Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You changed me (YoonMin) por MintYoongi

[Reviews - 148]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, disculpen la demora :____:

Este no era el capítulo especial, es el otro. Me confundí   ;___;

Disfruten <3

Era temprano en la mañana. Jimin se encontraba algo mejor que la noche anterior, no del todo recuperado, pero al menos la fiebre se había ido. Se levantó con pereza de la cama y dio unos pocos pasos hasta chocarse con una figura con la misma estatura que la de él.

Alzó apenas su vista para finalmente encontrarse con una expresión en Yoongi que no le decía nada bueno. Sus labios se habían tensado, llevaba puesto un abrigo, por lo que pensó que quizás iba a salir o a lo mejor había vuelto…

Se acomodó un poco su cabello y se le escapó un leve bostezo. Yoongi seguía ahí de pie, sin decir nada. Por un momento, Jimin se empezó a asustar, ¿por qué lo miraba de esa forma, como si estuviese enojado?

 

-Yoongi…¿qué pasa?-Le preguntó finalmente.

 

-Yesung habló conmigo.

 

-¿Pa-pasó algo malo?

 

Después de eso, Yoongi frunció el ceño, totalmente enojado. Sabía que no era culpa de Jimin, pero no podía evitar mirarlo de ese modo. No lo hacía por él, sino porque le era imposible ocultar su malestar.

 

-Sí, pasó algo.

 

-¿El qué?

 

Tras mirarlo durante unos segundos con toda la incertidumbre del mundo, al pelinegro se le pasó por la cabeza una posibilidad de lo que podría haber ocurrido. No estaba totalmente seguro de si podría ser cierto, pero daba por hecho que su padre había tenido algo que ver.

Yoongi se acercó hasta la cama, la cual seguía desordenada, y se sentó en el borde. Se cruzó de brazos, mientras Jimin sólo se quedaba de pie, esperando a escucharlo.

 

-Tu padre.-Dijo entre dientes, sin mirarlo.-Habló con Yesung, ayer…

 

-¿Qu-qué pasó con él?¿Qué dijo?-Jimin se fue acercando hasta finalmente sentarse al lado del mayor.

 

-Prácticamente lo amenazó para que me despidiera.

 

-¡¿Qué?!

 

Jimin dio un pequeño salto sobre la cama, abrió sus ojos sin poder creer lo que había oído y tomó a Yoongi inmediatamente de los brazos.

 

-No puedo creerlo…-Dijo molesto.

 

-Yo tampoco. No sabía que tu padre iba a ir tan lejos…

 

-Pero…¡¿No te despidió, verdad?!

 

Yoongi negó con su cabeza. Para su suerte, Yesung sabía lo que hacía. Podía parecer un tipo extraño y un tanto distraído, pero nunca se dejaba intimidar, por nada ni nadie. Agradecía toda la confianza que le tenía depositada en él. Sabía que lo defendería y apoyaría a pesar de cualquier cosa.

El menor posó una mano sobre su pecho, aliviado. No podía creer que su padre cayera tan bajo como para amenazar a alguien. Notó también que se la había tomado con Yoongi, de una muy mala manera, y que quizás no pararía hasta conseguir que al peli menta le pasara algo.

Eso lo asustaba. Si Yoongi hubiera sido despedido por culpa de su padre, él mismo también se sentiría responsable, porque fue él quien fue a parar a la casa de Yoongi. En verdad, no quería traerle problemas.

 

-Lo siento, Yoongi.-Dijo agachando su cabeza.- Yo…¡Achiiiis!-Sorbió su nariz rápidamente.- Yo tengo la culpa de esto…

 

-Cállate.

 

Yoongi tomó un pañuelo de papel que había sobre la mesa y se lo acercó al menor para que sonara su nariz. No le gustaba verlo débil y enfermo.

Jimin se quedó en silencio ante aquel “cállate” tan seco que había salido de la boca de Yoongi. Entendía que estuviera molesto, su padre se había pasado de la raya.

 

-Deja de disculparte por tu padre, es absurdo.-Yoongi rebuscó en su bolsillo ante la mirada atenta de Jimin.-Por cierto, toma, es para ti.

