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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Disfruten de este capítulo <3

La cabeza de Jimin sólo le dijo que “no”. Era suficiente para él. ¿Por qué le hacía eso? ¿Por qué seguía aceptando aquellos besos? No entendía cuál era la verdadera intención de Yoongi. Si trataba de consolarlo, no era la forma correcta.

¿Por qué lo besaba cuando lo había rechazado?

No pudo dejar que ambos labios se separaran, era algo que necesitaban. Toda la frustración que se encerraba en él, todo el malestar, ahora salía y se desprendía de una forma u otra. Sentir que Yoongi se atrevía a besarlo después de haberle dicho que estaba delirando con su enamoramiento, lo hacía sentir extraño.

Jimin se sentía muy confundido con la actitud del mayor, pero no con la suya. Él si estaba convencido de lo que realmente sentía.

Se despegó del peli menta para tomar un poco de aire después de un roce de labios bastante ansioso y giró su rostro.

 

-Basta, Yoongi…

 

El otro trató de voltear el rostro de Jimin para poder verlo a los ojos. Aquellos ojitos que aún seguían heridos.

 

-¿Qué ocurre?-Le tomó el rostro y lo volvió a besar, pero Jimin se separó.

 

-¿Por qué haces esto?-Lo miró a los ojos-No entiendo…

 

El pelinegro negó levemente con su cabeza mientras no dejaba de mirarlo a los ojos, con pura tristeza. La actitud de Yoongi era la cosa más extraña que nunca experimentó en alguien. Lo rechazaba, pero lo besaba, lo defendía, lo cuidaba… Había algo que Yoongi no quería decirle porque era muy raro todo aquello. Y si sólo quería usarlo para acostarse con él, nuevamente, sería la cosa más cruel y absurda del mundo, aparte de que Jimin no aceptaría eso.

Yoongi lo miró un momento y después se alejó de él. Frotó su cara con sus manos, dándole la espalda. Después soltó un suspiro inaudible y comenzó a pensar que en realidad si que no sabía qué era lo que estaba haciendo con sus emociones.

Su gran problema venía desde hacía años atrás. Nunca en su vida pudo concretar una relación felizmente. Su interés se perdía con rapidez, nada le resultaba interesante para un futuro junto a alguien. Sus intentos fueron un fracaso y todo por aquello que vivió a tan temprana edad…

 

Una lluvia de verano… Yoongi jugaba con un pequeño puzzle, lo armaba y desarmaba porque tenía más de quinientas piezas y le era algo complicado. Su madre le había prometido que si lograba completarlo lo llevaría a un concierto de piano.

Siempre le gustó, le había contado a su mamá que quería aprender, pero las clases eran muy caras para poder pagarlas. Entonces su madre había decidido llevarlo a un concierto, donde ganó las entradas en un sorteo de radio. Fue el momento más feliz de la vida de Yoongi cuando su madre se lo contó.

 

-Mira mi pequeño-Le mostró un papelito brillante con un dibujo de un gran piano saliendo de entre unas cortinas rojas.-Esto es para nosotros.

 

-¡Mamá!-Dio un salto de emoción, atrapando el papel en sus manos y mirándolo con un brillo en sus ojos-¿Es para aprender piano?

 

La mujer sonrió tapando su boca sutilmente, algo apenada por aquello.

 

-No, Yoongi. Es para ir a un concierto de piano.

 

La sonrisa de Yoongi se hizo presente en su rostro, mostrando sus pequeños dientes de niño. Se lanzó a los brazos de su madre, con el papel en su mano y la abrazó con fuerza.

 

-¡Gracias, mami!

 

-Sólo hay una condición-Dijo ella acariciando la cabellera del pequeño-¿Recuerdas ese puzzle que te regalé en tu cumpleaños?-Él asintió-Si lo completas, iremos.

 

-¿De verdad?- Alzó sus brazos-Entonces lo haré, ahora mismo.

