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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Siento MUCHO la tardanza, de verdad, pero ya les dije no tengo mucho tiempo #putavida

Ahora, sí, les traje el capítulo 37.

Como siempre, disfruten de la lectura y muchas gracias por seguir leyendo <3

Tras unos minutos charlando entre ellos de sus cosas, las horas pasaban y llegaba el momento en el que Yesung debía dar su discurso o al menos decir unas palabras.

Ese momento llegó y todos los invitados se acercaron hasta el nuevo dueño del restaurante. Éste, muy bien trajeado, estaba junto a su esposo y su padre. Sí, la relación entre ambos era realmente buena y eso era una suerte.

-Bien…-golpeó un poco el micrófono que había conectado para que todos pudieran escucharlo perfectamente- ¡Buenas noches!-gritó de repente y todos se sobresaltaron- Estoy muy agradecido por todos los que pudieron asistir hoy a esta ceremonia. Esta semana abrirá el restaurante y  como se habrán dado cuenta el nombre estaba tapado.

Todos se miraron algo confusos, porque la verdad que la mayoría ni había notado ese pequeño detalle. Y eso incluía a Yoongi y a Jimin.

-Me gustaría anunciarles, damas y caballeros, que el nombre que tendrá es algo muy significativo para mí-miró de reojo a su esposo- Para ambos, en realidad.

El padre de Yesung, quien se encontraba a su lado, había dibujado una pequeña sonrisa en su rostro y eso Yoongi lo notó enseguida ya que lo había estado observando durante un rato. Sabía que el hombre era un tipo muy tradicional y le sorprendía gratamente que aprobara aquella relación. Eso lo hacía pensar que era un buen tipo, alguien que comprendía y apoyaba a su hijo.

-¿Y cómo se llamará?-preguntó alguien entre los invitados, ansioso por saber.

-¡YeWook!-gritó el castaño más bajito, arrebatando el micrófono de las manos de su esposo.

Los invitados de repente empezaron a aplaudir, no entendía que clase de nombre era ese, pero debido al entusiasmo que parecían tener ambos, se largaron a felicitarlos.

Jimin se quedó pensando, comprendía o creía comprender lo que significaba. Asi que se quedó un rato en babias mientras aplaudía.

-Ey, Jimin-lo llamó el mayor- ¿Estás bien?

-S-sí- salió enseguida de sus pensamientos- Sólo pensaba en el nombre, es bastante lindo.

-¿Enserio?- enarcó una ceja el mayor- Es un nombre… algo peculiar.

-Creo que no entendiste lo que significa- se empezó a reir el menor.

-¿Y tú sí, mocoso?-se cruzó de brazos, ofendido porque se riera de él.

-Claro. Ye de Yesung y Wook de Ryeowook. ¿Entiendes ahora?

-Eso es absolutamente… cierto.

Jimin rio más animado y golpeó el hombro de Yoongi porque creía que era un tonto. Entre tantas risas y aplausos la suya casi no se escuchaba y eso era algo que agradecía ya que no podía parar.

-Oye, ¿te emborrachaste con la naranja?-preguntó Yoongi divertido.

-No, idiota. Es que eres muy gracioso-le dijo volviendo a golpearlo y aminorando sus carcajadas.

Una música relajante empezó a sonar al terminar de escuchar los aplausos. La noche apenas empezaba, pero nadie estaba muy seguro de hasta cuando duraría la fiesta.

La gente volvió a retomar lo que estaban haciendo y Yoongi y Jimin decidieron salir un rato afuera ya que la cara del menor seguía roja de tanto reírse.

Una brisa los interceptó a ambos. Afuera estaba fresco, pero valía la pena salir del lugar para poder contemplar aquel hermoso cielo estrellado.

Yoongi caminaba con las manos metidas en los bolsillos, mientras que Jimin se había colgado de su brazo. Le gustaba poder estar así como si fuera un niño pequeño. Los dos caminaron sin alejarse mucho del restaurante y se acercaron hasta encontrar un banco de madera, en el cual Jimin se sentó enseguida y luego tiró del brazo de Yoongi para que lo acompañara.

Durante un rato en silencio, los ojos de Jimin viajaban por el cielo nocturno, posándose en cada una de aquellas brillantes estrellas que veía. Nunca vio algo tan hermoso como aquello, no después de hacía muchos años atrás cuando era un niño.

