo interrumpió.
-Está bien, está bien-alzó sus manos-Pero si no vuelve dentro de una hora te obligaré a ir a buscarlo, ¿me oyes?
Ahora Yoongi era como la niñera de Jimin, cosa que no le gustaba. Si tenía que ir a buscarlo porque quizás algo le había pasado, lo haría, pero otra cosa era tener que preocuparse por el niño que se enojaba porque lo molestaban de una manera estúpida.
Se quedó en silencio, pensando qué hacer. Después por su cabeza pasó un pequeño recuerdo de cuando Jimin le dijo que le habían robado su celular. Rascó su cabeza frustrado intentando no pensar lo peor. Pero era un poco difícil no hacerlo, sabiendo cómo era el pelinegro.
-¿Por qué debería ir yo si fue tu culpa?-Le dijo enojado.
-Ah, oye yo…
Seokjin se calló porque Yoongi tenía razón. Jimin se había ido porque él hizo un comentario molesto y si alguien debía hacerse responsable era él. Aunque claro, Seokjin no estaba muy interesado, quería que Yoongi lo hiciera porque sabía que al chico le alegraría más saber que lo buscaba el peli menta que él.
-Está bien, pero tú lo conoces más que yo, asique me acompañarás.
-¿Qué?-Se quejó-No puedo, debo abrir la cafetería.
-Pues no la abras, ¿no te preocupa Jimin acaso?
-No…Bueno, sí-Balbuceó- Eres muy exagerado…
-No lo soy, si fuera Kook ya habría llamado a las fuerzas armadas.
Yoongi no tuvo más opción que aceptar acompañarlo si el menor no volvía en unas horas. Y no abrir la cafetería le supondría un problema porque si Yesung llegaba a enterarse de eso estaría en problemas. No le gustaba decepcionar a la gente que depositaba confianza en él, por eso estaba preocupado. Pero por otro lado ¿y si algo le había pasado a Jimin? No aguantaría tener que soportar cargar con algo en su consciencia por el hecho de no querer salir a buscarlo.
Habían pasado unas pocas horas y Yesung se encontró con un panorama no muy agradable a su parecer. La cafetería estaba cerrada, vacía. No había un alma por allí.
Entró por la parte trasera y encendió las luces, pasó hasta su oficina y dejó todas sus cosas sobre el escritorio. Había vuelto de improvisto porque el Sr.Park lo había llamado para hablar con él, en realidad quería verlo personalmente. Así que tomó el primer vuelo de regreso a la ciudad y citó al hombre en la cafetería, que por supuesto no esperaba que estuviera cerrada. Pero el padre del chico tardaría varias horas en volver a Corea. De igual modo decidió volver para ver cómo seguía su negocio.
Unos segundos después marcó el número de Yoongi, no podía permitir que su negocio perdiera clientes, un día sin abrir suponía muchas pérdidas y ya había tenido varios problemas anteriormente.
-¿Yoongi?
-Mierda- Pensó el otro al otro lado, quedando en silencio.
-¿Me vas a explicar por qué la cafetería está…?
-Tuve un problema-Se apresuró a contestar-Lo siento Yesung, yo…Espera, ¿cuándo volviste?
-Hace unas horas.-Suspiró- Está bien, entiendo si has tenido algún problema, pero me hubiese gustado que me avisaras, ¿entiendes?
-Lo siento…-Volvió a disculparse.
-Te perdonaré porque eres mi mejor empleado.-Sonrió levemente- Por cierto, ¿pasó algo con Jimin? Su padre quiere hablar conmigo.
-¿El padre de Jimin?-Repitió lentamente.
-Sí…-Se quedó pensando durante un momento.- Estaba un poco enojado, espero que no sea conmigo.-Rio-En fin…Me despido. Por favor, si vuelves a tener algún inconveniente sólo avísame.
La llamada finalizó y Yoongi se quedó en silencio, mirando hacia la nada, con el ceño fruncido porque ahora sí que estaba en problemas.
Si el padre de Jimin se enteraba de que su hijo estaba ahí escondido, en su apartamento, se armaría un revuelo y no estaba precisamente para soportar ese tipo de cosas, debía encontrar a Jimin antes de que el Sr.Park se enterara o sospechara algo.
Pero el problema más grande era que no tenía idea de dónde podía andar aquel mocoso. Y aun así, sin saber en qué dirección ir se colocó su abrigo y arrastró a Seokjin de su chaqueta para que lo acompañara.
-¿Por dónde iremos?-Preguntó el más grande mirando hacia todos lados.
-No lo sé, sólo caminemos y preguntemos.
La tarde estaba fría y el cielo nuevamente encapotado por las nubes grises. Los pasos de ambos eran rápidos. Yoongi iba al frente y Seokjin detrás, parándose de vez en cuando a preguntar. No obtuvo ninguna respuesta positiva por lo que se sentía decepcionado.
