Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You changed me (YoonMin) por MintYoongi

[Reviews - 148]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, difruten este capítulo <3

En la noche, después de darse un par de besos y caricias, la cosa no había llegado a nada más. Yoongi obligó prácticamente a Jimin a que durmiera porque al día siguiente iba a estar cansado y no rendiría bien en clases.

El menor protestó y por más que quiso convencer a Yoongi de que no pasaba nada, no terminó de persuadirlo. Aunque si le veía el lado bueno a la cosa es que había podido dormir otra vez junto a él. Lo abrazó como si de un peluche se tratara y estaba seguro que no lo soltó en toda las horas que estuvo dormido.

Para cuando llegó el día y Jimin abrió los ojos, Yoongi no estaba a su lado. Se incorporó rápidamente y se vistió para ir a clases. El reloj aún le marcaba que tenía tiempo de sobra para desayunar algo, asi que bajó las escaleras, después de asearse y cuando llegó hasta la cocina se detuvo y observó curioso a Yoongi y a su madre, charlando como si fueran amigos de toda la vida.

 

-Hola…-dijo el menor casi en un tono interrogante, mirando a ambos.

 

Su madre se giró a mirarlo, sosteniendo una taza de café y se levantó del taburete en el que estaba sentada.

 

-Hola, pequeño.-le sonrió maternalmente-¿Dormiste bien?

 

-S-sí…

 

Jimin se avergonzaba cuando su madre le decía pequeño y más en frente de Yoongi que parecía haber sonreído levemente. Caminó hasta llegar al taburete cerca del mayor y se sentó a su lado. Lo miró totalmente confundido. No entendía qué pasaba respecto a verlos tan entusiasmados en su charla mañanera.

 

-¿Por qué me miras así?-preguntó Yoongi enarcando una de sus cejas, divertido.

 

-Pensé que te habías ido-frunció el ceño.

 

El mayor negó con la cabeza y comenzó a beber un café que había sobre la mesada. Mientras tanto la madre de Jimin le acercó una taza junto a un plato donde había unas medialunas glaseadas. El menor se relamió los labios y le dio un gran bocado a su desayuno.

 

-Yoongi me dijo que se quedó a dormir-le comentó la mujer a su hijo- Y que lo mandaste al sillón, aish… Jimin, ¿por qué no lo dejaste dormir en el cuarto de invitados?

 

De inmediato Jimin le lanzó una mirada al mayor. Él nunca lo había echado al sillón, era un mentiroso. Pero le pareció hasta gracioso porque lo vio reír. En cambio su madre no entendía qué era lo divertido. Además, Jimin no tenía idea de que la casa tenía un cuarto de invitados y aunque así fuera tampoco lo habría dejado dormir allí solo.

 

-Es que Yoongi ronca, por eso-le dijo a su madre riendo, esperando una reacción por parte de Yoongi.

 

Éste lo miró de reojo, con el entrecejo fruncido. Él estaba convencido de que no roncaba y si en algún momento de su vida lo había hecho, seguramente Jin le habría pateado la puerta de su cuarto para que dejase de hacer ese molesto sonido.

La mujer tapó su boca soltando una risa y después empezó a recoger su taza para así lavarla y guardarla. A pesar de que era temprano aún para irse a su trabajo, estaba muy bien vestida, como siempre. Tomó su maletín que estaba sobre el sillón y las llaves de la casa.

 

-¿Quieres que te traiga algo para la cena, cariño?

 

-No, no te preocupes, mamá.

 

-Bueno, está bien. Me voy al trabajo, llegaré un poco tarde-abrió la puerta y antes de marcharse miró al mayor-Ah, Yoongi, no olvides nuestra charla. Adiós.

 

Ambos la saludaron con su mano. Y cuando la puerta se cerró, Jimin se giró inmediatamente a mirar al mayor.

 

-¿Qué fue eso, Yoongi?

 

-¿El qué?-éste masticó su medialuna, mirándolo con su característico rostro adormecido.

 

-Pues eso. Mi madre y tú hablando, tan casual… Además, ¿de qué charla habla?

