Cap 5
Era de noche, las calles estaban iluminadas por todos los locales, Jimin caminaba a paso rápido, chocándose con todos sin importarle. Quería tomar un taxi, pero no lograba encontrar ninguno, así que se quedó de pie junto a una parada de bus. No es que fuera a tomarse uno, sólo decidió esperar a ver si por allí pasaba algún taxi. Hacía mucho frío y su chaqueta de cuero no lo ayudaba mucho a calentarse. Se abrazó a sí mismo y comenzó a tiritar.
Pasaron unos diez minutos y aún seguía esperando. Como lo irritaba aquello, ni un maldito taxi se asomó por allí. Estaba a punto de llamar a su chofer, pero recordó que hoy los llevaría a sus padres a una reunión. Pensó también en llamar a su amigo Taehyung y que lo fuera a buscar en la moto, pero estaba algo molesto con él porque no lo quiso ayudar, así que la única opción era seguir esperando, no pensaba caminar, no ahora que era de noche y él no era de los que caminaban. ¿Qué pasaba si lo asaltaban? No sabría defenderse.
-¿Te tomas el bus?- Dijo una voz que reconoció enseguida.
-¿Qué?- Se giró de inmediato.- No, espero un maldito taxi.
El otro hizo un gesto de importarle un comino, encogiéndose de hombros. Jimin observó que llevaba unas bolsas, seguramente había pasado a comprar algo para comer, porque podía oler algo muy sabroso. Su estómago rugió y al rato se ruborizó, que oportuno fue eso.
-¿Tienes hambre?- Preguntó Yoongi ladeando su cabeza.- Que pregunta tan estúpida acabo de hacer, pensó.
-No.- Dijo el menor con sequedad, volviendo a mirar a la calle.
-¡Yoongi, espera!- Una voz masculina se escuchó a lo lejos, Jimin miró de reojo.
Un chico alto, castaño y de un rostro muy hermoso corría para alcanzar al de cabello menta. Llevaba unas bolsas consigo también. Al pararse junto a Yoongi le dedicó una sonrisa que a Jimin lo descolocó.
Seokjin se quedó mirado a Jimin y le sonrió amablemente, éste no le devolvió la sonrisa, sólo lo miró.
-¿Un amigo?- Le preguntó a Yoongi.
-No, él trabaja conmigo.- Respondió con sequedad.
-Ah, hola.- volvió a mirarlo a Jimin.- Soy Seokjin.
Yoongi miraba a su compañero incrédulo, ¿por qué mierda se presentaba al desconocido de Jimin? A veces pensaba que Seokjin era demasiado sociable, o demasiado tonto. Le dio una palmada en la espalda y lo empujó para que siguiera caminando. Éste lo miró confuso, se había entusiasmado saludando al otro.
-Vámonos.
Sin decir más, Yoongi y Seokjin se alejaron dejando atrás a Jimin quien se quedó mirándolos con los ojos entrecerrados. ¿Qué mierda le pasaba a Yoongi? Enserio, su actitud era muy desagradable. Bufó unas palabrotas y vio acercarse a un taxi, no se dio cuenta de que una señora mayor lo había pedido antes que él y simplemente se subió al vehículo, cerró la puerta con violencia y tras una reprimenda por parte del taxista, Jimin le indicó la dirección de su casa, sin importarle lo que le había dicho.
Mientras caminaban Seokjin miraba a Yoongi de tanto en tanto. Se preguntaba por qué había sido tan grosero con aquel chico.
-Oye Yoongi.- Le dijo finalmente.- ¿No crees que fuiste un poco grosero?
El otro no contestó, siguió caminando como si no hubiese oído nada. Pero Seokjin lo detuvo antes de que entraran al departamento y lo miró.
-No valía la pena hablar con ese niño.- Dijo Yoongi y sacó sus llaves para abrir la puerta.
Al entrar Yoongi fue hasta la cocina y tiró las bolsas de mala gana sobre la encimera. Seokjin frunció el ceño y recogió lo que se había caído al suelo.
-Oye, oye, oye.- Repitió aumentando el tono de voz.- ¿Qué pasa contigo? Si estás enojado con él bien, pero no la tomes conmigo.
Yoongi desvió su mirada, pero tenía razón. Un malestar se apoderó de él, ese mocoso lo tenía loco. Pensó en todo lo que había roto, el desastre que hizo y los clientes que habían perdido por su culpa, aunque claro, ya se había hartado de regañarlo tanto que al menos le dedicó ese estúpido halago, del que más tarde se arrepintió.
-Perdón…- dijo en un susurro que el otro apenas escuchó.- Tienes razón, no tengo por qué enojarme contigo.
Seokjin asintió y un suspiró invadió la sala.
-Oye, ¿qué te parece si salimos?
-¿Qué?¿Salir? ¿A dónde?
El otro se encogió de hombros.
-Podemos ir al club al que voy siempre.- Se detuvo un momento.- Ya que aprobé mis exámenes.- Sonrió triunfante.
