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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Hola, esta vez sí, es el "especial" (pongámoslo entre comillas xD) del VHope.

Perdón que sea tan corto, o no(? 

Espero que les guste.

Voy a agradecerles a todos los que siguen esta historia. Lectores fantasmas(? y los que no. Estoy teniendo poco tiempo para escribir (estudios) pero lo terminaré, no se cuántos capítulos más tenga. Como aquella vez que dije: "estamos llegando al final" (pfff... XD)

Dejo de escribir webadas y los/as dejo leer <3

Aquella mañana el frío era insoportable. Quizás más que insoportable…


Después de que el día anterior Jimin le contara a Taehyung sobre sus nuevas experiencias con un chico que sólo conocía del trabajo, el pelinaranja se había entretenido bastante pensando varias cosas acerca de su amigo. Empezaba a sospechar que era mentira y que en realidad se había fijado en ese tipo.


Después de aquello, su mente volvió a pensar nuevamente en Hoseok. Y no pudo dejar de hacerlo durante la semana entera. Le contó lo de Jimin y él se empeñaba en burlarse y reírse, no entendía si era porque Jimin le caía mal o es que acaso tenía algo en contra de las relaciones homosexuales.


Trataba de poner su mejor sonrisa cuando estaba a su lado, no quería que notara su decepción. Porque después de unos dos años de estar enamorado de alguien que seguramente nunca le correspondería, le dolía.


Ese día en clases, Taehyung vagaba por los pasillos de la universidad, con sus manos metidas en los bolsillos, tarareando una canción. Había decidido ir a buscar a Hoseok para almorzar juntos, estaba aburrido y necesitaba que le contara sus payasadas.


Sus pasos iban lentos y algo atropellados, no tardó en llegar al final del pasillo, para girar hacia la esquina, pero antes de hacerlo, unas voces lo detuvieron. Se paró en seco y se asomó por la esquina de la pared, bien pegado a ésta. Sus ojos se entrecerraron y agudizó como nunca su sentido auditivo.


 


-¡Vamos, Hobie, por fa!


 


-Ay, no sé...


 


La voz de Hoseok lo hizo saltar de emoción, obviamente, pero aquella chica que estaba parada a su lado, rogándole quien sabía qué, lo había hecho fruncir el entrecejo. Sobretodo, ese “Hobie”. Él era el único que lo llamaba de aquel modo.


 


-¡Almorcemos juntos, vamos!


 


La chica lo tomó del brazo y ladeó su cabeza sonriéndole de forma tierna, pero Hoseok no se veía muy convencido. Le regaló una sonrisa algo forzada y negó con su cabeza.


 


-Lo siento, pero quedé con alguien para almorzar ahora que recuerdo.-Rascó su nuca.


 


-Oh… ¿De verdad?


 


-Sí, pero… Mañana, ¿te parece?


 


-¡Claro!-Saltó de emoción.-Pero recuérdalo, no me vayas decir después que no. No seas malo.


 


-Sí, sí, lo prometo.


 


Hoseok se quedó de pie saludando a aquella muchacha que se había marchado casi corriendo, agitando su mano sin mucho entusiasmo. Era un poco tedioso para él decirle que no a algunas personas…


Taehyung, quien seguía escondido, trató de dar media vuelta y marcharse para otro lado para no ser descubierto. Pero para su mala suerte, al dar la vuelta, se encontró con un extintor en la pared y acabó por chocárselo, golpeándose en la frente.


 


 


-¡Ahh!-Se quejó tomándose la frente con sus manos y encorvando su cuerpo.


 


-¿Tae?


 


Hoseok había ido en dirección del grito, para finalmente encontrarse con el pelinaraja quien se sobaba la frente dolorido. Después de unos segundos empezó a reírse por su torpeza y se acercó hasta él, posando una mano sobre su hombro.


 


-¡Serás tonto!-Rio.-¿Qué estabas haciendo?


 


-Yo…iba a buscarte, auch…


 


-Pues aquí estoy.-Le sonrió ampliamente.- Vayamos a almorzar antes de que alguien más venga a rogarme.


 


Taehyung sólo asintió con la cabeza, sin mirarlo a la cara. Anduvieron por los pasillos en un silencio un poco incómodo, hasta que llegaron a la cafetería y ambos pidieron una hamburguesa y un refresco.


