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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Hola, les dejo el capítulo, 23... Como siempre, espero que lo disfruten :)

Jimin no se levantó para nada, estaba decidido a no hacerlo, porque ni siquiera tenía ganas. Tampoco quería girarse porque sabía que Yoongi estaba ahí, a su lado, como el total desconocido que era la primera vez que lo conoció, no como lo que él esperaba.

Había mucha tranquilidad, demasiada quizás. Se giró lentamente, contradiciendo sus pensamientos. Cuando lo hizo, ahí estaba. Con sus ojos de gato cerrados, su cara pálida y redonda, sus labios finos cerrados… Tenía una mano sobre su abdomen que subía y bajaba con cada respiración. Su pelo estaba despeinado, ya casi se podía decir que desteñido de aquel color menta.

Jimin se dedicó a observar su belleza durante un rato. Decepcionado de que no pudiera formar parte de su vida por mucho más tiempo, porque en cualquier momento debería marcharse y lo peor, enfrentar a su padre.

Metido en sus pensamientos, se sobresaltó al ver que Yoongi lo miraba fijamente. Ambos ojos chocaron y hubo una pequeña tensión. El pelinegro desvió su mirada repentinamente y se volvió a girar.

Yoongi pasó sus manos por su cara y se levantó con pereza. Hoy debía ir a trabajar sí o sí. Le parecía que hacía años no iba al trabajo y eso le resultaba extraño porque estaba acostumbrado a la rutina.

Se vistió rápidamente y ,antes de salir, se detuvo un momento.

 

-Jimin, si me entero de algo de tu padre, cuando vuelva te diré.

 

Sin más cerró la puerta y, sin ni siquiera comer algo, se marchó directo a la cafetería.

Jimin lo había escuchado perfectamente. Presentía que algo iba a pasar, nada bueno por supuesto. Pero no podía hacer nada, sólo esperar.

Yoongi lo había ayudado demasiado. Le dio un lugar donde quedarse, lo consoló, lo encontró y lo salvó… Le estaba agradecido por eso, pero al mismo pensaba que quizás habría sido mejor no haberlo conocido, no haberse interesado en él, no haberse dejado llevar por sus impulsos, por la atracción física.

Después todo eso se mezcló raramente, creando un embrollo en su cabeza. En ambas, en realidad. Jimin creía que Yoongi lo rechazaba porque no le gustaba, porque era un niño caprichoso que cometía estupideces, era torpe y no sabía lo que decía. Pero lo que no sabía el pelinegro era que Yoongi tenía un problema con sus emociones, y eso lo estaba volviendo loco.

 

La calle estaba transitada, como siempre. A lo lejos se veía mucha clientela, cosa que a Yoongi no le sorprendía. Caminó rápidamente mirando su reloj para llegar a horario. Al entrar, un grupo de muchachas se le acercaron algo tímidas. Él se detuvo y les sonrió, como debía hacer.

Una muchacha bajita de cabellos castaños se acercó con su cabeza gacha, sosteniendo algo en sus manos. Otra la empujaba con una sonrisita desde atrás.

La chica quedó en frente del mayor y alzó su vista, no pudo sostenerle mucho la mirada y sólo le extendió los brazos, entregándole una pequeña carta de color rosado. Yoongi la miró y enarcó una ceja, sin dejarle de sonreír a las chicas. ¿Otra confesión?

 

-Esto…-Dijo la chica casi sin poder hablar de los nervios.- ¡Es para el chico pelinegro!

 

-¿Qué?-Yoongi borró su sonrisa y tomó la carta con su mano, mirándola.-¿Jimin?

 

-¡Sí!-Dijo ella rápidamente, con sus cachetes sonrojados.-¿Po-podrías dársela Yoongi? Hace días no viene y tú parecías ser cercano a él…

 

-Claro.

 

Volvió a sonreírle brindándole  confianza y la chica le mostró sus dientes, llena de felicidad. Yoongi se fue alejando de las muchachas y mientras, caminaba saludando a la clientela. ¿Por qué no había entrado por atrás?