 

Yoongi terminó de tragar su desayuno y le dio un último sorbo a su muy amargo café. Se levantó del taburete y posó una mano sobre el hombro del menor.

 

-Eso es un secreto entre ella y yo-dijo serio.

 

El menor se quedó boquiabierto y con el ceño fruncido. Estaba algo indignado con los dos. ¿Ahora se suponía que se decían secretos? Se levantó para quedar a su altura y lo miró fijamente, frunciendo sus labios.

 

-No jodas, ¿qué te dijo?

 

-¿No sabes que los secretos no se cuentan?

 

-¡No me importa!-protestó, golpeando su pecho como un niño enrabietado- Dímelo, ahora, Min Yoongi…

 

-O qué.

 

La risa de burla que le había hecho el mayor lo hizo enojarse aun más. Los agarró por la cintura, rodeándolo con sus brazos con fuerza y lo apretó. Yoongi no dijo nada y se dedicó a mirar la extraña acción que había tomado contra él por no contarle su secreto.

 

-Me quedaré así para siempre y no podrás ir al trabajo.

 

-¿No recuerdas que ya no trabajo más en Mouse Rabitt?-le dijo riendo- Además, si te quedas así por siempre perderás tu clase de hoy…

 

-Mierda, tiene razón, como lo odio…-pensó el menor sin dejar de apretarlo con sus brazos.

 

Yoongi lo agarró de los brazos y trató de sacárselo de encima pero Jimin seguía empeñado en no soltarlo por más que lo intentara apartar de él.

 

-Ya, Jimin.-se quejó el mayor chasqueando su lengua.

 

-Dije que no, no, y no.

 

-Está bien, tú te lo has buscado-dijo por último y lo levantó con algo de dificultad hasta arrastrarlo al sillón y tirarlo sobre éste.

 

Jimin cayó de espaldas sobre el acolchado sillón y de forma instantánea agarró al mayor del brazo, tironeándolo para que también cayera con él. Yoongi quedó encima del pelinegro, con ambas manos una a cada lado de la cabeza de éste. Lo miró por unos segundos, molesto y luego volvió a poner su rostro sin expresión.

 

-¿Qué tratas de hacer?-preguntó Yoongi ladeando su cabeza.

 

-Eres tú quien me tiró al sillón-lo acusó con una sonrisita de lado-¿Quieres terminar lo que dejamos a medias anoche acaso?

 

-¿Tú quieres que lo haga?-se acercó con sus labios hasta su oído, susurrándole y haciendo que el menor se estremeciera-Pues estás equivocado, levántate y ve a clases ahora mismo.

 

Yoongi se alejó  del menor rápidamente para poder incorporarse, pero Jimin volvió a tironear de su brazo y lo volvió a dejar caer sobre él.

 

-No quiero y no me  vas a obligar.

 

-Mocoso…

 

Los ojos adormecidos de Yoongi se abrieron al notar cómo el menor se abalanzó sobre él, más bien sobre sus labios. Los mordisqueó un poco y luego los besó con desesperación. No quería dejar ni un segundo de lado la oportunidad de besarlo o lo que fuera, siempre necesitaba más de él.

Yoongi accedió a aquel beso y se dejó llevar. Posó su mano sobre el pecho del menor para que volviera a quedar acostado y ahora quien invadía sus labios era él. Introdujo su lengua para saborear cada parte del menor, dejándole escapar unos pequeños gemidos.

Introdujo sus manos bajo la camisa del pelinegro y acarició aquel perfecto y definido abdomen y pecho, casi rasguñando su piel. Jimin en cambio dirigió sus manos hacia la nuca del mayor, acercándoselo mucho más hacia su rostro, para sentir ese beso con mucha más intensidad.

Ambas cabezas se movían en un similar ritmo, al igual que sus labios. Jimin mordió el labio inferior del mayor y tironeó de este para finalmente chuparlo. Yoongi sólo lo observó y pudo notar al instante lo mucho que lo necesitaba. En cierta forma él también quería y necesitaba de lo mismo, pero la idea de que Jimin perdiera clases le molestaba.