 

Y así acabó en su cuarto con todas las piezas desparramadas por el suelo.

Se había esforzado durante un rato en intentar completar al menos una esquina de la imagen, pero era demasiado. Salió de su habitación y fue en busca de su madre para pedirle un poco de ayuda, si eso era posible.

Dio pequeños pasitos hasta el cuarto de sus padres, pero se detuvo antes de entrar al oir un sollozo. Se asomó apenas por la puerta y vio a su madre, sentada en la cama con un teléfono en su mano. Hablaba con alguien y por algún motivo su voz era temblorosa.

 

-El médico me dijo que vigilara si tomaba su medicación, pero yo sé que él no lo hace-Tragó saliva con dificultad mientras seguía hablando.-La otra noche tuvo otro ataque de nervios. Me asusté.

 

Yoongi no comprendía de lo que su mamá estaba hablando y por qué lloraba, pero cuando escuchó la palabra referida a medicamentos, enseguida se imaginó que sería por su padre.

Según lo que su madre le contó, él tenía una enfermedad un poco complicada y debía tomar constantemente una medicación. Yoongi se sentía triste por eso, no quería ver a su papá enfermo, aunque no sabía qué era realmente. Cosas que sólo los adultos entendían, se imaginó.

Ese día, en la noche, todo pasó volando. Golpes de puertas azotándose, cosas rompiéndose, llantos, gritos, lágrimas, pero sobre todo…miedo.

Después de cenar, su madre siempre le decía que debía dormir mientras escuchaba música, porque la música lo protegería. Él le hacía caso, confiaba en su madre. Asi que todas las noches hacía lo mismo.

Su padre llegaba tarde del trabajo y sabía que siempre que lo hacía entraba a su cuarto y lo arropaba, por eso dejaba la manta sin cubrirlo.

Pero esa noche fue la peor pesadilla para Yoongi.

Su padre había entrado a su cuarto, lo sabía. Pero en vez de esperar a que lo arropara, él se levantó para recibirlo con un abrazo. Y eso fue todo…

La cara del hombre no se veía bien, sus ojos estaban furiosos, lagrimeaban, su mandíbula tensada. Había agarrado a Yoongi del brazo, arrastrándolo hasta encerrarlo en el baño y después, apagándole la luz.

Yoongi golpeó con todas su fuerzas la puerta, lloró suplicando que lo sacara de allí. Estaba asustado y no entendía por qué su padre le había hecho eso, confiaba en él…

Todo quedó en silencio hasta que un grito descomunal hizo que Yoongi abriera los ojos y su corazón se detuviera. Fue la voz de su madre quebrándose en un llanto.

 

-¡Mamá!-Gritó golpeando la puerta-¡Papá, papá, déjame salir!

 

Todo terminó así…

 

Vivió ese momento horrible, donde había pensado que moriría junto a su madre. Pero lo peor fue que la vio, tirada en el piso, bajo un charco de sangre. Y su padre lo había hecho. Esa fue una sorpresa desagradable para él.

Supo más tarde que su padre sufría trastornos bipolares y que se negaba a tomar los medicamentos. Comprendió con eso por qué todas las noches su madre lo mandaba a dormir con auriculares, escuchando música. Era para que no los oyera discutir respecto a ese tema de la medicación.

En ocasiones su padre había sido violento con él, pero su mamá le decía que era por culpa de esa enfermedad y Yoongi sólo confiaba en que estaría bien después, pero no. Nunca nada estuvo bien y tuvo que soportar todo eso solo, sin nadie.

Por eso sentía que Jimin, de algún modo, le recordaba a su pasado. No quería que alguien pasara por lo que él pasó, gritos, insultos, violencia… Pero lo que menos quería era hacerle daño al menor.