 

Sacó un pequeño teléfono de su bolsillo, era algo viejo, pero ya que Jimin hacía rato estaba sin uno, sin poder comunicarse con nadie (aunque tampoco quería) había decidido buscar alguno de segunda mano.

El menor extendió su mano y sostuvo durante un rato el pequeño aparato.

 

-No era necesario.-Lo miró.-Gracias…

 

-Está bien. Sólo anoté mi número y el de tu amigo ese raro…

 

-¿Tae?-Yoongi asintió.-¿Cómo sabías su número?

 

-La última vez que vino, antes de irse me lo dejó anotado en un papel.

 

A Jimin le parecía algo triste tener sólo dos números agendados, pero en realidad eran los únicos que necesitaba en ese instante. Se alegró porque Yoongi se preocupara tanto por él, lo hacía sentirse mucho mejor. Pero aparte de eso, ya llevaba varias horas en esa casa y no sabía cuántas más serían. Debía hacer algo, no podía estar ahí aprovechándose así de Yoongi.

 

-Gracias, lo guardaré bien.-Se llevó el aparato hasta su pecho, como si fuera un tesoro.

 

-Veo que estás algo mejor.-Tocó su frente, comprobando que no tuviera fiebre.

 

Jimin asintió lentamente, sonriendo algo tímido y a los pocos segundos se lanzó a abrazar a Yoongi. Se sentía tan cálido el abrazar al mayor, que juraba poder estar horas así, aunque el otro intentara apartarlo. Pero eso no iba a ocurrir, Yoongi correspondió aquel abrazo, pasando una mano hacia los cabellos despeinados de Jimin.

 

-Gracias por cuidarme, Yoongi.-Dijo el menor en un susurro.

 

-Deja de agradecer tanto.

 

-Pero, es que yo…

 

Yoongi lo interrumpió dándole un beso inesperado. El menor cerró sus ojos y se sonrojó un poco, no esperaba aquella reacción y eso le encantaba. Siguió aquel beso durante unos segundos y se separó de inmediato.

 

-No quiero que te enfermes.

 

-No  importa, ya estás mejor.

 

Ambos volvieron a juntar sus bocas y siguieron un beso, que empezó poco a poco a subir de tono. Yoongi se inclinó sobre el menor y lo tomó del cuello, acariciando su piel con el pulgar. Jimin, en cambio, lo rodeó con sus brazos y apretó contra él. Siempre era bueno volver a sentir esos labios sobre los suyos.

Por desgracia, el teléfono de Yoongi comenzó a sonar y parecía que el que llamaba insistía demasiado, a pesar de que éste no le prestaba atención.

Gruñó molesto y sacó el aparato de su bolsillo.

 

-¿Sí…?

 

-Ah…Yoongi, por fin.

 

La voz de Seokjin parecía fastidiada y eso para Yoongi era extraño. Nunca se había molestado porque tardara en constestarle.

 

-¿Qué ocurre?

 

-Escucha, ese chico…Taehyung-Dijo en un tono irritado-ha estado llamándome durante clases para decirme que no le contestas las llamadas… Por su culpa estoy perdiendo las explicaciones de mi clase.

 

-¿De qué hablas? No tengo ninguna llamada de él…

 

-¿Ah no…?-Se quedó un momento en silencio-¿Será que lo anotó mal? Agh…yo que sé Yoongi, sólo llámalo, no quiero que me fastidie más durante mis clases.

 

Y así, Seokjin colgó. Se marchó de nuevo a sus clases lanzando chispas por los ojos mas o menos.

Yoongi se quedó mirando la pantalla del celular sin decir nada y empezó a buscar el número de Taehyung en su agenda, aunque no entendía para qué quería hablar con él, o quizás quería comunicarse con Jimin.

Como fuera, marcó el número y se levantó ante la atenta mirada del pelinegro.

 

-¿Hola?-Contestó sin ningún tipo de ánimo.

 

-¿Querías hablar conmigo?

 

-¡Yoongi!-Cambió repentinamente su tono de voz-Te estuve llamando, pero no contestabas, oh…espera-Alejó el teléfono de su oreja y observó el número de la pantalla-¿Este es tu número?

 

-Sí… seguramente lo anotaste mal.