El lugar estaba un tanto lleno, pero siempre lograban encontrar un hueco en alguna de las mesas. Taehyung al ver un lugar libre salió disparado corriendo a sentarse mientras masticaba su comida.


 


-¡Nueshtra, esh nueshtra!-Dijo con la boca llena.


 


-Ya, Tae, traga antes de hablar.


 


El pelinegro se sentó a su lado y empezó a comer tranquilamente mientras tanto Taehyung miraba de reojo a unas muchachas de un curso menor, quizás eran nuevas en la universidad. Frunció un poco el ceño, masticando con sus cachetes llenos de comida. Sabía que los estaban mirando y no quería que ninguna se acercara a molestarlos, como la mayoría de las veces solía pasarles.


Trató de buscar algún tema de conversación para hablar con el pelinegro, pero cuando tenía algo en mente, de repente, se le olvidaba…


 


-¿En qué planeta estás esta vez, Tae?


 


-¿Eh?


 


Los ojos del pelinaranja se abrieron por completo, saliendo de su burbuja de pensamientos.


 


-En ninguno, sólo pensaba algo para contarte.-Le sonrió.


 


-¿No me contarás más sobre Jimin?


 


-¿Jimin?-Volvió a dar otro mordisco- Ah…buehno él nohm habló mash del tema.


 


-Creo que necesitas lecciones sobre modales a la hora de comer.-Sugirió a modo de broma mientras se carcajeaba por ver su rostro lleno.-Pareces un hámster.


 


-¡Ah, hámster!-Tragó apresurado.-Tengo una historia sobre uno. El otro día cuand…


 


Los ojos de ambos viajaron hacia un costado. ¿Cuándo había llegado esa muchacha ahí? Taehyung maldijo y no pudo dejar de mirarla de mala forma por haberle interrumpido su historia, la cual ya se le había olvidado, otra vez…


 


-Hola, ¿eres Hoseok?


 


-Sí, el mismo.-Movió su cabeza hacia un lado, regalándole una leve sonrisa a la chica.


 


El pelinaranja miró hacia otro lado y rodó sus ojos de forma exagerada. Los observó a ambos mientras terminaba de comer su hamburguesa.


 


-Yo…me preguntaba si podría ayudarme a conocer un poco la universidad, me dijeron que eras quien ayudaba en esas cosas y…


 


-Te veo luego.


 


Repentinamente, interrumpiendo a la chica, Taehyung se paró molesto de su asiento para marcharse afuera. Odiaba que siempre pasaran esas cosas. Él trataba de estar con Hoseok lo que más podía, pero siempre alguien se empeñaba en ir a molestarlos, todo para flirtear con el pelinegro. Eso era lo que le ponía de más mal humor. Además él siempre solía aceptar como un idiota a todo.


 


-Tae, ¿a dónde vas?-Hoseok se paró de su asiento y se alejó de la chica, no sin antes disculparse.


 


Los pasos fueron acelerando a medida que iba caminando a lo largo del pasillo, hasta llegar al gran patio. Al salir, un fuerte viento azotador le revolvió los cabellos e hizo que su cuerpo se estremeciera.


Se quedó de pie hasta que Hoseok llegó tras de él y lo tomó del brazo.


 


-Ey, deja de irte así de repente. ¿Por qué me abandonas?


 


-Yo no te abandono.-Lo miró molesto.-Eres tú el que me abandona.


 


-¿Yo?-Señaló así mismo algo indignado.-¿Por qué?


 


Taehyung prefería callarse antes de soltarle todo. Sólo se giró, dándole la espalda descaradamente.


 


-Nada, olvídalo.


 


-Tae…-Lo volvió a voltear por completo-Dímelo. ¿Estás enojado porque esa chica te interrumpió tu historia del hámster? No seas bobo.


 


-¡No, Hoseok!-alzó su voz sin querer.


 


El pelinegro alzó sus cejas sorprendido porque le gritara de aquella forma. No sabía qué tanto le había molestado aquello, pero sí sabía que Taehyung era bastante enojón con cosas mínimas sin sentido por las que a veces no valía la pena enojarse.


