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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Hola! -les tira el capítulo el 9- (7u7)

Gracias por tanto amor!!

El capítulo anterior tuvo muchos reviews, omaigad. Cuando llega el lemon se revolucionan SFASDFADFSA.

PD:Quizás, solo quizás...........suba también el cap 10 (Sí, lo estuve pensando mucho y aún no me decido)

 

¿Lo subiré, deberán esperar la próxima semana? Hagan sus apuestas (? :V

 

Cap 9

                Antes de continuar, Yoongi le quitó la camisa al menor, descubriendo ante sus ojos unos perfectos y trabajados abdominales de los que sintió algo de envidia. No pudo evitar el pasar sus dedos sobre éstos, nunca antes había tocado algo así. Jimin observó curioso cómo aquellos dedos blanquecinos daban un paseo por su abdomen. El mayor después de admirar el majestuoso y envidiable cuerpo del pelinegro continuó con su pantalón. En un rincón de su mente estaba preguntándose si lo que hacía estaba bien, sólo quería darle una lección a ese mocoso, pero su cuerpo le estaba pidiendo otra cosa a la que no podía resistirse.

                Jimin ayudó al mayor a desprenderse de su prenda, cosa que lo sorprendió a sí mismo. Se quedó únicamente en ropa interior, expuesto ante Yoongi que lo miraba morbosamente. Él tampoco se sentía muy seguro de lo que estaban a punto de hacer, pero su sangre ya no estaba en su cabeza.

                Sin decirse ninguna palabra, el mayor se desprendió también de su vestimenta. Él no tenía ese maravilloso cuerpo esculpido como el del pelinegro, pero tampoco se quedaba atrás, su cuerpo era tan pálido y blanco que daba una sensación de porcelana.

 

-Eres tan blanco…-Dijo Jimin casi apenas alzando su voz.

 

-Preferiría que no hables.-Le dijo con seriedad y después atacó asus labios.

 

                Otra vez volvían ajuntarse sus bocas, sus lenguas, sus salivas. El beso era de lo más fogoso, tanto que Jimin no pudo evitar soltar pequeños gemidos. Siguieron moviendo sus cabezas con locura como si nunca más pudieran volver besarse y Yoongi, que estaba completamente encima del menor, pasó a jugar con una de sus manos por su cuello. Lo acarició de arriba abajo y siguió un recorrido descendiendo, pasando nuevamente por esos marcados abdominales y hasta finalmente llegar hasta donde quería. Sus dedos tantearon el terreno por el que se aproximaba; bajó más y se encontró un bulto notablemente sobresaliente sobre aquella tela de lycra. No dijo una palabra y simplemente metió su mano por debajo del bóxer del menor quien soltó un gemido más notable al sentir esos dedos fríos sobre su miembro.

                Los dedos de Yoongi comenzaron por acariciar la punta y fueron bajando lentamente por toda la longitud. Podía sentir como el menor se estremecía bajo su cuerpo, y eso que apenas había comenzado. Se preguntó si acaso hacía rato que no se sentía así, incluso se volvió a plantear que seguramente era un mocoso virgen. El mayor odiaba hablar mientras hacía este tipo de cosas, pero la curiosidad lo estaba carcomiendo por dentro.

 

-¿Hace cuánto no te tocan?-Preguntó por fin con su voz ronca.

 

-¿Qué…?-Jimin jadeaba, algo exagerado. Lo miró atónito.-¿A qué viene esa pregunta?

 

-Estás nervioso, ¿seguro que no eres virgen?

 

-¡No joder!- Se puso más rojo de lo que estaba. Aquella pregunta lo incomodó y más hablando con esa mano toqueteando su miembro.

 

-No grites.- Le advirtió el mayor mordiéndole el labio inferior al pelinegro.- Aún…

 

                Jimin tragó saliva notando como esas palabras entraban por su oído como una ráfaga y le erizaban la piel. Su cuerpo estaba paralizado, sintiendo como la suave mano del mayor lo acariciaba y tomaba por completo su miembro comenzando a masturbarlo lentamente. Con cada subida y bajada su garganta soltaba pequeños gemidos que a Yoongi lo volvían loco.

                La habitación estaba en silencio, el apartamento en sí lo estaba, lo único que se oían eran los jadeos y suaves gemidos de Jimin. A Yoongi no le importaba escucharlos, le encantaba, pero por alguna razón esperaba que Seokjin no estuviera allí, no quería que lo escuchara. Menos que lo interrumpiera.