Yoongi sólo iba pensando en qué haría si el padre de Jimin llegaba con la policía hasta su departamento. Lo meterían a la cárcel, a él y a Seokjin, y Yesung lo despediría. Se estaba armando todo un drama en su cabeza y eso lo hacía enrabietarse más aún.
-Mocoso,mocoso…-Repetía en su cabeza.
-¡Yoongi!-Gritó el castaño corriendo hacia él.
-¡¿Qué?!-Se dio la vuelta bruscamente.
-Oye, tranquilo…-le dijo de forma calmada- ¿A dónde estás yendo tan rápido?
El peli menta negó con la cabeza y se encogió de hombros. No tenía la menor idea, sólo caminaba e inspeccionaba con la mirada como si supiera a dónde había ido Jimin, creyéndose un detective.
-Sólo camino.-Se dio la vuelta.
-No creo que caminar sin rumbo nos ayude-.Lo siguió hasta llegar a su lado.
-Preguntar tampoco está resultando-Lo miró-.Prefiero caminar…
Seokjin suspiró y sólo se quedó callado, no iba a contradecirlo más. Eran tan terco…
Siguieron caminando durante un buen rato, de un lado a otro, observando todo. Seokjin estaba confundido, sólo seguía los pasos del más bajito. Y Yoongi parecía distraído en sus pensamientos, intentando descifrar en qué lugar podría estar Jimin.
No era tarea fácil porque no conocía nada más de él que su gran problema. No sabía qué hacía, qué le gustaba, sus inquietudes. Eso era algo que le gustaría haber sabido de antemano, así al menos tendría más posibilidades de encontrarlo basándose en esa información.
Le parecía extraño estar buscando a alguien que en sí, no era nada de él, más que un excompañero de trabajo y un niño llorón con problemas familiares.
Taehyung y Hoseok pusieron la peor cara de decepción de sus vidas al ver que las puertas de “Mouse Rabitt” estaban cerradas, las luces apagadas y nadie asomándose por allí.
-¿Y ahora, Tae?-el pelinegro lo miró con un puchero.
La cafetería era su salvación, Yoongi lo era en realidad. Y ahora estaba más que perdido sin saber qué hacer porque no se imaginaba a dónde podría haber ido Jimin. Cada vez que ocurría algo con el Sr.Park o se peleaba con él, siempre se iba corriendo para cualquier lado, nunca supo a dónde iba o cuál era su intención con hacer eso porque se acababa perdiendo. Ya era algo que Jimin hacía desde pequeño.
-No sé-Rascó su nuca-.Podríamos ir por allí…
Señaló hacia a la dirección contraria por dónde venían y tomó a Hoseok de la mano rápidamente arrastrándolo con él. Caminaron apresurados sin encontrar un rastro de Jimin, nada. Hasta que Taehyung de repente se detuvo en seco y observó desde lo lejos la cabellera que estaba buscando.
-¡Ahí, ahí!-Le dijo a Hoseok arrastrándolo.
-¿Qué?¿Ahí?
Taehyung corrió con rapidez, casi tropezándose y llevándose consigo al pelinegro. Cuando logró estar lo suficientemente cerca pegó un grito.
-¡Oye tú, el bajito de pelo verde!
Yoongi escuchó aquellas palabras y en seguida se giró, obviamente molesto. Quien fuera que lo llamó de ese modo, lo iba agolpear. El castaño se giró junto a él y los dos observaron a un chico de cabellos naranjas alborotados con una enorme sonrisa, como si hubiera visto algo emocionante y, tras de éste, un chico de cabello negro con un rostro alargado, de mirada confundida.
-¡Te estuve buscando, a ti!-Gritó emocionado el pelinaranja-A ti..Emmm…¿Cómo te llamas?
-¿Quién es él Tae?-Preguntó Hoseok mirando al peli menta.
-¿Y tú quién eres?-Preguntó Yoongi al pelinaranja.
-Soy Taehyung.-Sonrió.
A Yoongi le sonaba aquel nombre, creía haberlo oído alguna vez. Pero lo que le llamaba más la atención eran sus cabellos naranjas, presentía que lo había visto en algún lado…
-Hola, yo soy Seokjin, encantado.-Le dio su mano a ambos, regalándoles una sonrisa.
-¿Qué le pasa a este chico?-Pensó Yoongi mirándolo de reojo, enarcando una ceja.
Hoseok le sonrió con algo de desconfianza por haber tocado la mano de Taehyung.
-Soy amigo de Jimin-.Dijo por fin-Pensé que sabrías lo que pasó… Y también dónde estaría. Estoy preocupado por él.
-De hecho-.Habló el castaño-Jimin fue a nuestro apartamento y lo dejamos quedarse pero lue…
-¡¿Estaba contigo entonces?!-Miró a Yoongi.
-Sí, pero…
-¿Puedo ir a verlo? Quiero decir, necesito verlo y hablar con él.
Los dos más grandes se miraron entre sí durante un segundo y luego volvieron a mirar a ese chico tan hiperactivo, con sonrisa cuadrada que esperaba una respuesta.
-Estamos buscándolo-.Yoongi dio media vuelta y siguió caminando.
