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Batman deja de ser Batman por Polaris

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Notas del capitulo:

Estoy viva!!!!!

ya hace tiempo que no actualizaba esta historia, pero no se preocupen, que no voy a abandonar ninguna de ellas.

sin más tiempo que perder, a leer!!!!

 

-Tengo una junta hoy – Grito Tim, casi pateando a Roy de la puerta para que le dejase pasar con el jugo en la mano - ¡Demonios! Háganse a un lado. Voy tarde.

 

-Tim, no olvides que tenemos cita a las dos para hablar sobre las inversiones para mi Circo – Recordó Dick con la tostada en la boca - ¡Voy tarde! Hoy no llego, tengo misión para Spyral.

 

            Bruce estaba sentadito junto con Damian, ambos estaban comiendo lo que Alfred les había preparado antes de tener que irse a preparar el auto que usaría Drake para llegar a las oficinas.

            Bruce estiro su manita hasta la azucarera que estaba en el medio y sin conseguirlo, se puso de pie en la silla, resbalándose con la precisión de no ser notado. No quería llamar la atención de su Ada o su padre justo ahora que estaban muy ocupados y gritándose los unos a los otros sobre cosas que no entendía. Damian le facilito la vida y de paso le acerco la fruta que convenientemente no quería.

 

-¡Han visto a Kori! – Grito Roy con la computadora en mano, triangulando la posición de su compañera y ahora exnovia. Jason volvió a armar sus pequeñas bebes y dejo el trapo y el aceite en la mesa, confiando en que Alfred la limpiaría para cuando llegaran – Ya voy yo.

 

-Vamos – Le corrigió Jason – Al garaje. Agarraremos la moto de Dickface.

 

            Dick se frenó de golpe con la nueva información, calibrando su nuevo plan. En una ocasión amenazo a su hermano para que cuidara de su princesa, ahora le parecía justo que él se encargara.

 

-No puedes enfrentar a Kori – Alcanzo a decir Tim justo antes de cruzar la puerta por completo – Estoy muy ocupado justo ahora. Espera un día o dos y hacemos un plan.

 

-Sí, no sé cuánto me tome esto. Spyral está tenso – Se justificó Dick – Quiero hablar con ella antes de que la desaparezcan…

 

-Ellos no van a hacer nada – Volvió Tim a la carga – Ese es mi trabajo

 

-¿De cuándo acá, Remplazo es tu trabajo desaparecer a la gente? – hostigo Jason.

 

            Los cuatro hombres seguían caminando y en su acalorada discusión terminaron por alejarse con un plan simple que satisfacía a todos.

            Bruce no recordaba a su Ada y padre actuando de ese modo. Su Ada se había sentado con las piernas abiertas en la silla y comido mientras limpiaba sus armas e ignoraba a su padre que parecía muy entretenido con sus manos en la computadora que trajera del departamento en el que estaba. Era común que no se besaran pero no que evitaran hablar de trabajo.

 

-No puedo creer que se les olvidara que yo voy a la escuela – Se quejó Damian, mordiendo su rodaja de limón, la que siempre dejaba al final de su té para que le quitara el sabor del mismo. – Drake se llevó a Pennyworth y no quieren que agarre un auto ni que falte a ese estúpido colegio que no me enseña nada.

 

-Damian – Interrumpió Bruce no muy seguro. Su familiar parecía que mordía a la menor de las provocaciones y ya estaba cansado de esconder sus heridas. El mencionado sólo espero a que su padre le dijera su necesidad y convenientemente recordó que hoy los idiotas arreglarían la admisión de Bruce al colegio para que comenzara el año… ¡Fantástico! Primero se llenaban la boca con quien sabe cuántas falacias y al último los olvidaban… olvidaban a Bruce que estaba quieto, intentando saber qué demonios había pasado en la mañana - ¿Que voy a hacer en todo el día? – Con nerviosismo Bruce se bajó de su silla y fue hasta el otro, subiéndose en sus rodillas. Pidiendo un espacio que no se le negaría – Tú vas a la escuela y ¿Yo?

 

            Dami quiso matar a sus estúpidos hermanos por ineptos. Bruce se quedaría solo la mayor parte del tiempo con Alfred haciendo sus deberes y ellos en sus tareas y misiones.

 

-Vamos, enano – Y le indico que lo siguiera. Bruce le tomo de la mano y Damian no tuvo corazón para rechazar el contacto – A lo mejor tenga un uniforme que te pueda quedar.

 

            Aunque buscara la ropa más pequeña, ninguno le quedaba al enano. Bruce tenía el cuerpo de un niño de cinco años… le doblo las mangas y los pantalones. Le puso un cinturón y corto la corbata lo necesario (Ya luego compraría más) admito su obra y evito reírse. Bruce lucia bien y tierno. Como un conejito usando ropa. Y por la forma en la que Titus lo flanqueaba, no era el único que pensaba que Bruce debía de ser cuidado.

