Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You changed me (YoonMin) por MintYoongi

[Reviews - 148]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Podría decirse que estamos llegando CASI al final de esto (?

Un verano como cualquier otro. Juntos, sentados en el pasto, Jimin y Taehyung jugaban a hacer castillos de barro, como si estuviesen en la playa jugando con arena.

Las dos familias solían irse siempre a ver el mar, pero esa vez fue diferente. Los padres de Jimin habían decidido quedarse en la ciudad porque debían atender asuntos del trabajo y no tenían tiempo para andar de viaje por ahí, ni haciendo gastos. Y lo padres de Taehyung simplemente decidieron quedarse a descansar en casa.

 

-¡TaeTae!-Dijo el pequeño Jimin agarrando un montón de barro-Pásame el molde con forma de estrella.

 

-Pero lo estoy usando yo-Se quejó frunciendo el ceño y escondiendo el molde tras de él.

 

-Eres un egoísta, yo siempre te lo dejo, encima es mío.

 

Jimin tiró el barro que había amontonado en sus manos y se abalanzó sobre su amigo para poder quitarle el molde de plástico. Taehyung se apartó de él y se puso de pie, alzando el molde sobre su cabeza. Jimin era mucho más bajito y por lo tanto siempre tomaba ventaja de eso. Era muy malicioso.

 

-¡Ya, Tae dámelo!-Dio pequeños saltitos.

 

-Nop-Le sacó la lengua.

 

-Le diré a tu mamá que eres un egoísta.

 

El más bajito se miró las manos llenas de barro y se las pasó por la cara a su amigo. Éste cerró los ojos y se quejó porque le había entrado en la boca. Enseguida tiró el pequeño molde al suelo y se agachó para tomar con sus manos un buen puñado de barro. Jimin corrió para esconderse, pero fue tarde, Taehyung ya lo había agarrado de su playera, ensuciándola.

 

-¡Venganza!-Gritó y le pasó las manos por la cara.

 

El rostro de Jimin quedó teñido de barro y mientras intentaba quitárselo, los dos se miraron por un momento y después empezaron a reírse a carcajadas.

 

-¡Tu cara se ve graciosa!-Rio Jimin.

 

-¡Tú pareces un monstruo de barro!-Lo señaló sonriéndole divertido.

 

Los pequeños se tiraron sobre el pasto, agarrando sus estómagos de tanto reír. Era una mañana perfecta. El sol brillaba a pleno, pero corría un espléndido viento. Jimin se sentía feliz. Era consentido por su madre, comía todos los dulces que quería, la pasaba genial con Taehyung…Era un niño alegre y creía que todo era hermoso. Soñaba con ser astronauta y poder viajar hasta tocar las estrellas. Taehyung le decía que él quería ser un alienígena y que debía llevarlo con él cuando se marchara en su nave especial, porque quería ver conejos en marte, o algo así…

 

-Tae, mira esa nube-la señaló con su pequeño dedito-.Tiene forma de…

 

-¡De conejo!-Gritó emocionado-Los conejos están en el espacio, ¿ves? Yo tenía razón.

 

-El espacio está más lejos Tae…-lo miró riendo-Y yo iba a decir que tiene forma de tu cabeza.

 

-¿Qué?-Se tocó la cabeza como si pudiera compararla con la nube-¡Ya, Jiminnie, mi cabeza es más pequeña!

 

-Bobo-Susurró cerrando sus ojos.

 

Su pequeño momento de tranquilidad fue interrumpido. Algo tapó el sol y una sombra los cubrió. Cuando abrió sus pequeños ojos, vio el rostro enojado de su padre. Estaba de brazos cruzados, esperando que se pusiera de pie de inmediato.

 

-Park Jimin.

 

-Papá…-Se levantó rápidamente y miró a su padre.

 

-¿Qué crees que haces? Mírate, todo sucio-Inspeccionó su ropa-ve ahora mismo a limpiarte y deja de perder el tiempo jugando.

