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Batman deja de ser Batman por Polaris

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Notas del capitulo:

Bueno, bueno.. aquí estamos con el segundo capitulo de esta historia, la que espero actualizar cada semana o antes.

Todo dependera de mis musas y de ustedes.

besos a todo el mundo en estas fiestas amorosas que son una excusa para estar con los nuestros. 

Capítulo 2: Conociéndote, padre.

 

            Damian se había ido.

            En el llegado caso de que Ras fuera a darle la cura, no creía que la cosa fuera gratis. Ras nunca perdía. Y con los que Damian no le dijo, suponía que el pozo de lázaro no era obra de los Al´Ghul sino de alguien que admiraba al anciano ese.

            ¡Al diablo!

            No iba conseguir nada por ahora.

            Se hecho al lado de su padre, la cama era matrimonial, por lo que tenía espacio suficiente para contener a su enorme cuerpo y al diminuto esqueleto de su padre.

            A Damian le explotarían las cosas en la cara y él estaría, ahí, para reírse en su cara. Disfrutando de su victoria.

            Esta noche no habría ronda.

            Bruce despertó en medio de la madrugada, extrañado por sentir frío. Las colchas que Alfred le ponía le impedían padecerlo. No grito.

            Le secuestraron, se dijo. Con menos molestia de la que pensó que llegaría a sentir de ser el caso. Su padre le había dicho con anterioridad que alguna situación como esta podría suceder. Y que cuando pasase, no se alterase... Que siguiera tranquilo hasta que fuera a rescatarle.

 

-Bruce - Le llamó Jason. Era imposible no notar que su padre estaba sentado en la cama - Vuelve a dormir.

 

            Bruce le clavo su mirada.

 

-Bruce, tengo sueño. - Jason se sentó también, para ver por completo a su padre. La noche en su cuarto no era tan profunda como en la habitación de Tim, que al parecer tenía un fetiche por moverse en la oscuridad más completa. Según él, dándole ventaja en caso de que le invadieran su casa. Tonterías, paranoicas tonterías... Batman le había condicionado el cerebro -  ¿Estás bien? - ¡Ah! Brillante, brillante, Tood. ¡Claro que no está bien! Va a patearle el trasero a alguien y terminaba envuelto en pantaloncitos cortos... Eso en cualquier idioma es la definición de no estar bien - ¿Quieres algo?.

 

-¿Dónde está Alfred? - Pregunto, valiente. Controlado. Denotando el orgullo que su padre le inculcara para enfrentarse a las adversidades - ¿En dónde estoy? Y si esto es un secuestro, ¿Por qué no estoy atado, amordazado y ... Bueno, lo que sea que hagan ustedes?.

 

            Cierto.

            Damian no sabía sobre esto. Bruce no había despertado durante el viaje de las montañas a ciudad Gotica. El pequeño demonio se iría hacia atrás al saber que tan atrás estaba Bruce.

            No pudo evitar sonreír con orgullo. Su padre era una eminencia. Con cinco años y sobresalía tanto. De seguro era un conquistador de maestras con ese perfecto vocabulario que se cargaba. No era para menos, era el hombre que se codeaba con alienígenas, amazonas velocistas, policías espaciales, dioses de truenos y metahumanos de los cuales era imposible enumerar sus escalofriantes características y poderes cutres, el punto era que su padre, para ser un simple mortal, sobresalía entre tanto “dios”.

            Bruce era tan Bruce.

 

-Todo está bien, Bruce. - Le dijo con cuidado, sorprendiéndose porque pudiera manejar ese grado de suavidad. Él no era Dick, el especialista en tratar con chicos traumatizados, él golpeaba a los que victimizaban a niños y demases, no el que les trataba. Pero nuevamente, el que estaba delante era Bruce y su padre nunca fue menos que cariñoso cuando le tocaba calmarlo. Igual y fuera un simple reflejo. Era imposible ser indiferente con Bruce - Alfred está bien - Hasta donde sé sabía. Claro, que para estas alturas se ha de estar arrancando el poco cabello que le queda, se dijo Jason. Nada trastocaba más a Alfred que no saber el paradero de su familia - Esta en la mansión, preparando de seguro el desayuno.