            Llegando a la escuela, le compraría el uniforme correspondiente en la dependencia de la estancia. Una forma que la institución tenía para ahorrar tiempo a los padres de familia, disminuir las excusas de no portar el uniforme como dictaban las normas y claro, guardar algunos fondos para lo que fuese necesario.

            Le coloco el casco de la moto que usaba. Una que debes en cuando su padre le dejaba correr en las montañas. Al menos ese si se pudo ajustar mejor. Bruce nunca se había subido a una de esas cosas y Damian no manejaba precisamente lento y menos con el tiempo encima. Damian debía de cuidarse de no toparse con policías o su nombre sólo empeoraría la situación. La mayoría de las veces usaban la fama para dar ejemplos de comportamiento y sanciones ejemplares y con lo que se venía encima, mejor mantener un perfil bajo.

            No era bueno que un niño condujera una moto.

            Con cuidado se estaciono en el sitio más apartado del aparcado y bajo a Bruce, que seguía temblando. Damian juraba que sus costados estarían morados para la noche, Bruce enterraba los dedos con ganas.

            Le quito el casco y las rodilleras.

            Bruce agradecía estar en el suelo.

 

-¿Listo para un día aburrido de clase? – Pregunto con sorna. Según sus cálculos, su padre debía de asistir a párvulo pero eso significaba mandarlo al otro lado del campus, muy lejos de su vigilancia. La primaria era mejor. Estaban en el mismo edificio y podría socorrerlo si lo necesitaba – B estarás bien… ¿O prefieres entrar conmigo?

 

            Bruce se armó de valor y recordó que esta sería su nueva escuela… por lo que tenía que empezar a hacer amigos y conocerla. No podía contar con Damian todo el tiempo. Damian tampoco querría estar con algo tan molesto las veinticuatro horas los siete días de la semana. ¿Quién querría estar con él?

 

-Bien – Asintió – Iré a la Dirección y les explicare unas cuantas cosas.

 

            En menos de media hora, Bruce ya tenía un grupo asignado y una bienvenida por una secretaria muy vieja que juraba y re juraba que el que estaba en frente de ella era Bruce Wayne padre y no hijo, como explico Damian.

 

-Ya sabe, Director – Inicio con sus encantadores modos – Mi padre es una persona que le fascina ayudar y que siempre está atento a su deseo de hacer crecer a la familia – Y seguía siendo polémica el que Bruce Wayne adoptara y reconociera hijos cuando ya tenía uno propio. Damian ignoraba a los malintencionados que le llamaban el Bastardo Millonario o el Sucio Secreto de Bruce Wayne aunque ocasionalmente si se sentía así. – No ha podido presentar el asunto él mismo porque está en un viaje de descubrimiento científico muy importante para las empresas Wayne y que lidera personalmente pero como ya vio, a dejado una carta con su firma y sello.

 

-El señor Richard…

 

-Mi hermano está ocupado, igual que el resto – Interrumpió – Queremos mantener esto lo más que podamos en secreto. Hasta que padre decida que es tiempo de presentar a mi hermano en público.

 

-¿Y cómo se llama este lindo señorito? – Dijo derrotado el Director, ya resignándose a sumar otro torbellino a su amada institución. El chiquillo era lindo y se había quedado callado durante todo el rato…

 

-Soy Bruce Wayne – Se presentó B y Damian sonrió con su mejor mueca depredadora.

.

.

.

 

            Dick, Roy y Jason estaban en el viejo departamento de Jason. En donde antes vivía con su grupo.

            Dick se calló todo lo que tenía que decir con respecto de la zona. Admitía que Jason no era el santo entre ellos y que incluso, pudiese dormir en una alcantarilla si el asunto lo requería pero de allí a arriesgarse y soportar todo lo que rodeaba a su piso era otra cosa. El sonido del sexo del departamento conjunto le ponía los pelos de punta y la golpiza del piso de abajo era difícil de ignorar… si a eso le sumaba la detestable vista de unos macuarros vendiendo su porquería a plena luz del día pues… Comprendía porque se había mudado cuando Damian le dejo a B.

            El colmo hubiera sido que no lo hiciera. Jason era más responsable de lo que le gustaba admitir para sí mismo.

 

-¿No tenías un circo que dirigir? – Dick ignoro a Jason que levantaba unas tablas del piso para asegurarse que lo que fuera que escondiera siguiera allí – Es Kori… podemos solos. Es más, sobras.

 

-No empieces, Jaybird.