 

El hombre lo agarró del brazo y lo llevó hasta entrar en la casa; Taehyung ni si quiera se dio cuenta porque ya se había quedado dormido. Jimin no rechistó porque sabía cómo era su padre, sólo dejó que lo llevara hasta su cuarto y ahí, en el escritorio, una tanda de libros sobre empresas, negocios, economía…lo estaban esperando.

 

Él apenas tenía ocho años, pero su padre lo obligaba a leer esas cosas, le decía que si lograba comprender todo a temprana edad, cuando fuera más grande no le supondría esfuerzos y acabaría siendo un tipo exitoso, como él. Pero a Jimin no le interesaba leer sobre tantas cosas que no entendía, él no quería ser como su padre, se lo dijo una vez, pero no lo escuchó. Le dijo algo así como “Eres un niño aún no entiendes lo que quieres” y sólo tuvo que darle la razón.

Cada vez que abría esos libros, ante la mirada atenta de su padre, mordía su labio nervioso. Esperaba que en algún momento de su vida dejara de presionarlo de ese modo. Era muy difícil para él entender temas como administración, gestión, hasta algo de contabilidad… Sólo era un niño el cual debía vivir su infancia, inocente y risueña infancia.

Las palabras de su padre siempre lo chocaban de lleno, confundiéndolo. Ya no estaba tan seguro de qué era lo que quería hacer en su vida.

 

“Debes leer”

 

“No pierdas el tiempo con ese amiguito tuyo, no te va a llevar a ningún lado”

 

“Si sigues por el camino que yo te muestro, vas a ser grande”

 

-Mentira, todo mentira-.Susurró el pelinegro mientras limpiaba su nariz.

 

Miró hacia todos lados. Ni se dio cuenta cuánto había pasado ahí que ya estaba oscuro, la carretera apenas estaba iluminada porque se había roto una farola cerca de donde estaba él sentado. Los autos pasaban casualmente y todo estaba tranquilo, en calma.

Se levantó con decisión y sintió cómo el cuerpo empezó a dolerle. Sus músculos se habían enfriado y por poco se contractura de mala manera. Se masajeó un poco el cuello y caminó apenas unos pequeños pasos hasta acercarse a la barandilla del puente. Miró hacia abajo, a ese río que corría bajo sus pies y pensó que tan frío se sentiría su cuerpo al chocar con él. O quizás sentiría calor…

Pasó uno de sus pies hasta el otro lado, mientras se aferraba con fuerza a una barra de acero. Después subió hasta una especie de escalón de asfalto y se quedó de pie, mirando hacia abajo. No estaba arrepentido de lo que haría pero tenía miedo. Tenía los pies congelados, olía a licor barato y el viento que soplaba no ayudaba para nada. No iba a estar toda la noche ahí parado mirando hacia abajo porque no tenía sentido, era más rápido hacerlo, saltar y olvidarse de todo.

Cerró sus ojos con fuerza, sin despegar sus manos de la barra y amagó un movimiento hacia adelante, pero retrocedió enseguida.

 

-Joder, no puedo…-empezó a sollozar.

 

 

Taehyung, Hoseok, Seokjin y por supuesto, Yoongi, acabaron por ir juntos en busca de Jimin. Aunque a Taehyung no le gustó la idea, sabía que era mejor si se unían.

Después de que Yoongi le explicara todo lo que había pasado con Jimin, Taehyung decidió ir con él y los otros dos se fueron juntos. Se acabaron metiendo por un barrio no muy agradable para la vista del pelinaraja, ya que estaba acostumbrado a un ambiente distinto. Seokjin y Hoseok fueron hacia el otro lado de la ciudad, aunque ya estaba oscureciendo y el frío era cada vez peor.

Yoongi no estaba seguro de hacia dónde caminaba, pero el chico que lo acompañaba estaba más perdido que él. Se dio cuenta de que era bastante distraído, no prestaba atención por dónde caminaba, se chocaba con todo y preguntaba veinte veces lo mismo.

