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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Hola y adiós -desaparece entre las sombras-(?

Disfruten <3

Era por la tarde, ya casi de noche. Oscurecía rápido y eso a Jimin le preocupaba. No había salido de aquella habitación más que para ir al baño o comer. A veces ni siquiera miraba televisión, le resultaba aburrido. Asi que durante toda la tarde, mientras Yoongi había ido al trabajo, se la pasó inspeccionando el nuevo celular que le había regalado el mayor.

Era un modelo un poco viejo y no tenía muchas cosas, pero sí pudo descargarse un juego con el que estuvo casi todo el día enganchado. Ni siquiera había sentido la presencia de Jin cuando llegó de la universidad.

Ya pasadas las ocho de la noche, Yoongi aún no volvía y su preocupación sólo aumentaba. Sabía que no estaba tan lejos de la cafetería, pero se sentía algo paranoico.

Esperó en la sala junto a Jin, mientras éste leí sus apuntes para un examen. Cuando oyó la puerta abrirse salió disparado y saltó a los brazos del mayor, abrazándolo como si fueran años de no haberlo visto.

 

-Yoongi, ¿pasaste frío?

 

-Algo…

 

Jimin ayudó al mayor a quitarse el abrigo, tomó su bolso y lo dejó en la habitación. Mientras hacía todo esto, Yoongi lo miraba detenidamente sin entender esa extraña actitud. Jimin parecía toda una esposa ansiosa y feliz por ver llegar a su marido del trabajo.

 

-¿Qué mosquito te picó?-Preguntó Yoongi mientras seguía los pasos de Jimin.

 

-Oh, nada. Sólo que me parece correcto ayudarte y servirte ya que vivo aquí.

 

-No es necesario que lo hagas, de verdad.

 

El menor hizo un pequeño puchero. No le sabía bien estar ahí sin hacer nada, en realidad se sentía mal. Asintió con su cabeza y se quedó de pie, observando los movimientos de Yoongi, quien estaba sacando algo de su bolso.

 

-Mira.

 

Yoongi sacó un sobre marrón y lo abrió un poco para que Jimin viera lo que había dentro. Éste se acercó a husmear y alzó las cejas al ver el montón de billetes que había amontonados.

 

-¡Cuánto dinero!-Dijo sorprendido-¿De dónde sacaste eso?

 

-Fue toda mi propina de hoy.

 

-¿De verdad?

 

El mayor sintió, con todo el orgullo del mundo por hacer bien su trabajo. Sacó un poco más de la mitad y se la dio al menor.

 

-Esto es para ti.

 

-¿Qué?-Jimin sostuvo el dinero sobre su mano y lo miró durante unos pocos segundos, después negó con su cabeza.-No, no puedo aceptar esto. Es demasiado..

 

La mano de Jimin se extendió con todo aquel fajo de billetes, queriendo devolvérselos al mayor, pero éste no los tomó y dio media vuelta, saliendo del cuarto.

 

-¡Yoongi!

 

Hizo oídos sordos a su llamado y se marchó hasta la cocina. Jimin salió del cuarto y fue tras él, aun con todo el dinero en su mano. No iba a tomar todo ese dinero porque creía que no estaba bien hacerlo.

Mientras tanto, Jin observaba de reojo a aquellos dos individuos, ocultándose tras su libro de leyes.

 

-Es un regalo.-Dijo Yoongi cruzándose de brazos.-No me lo desprecies.

 

-P-pero…

 

-¡Si no lo quieres, dámelo a mí!-Gritó Seokjin desde el sillón.

 

Ambos se giraron a mirarlo, pero no rieron. No les parecía divertido su comentario, al menos para Jimin.

 

-Tú sigue estudiando.-Lo regañó Yoongi.

 

El castaño sonrió levemente y volvió a esconderse tras su libro de cuatrocientas páginas.

 

-Guárdalo por lo que sea.-Le susurró finalmente.

 

Jimin volvió a asentir y fue a guardar el dinero en un lugar seguro. En un rincón profundo de su valija.