 

            Roy se fue para el cuarto y si… la encontró dormida en la cama. Jason había dejado el departamento tal y como estaba. Con lo mínimo, claro… pero algo que pudiera usar en caso de emergencia. Roy sonrió para sus adentros al saber que Jay seguía tan paranoico como siempre y a su ver, nunca se tenían suficientes casas de seguridad. Jason no se caía desmayado en el primer tejado, de echo aguantaba hasta que se sintiera seguro o se adentrara a uno de sus territorios. Cuando bien le iba, Kori o él lo recogían y se encargaban de sus heridas, cuando no, Jason se la jugaba.

            Jason siempre menospreciaba su vida, la trataba como si no tuviera valor. Algunos describían a Red Hood como el chico malo y ciertamente clavaba una bala antes que una palabra en el criminal de turno, pero, Jason también era el chico lindo que se sonrojaba cuando le abrazabas por la espalda y le deseabas buenas noches… era la familia que no traicionaba y estaba presente para atraparte. Roy quisiera que Jason se viera tal y como él lo apreciaba, igual y uno de esos días, dejaba de provocarle un paro cardiaco.

           

-Nena, despierta – La movió con una de sus flechas. Kori tenía un mal despertar. Nunca se sabía si arrojaría una oleada de fuego o un golpe. Demasiado acostumbrada a su esclavitud y él ya tenía muchas marcas de su ex en el cuerpo como para querer otra– Nena, Jaybird quiere tu cabeza. Será mejor que despiertes o lo harás enojar más.

 

            Kori se removió, molesta por la presencia de Roy pero en un segundo, después de caer en cuenta que si era Roy y no una de sus imaginaciones el que estaba frente a ella recordándole su ausencia, le atrajo con fuerza hacia su pecho para sentirlo y confirmar que el vapor que respirara en la última misión en solitario no estuviera causándole alucinaciones. Luego se giró encima e inmovilizo a su chico contra el colchón, sentándose en sus caderas, sugiriendo una danza mejor.

            La piel de Arsenal siempre fue suave para Kori. Particularmente la encontraba como la de los muchachos en la casa de placer en los barrios donde estuvo cuando esclava. Le gustaba verlos y luego, pudo tener a dos para ella sola.

 

-Oh, Roy, oh, si – Olfateo el cuello y los labios, le hablo despacio en Tamaraniano y espero a que Roy le respondiera – Cuanto tiempo. Ya empezaba a extrañarte – En ocasiones, Roy detestaba ser un simple humano cuando se enfrentaba a alienígenas espaciales, especialmente cuando Kori se ponía dominante. Si su chica decía que tenía ganas de algo, él simplemente se dejaba jalar. Era mejor, para ambos. Nunca inmiscuyo a Jason en el tema, era privado – Dime que me amas, Roy. Quiero escucharlo de nuevo.

 

-Kori, basta… no – Intento nuevamente quitársela de encima pero sólo consiguió que le apretara más las muñecas y se restregara sobre él. ¡Era humano! ¡Un simple hombre! Como siguiera igual y reaccionaba - ¡Kori!

 

-Nunca me rechazas – Se frenó, extrañada y estupefacta, y Roy trago duro. Kori no era buena con los rechazos - ¿Sucede algo, Roy? ¿Ya no me amas? – Roy olvido que no estaba solo y comenzó a desesperarse. Kori era capaz de hacerle mucho daño como no le respondiera lo que quería oír pero tampoco era capaz de mentirle así a alguien a quien amó. Si Kori no lo respetaba, él no era igual.

 

            Tenía que esperar a que Kori se distrajera y pudiera hacerse con una de sus flechas para poder escapar. Tendría suerte si es que no lo perseguía. Ocasionalmente Kori prefería a Jason cuando eso pasaba y al final, su amigo no podía verlo a la cara por un par de días. A Jason no le gustaba cuando Kori lo agarraba solo, eran un trio o él no participaba.

            Una forma extraña de demostrar camarería. Jason jamás se quiso meter entre ellos pero no lo consiguió.

            Con tanto revuelo y sonidos sofocados, casi un llanto apagado, Nightwing y Red Hood afilaron sus armas y se asomaron al cuarto, esperando ver en el suelo a su amigo y al agresor. Estaban preparados para golpear y matar, respectivamente pero no supieron reaccionar al notar esa faceta en Kori. Intercambiaron miradas y en silencio, conversaron lo nuevo que les sabía ver a Kori forzando a Roy a corresponderle el beso mata pasiones.

            Ambos exrobins sintieron la sangre hervir. Kori no pintaba nada sobre su pelirrojo.

 

-Jujum – Carraspeó Jason – Siento interrumpir – A Roy se le fue el alma del cuerpo. La ultima cosa en el mundo que deseaba era que lo encontrasen siendo un objeto para Kori – Pueden continuar después, ahora queremos hablar de un asunto contigo, Kori.

