...Lo que sería un día normal término convirtiéndose en mi peor pesadilla...
.......
-Felicidades Kuroko-san, está esperando un hijo.
Mi mundo se lleno de felicidad por un momento, un pequeño rayo de luz se asomo entre esa oscuridad que albergaba mi corazón una calidez que solo sentía cuando estabas conmigo, cuando aun sentía tu suave respirar y tus fuertes latidos que siempre me relajaban. Ahora las cosas eran diferentes y esperaba un bebé que fue fruto de nuestro inolvidable amor.
No pude evitarlo y las lágrimas se deslizaron vivazmente por mis mejillas, eran muchas las que comenzaban a invadir mi cara, comencé a llorar como comúnmente lo hacía desde que sucedió 'eso'.
La doctora sin saber el motivo de mis lágrimas llamo a la persona que estaba esperándome afuera, vi que Kise se acercó hasta mi y le abrace, necesitaba desahogarme un poco con alguien y el como el buen amigo que era correspondía mi abrazo, pude ver que Aomine también estaba ahí afuera un tanto ajeno a la situación pues acababa de llegar.
-¿Que sucedió?- se acerco Aomine hasta llegar al lado de su pareja.
-Kurokocchi no ha dicho nada.
-Yo...estoy embarazado- solté aun con las lágrimas acumuladas en mis ojos y con la voz entrecortada.
........
-¿Ya despertaste?
-Creo que no.
-Mientes, es más que obvio que sí.
Solté una tenue risilla que hizo a mi amante sonreír. Estaba acostado encima del cuerpo de Kagami sintiendo el tranquilo respirar de su pecho desnudo mientras una de sus manos acomodaba mis despeinados cabellos.
-Estuviste increíble anoche Kagami-kun.
-Me lo dices todo el tiempo.
-Es que siempre es maravilloso hacer el amor contigo.
-Eso debería decirlo yo Kuroko.
Me tomaste por la espalda hasta quedar yo debajo de ambos, tus besos no tardaron mucho en llegar hasta mis labios y después bajar hasta la zona de mi cuello en donde quedaban las marcas de la noche anterior.
-Quiero hacerlo de nuevo Kuroko.
-Ya no hay preservativos.
-Eso no importa.
-Puedo quedar embarazado.
-Nada me haría más feliz.
Mis mejillas se inundaron de un rojo vivo y tus intensos ojos cargados de deseos no hacían más que empeorar la situación. Estaba conmovido por tus palabras así que sólo te bese como nunca lo había hecho demostrando lo feliz que estaba en esos momentos y nos amamos como hace tiempo no lo hacíamos.
Tus susurros inundaban cada parte de mi ser, tus “te amo” me hacían estremecer ante ti, las caricias y los besos me hacían perder la poca conciencia que me quedaba.
-Te amo Taiga.
-Y yo te amo a ti Tetsuya.
.....
Escuchar la voz seria de aquel que era el jefe de Kagami solamente me hacia ponerme más tenso y preocupado de lo que ya estaba. Había escuchado que ese día hubo un e irme incendio en un edificio y que muchos civiles habían resultado heridos y otros habían muerto.
-Se trata de Kagami.
-¿¡Esta bien!? ¿¡Sucedió algo malo!?
-No logro salir.
-¿A-A que se refiere?
...mi voz comenzó a entrecortarse...
-El fuego abarco todas las primeras plantas del edificio y este se derrumbó.
...por un momento sentí mi corazón detenerse...
-¡Esto es una broma! ¿¡Verdad!?
...La histeria inundó mi mente...
-Yo...realmente lo siento...hicimos lo que se pudo pero no lo logro, él...
...y la desesperación se apoderó de mi ser...
-...murió.
Arroje el teléfono fuera de mi zona de visión me deje caer de lleno en el frio suelo del departamento, de 'nuestro apartamento' estaba furioso quería destruir todo a mi alcance más me contuve.
"Murió"
La frase resonó una y otra vez en mi cabeza, sentí aquel enojo desaparecer mientras el dolor me golpeó directamente, cuando me di cuenta mi visión estaba borrosa y nublada, las lágrimas no paraban de deslizarse de mis ojos, lleve mis manos a mi rostro para luego sentirlas mojadas por la cantidad de gotas que inundaban mis ojos...no era cierto, debía ser una mentira una de muy mal gusto.
