Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You changed me (YoonMin) por MintYoongi

[Reviews - 148]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola queridas lectoras SDASA!!

Vieron la Bangtan Bomb. Pobre Jimin, él que se esforzó en dibujarle un lindo piano(? y YoonGi lo tiró al chorizo, jajajja que forro que es :V

Bueno, quería saber si les está gustando la historia. Les prometo que conforme avanzan los capítulos se pone mucho más interesante n_n

 

Disfruten!!

(gracias por los reviews, no me cansaré de decirlo <3)

Cap 7

           No había mucha gente en la cafetería, a pesar de ser por la mañana, una hora en la que solían recurrir los pedidos de café y donas. Yoongi observaba desde el mostrador cómo la gente a su alrededor parecía estar de lo más feliz. Reían, charlaban… De algún modo le hacía sentir nostalgia y su pecho se oprimía.

          Uno de sus compañeros de trabajo le dio una palmada en su espalda, sacándolo de sus pensamientos melancólicos. Realmente no entendía por qué se sentía de ese modo; pero lo que era seguro es que su pasado lo volvía a molestar.

 

-¿Estás bien Yoongi?- Le preguntó el otro muchacho preocupado.

 

         Yoongi le sonrió y, sin muchas ganas, asintió. El otro le devolvió la sonrisa y siguió con su tarea.

         La mañana transcurría lenta y sin mucho trabajo, era algo agradable, pero al mismo tiempo, aburrido. Mientras Yoongi anotaba algunas cosas en su libreta, un muchacho entró al local. Se acercó hasta él y lo saludó  con la mano.

 

-Hola Yoongi, ¿cómo te va?- Le dijo con una voz adorable.

 

-Jungkook…- Yoongi despegó la vista de su libreta y lo miró.

 

         El menor tenía una cara que a Yoongi le daba mucha ternura. Hacía no mucho que lo conocía, pero el chico era muy agradable e inocente; su timidez y su sonrisa lo habían atrapado. A pesar de que el mayor era lo más antisocial que existía, el pequeño Jungkook causó algo en él; quería protegerlo, le recordaba a él cuando era más joven, quizá eso fue lo que lo impulsaba a ser más agradable.

            Jungkook lo miró sonriéndole con aquellos dientes de conejo tan aniñados.

 

-¿No tienes clases hoy?- inquirió Yoongi como si lo regañase.

 

-No, hoy tengo el día libre.- Rio.

 

-Espero que no me estés mintiendo.- Le revolvió los cabellos.- ¿Un cappuccino?

 

-Dos…- Dijo sonrojándose.

 

         Entonces con ese gesto Yoongi supo que el otro cappuccino era obviamente para Seokjin. Fue a prepararlos y enseguida se los dejó sobre el mostrador dentro de una bolsa.

 

-Gracias.- Le extendió unos billetes.     

 

          Yoongi tomó el dinero y se quedó mirándolo. Jungkook se puso nervioso, odiaba esa mirada tan profunda sobre él, se sentía como si lo estuviese golpeando.

 

-Ya sé que no debo meterme, pero no creo que debas andar en un club de mayores.- Le dijo seriamente.- Y ya sé que Seokjin está contigo, pero ese chico está muy despreocupado últimamente…

 

-Yoongi, por favor.- Suplicó cerrando sus ojos.- Deja de regañarme, ya sé lo que hacer y lo que no. Además Jin siempre cuida de mí.

 

       El mayor suspiró. La convicción con la que el menor hablaba lo hacía parecer muchos más grande que sólo un niño de 17 años, pero aun así se preocupaba por él, tanto como si fuera un hermano.

 

-Está bien, perdón.

 

        El menor tomó la bolsa en sus manos y la abrazó, se sentía el calor de las bebidas a través del plástico. Antes de marcharse, su mente recordó algo. Miró al mayor con curiosidad, nunca se había imaginado hacerle este tipo de preguntas, pero lo que  pasó en el departamento temprano lo dejó dudoso.

 

-¿Sales con alguien?- Preguntó el menor sonrojado.

 

          Yoongi abrió los ojos sorprendido, casi atragantándose con su propia saliva. Carraspeó con fuerza y se acercó un poco al menor como si quisiera que nadie lo oyera.

 

-¿A qué viene eso?- Susurró

 

-Es que hoy…- el menor miró a su alrededor avergonzado, como si fuera a decir algo raro.- vi a un chico salir de tu cuarto.