 

-Jason – Exclamo toda feliz, abandonado a su roto juguete por el otro. Prácticamente levito hasta que se dio cuenta que al lado de su pelinegro estaba Dick que le veía feo. Era nuevo ver que Nightwing podía estar en la misma habitación que Jason sin golpearse. Richard siempre fue muy sensible con el tema de su hermano muerto y señor del crimen - ¿Qué sucede?

 

-Tú dímelo, Stirefire – Kori supo que Jason no estaba feliz con ella – Se supone que deberías de estar cuidando del niño que te pedí protegieras hace semanas atrás. Niño que abandonaste sin culpa – Golpeo el suelo.

 

-Dijiste que era un Robin – Dick no reprendió a su hermano - Estará bien – Zanjo el asunto y trato de irse.

 

            Dick de manera disimulada verifico que Roy estuviera bien. El pelirrojo oculto con el largo de sus guantes la marca que le había dejado. Era un golpe al orgullo admitir que Kori hacia eso cada que le apetecía. Ambos fingieron que nada pasaba.

            Pero esa conversación tenía que tenerse.

 

-Nunca te dije que sería un remplazo – Contradijo aún más furioso. Intentando recordar si realmente lo hizo. No era claro para él, estaba bajo mucha presión, bien pudo hacerlo y bien no… pero de cualquier forma, mejor que Dick no se enojara contra él. – Te  pedí que lo alimentaras, lo llevaras a la escuela… Que lo cuidaras… ¡Maldición! ¡Que casi lo violan! ¡Casi lo venden! ¡Sabemos que pasa con los niños que secuestran en Gotica!

 

-¡Tiene que aprender a cuidarse!

 

-¿¡Esa es tu excusa!? – Cuestiono – Sera mejor que lo pienses nuevamente, Kori. Dependiendo de lo que me digas, decidiré cuantas balas meterte.

 

            Kori jadeo, sorprendida y dolida.

            ¡Jason la apartaba!

            ¡Ese mocoso no sólo le quito a Roy sino también a Jason!

 

-¿Serias capaz de matarme, de herirme por un mocoso que se olvidara de ti? – Jason tembló – Es un mocoso que se irá a la primera. Es alguien que no debe y ni puede estar con nosotros y lo ¿Defiendes?- Kori no lograba entender. Los niños en su planeta se cuidaban solos cuando ya podían caminar. Estaban exagerando al cuidar de esa manera al enano - Si lo quieres aquí, tiene que ser capaz de…

 

-Korian – Interrumpió Dick – Responde. ¿Por qué abandonaste a B? ¿Por qué dejaste con hambre a B? y ¿Por qué lo despreciaste? No estoy preguntándote lo fuera que consideres B debe de tener para estar a nuestro lado. Eso no te corresponde.

 

-¿También tú? – Chillo incrédula. Ella contaba conque Dick la apoyara.

 

-¡Responde! – Exiguo Richard. Jason respiro hondo, había olvidado lo intimidante que el chico dorado podría ser. De entre todos, Richard era el que contenía su vena sádica… pero bueno, según la cantidad de luz, eres la cantidad de oscuridad… y Dick siempre había sido una luz muy brillosa… nadie quería meterse en sus sombras – Korian… no me hagas arrepentirme de amarte.

 

            Kori no comprendía ese desprecio. Anteriormente Richard había amenazado a Jason por ella. Había enfrentado a Slade por ella. Lo suyo no resulto pero no debía de abandonarla, ella tendría que dejarlo, no al revés.

 

-No pueden tener a un niño – Explico, con calma. Ella adoraba a Jason y Roy, y no los compartiría con un mocoso que venía a robarle lo suyo. Pero si iba a hacerlo, le cobraría lo justo. Roy y Jason eran imposibles de remplazar y supo que tenía que hacerlo cuando ese mocoso le impidió a Jason ir hasta su cama con Roy y ella – Es todo.

 

-No te creo, Star – Siguió Dick. Jason se hizo a un lado, pues su hermano seguía caminando, imponiéndose sobre Kori – Pero, considero que aprendiste algo en tus años como esclava: la crueldad no debe estar justificada para llevarse a cabo- Kori asintió – Si, pues, resulta que tampoco tengo que tener razones…

 

            Kori apenas sintió el voltaje atravesarle y percibió el olor a quemado que salió de su boca antes de caer a los pies de Roy que seguía fingiendo bienestar para luego cerrar los ojos y desear que Dick siguiera junto a ella.