Yoongi no le contestó, no quería salir a ningún lado, no le gustaba y su compañero lo sabía bien. Pero a pesar de eso, se lo planteó por un momento, sólo sería un día y podría despejarse la mente de aquel mocoso que lo irritaba tanto. No podía creer lo que diría pero…
-Está bien.
Seokjin abrió los ojos entusiasmado, era la primera vez que no le rechazaba algo. Guardó todas las cosas apresurado y fue a cambiarse a su habitación. Yoongi fue a hacer lo mismo aunque no sabía bien cómo debía vestirse para ir a un club.
-¿Qué se supone que me debo poner?- Gritó desde su cuarto para que el otro lo oyera.
-No lo sé, sólo no te pongas nada ridículo.- Rio divertido mientras se abotonaba una camisa color negro.
-Ugh…
Yoongi rebuscó en su cajón, tiró toda la ropa a su cama y empezó a descartar algunas prendas. Al final se vistió con unos jeans rasgados color negro, una camisa blanca y un suéter azul oscuro. Seokjin en cambio, parecía algo más arreglado, se había echado demasiado perfume, pensó Yoongi.
-Wow…- Dijo el castaño mirando a su compañero.- Es raro verte vestido así, siempre andas con la ropa del trabajo.
-¿Qué acaso me veo mal?- Se miró al espejo de arriba abajo con una mueca.
-No, al contrario, te ves lindo.- Sonrió.
-Si tú lo dices…
Yoongi se volvió a mirar y una sonrisita tímida se dibujó en sus labios.
Jimin se tiró exhausto sobre su cama, ocupó todo el espacio extendiendo sus brazos y sus piernas. Se quedó mirando al techo pensativo, cuando de pronto escuchó su celular sonar. No miró quién lo llamaba y sólo contestó.
-¿Sí…?
-¡Jimin!- Gritó Taehyung desde la otra línea.
-¿Por qué gritas, idiota?- Lo regañó Jimin sobándose la oreja.
-¿No sigues enojado, verdad?- Rio medio nervioso por la respuesta.
Jimin se quedó en silencio y sólo se escuchó un largo <<Mmm…>>
-Vamos… salgamos.- Dijo el pelinaranja emocionado.
Jimin dio vueltas en su cama, no tenía muchos ánimos de salir, mañana había clases, pero parecía que a Taehyung le importaba poco. De todos modos sentía que necesitaba desahogarse con las ganas de golpear a Yoongi que tenía, no podía dejar de pensar en esa actitud que había tenido cuando su amigo se acercó a él para saludarlo. Al menos si salía, tomaría y olvidaría su rabieta.
-Está bien, pero me vienes a buscar.- Dijo firme y cortó.
Se levantó de un salto de la cama y fue hasta su ropero, estaba lleno de ropa, pero sabía bien qué ponerse. Se puso unos pantalones ajustados de color negro, una musculosa de color roja con unas letras en negro y una chaqueta de cuero. Le daba igual si pasaba frío, él quería verse coqueto. Estaba decidido a conquistar a alguna muchacha linda que se le cruzara por el club.
Esperó un buen rato afuera hasta que Taehyung llegó en su moto, iba vestido de una forma similar a la suya, pero no podía decirse que era un plagio. El pelinegro se subió a la parte de atrás y se agarró a la cintura de su amigo; Jimin siempre temía subirse a su moto porque conducía bastante rápido, a veces pensaba que Taehyung se creía motociclista profesional.
-Oye Taehyung, no seas pendejo y ve más despacio.- Lo regañó.
-Encima que te tengo que llevar te quejas.
Después de unos 45 minutos llegaron al lugar. Era un club bastante grande, las luces de afuera eran de un color azul intenso. El guardia al verlos los dejó pasar, ya eran conocidos, sobretodo Taehyung quien iba constantemente.
Al entrar un aire sofocante los chocó de frente, había demasiada gente para ser un martes en la noche. Jimin miró a su alrededor y lo primero que hizo fue ir hasta la barra; Taehyung lo tomó del brazo y lo tironeó hacia él.
-¿Tan temprano vas a beber?- Frunció el ceño.
-Sí, ¿no puedo?- Se zafó y se marchó dejando atrás a su amigo.
El pelinaranja suspiró y lo dejó en paz, sabía que aún seguía enojado con él. Se fue hasta la pista de baile y se encontró con algunos conocidos.
-¿Qué te pongo jovencito?- Le dijo el barman de brazos cruzados, dudando de sí era mayor de edad.
-Lo que sea.
-¿Estás seguro?- Sonrió algo malicioso
Jimin asintió y apoyó los codos sobre la barra, mirando aver qué le preparaba el hombre. Rogaba porque fuera una bebida bien fuerte así le daba un coma y se quedaba dormido hasta mañana.