Se quedó pensando un momento si estaba bien aceptarlo, después de todo Yoongi lo estaba ayudando demasiado. Los días iban pasando rápido y él seguía ahí. No sabía lo que haría, pero estaba convencido de que buscar un trabajo era lo mejor para, al menos, poder devolverle algo de dinero a Yoongi por los medicamentos, la comida y demás cosas.

La noche transcurrió como todas las demás, tranquila. Al día siguiente ya era sábado por lo que Yoongi no trabajaba, así que al despertarse lo podía ver a su lado. Pero para su sorpresa, no había nadie. El otro lado de la cama estaba organizado, cosa que le pareció extraña.

Se levantó rápidamente y aún en pijama, salió del cuarto para asomarse a ver en la cocina. Había una taza de café recién hecha. Se acercó para tomarla y una voz tras su espalda lo hizo sobresaltarse.

 

-¡Buuu!

 

-¡Jin, joder!-Se quejó mirándolo enojado.

 

-Ah, no te enojes.-Río y le quitó la taza de las manos.-Esto es mío, debo irme.

 

-¿Y Yoongi?

 

-Estaba en el balcón-Señaló hacia afuera con su cabeza y seguido tomó un gran sorbo.-No sé qué hace ahí con el frío que hace.

 

El castaño se tomó el café tan rápido como pudo y se abrigó con una chaqueta y una gran bufanda. Se despidió del menor con su mano y salió de la casa casi corriendo. Jimin lo siguió con la mirada y luego observó a Yoongi en el balcón hablando por teléfono. Se encogió de hombros y decidió prepararse un café mientras tanto.

Tomó una taza y sacó un frasco de café instantáneo. Le recordaba un poco a cuando empezó a trabajar en la cafetería, claro que ahí no hacían el café con los frasquitos, era algo más elaborado.

La puerta del balcón se abrió y Yoongi salió, abrazándose a sí mismo y tiritando.

 

-Mierda, que frío…

 

-Yoongi.-Jimin se giró a mirarlo y le sonrió-¿Quieres un café?

 

-Oh, ya despertaste.-Alzó sus cejas-Claro, pero hazlo bien, no como en la cafetería.

 

-Oye…¿estás diciendo que mi café era asqueroso?

 

Yoongi se sentó en una banqueta y apoyó su cabeza sobre una mano, mirando al menor.

 

-Yo no dije nada.-Sonrió de lado.

 

-Chsss…Está bien, haré el mejor café que hayas probado y te arrepentirás.

 

-Adelante, te estaré vigilando.

 

Así, Jimin empezó a preparar café para ambos. No era una tarea tan complicada, en realidad sólo debía poner unas cucharadas de café en las tazas y calentar agua.

Durante los tres minutos que trascurrieron, el timbre sonando los distrajo. Yoongi frunció un poco el ceño porque creía saber quién era. En cambio, Jimin sólo hizo una “o” con sus labios y siguió con su tarea.

 

-Yo iré a abrir.-Dijo Yoongi con seriedad.

 

Dio unos pasos lentos hasta llegar a la puerta. Abrió con cuidado y se asomó apenas a observar quién era.

 

-Hola…¿Eres Yoongi?

 

Una mujer de estatura baja, de pelo corto negro, algo mayor y muy bien vestida estaba frente a su puerta. Sabía que aquella señora era la madre de Jimin, sus rasgos faciales eran muy parecidos, tanto que Yoongi la habría identificado en cualquier otro lado.

Antes de contestarle le echó una ojeada algo desconfiada.

 

 

-Sí.

 

-Yo… soy la madre de Jimin. Sé que él está aquí-Dijo un poco nerviosa.-Quisiera hablar con él…

 

Yoongi desvió su mirada hacia un costado, observando al menor, quien seguía preparando los cafés sin darle la menor importancia a quien estuviese en la puerta con él.

Obviamente su desconfianza crecía cada vez más respecto a la clase de padres que Jimin tenía. Pero aquella mujer era su madre, no podía echarla sin saber si realmente era como su padre o acaso era diferente.

 

-Claro.

 

La mujer esbozó una pequeña sonrisa en su rostro y pasó adentro. El pelimenta cerró la puerta tras de sí y le dijo a la mujer que lo siguiera hasta la cocina.

