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MY WISH [ HYUKEN | VIXX ] por Alexis Moore

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Notas del fanfic:

Bueno esta es la segunda historia ya dando su comienzo, esperando que tenga el mismo excito que tuvo "Countdown" aun cuando HYUKEN no es una de las parejas mas shippeadas por los fans, en fin, esta historia tiene mucho en común con COUNTDOWN, de hecho es en el mismo universo pero en tiempos distintos ya que aquí uno se sumerge principalmente en los recuerdos de SangHyuk y en la triste realidad que este vive pero no aparenta ni comparte. 

Deseo que sea de su agrado y obtener criticas proyectivas para el futuro, que lo disfruten. 

Notas del capitulo:

Como reitere anteriormente esta historia se basa en los recuerdos de SangHyuk , HongBin de Countdown será nombrado reiteradas veces más no TaekWoon como ajenó a ese tiempo aún, que lo disfruten. 

Cuando dejó  la tienda donde día a día trabajaba no pudo evitar sentir una ligera opresión en su pecho, no quería volver pero tampoco podía defraudar a sus padres y además no cumplir una promesa hecha hace un par de meses, cuando bajo del bus que lo dejo en el aeropuerto caminó con su maleta en mano buscando su vuelo con destino a  Daejeon, su ciudad natal y donde estaban sus padres.
 
El avión tardo aproximadamente dos horas con retraso en abarcar el aeropuerto de Daejeon, SangHyuk todo el camino fue pensando lo incomodo que era volver a su cuidad natal despues de casi un año sin pisarla, miró a su alrededor y estaba tan blanco como Seúl, sonrió  con cierta amargura y se dispuso a caminar a la zona de encuentros, con audífonos  en sus oídos imaginó  que iba a ser difícil localizar a su familia si le gritaban, claramente no fue así.
 
Vio algo demasiado llamativo, un cartel para ser exacto con letras rojas y anaranjadas ponía 'Bienvenido a casa SangHyuk', ¿Podría haber otro SangHyuk?, no en ese vuelo, con el pesar de sus piernas y la vergüenza en su mente caminó hasta las 4 personas que lo recibieron, su madre su padre y sus dos hermanas, todos saltaron sobre el al momento de tenerlo cerca logrando que esté casi perdiera el equilibrio, por lo menos no escucho sus gritos ya que aun no se quitaba los auriculares, cuando lo hizo la serie de preguntas comenzó.
 
"¡Mi cielo!, ¿Cómo estás?, te ves más delgado, ¿Has comido bien?." Su madre.
 
"¡Hijo mio!, cada día estas mas masculino, serás tan guapo como tu padre." Dijo el hombre.
 
"¡Que le paso a tu cabello!." Grito una de las jóvenes, la siguió la otra."¿Cuanto te costó?, ¿Tu cabello esta suave?."
 
 
SangHyuk rodó los ojos, tendría todo el camino para responder a sus preguntas así que fue uno en uno. Cuando salieron del aeropuerto los esperaba el automóvil de su padre preparado para volver a casa, el transcurso fue lento y tortuoso para el rubio quien solo quería 10 horas de sueño ininterrumpidas, pero su pesar ceso cuando su madre saco un tema incomodo. 
 
"¿Y que haces para ganarte la vida hijo?, supongo que tendrás novia y viven juntos." Su madre lo observo con picardía aun cuando ella misma sabía sus gustos.
 
"Vivo con HongBin." Expuso el, un silenció incomodó inundo el ambiente.
 
"..No me agrada HongBin." Respondió su madre. "Es un chico extraño."
 
"Tan extraño como tener una novia siendo gay." Rió SangHyuk mientras toda su familia se inquietaba con la confesión aun cuando todos sabían que gustos poseía el menor.
 
"Creo que no es un buen momento para hablar esto." Dijo la joven hermana de SangHyuk, este solo sonrió. 
 
 
El trayecto siguió en las mismas condiciones, risas, comentarios absurdos y sucesos extraños que cada uno narraba, cuando llegaron finalmente a su casa SangHyuk dejó que su padre bajara su equipaje y corrió dentro de la construcción, añoraba ese lugar, por lo menos era lo que más extrañaba de su infancia, recorrió la casa un par de veces y observo que habían muchos cambios pero se veía igual de bella, cuando salió al patio trasero su único interés era ver  el gran árbol de naranjas que había, claramente estaba seco, pero no era eso lo que le importaba.
 