Ese día había desayunado la comida del pelirrojo, habían hablado de cosas poco importantes, le había robado un beso antes de irse y le había dicho “Esta tarde llegaré temprano y te llevaré a donde tú quieras” después de eso un te amo fue lo último que escuché de él. Ver como tu vida puede desmoronarse frente a tus ojos es lo peor que puedes vivir, aquellas promesas que habían hecho, los momentos en los que le saco una sonrisa, en los que fueron felices, la familia que deseaban tener no quedaba en nada más que un recuerdo tatuado en el alma.
Grite, lleno de impotencia, de dolor, de tristeza los peor combinación de emociones que alguien pueda sentir, me hice un ovillo en mi lugar, quería escapar de esa clase de realidad. Kagami no debió morir, no el... no podía procesar la idea de que acababa de perder a la persona más importante para él.
La puerta del apartamento se abrió abruptamente, no sabía de quién se trataba, una pensamiento cruel que mi mente idealizo me hizo creer que se trataba de Kagami-kun, que estaría ahí esperándome con los brazos abiertos y que esto no sería nada más que una broma muy pesada, que él estaría bien y que volveríamos a la rutina, estaríamos juntos el día, nos amaríamos, cumpliríamos todas las promesas que alguna vez planteamos y que tendríamos aquella familia que tanto querías Kagami-kun, Kagami-kun...
-¿Kagami-kun?- la sonrisa se esfumó de mi cara al ver a la persona parada en el umbral de la puerta.
-¿¡Tetsu!?
Si tuviera que ocupar una palabra para describir aquel momento claramente seria 'destruido'
Corrió hasta mí y me abrazó, me derrumbe nuevamente en los brazos de Aomine-kun...
-A-Aomine-kun...K-Kagami...él...él...
-No digas nada.
Kise entró poco después, venía agitado y con los ojos llorosos. Se acerco hasta mí y me abrazó igual manchando mi hombro con sus lágrimas mientras lloraba en su pecho.
Aquel fue el peor día de mi vida.
.....
Himuro me visitaba mucho, digamos que hace años atrás comenzamos a llevarnos mejor y ahora era un gran amigo para mi, ya habían pasado semanas desde entonces y seguía en una profunda depresión.
-He traído un poco de comida.
-Gracias Himuro-kun.
El silencio lleno la habitación y no cruzamos palabras, el té que corría por mi garganta no tenía sabor alguna, nada de lo que comiese lo tenía, es mas ya nada tenía sentido para mí.
Todos trataban de ayudarme a sobrepasar esto pero simplemente no funcionaba, era como si apenas ayer hubiéramos estado en aquel sofá viendo televisión disfrutando nuestra compañía en silencio, bromeando o simplemente haciendo el amor durante toda la tarde y noche.
Un dolor punzante me llegó a la cabeza y unas terribles náuseas llegaron, corrí deprisa al baño alterando un poco a Himuro. Una vez llegue al inodoro vomité, me quede unos minutos encerrado en el baño tratando de controlar mis mareos.
-¿Estás bien Kuroko?
-Eso creo.
-Estar viviendo en estas condiciones no te ayuda.
-Lo sé. Es el cansancio, tomare unas pastillas.
-Ve al doctor Kuroko.
Su teléfono comenzó a sonar y contestó, era Murasakibara-kun, pude oír su voz al otro lado de la línea.
-Debo irme.
-Gracias por venir.
-Kuroko... todo esto se que es difícil porque Taiga era como mi hermano, yo estoy igual de afectado pero odio verte en este estado.
-¿Tengo algún motivo para estar feliz?
-No, no lo tienes así que deberías de buscarlo para continuar... a él no le gustaría verte así.
Me quedé en mi lugar con la mirada perdida en alguna pared.
-Me voy, por favor cuídate.
Pasaron unos días y los mareos se volvían más constantes, cada vez tenia mas sueño y mi apetito desaparecía, aquel día hacía frío por lo menos así lo sentía, me daba cuenta de lo enorme que era la cama, de lo fría que era y de la soledad que inundaba todo el recinto. Me abrace a la que era su almohada aspirando el leve aroma que aun quedaba, no quería que desapareciera, no quería olvidar sus hermosas sonrisas, su voz, su forma de ser...Te amaba tanto que me había vuelto dependiente de ti, sentía que mi vida era sólo tuya y que ahora que no estabas no tenía sentido continuarla. Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas y llore como hace días no lo hacía, cualquier cosa me recordaba a ti.
¿Cómo viviría sin ti desde ahora?
.....
Kise me subía a la fuerza al auto, Aomine sólo espero a que estuviéramos adentro para que comenzara a conducir, me habían sacado a la fuerza del departamento porque les preocupaba mi salud, no había salido en mucho tiempo de casa, tampoco me alimentaba bien y las náuseas solo lo empeoraban todo.