           

-Uno no puede enfrentarse a Stirefire en un mano a mano – Concedió Nightwing. Jason chisto pero estaba conforme. Quisiera hacerle algo más a la que fue su amiga pero el Golden retriver tenía razón, sería como intentar atravesar la piel de Superman y Kori no era afectada por la Kriptonita, ni los cuchillos de aleación especial – No soy líder de los Titanes pero podemos asegurarnos que Tim mengüe a los otros de no responder a los llamados de Starfire y convenceremos a la Liga de lo mismo, Superman puede ser muy protector con Bruce.

 

            Aislar a la Tamaraniana sonaba bien. Ella no podía regresar a su planeta y nadie le daría consuelo. Era decepcionante no poder golpearla. Pero, eso los haría como Kori, como los villanos que atrapaban a diario y no, la cosa no podía ir por allí. Hablaron sobre hacer las cosas diferentes, entonces, debían, se debían el no caer en la tentación y agredir a Kori podía ser contraproducente. Los tres hombres veían tras el velo de sus ojos centellantes, advertían los celos y la venganza. Ya estaba dolida por escoger a B sobre ella. No deseaban que en un descuido (No que lo tuvieran) fuera a por su padre.

            La dejaron tirada en el piso.

            Roy se metió al auto y se puso sus audífonos. De mala gana Jason condujo no sin Dick gritándole cada cinco segundos sobre direccionales, luces rojas y diferentes cosas del reglamento de tránsito. El pelirrojo tenía planes de huida por lo que con el mando automático, Dick se aseguró que no pudiera abrir las puertas en las luces rojas o las ventanas. Para cuando atravesaron la reja y Jason aparco en el garaje, Roy patino con sus convers, sabiendo que la salida era la entrada principal a cien metros de distancia de donde estaba.

            Dick lo flanqueo por enfrente y Jason por detrás. Seguros de que Roy aguantaría una confrontación. Estaban siendo unos insensibles hijos de puta pero que deseaban respuestas.

 

-¿Desde cuándo? – Asalto Jason apenas entraron en la sala en la mansión Wayne. Alfred no pudo señalar que pasado del medio día el amito Damian había marcado para decirles que pasaría a por el amo Tim para ir de compras y consentir al maestro Bruce. Pero pudo compadecerse del joven Harper, por lo que fue a preparar un buen té con su receta especial – Cuando hablabas de abandonar a Kori, cuando dijiste que las cosas ya no estaban funcionando ¿Era porque se comportaba así? – Y Jason se culpaba. Siempre acostumbrado a las formas extrañas de Kori. La justificaba muchas veces por ser extraterrestre, con costumbres diferentes y significados estrafalarios pero no ver que lastimaba a Roy era imperdonable - ¡Roy!

 

            El arquero lamentaba no traer sus flechas consigo. Dick era menos brusco, pero seguía inspeccionándolo. De hecho, cuando Dick le cogió de la mano para ayudarlo a ponerse en pie en el departamento de Jason, notó su forma de buscar más heridas, vendas, y confirmar que nada le hacía peligrar.

            Estaba acostumbrado. Cuando era drogadicto, Oliver, cuando le tenía fe y paciencia, hacia lo mismo. Revisaba a la distancia sus brazos, buscaba las marcas en su espalda y veía sus ojos. Siempre le hablaba viéndole a los ojos para saber qué tan intoxicado o limpio se encontraba, antes o después de un patrullaje. En las mañanas, no le dejaba solo en el baño y por una temporada, incluso probo con el condicionamiento… y falló.

            Pero no se trataba de eso.

            Dick y Jason le reclamaban sobre su debilidad.

 

-Ya sabes cómo es Kori, viejo – Trato de quitarle hierro al asunto y consiguió poner furiosos a ambos.

 

            Dick tumbo a Roy al sofá, le sujeto por el cuello y le inmovilizo. Jason alzo los brazos en son de paz. Tentado en romperle los brazos a Grayson por maltratar a Roy.

 

-Ya sabes como soy, Roy – Le hablo sobre los labios. Curioso, se dijo Dick, normalmente era Roy el que le coqueteaba y rompía su espacio personal.

 

-Mensaje codificado, recibido – Tartamudeo. Aun se sentía muy cerca de Kori. En otra circunstancia disfrutaría la cosa. Incluso le metería mano a Dickbird. – Jay, quítame a tu psicótico hermano de encima.

 

-Ahora soy psicótico – Rio Dick – Ven Jaybird – Se burló. Jason detecto que estaban forzando a su amigo mucho – El segundón quiere que lo ayudes. Quiere que le…

 

-¡Carajo, Grayson que si sigues por allí, te parto la cara! – Grito Jason. Dick les vio y siguió con Roy. Su amigo fue cofundador de la justicia joven y de ninguna manera se quedaba quieto cuando le pasaban encima. Kori le había enseñado algo malo, le había quebrado.