Yoongi lo miró de reojo y sonrió levemente sin que el otro lo notara.

-Se ve tan lindo el cielo así- dijo el menor sin dejar de mirar hacia arriba.

-Parece como si nunca hubieras visto el cielo lleno de estrellas.

-Es que en realidad podría decir que es la primera vez…-miró al mayor, con una sonrisa melancólica- Nunca vi tantas juntas y tan brillantes. ¿Tú sí?

-En varias ocasiones, sí-contestó el otro un tanto seco- Pero siempre las veía solo. Ahora tengo un acompañante.

-Yoongi…

Los ojos de Jimin ahora parecían invadidos por miles de aquellas estrellitas que ocupaban el cielo. Escuchar decir esas cosas saliendo de los labios de Yoongi le hacía latir el corazón. Sentía calidez y quería que volviera a repetirlo una y otra vez.

Agarró el brazo del mayor y lo abrazó con fuerza, apoyando su cabeza sobre el hombro de éste.

-¿Por qué dices cosas tan lindas?-habló con una voz casi inaudible debido a su vergüenza.

-¿Dije algo lindo?-rio Yoongi sin comprender a que llamaba “lindo”.

-Sí… Es tu primera vez viendo las estrellas con alguien, eso es lindo. Muy lindo. Y me alegro de ser yo con quien puedas compartir esto.

-Estás diciendo muchas cursilerías hoy- Yoongi miró hacia su hombro para encontrarse con el rostro de Jimin, el cual estaba aún rojo.

-Lo sé, pero es por tu culpa- lo acusó- Incluso me puse a pensar cómo sería el nombre si tuviésemos un restaurante, como Yesung.

-¿Ah, sí?¿Y cómo se llamaría?

-Pues… JiGi-dijo sonriendo.

-Eso suena horrible-comentó Yoongi frunciendo el ceño y Jimin hizo un gran puchero por su despreciado nombre.

-¿Pues cómo le pondría tú?

El mayor se quedó pensando, mientras que su mirada se dirigió al cielo. Le estaba diciendo a Jimin cursi, pero él participaba de sus cursilerías también.

-Sería… YoonMin.

-¡¿Y por qué tu nombre va primero?!-se quejó Jimin mordiéndole el brazo suavemente.

-Au… Porque soy más grande que tú.

-No es justo. Eres un viejo, no grande.

-Ya, silencio, yo gané-dijo victorioso.

Jimin lo soltó y se cruzó de brazos. Su actitud seguía siendo tan infantil… Pero es que siempre Yoongi tenía que estar delante, arriba, en frente… y él siempre abajo, atrás.

-Está bien, te concederé la victoria, sólo por esta vez.

-Quiero mi premio entonces-lo miró con sonrisa pícara.

Ya sabía a lo que se estaba refiriendo así que como no había nadie alrededor y estaba algo oscuro, Jimin lo rodeó en un abrazo y besó sus labios con suavidad, a lo cual Yoongi respondió acariciando su mejilla.

Podía decirse que era el beso más tierno que habían tenido hasta el momento. Ambos chocando aquellos labios con suavidad, abrazados bajo miles de estrellas que parecían brillar sólo para ellos. Era perfecto.

Al separarse, Jimin le regaló una dulce sonrisa a Yoongi, pero mientras lo miraba, podía notar a lo lejos, tras la espalda del otro, que alguien los estaba observando. No podía distinguir muy bien quién era esa persona, pero le había dado muy mala espina, tanto que quitó su sonrisa inmediatamente y el tipo enseguida se marchó hacia adentro del restaurante.

-¿Qué pasa?-preguntó Yoongi al notar su cara de espanto y miró hacia atrás, en la dirección que Jimin se había quedado observando.

-Es que… había alguien mirándonos.

-¿De qué hablas?

Yoongi se levantó del asiento y se quedó mirando hacia el local y los alrededores para ver si lograba encontrar a alguien merodeando por ahí. Y Jimin lo acompañó en su acción, vigiló durante unos segundos y luego agarró su brazo.

-Vamos adentro Yoongi, ya no me siento tan seguro aquí afuera.

-Está bien.

Los dos volvieron sobre sus pasos para quedarse bajo techo. Jimin se había sentido extraño, aquella persona se había quedado parada mirándolos como si fuera una especie de fantasma y a él esas cosas lo asustaban.