 


-¿Por qué me gritas?¿Estás loco?¿Te hizo mal la hamburguesa?


 


El pelinaraja se zafó del agarre y salió caminando para otra dirección, no sabía ni para adonde ir, pero no quería estar cerca de Hoseok en ese momento. Bromeaba con él sin entender su actitud. Aunque claramente no estaba pensando decirle nada acerca de los celos que sentía.


Caminó dando zancadas cortas y Hoseok lo siguió.


 


-Te seguiré hasta donde seas si no me dices qué te pasa.


 


-Fusss, fusss, largo.


 


Siguieron hasta llegar al campo de basketball, ahí Taehyung se detuvo, cansado de escuchar los pasos del pelinegro tras sus espaldas y ese susurro constante de “vamos, vamos, vamos…”


 


-Ya, Hoseok, deja de seguirme.


 


-No.-Se acercó a paso firme hasta el otro y se cruzó de brazos.-Habla.


 


Taehyung soltó un suspiro e imitó el gesto del pelinegro. Si iba a estar siguiéndolo durante todo el día de ese modo, prefería decirle lo que le molestaba.


 


-Está bien, te lo diré.-Rodó los ojos.


 


-Escucho…


 


Hubo un leve silencio hasta que Taehyung se atrevió a hablar sin que sus palabras se le entrecruzaran.


 


-Estoy cansado de que siempre nos interrumpan. Cuando estamos hablando de estupideces y esas cosas, sabes…Es muy molesto. Sí, estoy enojado. ¿Contento?


 


-Ah, ya ya.-Posó un dedo sobre su frente-Ahora entiendo lo que te pasa. Estás celoso.


 


-¡¿Qué?!


 


-Sí, sí… Estás celoso porque todas esas chicas me piden salir a mí y no a ti-Dijo en un tono burlón.


 


-No, idiota.


 


-Vamos, admítelo.-Posó ambas manos sobre sus hombros-No te preocupes ya te llegará tu turno.


 


-Agh… Eres idiota de verdad-Le susurró negando con su cabeza.-Olvídalo, no entiendes nada.


 


-Oh, claro que lo entiendo. Sólo que no quieres admitirlo.


 


Las manos de Taehyung se cerraron en un puño, mordió su labio internamente, conteniendo las ganas de golpear al pelinegro porque parecía que seguía bromeando y burlándose como si a él le pareciera divertido. Pero había llegado al punto de cansancio máximo.


 


-Tae, estás celoso.-Le volvió a decir.


 


Sabía que Hoseok era bromista y le gustaba molestarlo, pero ya fue de más. Alzó su vista y abrió su boca para decirle todo.


 


-¡Sí, lo estoy!-Gritó.


 


-¿Ves? No era tan difícil admitirl…


 


-¡Estoy celoso de esas chicas, no de ti!


 


Sus ojos se cerraron al decir aquello, su corazón le latió tan rápido y acelerado que los nervios le invadieron el cuerpo por completo. No pudo ver la expresión de Hoseok, sólo sus oídos, en ese momento, eran lo único que estaban al pendiente.


Sintió como las manos de Hoseok se apartaron de él y un silencio descomunal reinó entre ambos. Se dijo a sí mismo que  la había cagado.


 


-Tae…


 


El pelinaranja abrió uno de sus ojos y miró la expresión de Hoseok, su rostro no le estaba diciendo nada exactamente, estaba neutro. Eso le asustaba.


 


-Y-yo…se me escapó, mierda…-Dijo en un tono casi imperceptible.


 


-¿Te gusto, Tae?-Le preguntó repentinamente el pelinegro, acercándose hacia él.


 


Simplemente movió su cabeza, levemente, asintiendo. Ya no podía echarse atrás, ya lo había soltado. Después de unos años por fin pudo decirle al pelinegro que de verdad le gustaba. No era la forma en la que quería hacerlo, ni en aquella circunstancia, pero no pudo contenerse.


Trató de relajar su cuerpo, y su cabeza quedó gacha, mirando hacia el piso. No quería ver la cara de Hoseok, porque creía que seguramente lo estaría odiando, que habría roto una muy buena amistad y nunca la recuperaría.