"¡SangHyuk!." Lo llamó su madre.
 
"¿Qué?." Respondió el chico. 
 
"Vamos a comprar las cosas para el almuerzo, ¿Vienes con nosotras?." 
 
 
Sería muy cruel decirles que no aun cuando acaba de llegar así que accedió, las calles eran prácticamente como hace un año atrás solo que blancas y luminosas, solo dos días para la navidad y se preguntaba que haría HongBin en esa fecha, solo esperaba que no estuviese solo  abatido como lo dejó, recordaba su estado antes de salir y remordía la conciencia, así que mientras caminaba a la tienda le envió un texto preguntando su estado actual.
 
Cuando su madre se detuvo en la tienda la cual ya conocía no pudo evitar ponerse pálido, ingresó con cierto temor pero lo oculto de maravilla, la tienda no era muy grande pero había de todo, al momento de pagar sus ojos divisaron a una de las personas que menos quería ver, la mujer que atendía la tienda lo observo incrédula por un momento pero luego sonrió con alegría.
 
"¡SangHyuk!. Que sorpresa, ¿Cuando llegaste pequeño?." Dijo la mujer mientras metía los productos dentro de una bolsa, su madre y su hermana mayor sonreían.
 
"Llego esta mañana." Respondió la mujer por el. 
 
"Así es." Añadió el menor.
 
"Estas muy guapo, ¿Sabes?, se extraña tu presencia por esté lugar." SangHyuk sonrió incomodo.
 
"Gracias señora Lee." Dijo el, no quería preguntar pero su corazón se oprimía cada vez que  la mujer decía una palabra. "Disculpe..Él aún.."
 
"Aún no vuelve a casa." Se adelantó la mujer con una triste sonrisa.
 
SangHyuk asintió con la misma melancolía y se despidió de la mujer, los tres salieron de la tienda y volvieron a casa ignorando el tema a tratar, cuando el almuerzo finalizo el rubio se encerró en su cuarto, tenía tanto que pensar, tanto que torturarse y aún no se decidía, ¿Sería sano para él ir a verlo?, quizá no, pero debía cumplir su promesa.
 
El primer día estuvo en su casa disfrutando con sus padres hasta la noche, el día siguiente fue el 'decisivo', despues de las 5 de la tarde salió de casa con la excusa de ir a comprar algo que necesitaba, siendo el mismo día de navidad esas no eran sus intenciones, camino por las calles  largos minutos hasta finalmente dar con el lugar deseado, un hospital. 
 
Al ingresar se alivió de que no todo fuera blanco y perturbante como de costumbre ya que los adornos navideños le daban un aire  de alegría siendo que enfermos y discapacitados reinaban el lugar, se acerco a la recepción y pregunto a la enfermera sobre el destino que tenía previsto, la muchacha amablemente le indico el piso y la habitación, este con un asentimiento de cabeza sonrió y se marcho, no tenía planeado usar el elevador así que lo ignoró por completo, subió 6 condenadas escaleras hasta el piso que tenía planeada su visita y se quedo parado fuera de la habitación N°117, no quería entrar aun que su vida dependiera de eso, pero no era su vida la que dependía en ese momento.
 
Con todo el dolor en su pecho se adentró, se quedo paralizado como tantas veces al verle hay, postrado en esa cama de hospital, con sus ojos cerrados y sus labios entreabiertos, maquinas conectadas a su cuerpo las cuales eran las únicas que lo seguían manteniendo en esté mundo, SangHyuk se acercó poco a poco y se sentó en un banco que estaba a su lado próximamente una puntada llego a su pecho acompañada de múltiples recuerdos, como había pasado todo..Cerro sus ojos y puso sus manos sobre su frente, todo se nublaba..
 
 
... 
 
 
Apenas poseyendo 15 años y con una personalidad demasiado activa SangHyuk entraba a su salón de clases a toda velocidad tanto por el frío como por  llegar tarde, el invierno había comenzado y aún que las nevadas no el frío se sentía, la lluvia y además las fuertes corrientes de viento, cuando entró a su salón de clase con un rostro de arrepentimiento fingido su profesor lo miró con resignación y para comenzar pronto la clase lo dejo entrar sin ningún problema, cuando le dio la espalda al hombre una sonrisa burlona apareció en sus labios y decidió caminar hasta su lugar.
 