 

            Bruce asintió. Jason pudo verlo perfectamente, sus ojos brillaban con inteligencia, analizando lo dicho, buscando la mentira. Ahora sí, Bruce se parecía más a Bruce.

           

-¿Es porque no cumplí con las lecciones de piano ó porque no pude ganarle la partida en ajedrez al profesor Willo? ¿Por eso estoy contigo? Lejos de Al... Lejos de casa.

 

            ¡¿Qué?!.

            ¿Bruce pensaba que estaba en una especie de castigo?.

            Se escandalizo. Nunca se imaginó a su padre siendo castigado, se sorprendió, bueno, Alfred solía soltarle frases hirientes cuando se ocupaba o reprimendas como consejos, pero de ahí a que hubiera alguien a quien Bruce le dejara castigarle... Quizó golpearse la cara,  cierto... Su padre era un niño de cinco años ...¿Y qué niño no es castigado por sus padres?.

            Lo sabría él que con padres o sin padres, era golpeado y arrojado lejos de un techo antes de que Bruce le recogiera.

 

-No... Bruce, escucha: estas aquí conmigo porque Al y Damian... Omite lo último, ya luego te explico...Estas aquí porque no hay un lugar más seguro para ti, por el momento.- Bruce asintió. Entonces Alfred pensó que esto era necesario. De seguro sus padres estaban en medio de sus asuntos y Alfred no podía cuidarle.

 

-¿Qué eres de Alfred?.

 

            ¿Últimamente?...

 

-Su nieto.

 

            Bruce era el hijo de Alfred, y él era el hijo de Bruce... Independientemente de lo que Damian quería o de lo que él  mismo decía o hacía (Bruce se había negado en redondo a desconocerlo pese a que no estaba de acuerdo con sus maneras de hacer las cosas).

            La familia era importante.

            Era lo único importante.

            Y en las bajas y altas, estaban juntos.

 

-Ya veo porque nunca te ví por la mansión - Dijo, fijándose en la ropa de Jason. Pantalones y chamarras, todo muy tosco. Todo a lo cazador. Si su padre lo viera, sin importar lo mucho que apreciara a Alfred, sacaría a su nieto sin contemplaciones.

 

-¡Hey! - Se quejó. - Sábete que las cazadoras son lo último en moda. Ahora, vuelve a dormir. Te llevaré con el abuelo luego, lo prometo. En serio, Bruce, estoy muy cansado.

 

            Bruce no dijo más. Se acurruco muy cerca de Jason, con la cara hundida en su pecho, buscando consuelo por estar en un sitio desconocido. Ignorando el miedo que sentía, seguro de que sus padres no volverían por él.

            Jason se quedó de piedra. Él no abrazaba a nadie para dormir, Starfire no contaba, lo último que hacían en la cama era dormir y dudaba seriamente que el que la mujer se aferrara a él con uñas incluidas contara como abrazo. Tampoco pudo quitarse a Bruce de encima.

            Los temblores en los sueños de Bruce le decían que no fuera tan cabrón.

            Damian le pagaría esta, seguro que sí.

 

 

            Lo primero que escucho al despertar fueron los vecinos que se arrojaban los sartenes por la cabeza. Algunos se estampaban contra la pared que les separaba y le hacían sentirse más cerca de la pelea de lo que le gustaría. Ya en una ocasión se había metido, confiado en que golpear al hombre ebrio era lo mejor. Pero cuando se lo sacó de encima a Susan, ella le insulto, le atacó, se agravio por que impidiera que su marido la tratara como se merecía... Según ella... Y pues como seguro merecía, Susan salió en ambulancia, regresando con yesos y vendas al departamento tres días después.

            A la segunda pelea, Jason ni se metió... Si Susan quería morir, pues que muriera. A su opinión había maneras menos dolorosas de suicidarse.

            No debería de sorprenderle esa clase de gente... Convivió por años con uno, Bruce era un adicto al dolor y al sacrificio... Susan de igual manera, pero por ambiciones muy diferentes.

            Y hablando del rey de gótica...¿dónde estaba papi murciélago?. Juraba que despertaría casi fusionado con su espalda o el estómago. Bruce le había montado por el resto de la mañana, casi siendo molesto el respirar.