Si sus relaciones no habían acabado en nada feliz, fue porque se había vuelto otra persona. Después de ese trágico momento de su vida, todo en él cambió. Se aisló por completo, no quiso hablar nunca con nadie, tener ningún tipo de contacto. Todo le resultaba monótono, aburrido, despreciable. Y a medida que fueron pasando los años, más se encerró en sí mismo, dejando atrás lo que una vez fue como niño, dejando su sueño de tocar el piano atrás. Todo lo que le quedaba era seguir el curso de su vida, trabajar, comer y dormir. Así de simple. Y todo le había empezado a dar vueltas cuando Jimin apareció en su camino.

¿Qué era lo que iba a hacer? Ni él mismo lo sabía. Sus rechazos eran por ese preciso motivo.

Se había dado cuenta de que Jimin era muy sensible, débil y por eso no quería dejarlo solo. Pero por otro lado estaba su actitud. ¿Cómo iba a estar con alguien siendo como era? Lo había tratado mal, seguía atormentándose por eso después de haber visto todo lo que ocurrió en la vida del pelinegro. Creía que nadie merecía enamorarse de él, siquiera interesarse, porque no valía la pena.

Pero ahí estaba, haciendo sufrir a Jimin, besándolo y luego rechazándolo.

Se sentó en el sillón, cubriendo su cara e intentando aclarar sus pensamientos. Estaba hecho un caos.

Jimin notó que no estaba bien y a pesar de que seguía confundido, se acercó hasta el mayor y se sentó a su lado.

 

-Jimin, de verdad, lo siento.-Dijo sin mirarlo-No soy la persona de la que te debiste enamorar.

 

El menor lo miró fijamente, apretando sus labios con fuerzas y después soltándolos bruscamente. Se encogió de hombros sin hacerse notar.

 

-¿Y por qué me besas si tanto me odias?

 

-No te odio.-Lo miró inmediatamente.-Sólo estoy confundido. Yo…

 

-Está bien.-Lo interrumpió.-Sé lo que piensas. Soy insoportable, caprichoso, un mocoso…Dímelo. ¿Quieres que sólo nos acostemos? –Ladeó su cabeza-Pues eso ya se acabó para mí, no lo aceptaría porque…

 

Yoongi tapó la boca del menor con su mano, mientras cerraba sus ojos y un largo suspiros salía de su boca.

 

-No Jimin, no quiero eso.-Quitó su mano lentamente.-No podría tener una relación contigo, ¿entiendes?

 

-¿Podrías decirme el por qué?

 

Los dos se miraron y en una milésima de segundo, ambos se vieron perdidos en sus propios pensamientos. Yoongi no estaba seguro si contarle al menor sobre su pasado, no le gustaba hablar de cosas tan personales, pero después de todo lo que le había hecho pasar emocionalmente quizás debía hacerlo.

 

-No soy bueno con las relaciones.-Dijo sin dejar de mirarlo.

 

-¿Es por eso?-Jimin soltó un sonido extraño con su boca y luego frunció el ceño.-Dime que no te gusto y dejar de excusarte, Yoongi. Ya lo tengo asumido…

 

-¿Quieres callarte un momento?

 

-No, no me callaré.-Infló sus cachetitos como un niño pequeño.

 

El peli menta pasó una mano por su cara y se echó hacia atrás en el sillón, dejándose resbalar lo poco que se le permitía.

 

-Entonces no hablaré, la conversación se acabó aquí.

 

-No, no, espera…-Jimin lo tomó por los hombros y lo miro seriamente.-Lo siento, me callaré y te escucharé…

 

Jimin se sentó sobre sus rodillas y apoyó sus dos manos en éstas, esperando que el otro empezara a hablarle. Estaba intrigado y a la vez no. Creía que todo lo que le soltaban eran puras excusas para no decirle que en realidad nunca iba a estar con él porque no le atraía sentimentalmente, cosa que estaba preparado para oír.