Cuando volvieron a entrar todo seguía en su lugar, el ambiente no cambió. Una musiquita clásica sonaba por todo el salón y los invitados hablaban animados, comían y bebían.

Yoongi ya estaba cansado y tenía ganas de irse a su casa. Odiaba con toda su alma las fiestas, reuniones y demás cosas por el estilo, pero debía quedarse al menos una hora más ya que era algo importante.

Pasó media hora más y pero para él el tiempo se hacía eterno. Jimin estaba entretenido hablando con la mujer que le preguntó sobre su familia anteriormente. Yoongi no entendía la relación que podía existir entre esa señora tan grande y el menor, pero lo dejó tranquilo y se fue a sentar en una silla a tomar un trago más mientras miraba su reloj.

El ambiente estaba poco a poco convirtiéndose en algo aburrido, tanto así que algunas personas se habían ido. Y la verdad esque estaba haciéndose tarde, pero Yesung aún no quería terminar la fiesta, estaba muy animado y entusiasmado. Era comprensible, pero allí había muchas personas mayores…

-Yoongi-lo llamó Jimin, acercándose hacia él-mi madre me mandó un mensaje hace un rato. Quiere que vuelva pronto a casa, ¿te importa si me marcho antes?

-No, para nada, lo entiendo-le dijo dejando la copa ahora vacía sobre la mesa.

Jimin le sonrió levemente y fue en busca de su abrigo. Se despidió de Yesung y su esposo y les deseó buena suerte con la finalización de la fiesta. Al rato fue hacia Yoongi y se despidió de él dándole un abrazo.

-Esperaré afuera, mi madre llegará enseguida-dijo el menor.

-¿No quieres que te acompañe?

-No te preocupes por eso. Cuando llegue te llamaré.

-Está bien, cuídate.

Jimin se despidió por última vez agitando su mano y salió por la puerta. Su madre era muy rápida conduciendo por lo que seguramente llegaría en menos de cinco minutos.

Se quedó parado al lado de la puerta y miró hacia su alrededor. Había unas cuantas personas que estaban empezando a irse. Todas eran personas mayores, hombre grandes con sus esposas y los jóvenes aún seguía dentro. Pero algo llamó particularmente la atención del pelinegro.

Otra vez, alguien lo estaba observando. Pero esta vez, esa persona estaba a su lado.

-No puede ser…-pensó aterrorizado.

Los ojos de su padre lo veían serio, amenazantes. ¿Qué estaba haciendo ahí ese hombre?¿Yesung lo había invitado a la fiesta?

Jimin estaba paralizado, pero quiso tratar de decirle algo; pedirle una explicación. Pero lo único que hizo el hombre fue sonreír de lado con malicia y seguido marcharse hasta su auto de alta gama.

No entendía aquella sonrisa, pero si lo había hecho era porque algo malo tenía planeado.

Corrió entonces de nuevo al interior del lugar y buscó a Yoongi con la mirada, desesperado. El mayor seguía sentado en la silla, mirando hacia un cuadro que había colgado en la pared, como intentando descifrar su significado.

-¡Yoongi…!-se apresuró Jimin a ir hasta su lado.

-¿Qué pasó?¿Por qué volviste?

-Yoongi…acabo de ver a mi padre-soltó en un susurro, con la voz temerosa.

-¿Estás bromeando?-se levantó de sopetón de su asiento-¿Dónde está? Lo golpearé.

-No, no…-Jimin lo agarró del brazo para que no saliera afuera en busca del hombre- Se acaba de ir, no seas loco.

Yoongi suspiró pesado y frunció el entrecejo mirando a través de la ventana, intentando encontrar al hombre.

-¿Qué estaba haciendo aquí?-preguntó Yoongi molesto.

-No lo sé, quizás lo invitó Yesung…-se encogió de hombros y miró hacia el nombrado.

-No puede ser. Seguro fue su padre. No creo que Yesung lo invitara, después de lo que pasó.

-Puede…-murmuró Jimin agachando su cabeza- Pero, creo que era él quien nos miraba cuando, ya sabes.

El chasqueo de la lengua de Yoongi sonó bastante fuerte, incluso gente que se encontraba no muy lejos de ellos se giraron a mirarlos curiosos.