 

Taehyung se quedó al otro lado del teléfono en silencio, con su ceño fruncido, enojado consigo mismo por haber anotado mal el número. Se sintió algo estúpido, además de que Hoseok se había quedado mirándolo mientras le susurraba “te lo dije…”

 

-Oye, ¿sigues ahí?-Yoongi se fue alejando del cuarto, pensando que la señal se le estaba cortando.

 

-Sí, sí…Emm, ¿qué iba a decirte?-Cerró sus ojos con fuerza mientras trataba de recordar-¡Ah! Quería hablar contigo sobre Jimin, ¿él está cerca?

 

-No-Yoongi miró hacia atrás para comprobar que Jimin no lo había seguido-¿Qué pasa?

 

-Verás, hablé con la madre de Jimin sobre todo lo que pasó. Yo…no te enojes, pero le di la dirección de tu casa.

 

-¿Qué?-Yoongi alzó un poco la voz y luego volvió a hablar en su tono normal-¿Por qué mierda le diste mi dirección?

 

-Te dije que no te enojes.

 

El peli menta se acercó hasta el balcón y salió para poder hablar mejor, a pesar del frío que hacía. Se apoyó sobre la barra de acero y miró hacia lo lejos.

¿Cómo no se iba a enojar si Taehyung andaba diciendo su dirección a cualquiera? Aunque, en realidad se lo había dicho a la madre de Jimin, una persona de la que Yoongi no sabía nada. ¿Sería igual que el Sr.Park? Esperaba que no.

 

-Ya, ¿y qué con eso?

 

-Bueno… Ella me suplicó que le diera tu dirección, Yoongi. Quiere ver a Jimin. No se lo podía negar, es su madre…

 

-Está bien.-Suspiró pesado-Entonces ¿su madre vendrá a buscarlo?

 

-Es lo más probable, pero… no lo sé, ella sonaba muy triste y preocupada.

 

-¿Ah sí…?-dijo desinteresado.

 

-Sí, ella no es como su padre-Le respondió con convicción-De todos modos no le digas nada a Jimin.

 

-¿Por qué no le tengo que decir nada?

 

-Sólo no lo hagas…Por favor.

 

Yoongi lo dudó durante un buen rato. No estaba convencido de que aquella mujer fuera hasta su casa. Querría seguramente llevarse a Jimin con ella y él ni siquiera podía imaginarse cómo era. Apenas confiaba en la palabra de Taehyung.

Si realmente le hubiese preocupado su hijo no habría pasado nada de eso. Y Jimin no habría estado llorando porque sentía que a nadie le importaba.

 

-No te aseguro nada-Le dijo por último, colgando la llamada.

 

Volvió a entrar y caminó por la sala hasta el cuarto. Jimin se había acostado mirando hacia la puerta. Cuando vio al mayor entrar, alzó sus cejas.

 

-¿Pasó algo?

 

Yoongi negó con la cabeza, poco convencido de ello. Se acercó hasta la cama y se sentó nuevamente en el borde. Se quitó su chaqueta y la dejó  a un lado sobre la cama. Después se acomodó al lado del menor.

 

-¿Tu amigo Taehyung siempre fue tan distraído?

 

-¿Tae?-Rio, dándose la vuelta.-Sí, es un poco desastroso. ¿Por qué lo preguntas?

 

-Anotó mal mi número y estuvo llamándome.

 

Jimin rio un poco más fuerte, cerrando sus ojos.

 

-Ese Taehyung…

 

Yoongi lo miró durante un momento. Le gustaba verlo sonreír, después de todo lo que había pasado, le parecía un alivio verlo más contento.

Su rostro quedó serio y pasó  una mano sobre la mejilla de Jimin, acariciándolo con delicadeza.

 

-Ahora no quiero que te vayas-Le dijo en voz baja.

 

-¿Por qué dices eso?-Quitó su sonrisa y esta vez le volvió la preocupación.

 

-Por nada.

 

-¿Seguro…?

 

Yoongi asintió  en silencio y se acercó para besar su frente. El pelinegro se sonrojó y terminó por quedar abrazado a su lado.

 

-Yo tampoco quiero irme, Yoongi.

 

-No dejaré que te vayas, ni que nadie te lleve.

 

El menor enarcó una ceja, aquello sonaba un poco sospechoso. Era como si Yoongi supiera algo que él no.