Yoongi se incorporó para poder hablar formalmente con Jimin. Sin bien no era de las personas que hablaban de sus acontecimientos pasados, problemas y demás, sentía que le debía explicar a Jimin el por qué de su rechazo.

 

 

-Tuve una infancia difícil.-Comenzó a contar ante la atenta mirada del menor.-Me vi reflejado en ti cuando supe lo mal que te sentías por toda tu situación. Tu padre no es muy diferente de lo que fue el mío… Por eso lo odié tanto cuando te trató de aquella forma.-Apretó sus puños con fuerza-Tuve la necesidad de defenderte y cuidarte, me sentí vulnerable.

 

-Yoongi…¿Tú padre también te trató como el mio?-Preguntó curioso y empezando a sentir una terrible melancolía dentro de él por lo que oía.

 

-Más o menos.-Suspiró.-Yo confiaba en él, sabía que estaba enfermo, pero él nunca tomaba su medicación y así, todo ocurrió por su culpa.

 

Jimin tuvo miedo de preguntar. La historia de Yoongi parecía ser algo seria, lo supo por la expresión de su rostro.

 

-¿Q-qué ocurrió?

 

-Mató a mi madre.-Dijo con sequedad.

 

El menor abrió la boca, estupefacto, y luego la cerró de inmediato. Se le heló el corazón por un momento de sólo imaginarse lo que habría sido eso para Yoongi. Tuvo el impulso de tomar su mano, pero no lo hizo.

 

-Lo siento, debió ser algo horrible.

 

-Sí, lo fue.-Giró su rostro y quedó mirando hacia el frente, sin ningún tipo de expresión-Por eso después me empecé a alejar de la gente, no confié en nadie…Sólo en Namjoon.

 

-¿Namjoon?-Prensó Jimin a la vez que los celos empezaban a recorrer su cuerpo.

 

Ese tal Namjoon seguramente era con quién reía al teléfono, a quien había abrazado el otro día en la cafetería. Su supuesto novio, según el pelinegro.

 

-Yo no era así de desagradable…

 

Yoongi nunca fue precisamente un alma de alegría y diversión. Era más bien un chico tranquilo, le gustaba la soledad, pero sabía que necesitaba también de alguien a su lado por mucho que no quisiera admitirlo y también creía que podía con todo él solo. Pero después de ese incidente fue como si hubiera despertado alguien diferente dentro de su ser. Una persona totalmente apática, desagradable, que nada le importaba, que sonreía por obligación y por cobrar un buen sueldo…Él no era así.

 

-No creo que seas desagradable.-Susurró el menor un poco tímido.-Eres gruñón, pero no desagradable.

 

-¿Debería tomar eso como un alago?-Lo miró con una leve sonrisa de lado frente aquel comentario.

 

-Tómalo como quieras.-Le devolvió la sonrisa inconscientemente.

 

Aquellas dos sonrisas los hacían sentir calidez, a ambos. A Jimin le encantaba que Yoongi le sonriera, creía que era algo digno de admirar por miles de horas. Su corazón se emocionaba al verlo y eso era la clara señal de que estaba totalmente enamorado.

Los labios del mayor se tensaron después de eso y se acercó al menor, apoyando su mano en la mejilla sonrojada de éste, mirándolo directamente a los ojos.

 

-Jimin, no quiero ser un miserable. Si te estoy rechazando es porque no quiero sumar más sufrimiento a tu vida.-Dio una leve caricia  con su pulgar sobre la piel del menor-Lo nuestro sería un fracaso.

 

-Yoongi…-Jimin posó su mano sobre la del mayor y se fue acercando hasta él.

 

Ahora comprendía el por qué lo trataba de ese modo. Si le decía que no quería hacerlo sufrir es que realmente sentía algo por él y eso lo hacía sentir más que feliz, pero por otro lado, el que Yoongi lo intentara alejar con toda aquella historia, era comprensible para él. Pensar que nadie nunca podría soportar una actitud así, aunque no fuera la propia, hacia ver que Yoongi en el fondo era sensible y que sí le importaba al pelinegro.