 

-Creo que ya pasamos por aquí…-Dijo confundido.

 

-Apuesto que nunca viniste por este lugar-.Yoongi seguía caminando.

 

-La verdad es que no-.Suspiró- Sólo quiero encontrar a Jimin cuanto antes…Él hace cosas muy estúpidas cuando se pelea con su padre.

 

Yoongi detuvo sus pasos y giró su cabeza para ver al chico.

 

-¿A qué te refieres con eso?

 

-Te contaré una historia-.Dijo Taehyung acercándose.

 

-No es tiempo de historias, ¿no crees?

 

El más alto se quedó en silencio, mirando hacia la nada y asintió con la cabeza. Tenía razón, no era tiempo para charlar, pero debía aclararle por qué necesitaba encontrarlo enseguida.

 

-Sí, es cierto, pero…

 

-Ya, camina.

 

El peli menta lo ignoró por completo y aceleró sus pasos alejándose de ese chico extraño. Taehyung corrió para alcanzarlo y le propuso separarse, él iría hacia el barrio cerca de la carretera, así no se perdía, preguntando por los negocios que encontrara. Yoongi le advirtió que estaban en un barrio un poco abandonado y peligroso, pero a Taehyung le importó un pepino y se fue corriendo hacia otro lado antes de que le dijera nada.

Vio cómo se alejaba aquel chico y después retomó su paso acelerado. Miró hacia todas partes y llegó, sin darse cuenta, hasta un puente. Había una farola medio apagada por lo que se puso alerta ante cualquier vándalo que pudiera andar por allí. Sintió un fuerte aroma a licor cerca por donde pasó, pero no le dio mucha importancia. Más adelante, ante un desértico panorama, se detuvo de repente y miró hacia lo lejos. Una figura de estatura baja, cabellos negros, descalza  estaba demasiado cerca del borde de la parte que daba al río. Su corazón se aceleró en un abrir y cerrar de ojos.

 

-¿Jimin?-Se preguntó a sí mismo, acercándose más rápido.

 

El pelinegro dio un paso en falso, dejando un pie suspendido en el aire. Su mirada era la de un cachorro asustado, temblando de frío.

 

-¡JIMIN!-Gritó Yoongi corriendo hasta quedar cerca de él.

 

Los ojos de Jimin se abrieron y se giró bruscamente, balanceándose con la espalda hacia atrás a punto de caerse. El corazón se le paró a ambos, por un segundo murieron del susto. Jimin se agarró, estirando sus brazos con rapidez hasta abrazarse a la barra.

 

-¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO PEDAZO DE IDIOTA?!-Le gritó nuevamente.

 

-Yoongi…-Los ojos se le cristalizaron- Déjame en paz, lárgate.

 

-¡¿Así solucionas las cosas, Park?!

 

-¡Deja de gritarme!-Lo señaló apenas despegándose de la barra-¡Yo soluciono las cosas cómo quiero, lárgate estúpido!

 

El mayor bufó, maldijo y muchas cosas más y trató de colgarse de una barra para acercarse hasta el menor y jalarlo de la orejas.

 

-¡O te bajas o te bajo yo de una patada en el culo!-Lo amenazó intentando agarrarlo.

 

Jimin empezó a llorar y se resbaló por la barra hasta quedar sentado, sin dejar de abrazar el frío acero. Yoongi lo miró enojado, pero después comprendió cómo debía sentirse aunque lo que estaba haciendo era estúpido.

 

-Ya no quiero…-Susurró.

 

-¿Qué no quieres?-Habló más calmado el peli menta.

 

-Sufrir.