 

            Roy era un cachorrito apaleado y necesitado, tanto o más que Jason. Siempre ponía buena cara y buscaba en las personas lo mejor, les daba su confianza y siempre salía lastimado. Veía por ellas y se sacrificaba. Jason debía de saberlo mejor que nadie, él recibía esa devoción todos los días. Roy le seguía hasta el fin del mundo, comandando y viajando en naves espaciales y metiéndose en la liga de asesinos.

            Siempre luchando con ese sentimiento de no ser nada ni nadie. Siempre peleando por ver que era el mejor y no una pérdida de tiempo. Intentando que le vieran y respetaran. Que le quieran.

            Dick sintió por vez primera que Roy necesitaba de dos personas, no una, sino dos para cubrir su carencia de amor.

 

-¿Qué fue lo que Kori te dijo? – Pregunto Dick aun encima de Roy.

 

-¿Te acuerdas de cuando nos dijeron consortes de la princesa? – Jason asintió. No se sintió cómodo con lo abierto que eran con esos temas -  Kori nunca te lo dijo pero les explico que tú eras el primero y yo el segundo – Roy empujo a Dick, harto de que le respirara encima – Parece que los segundos consortes no tienen los mismos derechos que los primeros y Kori se lo toma muy enserio. Me ama, según ella, y lo hace. – Jason no llamaría a eso amor – Ama al segundo como se supone debe de amar al segundo, en este caso debería de ser el tercero – Y miro a Dick. Si bueno, todos sabían que Dick siempre tuvo algo inconcluso con ella – Por eso digo que es normal.

 

-Estas lastimado – Exclamo furioso Dick.

 

-Siempre se pasa – Esa no era la manera de hacerlos desistir con el tema. De repente querían regresar y encontrarla, hacerla tricitas y arrojarla a su planeta a que corriera con la suerte que le correspondía - ¡Vamos, es gracioso! Soy uno de los pocos hombres violados por una mujer.

 

            Alfred contuvo a Jason al sujetarle por el hombro y les pidió guardar silencio. No ocupaban que el joven Harper se sintiera peor, debían de ayudarlo y no de hundirlo. Les hizo a un lado y le dio su té al pequeño. Sin importar cuantos años pasasen o lo fuertes que fueran, con sus piruetas en el aire y sus trucos cutres que hacia kabum y destrozaban todo, ellos seguirían siendo los enanos que vio crecer y fortalecerse entre kevlar y expandex.

            Le hizo tomar su menjurje y se sentó al lado. No confiaba en sus jóvenes amos para que se detuvieran.

 

-Esto está buenísimo, Al – Elogio Roy – Sabe raro y fuerte pero bueno. ¿Hierbas del médico brujo?.

 

-No, joven Roy, le ayudara a dormir.

 

-Roy – Empezó Jason y apenas se ganó la atención del susodicho - Nunca te rechacé – Dick se le quedo viendo – Bueno, sí, no sabía nada de esto. Si yo lo hubiese sabido… - Jason se detuvo, se estaba pareciendo a Bruce. ¡Qué horror! – Yo…

 

-Entiendo Jaybird – Le calmo – Si hubieras sabido que cuando te ibas sin besar a Kori, ella se enojaba y se desquitaba conmigo. Si, lo sé. Si hubiese sabido que cada que no compartías nuestra cama ella se ponía algo brusca lo hubieses echo. Y al final siempre que nos decías que éramos muy ruidosos, que era muy ruidoso, no sabías que no era exactamente de placer, te hubieras metido, lo sé.

 

-¿Qué le diste, Alfred? – Exclamo Dick, preocupado de que sus secretos fueran revelados. Era seguir violando a Roy pero ahora con su persona.

 

-Es una etapa – Explico – Antes de dormir sin pesadillas, hablara. Lo siento. Pero era lo único que tenía y que sabía le haría bien al señorito. Resistan – Les exigió – Fueron valientes para arrinconarlo. Querían respuestas, ahora sopórtenlas.

 

            Alfred se levantó y se fue.

 

-¡Si! ¡Claro! Pero estas huyendo, Alfred – Le grito Jason.

 

-No es cosa de Al, Jay – Le dijo Richard – Roy, mejor trata de dormir. Cierra los ojos y hablemos más tarde, cundo te sientas mejor.

 

-Sabes que siempre soy lo segundo para todos – Rio un poco – Siempre llego al último.

 

            Les destrozaba escuchar así a su amigo. Era vergonzoso que ellos no hicieran nada a tiempo que dijeran preocuparse por él y llegaran a estos extremos.

 

-Deben de decirle a Alfred que su té es genial – Rio un poco más – Siento los ojos muy pesados y ya estoy viendo cosas.