 

-Brucie... Bruce... ¿Papá? - Murmuro... Esperanzado con ver a la intimidante sombra de su padre repudiando el sol y su suelo. -  ¡¿Bruce?!

 

-Jay...

           

            Jason suspiro. Su padre seguía siendo un mocoso... Escondido debajo de la cama. ¿Cómo pudo caber? Ni el gato que se colaba por comida cuando estaba Roy lo conseguía... Una vez se quedó atorado.

 

-Como tenga que levantar la cama para que salgas, Bruce, voy a enfadarme - Aviso aunque sin verdadera intención- ¿Qué te hizo meterte?.

 

-Nuca es bueno estar a la vista cuando hay peleas.

 

            Jason se paralizo.

            Esa lección él la había aprendido muy temprano. A lo mejor y tenía unos cuatro años cuando por primera vez su padre le saco de la cama para caerle a palos por un negocio mal dado y según recordaba, su madre sólo gritaba para que a ella no le tocara la tunda en medio de una mala cruza de drogas.

            ¿Cómo demonios un principito conocía de eso?

            Maldijo a Susan y a su esposo...

 

-Está bien, Bruce. Ellos no vendrán. Tampoco dejaría que te tocarán. Nunca. Estas seguro conmigo, Bat - Bruce le miro con esos enormes ojos azules, oscuros y antárticos... Extrañamente cálidos para lo que acostumbraba ver en su padre - Ellos no entrarán.

 

            Y el gemido gutural que les siguió fue aún peor... Las orejas de Tood se colorearon. Después de un griterío venía el consecuente sexo de reconciliación... E iba a matarlos por no ser discretos una sola vez en la vida.

            ¡La puta cuadra no tenía por qué enterarse!.

 

-Jay...¿Qué es duro contra el muro? Eso parece doler.

 

            Después de aporrear la pared, gritar vulgaridades de más y prometerles una muerte dolorosa... Susan y Gabe, se callaron, acojonados por el tono de Jason. En el barrio se le respetaba por machacar a la pequeña pandilla de Maverick, sin un rasguño. No que fuera una proeza, eran unos mocos, vándalos cualquiera, bebiendo y robando, acosando a las niñas y atosigando a los demasiado débiles para romperles la nariz.

            Él había sido entrenado por Batman. Unos mocosos pendejos no le tocarían ni un pelo.

            Y una vez, asegurada la castidad de los oídos de su padre, le sentó en la mesa... Lo que parecía una. En realidad él no usaba esa cosa para comer, sino para apoyarse cuando necesitaba suturar las heridas, así que, estaba manchada de sangre... Despostillada, era un pedazo inservible en el que debes en cuando acostaba a Roy o Starfire y jugaban.

            Busco algo en el refri... Cerveza, licor.. Pan, jamón de hace dos semanas, atún en lata.... Mmmm, la leche estaba rancia. Si, no tenía nada que darle de comer.

 

-Confórmate con esto - Le arrojo la lata de atún Dolores sin abrir y dudó un poco en soltarle una lata de cerveza. Al final, opto por llenarle un vaso de agua del grifo.

 

            Bruce arqueo una ceja.

            ¿Con que iba a abrir la lata?

            Inspecciono el agua. Asegurándose de que nada misterioso flotara.

           

-Pensé que tendrías hambre - Bruce asintió... Seguía viendo la lata como si fuera el invento del siglo - ¿No sabes cómo comerlo?.

 

-No sé cómo abrirlo - ¿En serio? Jason sacó su cuchillo de caza y apuñalo a la pobre lata más de una vez, imaginándose por una pequeña fracción que era el rostro de Damian y que sus sesos estaban felizmente esparcidos - Listo.

 

            Bruce pellizco con calma los pedazos de pescado... Notando el exceso de agua, lo exprimía sobre la lata y luego se lo comía. Esto no estaba tan mal.. Le faltaba sal y quizás algo de elote o verduras en general.

            Alfred siempre le decía que era un buen niño por comerse los vegetales.

            Jason no era ningún tonto, sabía de antemano que necesitaba ir de compras... Bruce no tenía las cosas que necesitaba. No había comida, ni ropa, ni cepillo de dientes... O jabón para él solo.