 

        El mayor se cruzó de brazos y quiso darse una cachetada en la cara; se sintió un irresponsable al saber que el pequeño Jungkook había presenciado una de esas “escenas” que a él no le gustaban, aunque no fue como si algo pasó, pero el menor era curioso y se imaginaba cualquier cosa. Por otro lado, Yoongi se molestó con Seokjin, no sabía que estaría con el menor en su departamento; nunca antes se había quedado.

 

-¿Podrías ignorarlo?- Le dijo el mayor.

 

-No lo sé…-dudó el pelinegro mirando hacia otro lado.- Es que ese chico salió corriendo y…¿ Le hiciste algo malo?

 

         El tono de voz de Jungkook se había elevado sin que se diera cuenta. La conversación ya no parecía ser tan privada como hacía unos segundos. A Yoongi se le paró el corazón, no podía dejar que nadie escuchara ese tipo de cosas saliendo de la boca de un menor y encima referidas a él.

 

-¡No!- negó alterado ganándose la mirada de algunos clientes asustados.- Perdón…

 

            Dio una sonrisa nerviosa disculpándose por alzar la voz de aquel modo. Jungkook también se había asustado, sus ojos se habían quedado abiertos como los de un búho y se aferró aún más a su bolsa. Yoongi volvió la vista al menor y se disculpó haciendo un gesto con sus manos.

 

-Lo siento Yoongi, no debí preguntarte, mejor me voy y te dejo trabajar.

 

         El menor se despidió y salió a paso rápido hacia la puerta. Lo único que no quería Yoongi es que saliera de aquella forma; parecía como si lo hubiese amenazado de muerte y éste asustado, saliera corriendo. Para su mala suerte algunas miradas lo estaban atosigando, por no decir que lo fulminaban. Era la primera vez que algún cliente lo miraba de ese modo. Él era Yoongi, el mejor empleado, a quien todos querían y sonreían; esta semana definitivamente no sería muy buena.

 

 

          Cayeron las tres de la tarde y sí, era su hora de trabajar. Jimin estaba parado en la puerta trasera esperándose lo peor. No tenía muchas ganas de entrar y menos que el primer rostro en encontrarse fuera el de Yoongi. Durante su trayecto al trabajo no paró de pensar en cómo es que había acabado en la casa del amargado y gruñón. Para empeorar las cosas Taehyung lo había confundido más diciéndole que a lo mejor se había acostado con alguien y que luego lo había olvidado. Claro, eso era tan típico en él, pensó con sarcasmo. Siempre había consciente de sus actos.

           Después de unos cinco minutos tanteando la posibilidad de si entrar o salir corriendo como una nena, cosa que ya había hecho al salir del departamento, decidió entrar, eso sí, sin hacerse notar. Abrió con sumo cuidado la puerta y al entrar se encontró con un tipo de cabello negro, mucho más alto que él.

 

-Hola Jimin.-Yesung le sonrió. Estaba a punto de salir.-¿ Todo bien ayer con Yoongi?

 

-Ah, hola. ¿Ayer? ¿Yoongi?

 

       Jimin y sus pensamientos se comenzaron a mezclar, no tenía la más pálida idea de lo que Yesung le estaba hablando. Lo único que podía pensar de ayer era en el club, su borrachera y el departamento de Yoongi. Tragó saliva nervioso mientras sus manos se movían a los lados de sus piernas, como si se golpeara los muslos. Yesung lo miró divertido.

 

-¿Eso es un no?

 

-Sí… no, digo no. Todo bien.- Sonrió de una forma estúpida tratando de disimular.- Permiso.-entró corriendo hasta el vestidor.

 

           El otro se encogió de hombros, se acomodó su chaqueta y salió por la puerta con una carpeta en su mano.

          El pelinegro se quedó en el vestidor, resoplando mientras se daba leves cachetadas en sus mejillas. Odiaba ponerse tan nervioso y más con su jefe, no quería quedar mal. Se preguntaba por qué a veces era tan estúpido y cobarde.

         Se vistió con lentitud como si eso le fuera a impedir salir y encontrarse con quien no quería. Caminó a paso lento por la cocina, viendo como algunos de sus compañeros lo saludaban y otros lo ignoraban. Salió hasta el frente y se quedó tras el mostrador. Después de mirar a su alrededor vio que Yoongi no estaba por ningún lado; algo que lo aliviaba pero al mismo tiempo le parecía raro. Entonces oyó la puerta de la cocina abrirse y al girar para ver, sus ojos se encontraron con los del mayor; se miraron por unos segundos sin siquiera saludarse. La verdad es que el pelinegro no sabía si debía o no, era una situación extraña para él, y más sabiendo que no tenía ni idea de que había pasado entre ellos. Yoongi lo ignoró por completo, de una manera casi descarada moviendo su cabeza para otro lado y eso molestó mucho al menor.