Jimin estaba seguro que no quería dejarlo ir, menos en ese momento en que supo que era muy débil. Que había pasado por algo horrible, que había cambiado por completo su actitud. Y si bien el mayor lo había cuidado a él, ahora era su turno.

 

-Quiero ayudarte.-Dijo el menor, ahora inclinándose sobre él para acabar abrazándolo.-Quiero que el otro Yoongi salga.

 

-Jimin.-Yoongi pasó su mano por los cabellos negros, acariciándolos mientras con el otro brazo rodeaba el cuerpo del menor.-¿Cómo se supone que ayudarás? Te he dicho que no quiero que suf…

 

-Te quiero.-Dijo interrumpiéndolo y escondiendo su rostro en el hombro del mayor.

 

El corazón de Yoongi comenzó a latir de forma exagerada por aquellas palabras y nuevamente, queriendo oprimir sus sentimientos se dijo basta a sí mismo. Pero le fue imposible moverse, le fue imposible tratar de decirle a Jimin que se alejara de él, apartarlo. Se quedó petrificado, apretando sus labios con fuerza y cerrando sus ojos.

Después pasó sus manos a rodear a Jimin por toda su espalda y así, lo apretó mucho más fuerte contra él, sintiendo su cuerpo completamente pegado al suyo, las pequeñas manos del menor rodearon su cuello, sin despegar su rostro de su hombro.

 

-Date la oportunidad de intentarlo.-Dijo el pelinegro apenas alzando su voz.

 

-¿Qué pasa si no es lo que esperas?

 

-¿Por qué no lo sería?-Jimin alzó su rostro, hasta quedar milimétricamente cerca del de Yoongi.-Quiero ayudarte, estar contigo. Ahora que sé esa parte de tu vida, es mi turno de cuidar de ti.

 

-No debes cuidarme, eres menor que yo.-Frunció un poco el ceño.

 

-Lo haré de todos modos.

 

Jimin le regaló una tímida sonrisa y después lo único que hizo fue lanzarse hacia sus labios. Yoongi en ese momento no lo iba a rechazar. Ambas bocas se juntaron empezando un ladeo de cabezas, un roce de labios que hacía arder sus pieles. Yoongi se echó hacia atrás y Jimin cayó sobre él sin dejar de abrazarlo.

Los dos quedaron tumbados, uno sobre el otro, abrazándose como si alguna fuerza desconocida intentara separarlos. Volvió a invadirlos aquella necesidad de sentirse mutuamente, de besarse y tocarse. Y obviamente ante aquello no pudieron resistirse.

Las suaves manos del mayor se metieron bajo la playera de Jimin y volvieron a recorrer aquella piel que tanto había anhelado hacía varios días. El menor se estremeció recordando la primera vez que había dejado que el peli menta lo tocara y besara.

Jimin se despegó de los labios del otro y dejó libre acceso a su cuello, el cual Yoongi comenzó a atacar de inmediato con largos besos y una que otra mordida. Los jadeos y despojos de ropa no tardaron en llegar. Eran tan grande la falta de contacto que habían tenido ambos, que aquello se había vuelto un pequeño descontrol.

Ambas playeras quedaron tiradas en el piso, zapatillas, calcetines, cinturones.  Los gemidos de Jimin hacían eco en toda la sala al sentir aquellos dedos volviéndolo a tocar, haciéndolo sentir como en el mismísimo cielo...

Ahora todo estaba un poco más claro en sus cabezas. Yoongi decidió intentarlo porque había algo en Jimin que lo impulsaba a hacerlo. Sus palabras, aquel “te quiero”…Definitivamente Jimin era algo espacial para él y esperaba que lo siguiera siendo.

 

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!! <3

 

¿Se esperaban que el pasado de Yoon Gi fuera así?

Pobrecito ;u;


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