Cuando llegaron, Jimin giró su rostro para encontrarse con el de Yoongi. Después vio una figura a sus espaldas, unos ojos que lo miraban cristalizados, una sonrisa nerviosa que quería salir. Su madre sentía demasiada emoción de haberlo encontrado. Corrió hasta llegar a su lado y sus brazos lo rodearon con fuerza. Sus lágrimas no tardaron en salir.

 

-Mamá, ¿qué…estás haciendo aquí?

 

Jimin aún no creía que su madre estuviese abrazándolo. No quiso apartarla de él porque sentía que necesitaba verla, al menos tenía la esperanza de que se interesaría por cómo estaba. Pero aunque no la apartara de su lado, sus brazos nunca correspondieron el abrazo.

 

-Jimin, yo…Taehyung me lo dijo.-Dijo ella entre lágrimas.-No te enojes con él, por favor. Yo quería saber dónde estabas. Estaba tan preocupada…

 

-¿Lo estaba?-Dijo Yoongi a unos centímetros de distancia de ambos.

 

-¡Claro que lo estaba!-Se giró a mirar al pelimenta.

 

-Está bien, mamá.

 

La mujer se apartó de su hijo y secó sus lágrimas con un pañuelo con olor a flores que guardaba en el bolsillo de su saco. Se veía muy nerviosa, ansiosa. Yoongi a pesar de su desconfianza le ofreció asiento.

Los tres se sentaron. La mujer en el sillón, Jimin a su lado y Yoongi en frente de ambos. No dejaría de mirar de mala manera a aquella mujer hasta que explicara todo.

 

-Lo siento, hijo.-Empezó diciendo-No sabía que la relación con tu padre estaba tan mal…

 

-Estabas ocupada en tus cosas, eso pasó-Jimin se encogió de hombros, moviendo su cabeza.

 

-Sí, lo sé, eso fue un error por mi parte, debí prestarte atención. Pero…-se detuvo un segundo y trató no llorar nuevamente.- Confié en las palabras de tu padre. Siempre me decía que todo estaba bien. Sabía que eras un poco rebelde, pero nunca me di cuenta que fue por culpa de tu padre. Estuve tan ciega, hijo…

 

-¿Papá te dijo que vengas?

 

-No… Tu padre y yo ya no tenemos nada de lo que hablar.

 

-¿Qué quiere decir eso?- Se metió Yoongi.

 

La mujer miró aquel chico de rostro serio y después se volteó a ver a Jimin para contestar.

 

-Le pedí el divorcio.

 

-Mamá…¿hablas en serio?

 

-Sí. Tu padre fue demasiado lejos con todo y yo sólo viví de sus mentiras. Me cansé de sus palabras y de sus acciones agresivas. Por eso cuando Taehyung me contó todo lo que pasó, casi me da un infarto. Vine a disculparme, cariño. Por favor, perdóname, fui una mala madre.

 

Jimin observó cómo su madre tapaba su cara con ambas manos y empezaba a llorar. Sintió mucha lástima porque parecía que de verdad se había preocupado por él. De todos modos también sabía que su padre le había metido muchas cosas en la cabeza. Haberse separado era lo mejor que podía hacer.

Cuando empezó a llorar y a intentar hablar, Jimin la abrazó y la llevó hasta él. Acarició su pelo y le dio a entender que la quería, que estaba bien. La perdonaría.

 

-Está bien, en parte no fue todo tu culpa. Te creíste todo lo que papá te decía.

 

-Creía que todo era perfecto entre ustedes. Ni siquiera sabía que te obligó a estudiar eso…

 

-Tendría que haberle prestado más atención a Jimin.-Volvió a meterse Yoongi.

 

-Yoongi…

 

-No, tiene razón.-Dijo la mujer y volvió a mirar al pelimenta-Debo darte la gracias por cuidarlo y tenerlo a salvo.

 

-No me agradezca nada, está bien…

 

La mujer asintió, mientras seguía en los brazos de su hijo. Se apartó un poco y volvió a limpiar su rostro.

 

-Jimin, vamos a casa.-Le dijo mirándolo con ojos tristes.

 

-¿Qué?¿A qué casa?-Jimin abrió sus ojos y le empezó a latir el corazón.