Pero ante esto, se vio sorprendido por la acción que Hoseok realizó inmediatamente hacia él, sin decir nada, lo rodeó con sus brazos y los abrazó tan fuerte como pudo, dejando la cara sonrojada del pelinaraja sobre su hombro.


 


-¿Q-qué estás…?-Tartamudeó.


 


-Tae, a mí también me gustas.-Le susurró al oído.


 


-¿Qué dijiste?


 


El pelinaranja se apartó de inmediato, abriendo su boca. Le resultaba increíble oír eso, tanto que pensó que su amigo seguía bromeando.


 


-¿Por qué pones esa cara?


 


-¿D-desde…cuándo?-Le preguntó señalándolo con el dedo.


 


-Bastante tiempo.-Sonrió de lado.


 


-¿Y por qué… por qué nunca me lo dijiste?


 


Hoseok se encogió de hombros. Se sentía un poco mal por haberle ocultado tanto tiempo aquello, pero de todos modos, Taehyung había hecho lo mismo.


 


-Creo que te veías muy distante con ciertas cosas.


 


-¿A qué te refieres?


 


-Pues…cuando te abrazaba o te acariciaba tu cabello…


 


-¡¿Cuándo acariciaste mi cabello?!


 


-Ops…


 


No recordaba que Hoseok hubiera hecho eso en ningún momento. Entrecerró sus ojos y se quedó mirándolo sospechosamente.


 


-Está bien, fue un día que te quedaste dormido en clases y bueno…parecías un cachorrito.


 


El pelinaranja se sonrojó un poco y se llevó las manos al cabello, despeinándose. Hoseok se acercó y lo tomó por los hombros, haciendo que lo mirara.


 


-Deja de avergonzarte tanto, bobo.


 


Taehyung lo miró a los ojos. Su mente analizó cada parte de ese rostro, cejas, nariz, labios… Era tan perfecto poder tenerlo tan cerca y saber que era un idiota que había sentido cosas por él hacía un tiempo y que nunca se las dijo.


Suspiró y dejó que una pequeña sonrisa se escapara de sus labios. Hosek, al verla,  se fue acercando de forma rápida hacia los pequeños labios de Taehyung para besarlos.


 


-Ey, aquí no.-Hizo una “x” con sus brazos impidiendo que lo besara en medio del patio.


 


-Vamos, no hay nadie…¿Sabes cuantas ganas tenía de hacerlo?


 


Las manos de Hoseok tomaron el fino rostro del pelinaranja y ambos labios se juntaron de una forma muy rápida. En menos de un pestañeo, el pelinegro se separó, con una amplia sonrisa en su rostro, lleno de satisfacción por ver la cara de asombro y los cachetes rosados del otro.


 


-¡Hoseok!


 


 


-Ya, ya, no me pude aguantar.


 


Taehyung dio media vuelta y se marchó a pasos rápidos hacia adentro. Hoseok lo siguió casi atropellándose con sus propios pies, riendo.


 


-No te enojes, bobo.


 


-No estoy enojado.


 


Ambos caminaron por los pasillos vacíos hasta que Taehyung se detuvo cerca de una sala, se metió dentro y cuando Hoseok se asomó para ver qué carajos estaba haciendo, lo tironeó del brazo hacia el interior.


Lo rodeó con sus brazos y lo besó de una forma un poco desesperada. El único ruido que hubo en ese momento fue el de sus labios saboreándose.


 


-Tae…


 


-¿Qué?


 


Ambos se habían separado por la falta de aire. Esos besos desesperados habían agotado su oxígeno.


 


-Te quiero.


 


El menor hizo su característica sonrisa cuadrada y volvió a depositar un pequeño beso sobre los labios ajenos.


 


-Yo también, Hobie.


 


Y prácticamente su tiempo de recreo entre clase y clase acabó así. Los dos en un aula vacía, comiéndose a besos, toqueteándose y diciéndose cursilerías. Taehyung había esperado mucho ese  momento. Es decir, nunca se había imaginado el poder siquiera acercarse tanto al rostro de Hoseok. Lo quería de verdad, pero a pesar de que siempre le quiso contar lo que sentía, también temía por su amistad.


Ahora lo único que le importaba era que Hoseok era sólo suyo. No permitiría que nadie tratara de quitárselo.

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!! <3 


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