-Iremos al doctor Tetsu, Midorima nos apartó una consulta con una doctora, ya sabes el tiene la semana libre.
No dije nada mas, solamente me perdí en el paisaje que podía ver por la ventana ya nada me importaba para ser sincero.
.......
Escuchar esa noticia me sacó totalmente de mi, muchos sentimientos comenzaron a inundar mi mente, estaba muy feliz, nuestro hijo crecía en mi interior y esa idea me llenaba de una calidez indescriptible...pero otra parte de mi se rompía lentamente, quería que tuviéramos un hijo los dos juntos pero ya no estabas conmigo y no lo estarías nunca más, era tu sueño tener una familia y yo no pude dártela a tiempo por esa y más razones lloré frente a aquella doctora que creyó que me había tomado a mal la noticia, llamó a Kise y cuando lo vi lo abrace para sacar un poco aquellas emociones guardadas y Aomine llegó poco después para enterarse de mi estado y brindarme su apoyo, por increíble que sonase aquellos dos eran las personas en las que más podía confiar
-¿Tengo algún motivo para estar feliz?
-No, no lo tienes así que deberías de buscarlo para continuar...
Aquella conversación con Himuro se hizo presente en mis pensamientos. No tenía caso buscar un nuevo motivo para sonreír, ya había llegado de forma imprevista y seria la persona que le daría un giro de 360° a mi vida.
.......
Estaba en la casa de Midorima, el me checaba cada dos semanas para ver que mi embarazo vaya bien pues las primeras semanas descuide mucho mi salud pero ahora todo ya estaba en orden. Tenía casi los tres meses de embarazo.
Me había hecho la idea de ser padre, realmente estaba feliz aunque aún había cierta tristeza en mi corazón, después de todo nunca vas a olvidar a la persona con la que compartiste tantas cosas y no tenía ni la más mínima intención de cada una de las cosas que habíamos vivido.
-Hola Kuroko-chan.- Takao llegó a la sala con dos tazas de té, se sentó a lado de su esposo para beber de su tasa caliente.
-¿Es bueno verte de nuevo?
-No he podido salir de casa, cuidar a un bebé no es fácil.
-¿Como esta Souta-kun?
-Está durmiendo en su cuna.- El llorar de un bebé sonó en toda la sala.
-Estaba durmiendo en su cuna.- Sonrió Takao como siempre lo hacía.
-Yo iré a verlo.
-Gracias Shin-chan.
El pequeño hijo de Midorima y Takao tenía dos semanas de nacido, tenia cabellos verdes y era de tez más clara, era casi idéntico a padre a excepción de sus ojos que eran azules metálicos como los de Takao-kun. Midorima había pedido vacaciones para estar con su pareja y su hijo recién nacido.
-Gracias por su tiempo Takao-kun, es hora de irme.
-¿No quieres quedarte más tiempo?
-No quiero molestarles.
-Nunca has sido una molestia, quédate.
-Gracias pero rechazare la oferta.
-Está bien, cuídate Kuroko-chan.
Llegué a nuestro departamento, tenia frio así que me prepare un café caliente, hacia algún tiempo que no limpiaba el departamento, aseaba el piso y quitaba el polvo de mi pequeño librero, accidentalmente un libro cayó y dejo caer una vieja fotografía.
“Prometo hacerte feliz cada día de mi existencia, cumplir tus sueños...
...estar contigo en los momentos que más me necesites.
Te amo Kuroko Tetsuya
PD: espero que la fiesta que te hicimos te gustara.
PD2: ¿ya mencioné que te amo?”
Aquel libro me lo habías regalado en mi cumpleaños 18 asistieron todos mis compañeros de Teiko, peleaste con Aomine como siempre, en un intento de golpearlo terminaste golpeando a Furihata y Akashi quería matarte, nunca olvidaría aquel día.
Una sonrisa quebrada se formo en mis labios y cuando lo note cálidas lágrimas se deslizaban por mis mejillas.
-Kagami-kun...- mi voz estaba entrecortada.
Llore un poco más para luego seguir recordando las citas que tuvimos, las veces que jugamos basket, las veces que huiste de nigou, las discusiones y que al poco rato ya nos estábamos besando. Las gotas de agua seguían cayendo, te extrañaba demasiado pero sabía que no volverías, sabía que con lamentarme no se solucionaría nada, debía ser fuerte por ti, por mi y por nuestro hijo...