-Está bien, olvídalo Jimin, seguramente sólo lo hizo para intimidarte. Si vuelve a aparecer le patearé el culo.

Jimin se quedó en silencio, seguía preocupado a pesar de que se había marchado. Su madre aún no llegaba pero ahora no quería separarse del lado de Yoongi.

Esperó junto a él unos pocos minutos sentado a su lado y a lo lejos observaron a Ryeowook corriendo desesperado para todos lados. Yesung lo detuvo e intercambiaron unas palabras rápidas. Entonces el castaño tomó de inmediato el micrófono y miró a todos los presentes.

-¡Escuchen un momento!-gritó-¡Nos acaban de robar las recaudaciones para el hospital!¡Nadie saldrá de aquí hasta que no salga el culpable!

Todos los invitados empezaron a murmurar por lo bajo, mirándose unos a otros tratando de encontrar al sospechoso.

Ryeowook se veía muy molesto y alterado por el incidente. Siempre colaboraba en ese tipo de cosas y la verdad esque el dinero que habían conseguido era más de lo previsto. No podía creer que alguien de entre los invitados hiciera tal cosa, porque obviamente, descartaba por completo que un desconocido se hubiese enterado de eso.

Yoongi y Jimin se miraron perplejos sin poder creérselo tampoco. Pero estaba  claro para el menor quién podría haber sido parte de la situación.

Los dos se pararon de sus asientos y caminaron rápidamente hacia Yesung y Ryewook.

-¿Cómo pasó esto?-preguntó Jimin acelerado.

-No lo sé…Es imposible que alguien haya entrado, sólo yo tengo una copia y la original…-se detuvo de inmediato y miró hacia Yoongi- la tenías tú.

El mayor alzó sus cejas sin poder creerse que lo estuviese incriminando de esa manera con la mirada. Él nunca sería capaz de hacer algo así, además de que era absurdo porque tenía un puesto importante en el nuevo local. Yesung no confiaba en cualquiera.

-¿Estás diciendo que yo robé el dinero?-preguntó Yoongi indignado.

-¡Yoongi nunca haría eso!-saltó Jimin para defenderlo.

-¡Pero eras la única persona aparte de mí que tenía la llave!-volvió a gritar Ryeowook ante la mirada de todos.

Yesung los miraba a los dos, a su esposo y a su empleado. Tampoco creía capaz a Yoongi de hacerlo, no era posible, algo más tendría que haber pasado. Calmó entonces al castaño para que dejara alzar la voz de ese modo.

-Tranquilo Wookie, no grites. Vamos a solucionar esto.- y miró a Yoongi, dándole una mirada de confianza.

-No, Yesung. Llamaré a la policía, ahora mismo.

-¿Qué? No, no hagas eso-interrumpió Jimin de nuevo, tomando el brazo del castaño.

Pero Ryewook hizo caso omiso, a todos. Se alejó para llamar inmediatamente a la policía y los otros tres se quedaron mirándose unos a otros en silencio. Yesung tuvo que calmar a todos los invitados, porque era obvio que ahora nadie podría irse hasta que se solucionara el tema.

-Yesung…-lo llamó Yoongi después de que dejara el micrófono- ¿Crees que soy alguien capaz de hacer ese tipo de cosas? Entiendo que Ryeowook esté alterado, pero esto es demasiado…

-No entiendo cómo pudo suceder esto Yoongi, lo siento, pero sabe que confío en ti. Si eres inocente entonces no habrá problemas.

-Pero, ¿cómo va a estar libre de culpa si él era el único que tenía la llave del despacho? No tiene sentido, alguien supo que la tenías y te la robó-soltó Jimin y ambos los miraron.

Era lo más probable que pasara eso, pero ¿cómo iba a probar que fue así?¿Quién le quitó entonces la llave a Yoongi?¿Y cómo logró enterarse?

Yesung se encogió de hombros y luego se alejó de los dos, yendo hacia su esposo para volver a calmarlo.

Jimin miró a Yoongi y negó su cabeza. Estaba muy enojado porque lo acusaran de se modo.

-Fue mi padre, seguro-le dijo a Yoongi susurrando.

-No lo dudo que haya tenido algo que ver. Pero ¿cómo vamos a probar que tuvo la culpa?¿no dijiste que se marchó?-Jimin asintió y agachó su cabeza-Maldito hijo de perra…

 

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!! <3


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