        Los dos estaban tras el mostrador, ordenando algunas tazas y platos. Después Yoongi pasó a preparar algunos café que ya algún cliente le había encargado para llevar. Jimin lo miró de reojo irritado por ser ignorado. La tensión era más que palpable.

 

-¿No saludas?- Se atrevió a romper el silencio.

 

-Hola.- Yoongi le respondió cortante, sin mirarlo.

 

        Al menos le había dicho algo, por muy antipático que fuera. Pero se notaba que algo raro había en él. Jimin comenzó a pensar que quizás él hizo algo malo para que el mayor lo ignorara de tal forma. Por dentro se estaba muriendo, quería saber qué carajos había pasado. Por qué ese silencio, por qué la tensión. Lo malo de la situación es que el pelinegro no se sentía confiado de preguntarle al otro para sacarse las dudas. ¿Y si en verdad hizo algo mal? ¿Y si fue su culpa por hacer algo estúpido? No quería tener problemas ahora que estaba trabajando porque realmente lo necesitaba, tenía que estar ahí.

 

-¡Park!- una voz lo sacó de sus pensamientos.- Ven y ayuda en la cocina.

 

         Jimin salió disparado a la cocina, mientras más alejado del mayor mucho mejor para él. Al pasar al lado del de cabello menta, éste pudo sentir un aroma a perfume saliendo del menor que quedó impregnado a su alrededor. No pudo evitar cerrar los ojos y olerlo.

 

-Maldita seas tú y tu estúpido perfume.-Pensó Yoongi mientras sus ojos se abrían y seguía preparando unos cafés.

 

          La noche cayó, todos los empleados estaban listos para marcharse, incluso Jimin ya se había puesto el abrigo sin que nadie le dijera que ya se podía ir. Estaba ansioso por llegar a casa y tirarse a la cama a dormir hasta mañana, pero tenía un mal presentimiento ya que Yesung no le dio el visto para poder marcharse; antes cuando había vuelto, le había dicho que esperar antes de irse, que quería hablar con él sobre un tema, pero hasta ahora seguía esperando. Lo genial era que Yoongi había desaparecido, seguro se habría marchado antes, así ahora sólo debía hablar con Yesung e irse tranquilo a casa.

         El de cabellos negros salió de su despacho y llamó a Jimin con su mano. El menor fue hasta él y pasó adentro. Para su sorpresa no iban a estar solos, había alguien sentado en la otra silla y sí, era Yoongi. Estaba con los brazos cruzados, con su uniforme aún puesto, con la mirada fija sobre el escritorio de madera.

 

-Jimin siéntate anda.- Le sugirió Yesung mientras él iba al otro lado del escritorio a sentarse sobre su cómoda silla acolchada.

 

          El menor se sentó, algo preocupado, mirando de reojo a Yoongi, por más que quisiera no podía evitar no mirarlo. En un momento el otro también lo miró de la misma forma y sus miradas chocaron, fue como ver colapsar el Titanic contra el iceberg. Sus ojos desprendía una cierta ira y al mismo tiempo nerviosismo. No se dieron cuenta de que Yesung los observaba con cautela.

 

-Uh… por favor no vayan a golpearse en mi oficina.- Bromeó.- ¿Qué pasa con ustedes?

 

         Los dos se sobresaltaron y miraron de inmediato a su jefe. Se sentían como verdaderos idiotas, ahora no sabrían que contestar. Era una situación difícil.

 

-Yo que les iba a contar algo interesante y ahora me salen con esto…-se quedó un momento en silencio.- ¿Deberíamos hablar de lo que acabo de ver?

 

-No, sólo tuvimos un altercado.- Dijo con rapidez el mayor.- Lo solucionaremos.

 

-¿Altercado?¿Solucionar? Muy bien Yoongi, idiota.- Pensó Jimin sin dejar de mirar a su jefe.

 

-Bueno, confío en que así será, pero… me gustaría que se dieran un apretón de manos, ¿sí?

 

         Yoongi y Jimin se miraron sin expresión alguna, pero por dentro tenían ganas de matar a Yesung. Parecía que de verdad se divertía viendo esas cosas, era como un espectáculo de televisión para él. El de cabello menta quería levantarse de su asiento y golpear a su jefe con una de las carpetas que había en la mesa. Jimin, en  cambio, quería darle una buena patada en el culo.