Cuando se sentó un golpe llegó directo a su cabeza con un libro, se giro hacia el costado para recriminar a su atacante el cual ya conocía bastante bien, frunció el ceño mientras el otro volvía su libro a la mesa.
 
"¿Por qué me golpeas?." Recriminó SangHyuk.
 
"Porque llegas tarde a propósito." Dijo el otro abriendo su libro en la pagina indicada por el profesor.
 
"¿Qué tiene de malo?, prefiero dormir." Rió con cierto descaró, busco en su mochila su libro pero había un pequeño problema. "JaeHwan.." Llamó al chico y esté giro su  mirada ignorando por completo su primer comentario.
 
"¿Qué sucede?." Lo miró con cierta preocupación. 
 
"Deje mi libro en casa." Rió SangHyuk bajando su mochila de la mesa. "¿Puedo compartir el tuyo?." Sin esperar una respuesta SangHyuk acerco más su escritorio al de JaeHwan, quedando hombro con hombro, se encaramó sobre la mesa y comenzó a leer.
 
No imaginó nunca lo que el podría llegar a ocasionar el JaeHwan con ese simple tacto, el chico de rostro blanco pálido y de un cabello castaño-rojizo se sentía absolutamente incomodo pero al mismo tiempo feliz, no sabía expresar muy bien ese sentimiento, no era mucho que comenzó aquella extraña atracción hacía su compañero y mejor amigo SangHyuk, de hecho, todo comenzó cuando  se quedo fuera de casa ya que sus padres trabajaban hasta el día siguiente y no tenía la llave.
 
Tenía mucho frío y la busco en la escuela solo hasta la noche, cuando fue momento de volver sin ningún éxito en su búsqueda recibió una llamada de SangHyuk, esté no le veía en linea por lo tanto se preocupo, JaeHwan llego a casa de SangHyuk hecho un cubo de hielo, con la nariz y las orejas rojas, su madre le preparó chocolate caliente y fueron a a habitación de SangHyuk donde esté le presto una de sus pijamas, JaeHwan descubrió ahí que el aroma de SangHyuk era delicioso, dulce y varonil, se sintió avergonzado por pensar eso, pero fue mucho peor despues cuando al dormir este lo  abrazo por la cintura en sueños.
 
Sus mejillas estaban demasiado rojas tanto que no logro conciliar el sueño, veía el rostro bello de su amigo dormir plácidamente lo cual solo le daban más ganas de seguir admirándolo, creyó haber dormido un par de horas hasta que al día siguiente despertó y aparto rápidamente el brazo de SangHyuk para que este no notara el extraño contacto que tenía.
 
Ese pequeño detalle había despertado su interés por la acera contraría, pero muy indiferente de sus sentimientos se sentía extraño y confundido, nunca tuvo atracción por las chicas era verdad, de hecho aún no daba ni su primer beso pero que de pronto llegue alguien y te guste de esa manera no era normal, mucho menos siendo tu mejor amigo al cual le has salvado el pellejo muchas veces. 
 
Volvió su mirada  SangHyuk con un pequeño suspiro y se sorprendió cuando vio a este dormir sobre el escritorio prácticamente  babeaba sobre su libro de texto, se veía demasiado adorable pero eso no quitaba el hecho de que debía despertar o lo regañarían, con el dolor de su alma comenzó a zarandearlo silenciosamente.
 
"SangHyuk..Despierta." Susurraba cerca de su oído. "Vamos, despierta." Insistió.
 
"5 minutos más mamá..." Susurraba el otro, JaeHwan casi se sintió ofendido.
 
"¡Vamos Hyuk!." Alzó la voz y logró despertarlo, este miro alarmado a su alrededor pero en silenció.
 
"¿Tiene algo que compartir con la clase señor JaeHwan?." Preguntó el profesor, molestó por las reiteradas interrupciones en su clase, JaeHwan negó. "En ese caso le pido que por favor  abandone el salón de clases."
 
"Pero.." Se quería defender.
 
"Sin pero que valga, háganos el favor." 
 
JaeHwan se levantó, pero antes observó a Hyuk en busca de algo de ayuda o por lo menos que convenciera al profesor que no todo era su culpa pero esté se había vuelto a dormir, casi se sintió indignado por ello pero salió del salón, otra vez le salvaba el pellejo a SangHyuk y esté solo lo ignoraba, suspiro fuera del salón y apoyó su espalda contra la pared esperando que las horas pasaran. 

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