                El mayor notó como un líquido resbalaba sobre su mano; a esto aumentó el ritmo, mientras observaba la cara del menor, totalmente roja, con esos gruesos labios y su boca apenas abierta con la que respiraba profundamente. A Yoongi le encantaba ver a los demás sumisos bajo él, era una sensación placentera que siempre le gustó y Jimin en ese momento parecía la cosa más sumisa del mundo.

                Siguió con un ritmo rápido y algo violento haciendo que el menor se estremeciera constantemente. Aquel líquido pegajoso y caliente le estaba anticipando lo que pasaría con el menor. Decidió parar y sacó su mano del miembro mientras Jimin abría los ojos molesto, con el ceño fruncido, sin parar de jadear.

 

-Joder, ¿por qué paras?- Le dijo molesto.- Estaba a punto…agh.

 

-Pídemelo.-Su voz sonó demandante y el menor suspiró con dificultad.-Si no te dejaré así.

 

-Hijo de…

 

                El menor lo miró con el ceño fruncido, se planteó terminar el mismo el asunto pero eso sería totalmente ridículo teniendo a Yoongi enfrente. Odiaba tener que suplicarle que siguiera, el nunca suplicaba nada, pero estaba a punto de explotar y no podía con el dolor que sentía en su entrepierna.

 

-Por favor…- susurró mirándolo a los ojos.- hazlo.

 

-¿Qué haga qué?- Yoongi lo miró con una sonrisa de lado.

 

-Haz que me corra maldita sea.- Gritó avergonzado.

 

-Bien…-Sonrió y se acercó al rostro del pelinegro.

 

                Jimin estaba, aparte de excitado a no poder más, sorprendido por las sonrisas que había visto en el rostro del mayor, ni siquiera se imaginaba que aquel amargado supiera lo que era reír.

                Un mordisco en su lóbulo de la oreja lo sacó de sus pensamientos y sintió nuevamente aquella mano sobre él. El mayor volvió a retomar ese ritmo anterior con rapidez y sacó su lengua para lamer en su oreja al menor, éste gimió nuevamente y su espalda de arqueó al sentir como estaba a punto de llegar. Yoongi apretó un poco el miembro de Jimin y no dejó de moverlo hasta sentir sobre su oído aquel sonido de que había llegado al climax. Jimin se corrió como nunca antes lo había hecho y su voz al soltar su último gemido se quebró. Sintió como su propio semen había caído sobre su abdomen, incluso sobre la mano del mayor. Quedó unos segundos con los ojos cerrados jadeando, tratando de recuperar su respiración.

                Yoongi quitó su mano y lo miró detenidamente. Sus ojos entrecerrados parecían los de un asesino. Pensaba en cómo había llegado a esto, ese chico lo había provocado con su estúpido jueguito y ahora lo tenía ahí medio desnudo, tirado en su cama, jadeando por haberlo hecho correrse. Pero lo cierto es que a Yoongi le había gustado tocarlo y sobretodo besarlo, esos labios parecían serle irresistibles, era como una tentación.

 

-Joder…- Dijo el menor ya con algo de aire recuperado.-Eso estuvo bien.

 

-¿Bien?- Yoongi sintió que las palabras de Jimin eran para molestarlo, obviamente, había estado más que bien.

 

                Jimin sonrió y cerró sus ojos, extendiendo sus manos sobre la cama, como si quisiera ocupar todo el espacio. Yoongi enarcó una ceja, no le gustaba que se sintiera tan cómodo sobre su colchón.

 

-Date la vuelta.- Le dijo de repente. Jimin abrió los ojos e hizo una mueca.

-¿Qué?

 

-Que te des la vuelta.- Lo tomó de la cintura e intentó girarlo.- Aún no terminé contigo.

 

-¡Pero que mierda…!

 

                Yoongi trató de que el pelinegro se girara, pero este forcejeaba. No quería que invadiera su trasero ni mucho menos. Se sintió incómodo al estar medio desnudo y forcejeando como un pavo con el mayor. Se veía estúpido. Yoongi sonreía como si fuera gracioso verlo asustado.

 

-¿Creías que sólo era eso? ¿Enserio que no eres virgen?- volvió a preguntar.

 

-Ya te dije, mierda.- Intentó empujarlo.

 

                Los brazos del menor eran fuertes, más que los de Yoongi y eso se notaba, porque sus bíceps estaban bien definidos. Yoongi parecía estar divirtiéndose con aquella escena, trataba de ponerlo de espaldas, pero el pelinegro se resistía bastante bien. Mientras forcejeaban se fueron moviendo por la cama hasta llegar al borde. Jimin puso sus manos en el pecho del mayor y le dio un empujón, pero su espalda no tenía nada sobre lo que apoyarse y se cayó. El sonido que hizo fue más o menos como el de un estruendo, quedó en una posición incómoda quejándose. Yoongi lo miró desde arriba del colchón, tratando de no reírse; se sentía como un niño y eso lo asustaba, quería borrar de él ese sentimiento de calidez que estaba recorriendo su cuerpo, su corazón.