Cuando llegó hasta la cocina, se acercó hasta la basura, arrugó la carta de la chica y la tiró. Se sintió estúpido haciendo eso, pero no pensaba dársela al menor. No lo sintió ni un poco, porque algo en su interior lo hizo morir de celos. No sabía si porque la chica no se le confesó a él o porque lo hizo para Jimin. De todos modos debía volver a centrar su cabeza en el trabajo, pero antes que nada debía hablar con Yesung. Bueno… cuando apareciera, porque no se lo había visto por allí.

Siguió su turno de trabajo hasta que finalizó. Todo transcurrió tranquilo, como a él le gustaba, pero se sentía raro sin nadie a quien regañar, se sentía raro sin Jimin allí.

Al dejar todo organizado, se dirigió a buscar a Yesung, quería disculparse personalmente por lo del día anterior. Fue hasta la cocina y caminó hasta llegar al despacho. Se detuvo antes de tocar la puerta cuando escuchó una voz que le resultaba conocida. Sin hacer ruido, se puso cerca de la puerta y empezó a escuchar la conversación.

Yesung había tomado asiento tranquilamente, como era típico en él, con un aire de superioridad que le daba el respaldo acolchado de su silla de escritorio.

 

-¿Cómo le va todo?-Preguntó sonriente.

 

-¿Qué te dice mi rostro?-Dijo una voz enojada.-Tuve al menos veinte horas de viaje…¿crees que me fue bien?

 

-Oh…-Yesung le hizo una mueca.-Disculpe, no sabía. Aunque sí se ve cansado. ¿De qué era lo que quería hablarme, Sr.Park?

 

-¿Sr.Park?-Pensó Yoongi, abriendo sus ojos.

 

El hombre se acomodó su corbata y después observó al joven Yesung con su ceño fruncido. Estaba realmente molesto con todo. Había ido y vuelto de Estados Unidos como un maldito loco. Quería explicaciones, quería saber dónde estaba su hijo y si Yesung sabía algo.

 

-De Jimin-Dijo con un tono molesto.-Desapareció, supuse que como estuvo trabajando aquí sabrías algo. ¿Me equivoco?

 

-¿Cómo que desapareció?-Se levantó un poco del asiento sorprendido.-Lo siento, no tenía idea de nada. Se lo juro, Sr.Park.

 

El hombre gruñó y golpeó la mesa con su mano. Yesung dio un respingo y lo miró un poco asustado. Su padre siempre le decía que cuando el Sr.Park se enojaba daba miedo y era un poco violento, él nunca lo había visto así. Lo conocía, pero no sabía de esa faceta.

 

-¡Maldita sea!-Protestó-Ese mocoso está metido en un gran problema.-Miró al pelinegro-Se suponía que íbamos a mudarnos a Estados Unidos, pero él ni siquiera subió al avión, se escapó.

 

Yesung rascó su nuca y le dio una mirada confusa. No sabía que suponía que debía decir. Nunca le había pasado algo así, y de todas maneras, Jimin ya no estaba trabajando allí, había terminado hacía unos días.

 

-Siento que tenga este problema…-Le dijo.-Pero no sé cómo podría yo ayudarlo, hace rato no lo veo.

 

Tras la puerta, Yoongi estaba a punto de salir corriendo. Se sentía como un verdadero criminal. Aquel hombre sonaba muy enojado y sabía que tenía dinero, que podría denunciarlo por haber “escondido” a Jimin en su casa. Eso iba a ser un gran problema. Sólo se quedó ahí de pie intentando pensar qué carajos iba a hacer.

 

-No estaba con su amigo…-Dijo rodando los ojos.-No tengo idea de con quién puede haber ido.

 

-Oh, yo…-Yesung pensó por un momento sobre aquello.-Podría preguntarle a alguien, ahora que recuerdo.

 

-¿A quién?

 

Yesung se levantó del asiento y se dirigió hasta la puerta.