            Cuando la pareja de esposos siguieron gritando, en esta ocasión porque al parecer Gabe metió una puta en la cama y Bruce dejó de comer, para írsele a las piernas, buscando protección, fue suficiente.

            Ningún niño se merecía crecer en esas circunstancias... Ni Bruce ni él.

            ¿Verse en Bruce? Quién lo diría...

            Empaco rápido. Su traje, ropa civil, armamento, dinero... Servía seguir quitándoselos a los mafiosos.  En menos de dos horas, Bruce iba cogido de su mano, caminando por las aceras, buscando un nuevo departamento que siguiera dentro de sus zonas de patrullaje y que quedará en un buen lugar dentro de esa cloaca de perdición.

 

-Nunca pasees por aquí solo, Bruce - Advirtió - Grábate las calles, jamás, jamás, Bruce.

 

-Lo que digas, Jason - Jason ignoro el revoloteo de su estómago. Se sentía bien ser reconocido y tomado en cuenta una vez más. Había extrañado a su padre... Independientemente de los intentos de asesinato, eso era harina de otro costal.

 

-Compremos algo por aquí...

 

            Jason entonces lo jalo a una venta de garaje. Las cosas estaban en buen estado e incluso, se vendían cosas nuevas. La razón de no llevarle a comprar sus caras cosas de marca era no llamar la atención. Se vería muy sospechoso para algunos verlo de la mano de un CRI comprando pantaloncillos.

            Perfil bajo, perfil bajo, se recordó cuando la vendedora no dejaba de apretarle las mejillas a Bruce, que aguantaba estoicamente el ataque, incluso le regresaba la sonrisa. Si a él le hubieran hecho eso, les hubiera mordido o soltado una buena patada... Nunca estuvo acostumbrado a la ternura, así que era mejor y más fácil reaccionar con violencia.

           

-Su hermanito se verá bien - Aludió ella, revolviéndole los cabellos a Bruce.

 

-Sí, su hermanito

 

            Jason se giró, sin sobresaltos. Había reconocido la voz de Roy... Y no venía con Starfire. El arquero alzó los hombros. La mujer andaba rara últimamente, casi celosa... Posesiva, por lo que no soportaba a Roy todo el tiempo y dicho sea de paso, Roy no estaba para aguantar desplantes de vengadora mimada.

 

-Tu departamento esta desalojado.

 

-Tengo que encontrar otro.

 

-¿Vas a empezar tu guardería? - Jason le miro mal - Te pareces más a papá B de lo que crees.

 

            Roy se arrepintió rápidamente de lo que dijo. Su nariz estallo en dolor y escurrió sangre. El puñetazo le mando al suelo antes de saber lo que había pasado.

            Sabía que se lo merecía. Jason era un niño muy sensible cuando se le hablaban de su padre.

            Bruce ni se sobresaltó y siguió mirando los cachivaches en descuento por las mesas del fondo.

           

-Una advertencia, a la siguiente hay plomo. Lo sabes.

 

-Lo siento. Lo siento - Dijo apretándose la nariz - No tenías que ser tan bruto. - Se quejó - Sólo decía. Has ido a escoger a un mocoso que se te parece. Es algo que siempre me pregunte de Bat, siempre escogía a niños parecidos... Por momentos parecía que los buscaba así,  Tú vas por el mismo camino - Y alzo las manos, rindiéndose. Un golpe era suficiente - Podías dejarnos un mensaje.

 

-Lo iba a hacer. Cuando tuviera un nuevo lugar.

 

-Júrame que no es por el mocoso - Jason no le contesto - Jaybird, no puedes cargar con un niño.- Su rostro parecía haber olido el aliento a pescado del pingüino, eso le gusto a Jason. Roy estaba preocupado por la manera en como pudiera afectarle tener a un mocoso a la espalda.

 

-No lo entiendes, Roy... Déjame solo. Luego te llamó.