El mayor se separó de él y lo miró fijamente.

 

-Ahora, ve a clase.

 

-¡Yoongi!-se volvió a quejar el menor, haciendo puchero-Será sólo por esta vez, vamos…

 

Yoongi se levantó, seguido, Jimin copió su acción y lo miró mordiendo su labio a modo de provocación. Lo agarró de la mano con fuerza y lo dirigió hasta su cuarto. El mayor se dejó llevar hasta allá, suspirando. No quería dejarse influenciar por las acciones provocadoras del menor, pero le era imposible no hacerlo. La tentación era muy grande.

Cuando llegaron hasta el cuarto Jimin se lanzó sobre Yoongi haciendo que éste cayera de espaldas sobre su cama. Los labios carnosos del menor hicieron un pequeño recorrido por la mandíbula del mayor hasta llegar al cuello y detenerse allí para mordisquear su pálida piel hasta dejarla de un color rosáceo.

Yoongi se dejó mordisquear porque le gustaba sentir aquellos labios gruesos sobre su piel. Aprovechó y llevó ambas manos hasta el trasero del menor para apretujarlo; nunca lo había tocado de ese modo tan descarado, pero no le importó porque a Jimin parecía haberle gustado al sentir una sonrisa sobre su cuello.

 

-¿Te gusta mi trasero?-preguntó el menor sin dejar de besuquearle el cuello.

 

-Lo usaría de almohada, definitivamente.

 

El pelinegro sonrió y despegó su rostro del cuello  ahora lleno de pequeños mordiscos de Yoongi. Lo miró por unos segundos y dejó un corto beso sobre sus labios.

Aún no podía terminar de asimilar que estuviese con el pelimenta. Se había enamorado tantísimo de él y de una manera tan infantil que nunca creyó posible que él le correspondiera o siquiera que escuchara su confesión. Yoongi no era tanto lo que aparentaba por fuera, al menos eso era lo que podía notar hasta ahora.

Yoongi, después de ese pequeño beso que le dejó el pelinegro, lo agarró por las caderas y giró para dar la vuelta a la situación. A él siempre le gustaba estar arriba, bajo otro cuerpo se sentía muy sumiso y eso no iba con él.

 

-¿Por qué siempre tengo que estar abajo tuyo?-se quejó Jimin, mordiendo su labio. No era como si le importase mucho pero por una sola vez quería poder tener el control.

 

-¿Acaso no te gusta?

 

-Y-yo no digo que no, pero…

 

-Deja de quejarte entonces-lo interrumpió, sonriendo victorioso.

 

El menor se quedó callado y cerró sus ojos, dejando que Yoongi besuquear su cuello mientras sus traviesos dedos agarraban su camisa para tratar de quitársela. Lo ayudó a hacerlo y en menos de unos pocos minutos ambos se estaban sin sus camisas, con ambos cuerpos muy pegados entre sí.

Los finos labios de Yoongi bajaron, dejando un recorrido minúsculo, hasta el pectoral del menor. Pasó su lengua sobre el pezón de éste y seguido lo atrapó con su boca, tironeando un poco de él. Jimin se estremeció de tal manera ante aquel gesto que Yoongi se detuvo, creyendo que le había hecho daño.

 

-¿Te dolió?-preguntó el mayor, alzando su vista.

 

Jimin no dijo nada, estaba con sus ojos cerrados negando con la cabeza. Podría haber gritado si es que acaso le dolió. Sus cachetes colorados y esa manera de morderse el labio no denotaban dolor o sufrimiento.

Yoongi decidió dejar de lado lo que estaba haciendo y volvió a subir hasta besar esos adictivos labios carnosos.

Mientras sus bocas jugaban entre sí, Jimin bajó sus manos rápidamente hasta el pantalón del mayor y así desabrocharlo de inmediato. Metió su mano dentro del bóxer del otro y tomó su miembro por completo. Yoongi se separó del beso al sentir aquella mano sobre su entrepierna y lo miró confundido.