 

Una punzada de angustia se clavó en el pecho de Yoongi. ¿De verdad estaba tan mal Jimin? Comprendía que era un niño que no sabía nada de la vida quizás, y que era un exagerado. Pero sentir presión y ser obligado a vivir bajo la dictadura de un padre era muy duro. Y Jimin ya se había cansado, sabía que no podía razonar con su padre, sabía que sólo tenía a Taehyung para ayudarlo, pero él estaba demasiado ocupado con su nuevo novio y además, nunca habían hablado del tema del Sr.Park entre ellos por completo. Jimin no estaba siendo caprichoso, no quería llamar la atención, simplemente se había hartado de todo.

 

-Jimin, por favor…-Dijo en un tono tranquilo-Baja de ahí.

 

Yoongi extendió su mano y Jimin lo miró a los ojos. No sabía qué hacer. El tipo del que se había enamorado quería salvarlo, la vida le estaba dando una oportunidad de cambiar las cosas.

Acercó su mano temblorosa hasta que tocó aquellos finos dedos y blanquecinos que una vez habían acariciado su cara para borrar sus lágrimas. Pero también esas manos habían tocado a otra persona… Yoongi apretó la mano del menor y sin más lo tironeó hacia él y Jimin cayó en los brazos del mayor. Se quedó solamente unos segundos abrazándolo y después se alejó rápidamente.

 

-¿Por qué estás descalzo y por qué huele a licor…?

 

Jimin sorbió su nariz y se encogió de hombros mientras se abrazó a sí mismo tiritando.

 

-Me robaron y me tiraron alcohol encima…

 

-¿Otra vez?-Bufó.

 

El menor asintió apenado y miró hacia otro lado. Yoongi se sacó su gabardina y se la colocó a Jimin sobre los hombros, como si fuera una manta. El corazón del pelinegro empezó a latir con más intensidad y deseó poder abrazar a ese idiota que tenía enfrente, pero no era posible. No estaba seguro de si alegrarse porque lo hubiera salvado o arrepentirse de haberle tomado la mano y bajar del que sería su pase a un lugar oscuro…

Los brazos de Yoongi ahora se abrazan a sí mismo, intentado darse algo de calor. Jimin se sentía un poco mal, pero no era su culpa estar sin abrigo.

 

-¿Te querías tirar porque Seokjin te molestó?

 

-Claro que no…Pero tu amigo es un idiota. Lo odio-Se cubrió cerrándose la gabardina.

 

-Lo sé, sólo intentaba bromear- Dijo serio- Me imagino que es por tu padre. Pero sabes que te dije que haberte escapado no era la solución y esto mucho menos.

 

-Deja de regañarme, Yoongi-.Dijo con el ceño fruncido- He soportado demasiadas cosas, incluso tú también eres culpable.

 

Esto último se le escapó de la boca. Estaba molesto, triste, emocionado…Muchas cosas al mismo tiempo y no controlaba sus impulsos. Se mordió el labio al decir aquello y se giró por completo.

 

-¿Yo soy culpable de tu intento de suicidio?-Preguntó acercándose al menor-Sé que te dije cosas malas, pero eso es ridículo, tú también te comportaste mal conmig…

 

-¡No es eso Yoongi!-Gritó.

 

Su cuerpo temblaba y quería contenerse, pero no podía, tenía los pies helados y le dolía la cabeza. Quería gritarle cuanto lo odiaba y lo amaba a la vez. Se giró hacia el mayor y lo miró a los ojos.

 

-¿Entonces?-Preguntó Yoongi de brazos cruzados.

 

-Es que…-Se sonrojó-Eres un mentiroso.

 

-¿Qué?

 

Sus miradas se cruzaron de una forma extraña. Jimin por dentro estaba muriéndose y Yoongi estaba confundido.

¿Cómo podía decirle que se había enamorado de él, que esperaba poder tener algo, que lo había visto con su novio, que era un idiota insensible? Si hablaba al menos se quitaría un peso de encima porque necesitaba soltar todo aquello. Pero Yoongi no le diría nada, lo rechazaría porque sabía que no sentía nada por él.

 

-Habla, Jimin.