 

-Espere un segundo, veré si no se marchó.-Abrió la puerta lentamente.

 

El peli menta no se percató de la presencia de Yesung, quien se quedó mirándolo sin expresión alguna. Después alzó los brazos y los bajó rápidamente. No le extrañó para nada que estuviese ahí parado frente a su puerta.

 

-¡Ah, Yoongi, justo te iba a llamar!-Lo tomó del brazo y lo metió a su despacho.

 

-¡Carajo, mierda…!-Pensó el peli menta, maldiciendo su vida.

 

Cuando entró, el Sr.Park lo miró de mala manera. Se paró de su asiento y lo señaló con el dedo como si fuera un delincuente.

 

-¡Tú otra vez!-Le alzó la voz.

 

-¿Se conocen?-Yesung los miró a ambos, sorprendido.

 

-Este tipo…-Lo siguió señalando.-Se burló de mí.

 

-¡¿Qué?!-Yoongi se quejó.-¿Cuándo me burlé yo de usted, eh?

 

El hombre se acercó hasta  el peli menta, era algo más bajito, asique Yoongi no se sentía tan intimidado. Yesung estaba atento a la conversación de aquellos dos, si es que eso era una conversación. Parecía más una pelea. A parte de eso, era la primera vez que alguien se quejaba de su empleado estrella.

 

-Él dijo que era el jefe.-Miró a Yesung enojado.

 

-Trató mal a Jimin.-Lo acusó.-Además ese día yo estaba a cargo.

 

-Jimin.-Dijo el hombre.-¿Dónde está Jimin?

 

Yoongi palideció en menos de un segundo. No quitó su mirada asesina de aquel hombre, pero por dentro estaba muriendo. Lo peor fue que Yesung se acercó más hasta los dos y se lo quedó mirando, esperando una respuesta.

 

-¿Qué?-Preguntó el peli menta para poder pensar algo.

 

-Tú estabas a cargo de Jimin, ¿no sabes qué pasó con…?

 

-¡Tú lo defendiste!-Le dijo el Sr.Park a Yoongi, interrumpiendo a Yesung.-Debes saber dónde está, se escapó.

 

-Yo…

 

No supo qué hacer, no podía mentirle a ese hombre a  pesar de que le parecía despreciable y que en el momento en que fuera a ver a Jimin, volvería a tratarlo mal, peor quizás. Pero él era un adulto, no un niño. Y eso no era ningún juego. Podía tener problemas por estar cubriendo a Jimin y era lo que menos quería. Lo que era peor de toda la situación es que Yesung lo escuchaba y ahora iba a saber que estaba metido en un asunto algo complicado.

 

-Yoongi…-Lo miró su jefe algo incrédulo.

 

-Jimin está en mi casa.-Dijo el peli menta.-Pero escuche una co…

 

-¡Tú lo estabas encubriendo!-Gritó el hombre más enojado todavía.

 

-Antes de gritar, dígame una cosa.-Yoongi apretó sus dientes y se acercó hacia el hombre, mirándolo mal.-¿Por qué cree que Jimin se marchó?

 

-Desgraciado… Ahora mismo me llevarás hasta mi hijo. Después me encargaré de llamar a la policía.

 

-Espere, espere.-Yesung alzó sus manos tratando de relajar el ambiente.-Sr. Park, no lleve las cosas tan lejos. Quizás fue una travesura…

 

-¡¿Travesura?!-Lo miró al otro.-¿Estás hablando en serio Yesung?

 

-Bueno…

 

-¡Llévame hasta Jimin, ahora!-Volvió a mirar a Yoongi.

 

No era una opción responderle que no. Iba a estar más complicado que ahora si se negaba a hacerlo. Era su padre y en realidad tenía todo el derecho del mundo saber dónde andaba su hijo. Pero no tenía derecho a tratarlo mal y eso era lo que Yoongi temía, que si fuera a verlo todo empeoraría y ya había encontrado a Jimin a punto de hacer algo estúpido. Y Yesung le había dicho que lo hiciera, que era mejor llevar al Sr. Park hasta su casa.