 

-¿Qué estás…?-no pudo acabar de preguntar porque el menor había empezado a mover su mano haciendo un vaivén de arriba hacia abajo- Agh…Jimin.

 

No pudo contenerse al sentir cómo el menor lo tocaba, su cuerpo se dejó llevar y el menor aprovechó la situación para volver a intentar  tomar el control sobre el pelimenta. Él también quería sentirse dominante, aunque no le desagradaba nada estar bajo el otro cuerpo, pero al menos quería intentar darle la vuelta a las cosas.

Sus posiciones ahora cambiaron, Jimin estaba arriba, observando el rostro lleno de placer que  Yoongi le regalaba. Y eso lo motivaba a seguir masturbándolo a aquel ritmo, ni tan lento, ni tan rápido, pero constante. Además era la primera vez que lo hacía y no quería hacer las cosas mal, pero la cara del mayor le daba a entender que estaba haciendo un buen trabajo.

Lo observó mientras continuaba con su tarea y sonrió satisfecho al escuchar los gemidos que escapaban de la boca del mayor, por supuesto maldiciendo.

 

-Jimin, mocoso…-dijo entre jadeos- Cómo te atreves…

 

-Vamos, no seas gruñón-le susurró divertido- Déjame por una vez aunque sea tener el mando.

 

-¿Q-qué…?

 

El mayor mordió con fuerza su labio al notar cómo el menor aceleraba el ritmo y a la vez que eso, su lengua se paseaba por su mandíbula. Yoongi no podía aguantarlo, estaba a punto de explotar.

Jimin notaba cómo el mayor se estremecía debido a  la rapidez con la que lo tocaba. De repente se detuvo y Yoongi abrió sus ojos, bufó y volvió a maldecir.

 

-¿Qué crees que estás haciendo?-frunció el ceño, frustrado porque estuvo a punto de llegar.

 

-Déjame hacerlo-le dijo Jimin mordiéndose el labio.

 

-¿Hacer qué?

 

Yoongi estaba confundido, por culpa de su excitación y frustración. Los ojos de Jimin lo veían entusiasmados a la vez que con un aura de intensa pasión que lo asustaba un poco. ¿Era quizás una faceta nueva que acababa de descubrir? No lo sabía, pero aun así no trataba de comprender su petición.

El pelinegro se quedó un ratito en silencio, parecía avergonzado por lo que estaba a punto de decir, pero era su oportunidad de hacerlo, ya lo tenía más o menos metido al bolsillo.

 

-Q-quiero…-lo miró a los ojos, totalmente sonrojado- Quiero penetrarte, Yoongi.

 

-¿Eh?

 

Las cejas de Yoongi se alzaron, podría decirse que hasta de una manera un tanto exagerada, no supo qué decir. No tenía ni la más mínima intención de que alguna vez en su vida fuera penetrado por alguien, menos por una persona menor que él. No le gustaba estar bajo el control de nadie, ni personal, ni profesional, ni sexualmente hablando.

Ambos se miraron por unos segundos, Jimin esperanzado porque lo dejara y Yoongi sólo estaba en blanco.

Hasta que un teléfono empezó a sonar y aunque lo ignoraron, a la tercera vez que sonó de nuevo, Jimin tuvo que contestar.

 

-Hola, Park Jimin, soy Baekhyun, ¿me recuerdas?

 

Al escuchar la voz del muchacho, Jimin se acomodó sobre la cama y sostuvo su celular sobre su oreja, atento por la inesperada llamada.

 

-Hola, Baekhyun. Sí, por supuesto que me acuerdo-sonrió desganado-¿Qué ocurre?

 

Yoongi, que estaba aún medio acostado, se sentó para abrocharse sus pantalones y después colocarse su camisa. Escuchó atento a su compañero sin disimularlo siquiera, mirándolo fijamente. Cosa que Jimin no estaba notando.

 

-Verás… Hubo un pequeño detalle que ayer olvidé contarte. La universidad está hoy realizando un evento, una exposición en realidad-se detuvo y luego prosiguió-Estuve incluso organizándola y preparando tantas cosas que se me pasó contártelo, discúlpame.