-¿Eh, por qué?-Corrió tras él-¿Qué pasó?
Taehyung lo agarró del brazo y lo obligó a detenerse mientras su sonrisa se desdibujaba de su rostro y sus cejas empezaban a inclinarse hacia abajo.
-Eso quiero averiguar-.Le mintió y apartó su brazo bruscamente.
El pelinaranja se quedó parado mirando cómo aquel tipo bajito se marchaba, sentía que estaba mintiendo y esa actitud que tuvo no le agrado muchó. Hoseok se acercó hasta él y le dijo que lo dejara, que siguieran buscándolos ellos por su cuenta, asique dieron media vuelta, pero antes de alejarse, el castaño se acercó a Taehyung.
-Espera, chico…-Le dijo amablemente.
-Taehyung.-Le dijo Hoseok mirándolo con el ceño fruncido mientras agarraba del brazo a su novio.
-Sí, Taehyung, perdón-.Carraspeó-Yo tengo la culpa de que Jimin se fuera.
Enseguida el pelinaranja lo tomó del cuello de su jersey y se lo acercó hacia él. Yoongi se dio la vuelta rápidamente y observó al chico intentando agredir a su compañero. Corrió hasta los dos, y al igual que hizo Hoseok, lo apartó de Seokjin.
-Tae, no seas idiota-.Le dijo Hoseok agarrándolo de los brazos.
-Cálmate un poco-.Dijo Seokjin arreglando su ropa.
-¡¿Qué le hiciste a Jimin?!-Gritó enojado.
-Él sólo se enojó por un comentario que le hice, no es nada grave-.confesó el castaño con calma.
-¿Qué le dijiste?-Curioseó Hoseok.
El mayor miró a Yoongi y éste negó con la cabeza. Era ridículo que Jimin se hubiera molestado por lo que le dijo, pero también era vergonzoso volver a repetirlo y más al pelinaranja que era su amigo. Seokjin se encogió de hombros, de todos modos se lo diría, ese chico era amigo de Jimin y debía saberlo.
-Me enojé con él porque no me gustaba su actitud infantil, asique que le dije que si no se comportaba lo echaría y luego…-Se detuvo y miró al peli menta de reojo-Le dije que Yoongi era su…
-¡Ya!-interrumpió Yoongi alzando los brazos.-Hablas demasiado.
-¡¿Eres su novio?!-Gritó Hoseok.
-¡No!
-¿Qué?-Taehyung miró para todos lados sin entender nada.
Yoongi maldijo y se marchó caminando, definitivamente ignorándolos a toda esa banda de locos. Ese amigo de Jimin era muy insoportable, el otro que lo acompañaba un gritón y Seokjin, como siempre, charlatán metido en todo.
Y si bien parecía muy estúpido lo que Seokjin había contado, Jimin no estaba bien. Esa noche en la que lo besó a Yoongi y éste lo rechazó lo había dejado mal. Entre los problemas con su padre, verse rechazado, traicionado por Taehyung y después de pensar que Yoongi ya tenía a alguien… No podía aguantar tantas cosas, se había cansado.
Mientras los otros tres seguían gritando cosas sin sentido, preguntándose unos a otros qué estaba pasando, Yoongi sólo siguió caminando, esperando encontrar a Jimin y terminar con todo aquello.
Jimin ya estaba cansado de correr, se había salvado el culo por poco y se había alejado de aquellos maleantes. Llegó, siguiendo por la carretera, hasta un puente. Decidió quedarse sentado a un lado, mirando cómo el sol caía. Ahora hacía frío y tiritaba porque estaba descalzo y sin su chaqueta. Agachó su cabeza, escondiéndola entre sus rodillas y se puso a pensar.
Nunca se imaginó qué tan rebelde podría llegar a ser. Escaparse era algo grave y más, si tenía problemas con su padre. Ser estricto y obligarlo a hacer lo que ellos quisieran no era muy ético que digamos y estaba claro que Jimin se había cansado de ser manejado, sobretodo por su padre, y escaparse para el menor fue lo único que se le ocurrió, aun sabiendo qué tipos de consecuencias podría tener su acción, no se había imaginado todo lo que le estaba pasando.
Su casa fue vendida, nadie le dijo nada. Taehyung lo había traicionado. Yoongi tenía novio. Un delincuente casi lo mata con un arma de fuego. Estaba descalzo y hecho polvo, perdido y sin rumbo como un vagabundo…
Si dentro de todo lo que había pasado en el poco transcurso de día, lograba ver alguna luz que lo iluminara, sería una señal, un milagro… Habría una pequeña esperanza. Pero no lo veía probable. Ya todo estaba destinado a que saliera mal, por eso, con esa mentalidad pensaba hacerlo. Se iría lejos de todos, para siempre. Así ya no soportaría al dictador de su padre, ni su humillación, no se sentiría inservible, no sufriría por amor, ni por amistades rotas. Estaba solo y nadie lo comprendía. ¿Qué más iba a hacer?