 

-¿Cuando? ¿Después de recogerlo de la escuela... Antes de arroparlo ó en medio de la ducha nocturna? - Jason boqueo - ¡Lo sabía! No sé mucho sobre hijos... Pero sé lo que es ser un hijo y esperar ciertas cosas de los protectores. Olli era un mal padre, me dejaba abandonado incluso en los aeropuertos... Accidente o no, y poco se enteraba de las cosas importantes que no tuvieran que ver con la vida nocturna y el patrullaje... Pero, con Olli jamás me falto ropa, techo, afecto (sabía que lo tenía sólo era difícil demostrarlo) educación, así como con Bruce no te faltó nada... Antes de, tú sabes.

 

-Sí, lo que sé.

 

            Bruce se dejó jalar por Jason, total, ya tenían todo lo que vinieron a buscar y lo que no también. Su tripa sonó sacándole una risotada a Jason, dándole la razón a Harper, llevó a su padre a un Burger King cercano. La comida rápida era mejor que nada.. Aunque Alfred no lo aprobaría.

            Bruce devoro su cajita feliz e ignoro el juguete. La comida era lo único que tenía su atención.

            Jason continuaba viendo en el periódico algo que sirviera, barato y bien ubicado. Seguro que todavía tenía dinero del último señor del crimen al que había despojado incluso de sus pantaloncillos, pero... Era mejor ahorrar.

 

-Jay... Tengo sueño - Dijo Bruce, aunque Jason juraba que aquello fue más una demanda de buscar un sitio en donde dormir.

 

-Buscaremos un hotel... Ya luego..

 

-Tu amigo, el de la gorra... - Jason no dejo pasar el sonrojo que revoloteaba en la frente de su padre. Adorable - Parece simpático.

 

-Es algo hartante.

 

-¿Entonces no te agrada?.

 

-Sólo es hartante de vez en cuando. Es un gran amigo - ¿Qué pretendía su padre con el interrogatorio del millón de dólares?...- ¿Bruce?.

 

-¿Salen a menudo?

 

-¿Te gusta Harper? - Soltó de una. Al fin y al cabo Bruce estaba cuestionándole como una colegiala enamorada.. Y ¿Qué de todas maneas no era en esta la edad en donde los mocosos se fijaban en los hermanos mayores y en las guapas maestras?

 

            Bruce pegó un brinco en su lugar y apresuro el paso, soltando la mano de Jason que seguía sentado en la mesa del dispensador de comida chatarra. Jason le persiguió de inmediato, chocando con unas cuantas personas.., ¡Maldición con su padre! ¡Tenía talento para escabullirse!.

            Le pillo no demasiado lejos, esperándolo en la esquina para cruzar la calle.

           

-No hagas eso, Bruce. - Demando... Y por un segundo se sintió viejo... Muy viejo.

 

-Yo... Lo siento. No volverá a pasar.

 

            Y para Jason tampoco pasó desapercibido que de repente su padre le tomo de la mano, y que se refugió de nueva cuenta en su cadera, con el ángulo perfecto para no estar en posición para que él pudiera darle una azotaina con la otra mano.

            Prácticamente le suplicaba para que no le pegara.

            ¿Cuánto Martha y Tomas habrían golpeado a Bruce en realidad?

 

-Mira, Roy esta libre... Así que haz lo que quieras - ¿Esto era en serio? ¿Estaba animando a su padre a corretear tras las flechas de Arsenal? Damian iba a matarlo... ¡No! No, Damian no haría nada, él mismo mataría a Roy como hiciera algo con su padre... Que su padre no quisiera. ¡Joder! Que ahora estaba consintiendo algo que siquiera podía pronunciar.

 

-Jay.... ¿Estás bien?. Me estas asustando - Cuando las personas se sujetaban de esa manera la cabeza, no era bueno. Siempre venían las voces después... Y con ellas, venia el dolor.- ¿Te duele?.

 

-No esa clase de dolor, Bruce - Apaciguo y se inclinó. ¿Podría estar a la altura de lo que su padre ocupaba? - Roy puede llevarte a la feria...

 

-Está bien, Jay... Ya entendí. - Jason suspiro aliviado - Roy es tuyo.

 

            ¿Cómo demonios su padre terminaba con esas conclusiones?

Notas finales:

¿Y que les parece?

¿Jason la tiene fácil con su padre ideando cosas o es que él ve más allá?

El primer cuidador de Bruce descubre algo nuevo de su padre... ¿Que más ocultó el gran icono de Bruce Wayne?

Hasta la proxima!!!


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