 

-Tú, tú…-balbuceó.

 

-¿Yo qué?

 

-Sales con alguien-Dijo por fin.

 

Yoongi enarcó una ceja y posó su mano en la frente de Jimin.

 

-Tienes fiebre, estás delirando. Deja de decir estupideces, ¿de dónde sacas eso y además qué te importa si salgo o no con…?

 

-¡Me importa!-apartó la mano de él- ¡Estabas hiriendo a esa persona y no lo sabía porque estuviste acostándote conmigo, eres un insensible de mierda!

 

-Jimin…

 

-¡¿Qué?!-se sorbió la nariz nuevamente, limpiándose con la mano.

 

-¿Sientes algo por mí?

 

Sus ojos se volvieron a abrir, ahora lleno de lágrimas y el corazón se le congeló, al igual que su sangre. Se quedó mudo. No comprendía cómo se había dado cuenta de eso, quizás no fue correcto usar las palabras que usó ni decir lo que dijo. Fue imprudente.

 

-No…-Miró hacia sus pies.

 

No tenía sentido para él contestarle con un “sí” porque el otro no lo correspondía, entonces ¿para qué iba a molestarse? Para sentir más dolor aún…

 

-¿Por qué mientes?

 

Yoongi se acercó hacia él y le tomó el rostro con la mano, girándolo hacia él. Lo miró fijamente esperando una respuesta, pero Jimin no lo miraba, sólo lloraba con su entrecejo fruncido como un niño a quien le roban un dulce.

 

-Tú qué sabes si miento…-Dijo apenas vocalizando.

 

-Lo sé bien.

 

Los labios de Yoongi se acercaron demasiado al rostro de Jimin y éste comenzó a ponerse nervioso. Se alejó, echándose un poco hacia atrás, pero el peli menta se acercaba cada vez que él retrocedía. Se estaba molestando con aquella actitud. ¿Qué se supone que hacía? Ya no quería jugar.

 

-Bésame-.Le dijo cerca de su mejilla.

 

-¿Q-qué?.

 

El mayor quería asegurarse de que estaba en lo cierto. Asi que decidió hacer algo que no estaba bien, algo de lo que luego se arrepentiría.  El estado de Jimin era muy vulnerable y ya se estaba sintiendo terriblemente cruel.

 

-Te sentirás mejor si lo haces.

 

Jimin estuvo a punto de golpearlo por eso, pero no pudo hacerlo. Sólo lo miró fijamente con la mirada perdida en aquellos castaños ojos sin expresión, esos ojos que sólo lo incitaban a que lo besara por pura lástima. Y él como idiota lo hizo.

Agarró el rostro del mayor entre sus manos y se abalanzó a besarlo con desesperación mientras sus lágrimas caían. No sabía por qué se había dejado llevar de ese modo, lo que Yoongi le dijo fue cruel. Aunque era cierto que se sentiría mejor si lo besaba, pero si era de forma sincera, no por lástima.

Yoongi también lo besó. Se lo acercó hacia él en un abrazo y, sin importarle ese fuerte olor licor, apretó sus fríos labios contra los de Jimin. Ambos se fundieron en un extraño beso lleno de necesidad.

Después de eso, Jimin se alejó lentamente, sin mirarlo a la cara.

 

-Te odio, Yoongi-.Susurró mientras sus manos resbalaban por el redondo rostro del mayor.

 

Nada más se dijo, ninguno de los dos habló. Yoongi agarró al menor y lo llevó entre sus brazos para que no se enfriara más. Estaba por empezar a llover, a pesar de la oscuridad, había algunas nubes rondando de manera amenazante y lo último que Yoongi quería era que se mojaran.

Jimin enterró su rostro en el hombro del mayor y se sujetó rodeándolo con los brazos por su pálido cuello. Lo que ahora esperaba era poder llegar y darse un baño caliente y que junto con el agua, sus peores sensaciones se fuera por el desagüe…

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!! <3

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).