Caminaron sumidos en un silencio y tensión sepulcral. Yoongi iba al frente y el hombre tras él. Yesung había decidido no ir, porque pensaba que era mejor que resolvieran sus temas entre ellos, luego hablaría con Yoongi.

Al entrar, el peli menta le ofreció asiento en el sillón al Sr.Park, pero éste lo rechazó.

 

-No querrá hablar.- Le advirtió Yoongi, caminando hasta su cuarto.

 

El hombre sólo guardó silencio y esperó hasta que Yoongi sacara a Jimin del cuarto.

El mayor entró con cuidado, y caminó hasta la cama. Jimin seguía acostado, pero tenía otra ropa, no estaba en piyama. El menor lo miró alzando las cejas.

 

-Volviste.

 

-Sí…Escucha Jimin.-Yoongi se acuclilló para hablarle de más cerca.- Tu padre está aquí.

 

-¡¿Qué?!-El menor se levantó de sopetón y tapó la boca con sus dos manos.-¿Estás bromeando?-Le susurró.

 

-No.-Yoongi se incorporó y lo tomó del brazo.-Debes hablar con él, vamos.

 

-No, Yoongi, no, espera…-Trató de zafarse.-Por favor, espera.

 

Los dos se detuvieron y se miraron. Jimin estaba más que asustado. Su padre lo estaba esperando y sabía que no sería fácil, tendría que soportar sus gritos y seguramente lo volvería a tratar mal.

Yoongi lo tomó por sus brazos y se acercó a hablarle en voz baja.

 

-No dejaré que te trate mal. Lo prometo.

 

Jimin estuvo a punto de ponerse a llorar, estaba nervioso. Agradecía por poder tener a Yoongi con él para defenderlo, había notado que su padre no le caía nada bien. Por lo menos si las cosas se ponían feas, Yoongi podría tratar de calmarlas.

Salieron del cuarto, dirección a la sala. Jimin se había puesto detrás de Yoongi, pero éste lo había empujado hacia adelante. De todos modos no iba a irse de su lado hasta que terminara todo.

Al fin, padre e hijo quedaron frente a frente. Jimin con cara de susto y el hombre enojado.

 

-¿Estás contento?-Le dijo de forma despreciable.-He viajado por más de veinte horas, has preocupado a tu madre, me has hecho ver como el peor padre del mundo, mi reputación se fue a la mierda porque todos mis compañeros se enteraron de lo que hiciste.-continuó-Todo por tus caprichos, tus estupideces.¡¿Estás contento con lo que has logrado?!

 

Jimin cerró sus ojos y sollozó un poco. Era lo que esperaba, más gritos. Sólo le importaban sus cosas, su trabajo, cómo lo veían los demás, su maldita reputación. Ni siquiera se dignó a preguntarle por qué lo hizo. Su padre nunca iba a cambiar.

 

-Estoy cansado.-Dijo Jimin, sin mirarlo.

 

-¿Cansado de qué?-Se acercó tensando su mandíbula.

 

Jimin se echó un poco hacia atrás, pero Yoongi posó una mano sobre su espalda, no para empujarlo, si no para que supiera que estaba ahí.

 

-D-de que me controles.-Dijo por fin.-De hacer lo que sólo tú quieres que haga. Nunca hice lo que yo quise. Me has tratado mal y humillado durante muchos años. Me obligaste a irme a otro país sin siquiera hablar conmigo, no soy un juguete para que me manejes así, yo…

 

El sonido de la cachetada retumbó en sus oídos. Le ardió la mejilla derecha y quedó roja después del impacto. Se sobó su cachete con la mano, con fuerza y comenzó a llorar. Estaba indignado con la actitud de su padre. Era suficiente con los gritos, y el golpe, colmó su paciencia.

 

-¿Qué mierda cree que está haciendo?-Dijo Yoongi apartando a Jimin de su lado.