 

-Compré un departamento, sólo para nosotros. Empezaremos de cero, te ayudaré a buscar otra universidad. Quiero que ahora todo esté bien, hijo.

 

El menor no estaba convencido de irse con su madre. Miró a Yoongi de reojo y su ceño se frunció cuando lo vio asentir con la cabeza, incitándolo a que se marchara con su madre. ¿Por qué?

 

-Será mejor que vayas con tu madre, Jimin.

 

No entendía por qué Yoongi le estaba diciendo eso. Parecía como si quisiera echarlo. Pero sabía también que no iba a quedarse ahí por siempre. No podía vivir de Yoongi. Ahora que su madre se mostraba tan arrepentida, disculpándose por todo lo que había hecho mal, creía que no era tan mala idea irse, pero no quería dejar a Yoongi solo. No quería dejar de verlo en las mañanas, esos ojos adormecidos, ese pelo casi desteñido del color menta despeinado… Le dolía tener que irse.

 

-Espero que vengas conmigo.-Le sonrió esperanzada.

 

Su cabeza empezó a dar vueltas a la situación. No quería marcharse, pero a la vez sabía que debía hacerlo. Miró a su madre y le asintió con una pequeña sonrisita.

 

-Está bien.

 

Una hora después, la valija de Jimin estaba preparada. Se había vestido. Su madre lo esperaba abajo en un taxi. Claramente el pelinegro le pidió que lo esperara para poder despedirse de Yoongi. Cosa que se le hacía difícil. No era como si no fuera a verlo nunca más, pero su relación había empezado bien y temía que si pasaban tiempo sin poder verse las cosas fueran a terminar mal.

Ambos estaban frente a frente, parados en la puerta.

 

-Yoongi, creí que te opondrías a que me marchara.-Dijo en voz baja.

 

-Tu madre se ve bastante arrepentida, ¿no crees?

 

-Sí… Pero no quiero irme de tu lado.

 

-Jimin.-El mayor se acercó y tomó su rostro-Nos veremos en algún momento, no seas tan dramático.

 

-¿D-de verdad?

 

-Sí. Ahora deberías arreglar la relación con tu madre. Es bueno que se haya dado cuenta al menos de lo que hizo mal.

 

-Sí, tienes razón.-Sonrió apenas.

 

Yoongi acercó sus labios y acabó por besar al menor. Jimin se aferró de su sweater y lo apretó con fuerza. Intensificaron su beso hasta quedar sin aire. Se separaron sólo un poco y ambos ojos se encontraron.

 

-Gracias por tu ayuda.

 

-Está bien, deja de agradecer.-Lo volvió a besar rápidamente y le dio un empujoncito para que se marchara.

 

-Saluda a Jin de mi parte.

 

-Lo haré.

 

Jimin dios unos pasos rápidos camino al ascensor, pero antes se paró en seco y se dio la vuelta para ver por última vez en ese día a Yoongi.

 

 

-Yoongi…Te amo.

 

Su sonrisa se dibujó en su iluminado rostro, sus cachetes se sonrojaron y enseguida se marchó corriendo, con el corazón casi en la garganta. Sentía que debía decírselo, después de todo estaba enamorado del mayor.

Yoongi se quedó mudo. Sus ojos miraron hacia la nada misma. Era la primera vez que alguien le decía que lo amaba. Su corazón se aceleró instantáneamente y su estómago sintió un cosquilleo. Jimin lo estaba haciendo sentir cosas que antes no pudo completar en ninguna de sus relaciones. Sentía un gran afecto por el menor, pero no sabía si él podría también devolverle esas palabras.

Lo vio correr hasta el ascensor y cuando éste se cerró, también cerró la puerta de su casa. Se recostó sobre la puerta y soltó un largo suspiro. Caminó hacia la cocina y observó ambos café sobre en la encimera. Estaban fríos. Tuvo que tirarlos por el fregadero y lavar las tazas. Después de eso se asomó por el balcón, sin importarle el frío que hiciera. Observó hacia abajo aquel taxi que ahora se llevaba a quien posiblemente era la mejor cosa que le había pasado en la vida.

 

-Adiós, Jimin.-Susurró.

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!! <3<3<3<3<3


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