 

-¿Yoongi?- Se escuchó una voz al otro lado de la puerta. La voz de Seokjin.

 

                Jimin en ese instante se alarmó, se incorporó de inmediato y buscó desesperadamente sus pantalones. Sería vergonzoso si alguien lo veía así. En cambio Yoongi parecía despreocupado, tenía la confianza de que su compañero no entraría, porque si lo hacía se enojaría y el castaño sabía cómo se ponía Yoongi cuando se enojaba, en verdad daba miedo.

 

-¿Estás bien?.- Volvió a tocar la puerta.- Estaba durmiendo y escuché un golpe.

 

-Sí, no te preocupes.- Le respondió con total calma poniéndose sus pantalones y tumbándose en la cama.

 

                Lo que no esperaba Yoongi con esa despreocupada actitud es que Seokjin giró el pomo de la puerta y entró apenas asomando su cabeza, como una lechuza curiosa. Sus ojos viajaron por la habitación hasta que se encontró con otros ojos que lo veían sorprendido.

                Jimin estaba de pie, medio desnudo, colocándose su camisa. Se sintió totalmente avergonzado viendo como ese chico lo observaba atónito y después pasaba a mirar a Yoongi quien lo veía con los ojos entrecerrados, molesto.

 

-Ah..Ups yo..Perdón.- Cerró la puerta con cuidado mientras sus ojos seguían fijos en los del cabello menta.

 

                El mayor se apoyó sobre la pared y resopló, una sonrisita se salió de su boca. Le pareció algo gracioso el ver la cara del pelinegro tan asustado, como si hubiera hecho la peor cosa del mundo, aunque claro, a Seokjin le sorprendió bastante porque nunca antes Yoongi había llevado a alguien a casa y ya era la segunda vez que veía a ese chico en su cuarto. Después se giró para volver a su habitación cuanto antes, no quería encontrarse a Yoongi enojado, regañándolo por metiche.

 

-¿Qué pasa contigo?- Dijo el menor, colocándose su ropa.

 

                Yoongi se giró a mirarlo.

 

-¿Eh?-rascó su nuca indiferente. - Deja de quejarte.

 

                Jimin  infló sus cachetes. Le molestaba mucho su actitud de “me importa todo un carajo”, aunque claro, era obvio que le importaba un carajo porque al fin y al cabo al que habían visto medio desnudo era a él y lo peor que fue con esa reacción de idiota y su cara roja como un tomate.

                Cuando por fin se terminó de colocar su ropa. Un silencio incómodo se adueñó del cuarto. Jimin no sabía qué se supone que debía hacer ahora si irse y decirle: “me voy, cuando quieras otra ronda me llamas” o quedarse y acostarse a su lado, cosa que seguramente no haría, aunque tenía ganas. Fantaseó por unos segundos cómo sería estar al lado del mayor mientras éste lo rodeaba con sus brazos y…

 

-¿Por qué me miras tanto?- Lo sacó de sus fantasías mientras se sentaba en la cama.

 

-No te estoy mirando.- Volteó la cara y se cruzó de brazos.

 

-Vaya, sí que eres un niño Park…- Dijo con pocas ganas.- ¿No era que querías más? ¿Ya te vas a ir?

 

                Jimin se quedó en silencio. Primero le había dicho “Park” cosa que odiaba rotundamente. Segundo supuso que le había dado suficiente y no era necesario más, aunque en el fondo le hubiese gustado experimentarlo. Tercero, ¿le estaba proponiendo quizás que se quedara? Eso era absurdo, ridículo. Si lo hacía se sentiría mucho más extraño de lo que ya estaba; era su compañero de trabajo, ¿cómo se supone que debería verlo ahora? Aunque para el mayor sólo fue un simple toqueteo sin importancia para Jimin había sido una nueva experiencia, por el hecho de estar con otro hombre y eso le estaba gustando, tanto que se decía a sí mismo por qué no se había dejado desvirgar su redondo trasero…

                Yoongi lo miró por unos segundos y después se volvió a dejar caer sobre la cama, desplomado, como si toda su energía se hubiera desprendido de su cuerpo.

 

-Yo…tengo que irme, tengo clases mañana.- La excusa perfecta para marcharse, las clases.

 

-Que chico aplicado…- Dijo el mayor como si sonara a broma.- De todos modos, no tengo problema que te quieras quedar.