 

-¿Crees que mi padre vuelva?-Le preguntó preocupado.

 

-Ya te dije que si vuelve a acercarse, lo echaré a patadas.

 

Sabía que eso era verdad, si su padre volvía a ir en su busca, de la forma que fuera, Yoongi no lo permitiría. Pero por mucho que tratara de defenderlo, en algún momento presentía que algo iba a pasar.

Su padre no se rendía tan fácilmente, ante nada ni nadie. Era muy persistente con sus propias ideas y si quería algo, la mayoría de las veces terminaba consiguiéndolo. Aunque por suerte y gracias a Yesung, su plan de despedir a Yoongi había fracasado completamente.

 

-Lo sé-Alzó su mirada para verlo a los ojos-Creo que debería dejar de pensar en eso…

 

-Estoy de acuerdo.

 

Jimin se acercó al rostro del peli menta para finalmente depositar un beso sobre sus labios, y esta vez, no iba a dejar que otra llamada lo interrumpiera.

La mano del mayor viajó desde su cuello hasta su nuca, lo acercó hacia él e intensificaron así su beso. El pelinegro invadió la boca del otro al introducir su lengua y éste se lo permitió.

La cabeza de ambos debía despejarse de todas las preocupaciones aunque sólo fuera por un momento y quien más lo necesitaba sin duda era Jimin.

Mientras seguían un juego de movimientos con sus bocas, el menor pasó una de sus piernas por las caderas del mayor y acabó por posicionar arriba de éste. Eso le resultó extraño, Yoongi no lo había apartado de él, ¿le estaba dejando quizás tener un poco de control? Si era así, entonces aprovecharía la oportunidad. Siempre Yoongi era quien atacaba y esta vez tenía la necesidad de ser él quien lo hiciera.

Las manos pálidas de Yoongi terminaron por bajar hasta la cintura del pelinegro, tomando su camisa y tratando de quitársela, pero Jimin había sentido un escalofrío con el roce de esos fríos dedos sobre su piel.

 

-Estás congelado…-Dijo separándose milimétricamente de sus labios.

 

-Jimin, estás caliente.

 

-¿Q-qué?-Se sonrojó.

 

Yoongi posó una mano sobre la frente del menor y notó que su temperatura había subido repentinamente.

 

-Tienes fiebre, de nuevo.

 

Lo apartó de encima de él y lo volteó dejándolo acostado a su lado nuevamente. Se dio la vuelta y empezó a buscar el termómetro para comprobar que la fiebre le había vuelto.

El menor al verlo, se quejó y se tocó él mismo la frente, no sentía nada, pero si algo de frío.

 

-Yoongi, estoy bien, enserio-Le dijo con el ceño fruncido.

 

Sin hacerle caso, sólo colocó el termómetro en su boca y esperó unos minutos para corroborar la temperatura del menor. Al sacarlo, observó que no había ningún tipo de alteración, la temperatura era adecuada, pero aun así estaba preocupado por su salud. Había creído que estaba mejor, pero sentía que estaba de más caliente. Quizás habían sido imaginaciones suyas.

Jimin se acercó a ver lo que marcaba el termómetro y se encogió de hombros.

 

-Te lo dije, estoy bien.

 

-Lo siento-Dejó el termómetro sobre la mesita nuevamente-Creo que el que delira ahora soy yo.

 

-Sí-Jimin rio-No te preocupes tanto.

 

-No puedo evitar hacerlo, con suerte estás vivo-Dijo serio.

 

-Ya, Yoongi, eres un exagerado.-el menor se acercó hacia él, tomando sus labios otra vez-No me interrumpas más.

El mayor agarró al pelinegro por los brazos y lo tumbó, colocándose encima de éste. Ahora, la oportunidad de Jimin se había ido al carajo. Pero no le importaba, sólo quería sentirlo de nuevo, que lo hiciera estremecer como aquella primera vez.

 

-No lo haré.

 

Se dejó dominar por el peli menta, relajándose por completo mientras unos suaves besos se depositaban sobre su cuello. Algún que otro mordisco también apareció, marcando apenas su piel.