 

-Tú, todo es tu culpa.- Lo acusó el hombre.-Desde que entró a ese lugar a trabajar se volvió más estúpido que antes. Te meteré a la cárcel por desgraciado.

 

-¿Qué?-Yoongi frunció el ceño.- A usted deberían meterlo en la cárcel por imbécil.

 

Jimin siguió sobando su mejilla mientras escuchaba hablar a Yoongi. Le parecía increíble la forma tan descara de hablarle a su padre, sin pelos en la lengua. En cierto modo, era mejor. Su padre estaba loco, no se podía razonar con él. Sólo estaba metido en su mundo de negocios y su afán por controlarlo y volverlo una versión joven de él. Cosa que nunca iba a pasar.

 

-Ya entiendo todo…-Dijo el hombre señalado a Jimin y después a Yoongi.-Maldito marica…

 

Y eso encendió la llama que vivía en Yoongi, una llama que hacía varios años no se prendía. Dio dos pasos hacia el Sr.Park y quedó lo más cerca que pudo. Lo tomó del brazo, arrugando su traje y lo arrastró hasta la puerta.

 

-Fuera de mi casa...-Lo dejó del otro lado de la puerta.-No quiero volver a verlo nunca más y olvídese de Jimin, él lo odia.-Amagó cerrar, pero se detuvo a mitad de camino- ¡Y váyase a la mierda!- Cerró de sopetón.

 

El hombre quedó atónito tras la puerta. Nunca nadie lo había enfrentado de ese modo. Decidió marcharse y ocuparse más tarde de lo que había pasado. No iba a irse así como así. Pero era inútil ponerse a golpear la puerta para que ese loco de pelo menta le pateara el culo.

Jimin se quedó petrificado. Estaba contento de que Yoongi lo defendiera, pero a lo mejor había ido demasiado lejos. De todos modos, su padre no tenía ningún derecho a insultarlo.

Secó sus lágrimas con su camisa y miró a Yoongi. Éste se acercó hasta él y vio su mejilla roja.

 

-Tu padre es imbécil.- Le dijo mientras acariciaba el golpe.

 

 

-Yoongi.-Jimin lo miró algo triste.-Lo siento.

 

-¿Por tener un padre así? Nadie elige sus padres, no te disculpes.-Chasqueó su lengua- No debí haberlo traído.

 

Jimin puso su mano sobre la de Yoongi, mientras éste seguía acariciando la rojez que le había quedado del golpe, le ardía. El menor se sentía protegido, comprendido. Era lo único que quería. Alguien como Yoongi a su lado para siempre. No se arrepentía de haberse enamorado de él. De lo que sí empezó a arrepentirse fue de haber intentado quitarse la vida.

Yoongi volvió a verse reflejado en el menor con aquella situación. No podía dejar que cayeran más lágrimas de él, sentir más dolor. Porque a él mismo le dolía incluso verlo así. Nunca sintió eso. Tenía la terrible necesidad, desde el momento en que se sintió tan vulnerable al ver a Jimin llorar, de protegerlo, de cuidarlo. A medida que fue pasando el tiempo, supo que Jimin nunca dejaría de ser un niño torpe, algo caprichoso y despistado, pero eso nuevo que despertaba en él lo hacía comprender que no debía estar solo. Que siempre fue necesario tener un apoyo. Él no lo tuvo, pero Jimin ahora lo iba a tener a él.

Estaba totalmente confundido con sus sentimientos. En realidad no quería herirlo, quería alejarse de él pero a la vez estar a su lado, era un conflicto mental que debía resolver cuanto antes. Eso lo tenía por seguro.

Jimin cerró sus ojos, esperando algo. Yoongi observó aquellos labios carnosos esperándolos. Deseaba hacerlo. Se acercó lentamente hasta que ambos labios se juntaron. Jimin lo rodeó con sus brazos hasta apretarlo con fuerza. Yoongi le devolvió el gesto y con una de sus manos, lo tomó por su cabello, acercándoselo más hacia él, haciendo que se fundieran ambos labios, llenos de necesidad.

 

 

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!! <3


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