 

                La cabeza de Jimin no podía procesar bien esas palabras; en verdad no sabía qué hacer. Quería salir corriendo porque había algo en su interior que hacía sentirlo avergonzado y por otro lado quería quedarse con Yoongi por muy incómodo que le resultara.

 

-¿Hablas enserio?-Su pregunta sonó como si tuviese la ilusión de que así fuera.

 

-¿Qué te sorprende tanto? Si quieres más sólo debes quedarte. ¿O acaso tienes miedo?

 

                El tono de voz con el que Yoongi hablaba hacía al menor estremecerse. Debió pensarlo antes de tratar  de jugar con él; sabía que seguro tenía ese aire de preocupación, de un niño tonto que estaba tratando de ganar en un juego que se estaba volteando en su contra. Yoongi sabía que Jimin trataba de joderlo, creyendo que el beso que le dio le resultó repugnante y que quería alejarse de él. ¿Ese era el plan del menor? Pensó sintiéndose ridículo por él y sabiendo que en el instante que el trasero del menor se pusiera frente de él, saldría corriendo.

                Y Jimin estaba tan confundido, consigo mismo y con el otro. Confundido por cómo Yoongi le había seguido su juego de una forma tan natural, como si ya hubiese hecho esas cosas. Pero lo que Jimin no sabía era que Yoongi era homosexual.

 

- Jimin.- El mayor se incorporó.- Admítelo, tienes miedo.

 

                El cuerpo del menor se tensó.

 

-Claro que no.

 

-No mientas, ¿te crees que soy estúpido? ¿Te crees que no sé que estás jugando conmigo?- chasqueó su lengua y al instante se puso de pie frente al menor.

 

                Los ojos del mayor estaban matándolo. Se sintió ridiculizado por un momento, aquella forma en la que le hablaba y esa mirada lo intimidaban. Yoongi estaba muy molesto, podía incluso haberlo notado a varios kilómetros de distancia.

 

-¿Acaso tú no estás jugando también?-Se cruzó de brazos disimulando su nerviosismo.

 

-Yo no juego Park, voy enserio.- Hizo un gesto desagradable.-  Así que si no vas a dejar que te dé, lárgate.

 

                Yoongi se dio la vuelta, en busca de su camisa, se la colocó y se volvió a tirar sobre la cama.

                La humillación que Jimin sentía en su interior le ardía, tanto que hasta le dieron ganas de llorar. No podía imaginarse lo que estaba pasando por la cabeza del otro, cómo lo veía… Aunque en realidad parecía importarle una mierda, no quería dejar las cosas así, no se quería marchar con la cabeza baja, sintiendo como se le retorcía el estómago de lo ridículo que era.

                Se quedó mirando al de cabello menta y con paso firme se acercó hasta él.

 

-Hazlo.

 

                Yoongi alzó sus cejas y se colocó las manos detrás de la cabeza, mirándolo con desaire.

 

-Deja de jugar.

 

-Lo digo enserio.- Se acercó apoyando sus manos sobre la cama y mirándolo firme.

 

                Los ojos de Jimin se veían convencidos de que lo quería, ya suficiente fue con que lo tratara de cobarde, no pensaba irse de allí sin experimentarlo. Lo iba a hacer para no quedar como un perdedor y un niño caprichoso. No iba a dejar que Yoongi ganase.

 

-¿Entonces esto ya no es un juego Park?- Miró hacia el techo y cerró sus ojos.- Tarde, se me fueron las ganas…

 

                Jimin se quedó pensando un momento en cómo actuar ante la indiferencia de Yoongi, la cual lo estaba poniendo de mal humor. Sentía que cada vez que abría la boca un martillo lo golpeaba en su cabeza.

                Se movió rápido y sin ningún reparo se colocó sobre el mayor, con ambas piernas a los lados de éste, apoyó sus manos sobre los hombros y se acercó a mirarlo. Yoongi abrió los ojos encontrándose con los de Jimin. Enarcó una ceja y una sonrisa de lado se asomó en su rostro.

 

-Wow, ¿tan desesperado estás?

 

-Cállate idiota.- Se alejó y frente a los ojos de Yoongi comenzó a quitarse su camisa, nuevamente.

 

                Yoongi lo miró detenidamente, la forma en la que se quitaba la ropa le parecían tan sexy, ese cuerpo tan esculpido y tentador lo volvió a prender. Lo tomó con rapidez de las caderas, sin que pudiera hacer nada y lo acercó hacia él para que quedaran sumamente pegados, pecho con pecho.

 

-¿Por qué me provocas así?-Le susurró al oído.

 

                Jimin no dijo nada, pero una sonrisa de perversión se dibujó en su rostro.

               

               

 

                

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER! <3

PD: no saben lo que me costó al principio escribir lemon TuT


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