 

-Duerme – Insistió Jason.

 

-Si porque no quiero ver como R´as los mata – Farfullo – En serio Al esto es genial, hasta veo al líder de los asesinos en la sala, sentado en el piano. Ajajaj, nos va a matar. Bueno a ustedes porque yo me voy a dormir.

           

            Jason y Dick se giraron, aterrorizados. Esperando que lo que Roy decía fuera una alucinación  provocada por el té mágico pero su sorpresa fue ver a Ras Al´Gulh  en el piano. Justo como Roy les dijo y ninguno pudo moverse.

           

.

.

.

 

-Bueno, asegúrate de archivar las citas como corresponden por favor. No quiero tener que recibir sermones de Luthor nuevamente – Y es que el villano insistía en regalarle un androide como la suya para las tareas en la oficina – No quiero fingir pensar el despedirte. Gracias.

 

            Tim colgó el intercomunicador con su secretaria y se masajeo las sienes, cansado. Desde la mañana que no había comido nada y trabajado con diferentes inversionistas que aseguraban poder aumentar las ganancias en las empresa con menos inversiones según ellos. Lo que se traducía en la construcción de mala calidad. Algo que no haría.

 

-Si no quieres la ayuda de Lex puedo mandarte a Sarab – Tim brinco de su lugar para recibir a R´as. No esperaba una visita tan pronto pero nada era impedimento para el dueño del mundo, según él. Tim tenía sus dudas – Igual de eficiente que un guardaespaldas y una secretaria.

 

-Por eso lo tienes contigo – Le rebatió. El asesino era un japonés lindo. Siempre presto a las órdenes de su amo y le agradaba. Pero no le parecía conveniente tenerlo por ahora – Todo lo contrario, mi petirrojo, podría cuidar de Bruce ahora que no pude defenderse. No siempre estarán ustedes para cuidarle. Tienen enemigos en la ciudad y no hablo de los que usan mascara.

 

-Tendría que explicarles.

 

-¿Te incomoda?

 

-¡No! Nunca me incomoda ser tu pareja, me estoy preparando para detener su avance contra ti. Pensaran que estamos saliendo porque me estés amenazando.

 

-Agradezco es protección, Tim pero puedo cuidarme solo.

 

-Ya sé – Trato de restarle importancia al asunto. Estaba cansado de no ser honesto con su familia pero una cosa era encamarse con Gatubela y otras con R´as. – Ahora que Damian lo sabe…

 

            R´as le atrajo, desde la cintura, con ternura, con cuidado, asegurándose de que su petirrojo no estuviera lastimado por su cruzada vigilante. Siempre le visitaba con heridas nuevas y moretones dolientes, y no podía saber cuándo le hacía daño hasta que le sacaba una queja de esa boquita aduraznada.

            Tim se dejó llevar, nadie les vería.

            Tantos días sin el otro eran costumbre pero querían dejarlo por la paz. Deseaban estar juntos pero para eso alguien tenía que mudar sus deberes para el otro lado del mundo. Y ambos eran tercos.

 

-Ahora entiendo porque no dejas pasar a nadie – Saludo Damian. Bruce iba agarrado de su mano y les veía con curiosidad – Abuelo, Drake, buenas tardes.

 

            R´as saludo a su nieto y se dejó caer en el sofá con Tim en las rodillas. En la isla, Tim ocupaba ese lugar o a su derecha mientras comían. Pero, costumbres eran costumbres. Un sitio que se dejaba para alguien en quien se confiaba. R´as le daba el lujo de decir que Tim sabría protegerle del costado del que flaqueaba.

 

-Tengo que hacerme a la idea de que veré esto a menudo – Damian aún no comprendía que fue lo que se vieron pero bueno – Drake venia para pedirte ir de compras. Acabo de inscribir a B en la escuela.

 

-¡Damian! – Le llamo la atención – No debiste hacerlo. Quedamos en que a su tiempo.

 

-Y mientras tanto se queda solo – Desenfundo – B no puede estar así. Si yo me veo forzado a estar en esa escuela, entonces B también. Ahora que si votan por una educación en casa, me ofrezco a ser su maestro. Ya termine la universidad, tengo un título ¿Recuerdas?

 

-Damian – Le corrigió R´as. No le gustaba como se dirigía a su amado. – Estas faltándome el respeto. – Ahora su abuelo dejaba en claro que Tim era suyo, parte de él. Damian se mordió los labios. Siempre se había llevado así con el remplazo, era su hermano. Su abuelo estaba siendo muy duro. A él le faltaba acostumbrase para tratarlo como correspondía.