 

-Claro.- Dijo Yoongi extendiendo su mano al menor.

 

          Yesung miró al pelinegro y le sonrió, haciéndole un gesto de que se diera prisa en extender su mano también.

           Jimin así lo hizo, extendió su mano con rapidez y junto con la de Yoongi se juntaron en un raro apretón que le dio una sensación de escalofrío al menor. Las manos de Yoongi se sentían mojadas, seguro por lo nervioso que estaba. De igual modo, ese apretón se sintió lo más eterno del mundo, irritante, extraño y estúpido.

 

-Bien, bien, así me gusta.- Yesgung sonrió y se apoyó con sus codos sobre el escritorio disfrutado del espectáculo.

 

       Los otros dos despegaron sus manos con rapidez y volvieron a ver a su jefe.

 

-Ahora volvamos a lo importante.- Yesung echó un poco hacia atrás su silla y se recostó.-Ayer los dejé solitos a los dos; Yoongi.- Lo señaló.- Te confié la cafetería y me decepcionaste. Me di cuenta que perdimos algunos cliente, eso no está bien.

 

      Yoongi agachó su cabeza avergonzado, era su primera reprimenda en tanto tiempo de trabajo. Era obvio que para él la culpa era de Jimin pero sabía que también era la suya, por mucho que le costara admitirlo.

 

-Y Jimin…- lo señaló al menor.- Debes mejorar, no puedes andar rompiendo todo por ahí. Tienes suerte de que la máquina tenía una larga garantía.- Esto último lo dijo en un tono muy serio.- Si no debías pagar otra, digo…tu padre debía pagar otra.

 

        Al mencionar a su padre, el pelinegro se avergonzó, quiso que la tierra lo tragase, aquello sonó como si fuera un niño de papá, un niño que aquello que rompe papá lo paga. Se imaginó que se había ganado un odio más profundo por parte de Yoongi con eso. No quería ser el niño mimado, esa imagen ya estaba quemada.

 

-Lo siento, prometo que no volverá a suceder.- el menor se levantó del asiento e hizo una reverencia de disculpa.

 

-Está bien… ya se pueden ir.

 

      Yoongi se levantó con lentitud del asiento y después de despedirse y disculparse también, salió por la puerta; Jimin lo siguió por detrás. Ahora ya podría marcharse a su casa, por fin. Ignoró a Yoongi quien se dirigía al vestuario y fue hasta la puerta trasera. Antes de salir se pegó una bofetada mental al darse cuenta de que olvidó su mochila. Era algo tan obvio no sentir el peso de los libros sobre su hombro… Dio media vuelta y esperó unos minutos hasta que Yoongi terminara de cambiarse así sacar su mochila y marcharse de una vez. Pero éste parecía estar tardando demasiado.

          Yesung salió de su oficina y se despidió de Jimin, parecía que estaba apurado. Ahora estaba en una situación que no quería, otra vez solo con el mayor. Parecía que la mala suerte lo perseguía.

 

-¿Por qué mierdas tarda tanto?- Se dijó a sí mismo mientras caminaba hasta el vestuario.

 

     No le importaba si aquel idiota se seguía cambiando, entraría, tomaría su mochila y saldría corriendo. Abrió la puerta de sopetón y Yoongi se giró sobresaltado. Se estaba acomodando su gabardina color marrón, así que ya se había cambiado del todo. Jimin no lo miró, sólo buscó su mochila desesperadamente, pero no logró encontrarla. Se fue hasta las taquillas y las abrió una por una comprobando si no la había guardado en alguna.

 

-Tu mochila está al lado de mi bolso.- Le dijo el otro con voz seria, mientras le señalaba con el dedo.

 

          Jimin se acercó con la cabeza gacha y tomó su mochila; su cuerpo al instante se paralizó por completo. Tenía a Yoongi ahí, a su lado, era el momento de preguntarle lo que necesitaba saber, pero ninguna palabra podía salir de su boca porque no sabía cómo empezar. El otro no le prestó atención y comenzó a colocarse la bufanda.

 

-¿Qué pasó anoche?- Se atrevió a soltar por fin.

 

-Hmm…-Yoongi bufó molesto y se giró a verlo.

 

          Otra vez más sus miradas quedaron en silencio, la tensión se volvía a palpar y esta vez era mucho peor.

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER! <3

 

¿Qué pasó YoonGi? >:O

Ese Yesung me cae bien :V


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).