Te amo Kagami Taiga, nunca me enamoré de nadie aparte de ti, te amaba de manera incondicional y siempre serás el único hombre en mi vida, me diste muchas cosas que nunca nadie me dio y fuimos muy felices juntos. Kagami-kun, nunca te olvidaré pero debo salir de mi burbuja de depresión fuiste mi compañero, mi amigo y mi luz en el momento que más te necesite. Pero nuestro hijo es idéntico a ti y tiene un brillo tan cálido como el tuyo, continuaré mi vida con él, se que odiarías verme así para siempre y no quiero que te molestes, por eso no me detendré aquí, trataré de ser un buen padre, quiero hacerle sonreír como se que tu lo harías, quiero verlo crecer, y disfrutar cada momento con el.
Kagami-kun, esto no es un adiós sino un hasta pronto, estoy seguro que en donde quieras que estés eres feliz por no dejarme solo y sé que en algún momento nos volveremos a ver.
Gracias por existir y hacerme la persona más feliz del mundo. Por eso y más cosas gracias...te amo Kagami-kun y siempre será así hasta el día en el que muera.
......
-¿Que lees Hikaru?
-Siempre lees este libro y tenia curiosidad de saber porque te gusta tanto.
Nuestro hijo ya tenía 8 años de edad, era idéntico a ti Kagami-kun, sólo que su tez era pálida como la mía, sus mechones eran rojizos al igual que sus ojos y aunque no lo creas no saco las cejas de las que tanto te quejabas, siempre decías que estaban deformes, yo pienso que era algo lindo de ti.
-Ese libro me lo regaló tu padre en mi cumpleaños.
-¿En serio?
-Claro, desde entonces se volvió mi favorito.
-Papa era asombroso, siempre te hacia sonreír.
Hikaru siempre veía las fotos de cuando estudiábamos en Seirin, de nuestras citas, cumpleaños y demás, le gustaba saber cómo era su padre y sabes, él te ama mucho Kagami-kun.
-Sonrió siempre que estoy contigo.
-Pero es porque soy tu hijo jaja.
-¿Soy tan serio?
-Sí, pero te quiero mucho papá.
-También te quiero mucho Hikaru.
-¿Puedes hablarme de papá?
-¿Que quieres saber?
-¿Como lo conociste?
-En Seirin, en el equipo de basket.
-Yo quiero entrar a Seirin.
-Cuando crezcas más Hikaru.
-Ya quiero crecer, quiero entrar a un equipo de basket y ser tan bueno como ustedes.
-Lo serás pero para eso falta mucho.
-Estarás muy orgulloso de mí.
-Ya lo estoy.
Vi que se sonrojo, se avergonzaba por casi todo y siempre estaba lleno de energía, era muy decidido y muy orgulloso, tenía muchas cosas en las que se parecía a ti y otras muchas en las que a mí.
-¿Podemos comer algo?
-Claro, ¿qué te parece ir al parque después? Te compraré un helado.
-¿En serio?
-Por supuesto.
-¡Genial!
-Lávate las manos.
-Siii
Salió corriendo al baño para hacerlo, siempre le emocionaba salir al parque y encontrarse con alguno de sus amigos como Satou o Natsumi, la hija de Murasakibara y Himuro.
Kagami-kun, hay muchas cosas que quisiera que vieras, muchas cosas que quiero contarte y sabes dejaste un hueco muy grande en mi corazón pero Hikaru se encargo de hacerme muy feliz. Sería tonto decir que no te he extrañado todo este tiempo, pero siento que sigues aquí conmigo a pesar de todo. Confiaré en que en algún momento nos volveremos a ver...Te amo.
......
Estaba casi dormido aun así Kagami seguía susurrando cosas en mi oído mientras me abrazaba firmemente, acariciaba mis cabellos y depositaba besos en mi frente.
-Cuando terminemos la universidad vivirás conmigo Tetsuya.
-Si...
-Nos casaremos y tendremos muchos hijos.
-Los vamos a hacer con mucho amor.
-Con demasiado amor...
-Está bien...
-Quiero que se parezcan a ti, que sean tan lindos como tu.
-Yo quiero que sean lindos como Kagami-kun.
-Mejor como tú.
-De acuerdo.
-Si es una niña quiero que se llame mmmm Yu, Kagami Yu
-...
-Y si es niño quiero que se llame Kagami...Hikaru, es un lindo nombre.
-...
-¿Kuroko? Te quedaste dormido...descansa.
-...
-Te amo Tetsuya...