 

-Antes de ser tu amado fue mi hermano, abuelo – Le explico – Siento si mis formas son bruscas. No volverá a pasar – Tim sintió una brecha abrirse entre ellos. Estaba pasando lo que no quería y temía, se estaban alejando de él por R´as – B, él es mi abuelo y el esposo de Drake, él es Ras Al´Guhl.

 

            Bruce le vio con sus grandes ojos y apenas se despegó un poco de Damian. Confiaba en lo que le decía pero si este era el abuelo de Dami.. ¿Qué era R´as de él?. Salió detrás de Damian y saludo al hombre justo como Ada Jason le enseño a hacer, le tendió la mano y le dijo su nombre, luego espero paciente a que le hicieran un cumplido para poder recitar de memoria sus gustos previamente autorizados por su Ada.

 

-Me gusta cabalgar, a lo mejor podamos hacerlo – Termino Bruce. R´as asintió. Sabía de antemano lo que pasaba con su Detective y le dolía perder a alguien tan valioso. Su adversario no fue sólo eso, sino que fue parte de su familia y parte de su historia – Tim… ¿Si vamos de compras?  - Sabiendo que no podía pedir nada, Bruce se animó, aun retorciendo sus deditos, arriesgándose – Es que no tengo cepillo dental. Prometo tener la tarea para las nueve, terminada.

 

            El intercambio no pasó desapercibido y R´as le lanzo una mirada a su amado, él ya esperaba que hubieran extinguido esos comportamientos pero al parecer, la familia del Detective seguían siendo sólo niños que necesitaban una guía para hacer las cosas. Ellos combatían a los villanos, no dirigían párvulos. Ellos sabían de armas y no de como criar a un niño.

            Bueno, sin querer, se fijó en su nieto, él tampoco era bueno criando niños. Pero Damian se veía en mejor forma que Bruce. Íntegro y feroz. Bruce en cambio parecía que se desasiera con el primer viento que golpease Gotica. El jovencito estaba muy atento a su alrededor, buscando el primer indicio de que tuviera que huir o esperar dolor. Ningún mocoso fuera de la liga debía de tener ese comportamiento. Él ocupaba su puesto en el mundo para que no hubiesen más niños como Damian y Bruce.

 

-Haremos la tarea, juntos, B – Aseguro Tim y cuando Bruce busco que Dami le dijera la verdad, encontró a su tío asintiendo. Bruce quiso llorar ya que era la primera vez que alguien que no fuera su abuelo Alfred le ayudaba en algo pero se contuvo – Bueno, creo que debemos irnos si queremos encontrar buenas cosas. Supe que tiene baratas y eso siempre acaba con todo.

 

-Los alcanzó después, Timothy – Exclamo R´as y Drake asintió. R´as no lo pudo evitar y se hinco a la altura de su Detective y le acaricio los cabellos. Era como ver a su Damian pero en versión inocente, sin corromper. – Bruce, que la bendición siempre este contigo. Que la justicia anide en este corazón y sepa como dirigirte en un mundo como este. Déjate querer, familia mía, para que la oscuridad no te toque.

 

            Y le beso la frente.

            Era la primera vez que Damian veía a su abuelo ofrecer su protección tan ligeramente, sin ninguna condición.

            No pudo evitar pensar que su abuelo aprecio a su padre por algo más que ser sólo el amado de su madre. Que realmente le amó como enemigo y ocasional aliado. Que le dolía su muerte y su renacimiento y que le protegería a su manera asesina.

 

-Tu abuelo nos dejó – Comenzó Tim – Pero no creas que esto se terminó, Demonio. Soy y seré tu hermano. R´as comprenderá. Tú fuiste primero, Dami. De eso no hay duda. Pero ya conoces a tu abuelo, es celoso y recela de los demás, apenas y concede un poco de confianza y a los que se las da, es como un condena pues ya jamás se saldrán de su manto y eso es pesado, lo sé, lo conozco, aun lidio con ello pero me gusta.

 

-Yo sólo quiero ver como se los dices a Grayson y a Todd, tt.

 

            Tim fingió demencia y cargo a Bruce.

 

-B… no hay limite el día de hoy – Y B alzo sus bracitos al cielo, contento por escucharlo.

 

            Damian y Bruce se divertían.

            Tim los cuidaba.

            Estaba resultando ser un buen día hasta que Alfred le marco.

 

-Amo Timothy, estamos esperando su retorno y espero que traiga unos batarangs con usted pues sus hermanos están molestos por la visita del señor Ras Al´Guhl a su amado.

Notas finales:

Pues, bien.... que os parecio?

Tim huira, negara a R´as o se enfrentara a sus hermanos?

Bruce es el protagonista, claro pero en esta historia todos tendras sus problemas para resolver.

jajajajaja. felices fiestas.


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