 

-No te preocupes, son cosas que pasan.

 

-Sí-rio apenado-De todos modos, debo decirte que no es obligatorio que asistas. Como eres un nuevo alumno y no hay ningún trabajo que hayas expuesto y demás… Aunque si te apetece venir a ver otros trabajos y proyectos, estás totalmente invitado.

 

-Oh, está bien, gracias por la información-dijo el menor en un tono de amabilidad, dando a entender que ya quería cortar la llamada.

 

-No hay de qué, Jimin. Nos vemos mañana-se despidió el otro.

 

Cuando finalizó su llamada, el menor suspiró y se tiró de espaldas sobre la cama, no se había percatado de que Yoongi lo veía hasta que desvió sus ojos hacia él.

 

-¿Qué pasa?-le preguntó Jimin mirándolo.

 

-¿Quién es Baekhyun?

 

El tono de voz del mayor fue tan seco que el menor se incorporó de inmediato, sentándose a su lado. No le dijo nada y se quedó viéndolo. Podía sentir que estaba molesto o le desagradaba la idea de saber que alguien más hablaba con él. Yoongi en realidad era bastante posesivo y eso Jimin lo estaba a punto de descubrir.

 

-Es…-se quedó pensando- Alguien que me ayudó cuando ingresé a la universidad.

 

-¿Y para qué te llamó?

 

Jimin trató de no hacer notar su molestia al recibir aquella pregunta tan directa y en un tono tan áspero. Se encogió de hombros y Yoongi se puso de pie.

 

-Me avisó que hay una exposición en la universidad-copió la acción del mayor y se levantó hasta acercase a él- ¿Ya te vas?

 

El menor lo agarró del brazo y lo abrazó con fuerza, no quería que se marchara tan rápido, además, tenía el día libre y quería aprovecharlo para estar a su lado.

 

-Tu complejo de garrapata acabará conmigo.

 

-No me importa. Tengo el día libre, Yoongi. Vamos, quédate conmigo, ¿si?-le hizo ojitos, junto a un puchero.

 

El mayor negó con su cabeza y no dijo nada. La verdad es que no tenía nada qué hacer por el momento, hasta que Yesung volviera a llamarlo para hablarle sobre su nuevo puesto de trabajo. Y aunque no quisiera dañar al menor, prefería marcharse de allí, estar tanto en aquella casa lo incomodaba un poco. Eso era porque estaba demasiado acostumbrado a no salir de sus cuatro paredes y en casa ajena obviamente se sentía extraño.

 

-Debo hacer algunas cosas-le dijo, y Jimin enseguida lo soltó.

 

-Ah, está bien…-agachó un poco la cabeza y dio unos pasos atrás.

 

Yoongi sólo dio media vuelta, después de volver a vestirse, para salir del cuarto hasta bajar las escaleras. La puerta estaba abierta por lo que no necesitaba que el menor bajar a abrirle. Pero antes de que se marchara del lugar, Jimin bajó corriendo las escaleras y se detuvo frente a la puerta, mirando a Yoongi quien lo veía curioso por la manera tan repentina en que bajó hasta llegar a su lado.

 

-¿Estás enojado?-le preguntó, un poco acelerado por la forma en la que había corrido para bajar.

 

 

-No, ¿por qué iba a estarlo?

 

El menor se encogió de hombros. Tenía alguna teoría pero prefería no decir nada. Si era cierto que no estaba enojado, según le decía, no le importaba pasar su día libre aburrido y solo. Pero tenía el presentimiento de que le había molestado, y mucho, la llamada que recibió por parte de Baek.

 

-No, por nada. Que te vaya bien con lo que tengas que hacer-le sonrió levemente y agitó su mano como un niño pequeño.

 

-Adiós, garrapata- Se despidió Yoongi dándole la espalda.

 

-¡No me digas garrapata!-se quejó Jimin, inflando sus mejillas y cerrando la puerta-Idiota celoso...

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!!<3

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).