Los labios del mayor siguieron bajando recorriendo un camino, al igual que su mano. Llegó hasta los pantalones del pelinegro y los bajó sin dejar de mirarlo a la cara. Y Jimin, claramente se había sonrojado por completo. Veía las intenciones de Yoongi, presentía lo que iba a hacer y eso lo ponía algo nervioso, pero ansioso.

Lo observó fijamente. Aquellos leves movimientos que estaba haciendo para quitar su ropa interior lo impacientaban un poco. Era la primera vez que sentía tantos nervios, no podía dejar de ver a Yoongi y aquellos labios tan cerca su entrepierna.

 

-No pongas esa cara.-Le dijo Yoongi sonriendo de lado.

 

-Yo…n-no pongo ninguna cara-Desvió un poco su mirada, algo intimidado.

 

El mayor volvió a sonreír y sin más rozó repentinamente sus labios con la punta del miembro de Jimin, haciendo que éste diera un leve respingo sobre sí mismo.

 

-Jimin, relájate…-Cerró sus ojos y éste asintió  con la cabeza.

 

Un corto, pero intenso, escalofrío recorrió todo su cuerpo cuando sintió los labios y lengua del peli menta abriéndose paso sobre su longitud. Era la primera que Jimin sentía aquello y por eso, un gemido que trató de ahogar salió de sus labios, haciendo que Yoongi lo mirara mientras sus labios se movían de arriba abajo con lentitud.

Las manos de Jimin habían agarrado con tanta fuerza las sábanas que creyó que podría arrancarlas. Sus gemidos se fueron intensificando a la par de la velocidad que Yoongi tomaba con sus labios, llenándolo por completo de su propia saliva.

Era la mejor sensación que nunca había experimentado, seguramente si él trataba de hacerle lo mismo a Yoongi, habría fracasado de forma vergonzosa por ser su primera vez.

Terminó por soltar un último gemido cuando sintió que llegó al punto máximo de placer. Cerró con fuerza sus ojos y jadeó tras haberse corrido en los labios del mayor. Por supuesto se había alejado de Jimin cuando sintió aquel sonido salir de su boca.

Un poco del líquido blanco había quedado sobre sus labios y lo único que hizo en ese momento fue mirar al menor a los ojos y relamerse los labios, más rosados incluso que antes.

 

-Yoongi…-Dijo jadeando-N-no hagas eso, joder…

 

-¿El qué?-Volvió a sacar su lengua, inconscientemente para seguir relamiéndose.

 

-¡Eso!

 

Jimin se tapó su rostro con las manos. La vergüenza lo atrapó repentinamente al ver aquel gesto tan obsceno que Yoongi le regalaba. Éste se acercó hacia el rostro del pelinegro, descubriendo su cara, la cual estaba sonrojada.

 

-¿Por qué te avergüenzas?-Le preguntó de forma calmada, sonriéndole de lado.

 

-Por nada.

 

El menor giró su rostro y miró hacia la pared, no quería decirle a Yoongi que había sido su primera vez sintiendo la boca de alguien en su miembro, era vergonzoso. Pero aunque tratara de ignorarlo, el mayor le insistiría.

 

-Vamos, dime. No seas idiota.

 

-No me insultes-Lo miró con el ceño fruncido, pero sin sentir enojo.

 

-Idiota.-Le susurró.

 

El aliento del mayor recorrió todo su cuello e hizo que se estremeciera. En ese momento, Jimin tomó una de las almohadas y le dio un leve golpe a Yoongi sobre su cabeza, despeinándolo por completo.

 

-Que carajos, Jimin…

 

-¡Mira tu cabello!-Comenzó a reírse a carcajadas.-Te ves horrible.

 

La sonrisa de Jimin hizo que en los ojos de Yoongi se reflejara una especie de brillo, su corazón se detuvo por un momento. Aquella sonrisa, su sonido, era lo más lindo que había oído nunca. El menor se veía enternecedor y eso lo hizo reír a él también.

 

-Muy bien, Park Jimin, ahora te toca a ti.

 

Yoongi tomó la misma almohada e hizo lo mismo, le dio un leve golpe, despeinándolo y haciendo que cayera hacia un costado mientras seguía riendo.

Por aquellas horas de la mañana, había empezado una pequeña guerra de almohadas. Un habitación pequeña se llenó de risas y calidez en ambos corazones.

 

 

 

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!!<3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).