A su lado un joven de cabello negro se acercó hasta la barra, lo miró de reojo, aquel chico seguramente era menor, ¿qué hacía ahí? Eso era ilegal. Pensó. El chico pidió dos bebidas y enseguida se las dieron, Jimin lo siguió con la mirada disimuladamente y vio cómo se paraba al lado de un joven castaño, algo más alto que él, y enseguida lo reconoció, aquel chico se lo había encontrado antes en la parada del bus, era el amigo de Yoongi. Se imaginó por un momento que si ese chico estaba ahí, Yoongi también, pero no lo había visto asique se rio de la ridiculez que pensó y lo ignoró.
El barman acabó su bebida “mágica” para Jimin y se la acercó. Tenía un color entre rojo y anaranjado, bien intenso. El pelinegro lo miró medio confuso, le preguntó que si era fuerte y si lo mataría al bebérselo, el hombre bromeando le dijo que sí y Jimin se lo tomó de un sorbo. Fue algo estúpido porque al rato se mareó y sus oídos se taparon; pensó que fue por la precipitación de tomar tan rápido, pero el mareo continuó por unos dos minutos, hasta que empezó a ver borroso. Se pegó un cabezazo contra la mesa y cerró los ojos mientras empezaba a reírse de quién sabía qué. El hombre de la barra lo miró asustado, preocupado por lo que le había dado, pero él le había pedido algo fuerte.
-Oye muchachito, ¿estás bien?- Lo agarró por los cachetes.
La cara de Jimin estaba roja, y no quitaba la sonrisa de sus labios.
-Ah… sí que eres bien feo…hip.- Le dijo riéndose y luego volvió a dejar caer su cabeza contra la mesa.- Ese Yoongi es un estú…estúpido, sí…
El hombre empezó a mirarlo divertido, decidió dejarlo ahí hasta que se le pasara. No le duraría mucho el efecto, pensó.
Taehyung se acercó hasta la barra meneándose como un pavo, se quedó de pie al lado de Jimin y lo miró sorprendido. Lo levantó por los hombros y le dio una suave cachetada.
-¿Ya estás borracho?
-Oh…Tae, Tae, Tae.- Le dijo mirándolo divertido.- Si no fueras hombre, te pediría que seas mi novia.
El pelinaranja soltó una carcajada y decidió llevarse a Jimin al lugar donde estaban él y sus amigos, no quería que siguiera bebiendo quién sabía qué. Pero no se fue sin antes lanzarle una mirada al barman, quien se encogió de hombros.
-Él me pidió algo fuerte…
-Este Jimin sí que es un pendejo.- Se dijo a sí mismo mientras lo llevaba medio a rastras.
Llegaron a través de todos los cuerpo contorneándose al son de una música algo ruidosa para el gusto de Taehyung y lo tiró al sillón. Jimin no se inmutó y pareció quedarse medio dormido. Los amigos de Taehyung lo miraron entretenidos, la cara roja y esa sonrisa estúpida que tenía era muy divertida. El pelinaranja se tiró al otro lado del sillón y alzó unas copas, después los otros lo siguieron y bebieron hasta no poder más.
Jimin poco a poco se fue levantando hasta sentarse, la cabeza le daba vueltas, el efecto aún seguía en él. Apoyó su barbilla en la barandilla de metal y miró hacia abajo. De entre todas las cabezas que había divisó una en particular, una con un color que conocía muy bien.
-¿Y ese qué hace aquí…hip?- Entrecerró los ojos y se volvió a reír.- Ah…vino a pedirme perdón seguro.
Se paró con dificultad y comenzó a bajar las escaleras. Los otros no se dieron cuenta de que se había marchado, estaban demasiado entretenidos jugando al póker. Jimin después de tambalearse de un lado a otro se irguió y se apoyó sobre la pared. Miró para todos lados y vio esa cabeza de color menta moverse. Lo siguió desde la distancia chocando con algunas muchachas y tirándoles la bebida al suelo sin darse cuenta. Una le dio un empujón que casi lo hace caerse, pero se recompuso de inmediato, no quería perder a Yoongi de vista.
-Hip… será mejor que te disculpes conmigo.- Susurró para sí mismo mientras entraba al baño.
Yoongi no se dio cuenta de que alguien se había parado a sus espaldas hasta que se giró. Sus ojos se entrecerraron al ver mocoso con la cara roja, cruzado de brazos y sonriendo.
-¿Jimin, qué carajos…?
-Min… Min Yoongi.- Lo señaló con el dedo.- Discúlpate ya.
-¿Qué…?
Los ojos de Jimin se abrían y cerraban, aún seguía viendo algo borroso. Mientras mantenía su dedo señalando al mayor, dio un tambaleo hacia adelante que casi lo hace caerse de bruces al suelo. Yoongi lo sujetó y lo zarandeó, aunque en realidad tenía ganas de abofetearlo.
-Estás borracho…serás idiota.- Lo miró fijamente y lo soltó.
Al soltarlo, Jimin se echó hacia atrás y después pasó hacia adelante, se aferró a Yoongi casi en un abrazo y no lo soltó. El mayor trató de sacárselo de encima, pero el pelinegro lo agarró fuerte de su chaqueta.
-Jimin, suéltame.- Dijo entre dientes el mayor.
-No quiero…hip
-Te voy a golpear.- Advirtió cerrando sus puños.