— ¡Appa!—un chiquillo fue acercándose hacia el hombre de cabello azabache— ¿Y papá?
El niño sujeto sus pequeñas manos en la pierna de su padre, con una sonrisa coloreada en el rostro.
— Vamos, tenemos que irnos—ignoro la pregunta, su cara demostraba el nerviosismo y su cuerpo temblaba ligeramente, aunque el pequeño no lo había notado.
— ¡Compremos un helado!—chillo mientras miraba el puesto que se encontraba conglomerado por pequeños niños.
Sin hacer caso de su hijo, lo arrastro hacia el coche. Sabía que estaba haciendo mal, podría empeorar las cosas por privar a Chanyeol de ver a su hijo. El niño comenzó a forcejear, el siempre obtenía un helado cuando su papá y Baekhyun lo buscaban. Comenzó a hacer un berrinche sin importarle que sus amigos le vieran, él quería un helado.
— ¡Jimin! Para, entra al auto…—pero fue cortado y su sangre se helo de la ira que comenzaba a regresar para calentar su cuerpo.
— ¡¿Por qué?! ¡Baek siempre compra eso para mí c…—el berrinchen se calmó, las risas y los ruidos eran inexistentes, las miradas ahora estaban posadas en ellos dos. Jimin comenzó a mirar estupefacto y luego coloco su mano en su mejilla que fue golpeada. Le habían pegado. Sus lágrimas bajaron y fue una sensación nueva que por fin experimentaría Jimin. Se llamaba dolor.
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— ¡Baekhyun!—el alarido resonó en el pasillo. Baekhyun se negó a mirar a su manager— ¡Te estoy hablando!
— ¿Qué?—soplo con cansancio, mirando a los ojos que manifestaban disgusto.
— ¿Me puedes explicar que mierda haces en un hospital?—su cara era de un color rojo y sus labios en una línea recta— Tu relación con el director se está yendo de mis manos ¿Vives en un fantasía de colores rosa?—Baekhyun le miro e inmediatamente aparto la mirada, él tenía razón, vive en un ensueño. Pero no podía evitar el desconsuelo que le causaba que ni su mejor amigo reconociera su humilde sueño.
— Yo…—pero de igual manera se calló al ver la impaciencia.
— ¡Las personas no lo aceptaran! ¡Solo afectara tu imagen! ¡Haz pensado en el hijo que tiene! Le arruinaste la vida, solo por tu deseo carnal—replico, su voz se volvió más fuerte de lo que hubiera querido.
Era cierto, realmente cierto. El arruino toda la familia Park, el imperio Park.
No podía evitar que sus lágrimas cayeran y se deslizaran en sus mejillas.
— ¿Qué hacías en el hospital?—volvió a cuestionar.
— Me hice un análisis…—comenzó a jugar con sus manos, la ansiedad florecía en su cara— Fue positivo. Lo siento, Xiumin.
La cara de Xiumin iba más lejos del cólera, al llegar por las puertas del hospital se imaginó algo así. Suspiro y luego miro a Baekhyun encubriendo su cara. Él no podía juzgar a su amigo, cada quien era dueño de su destino. Su corazón se sentía impotente por dejar que Baekhyun se hubiera conducido al camino más horrible.
— Tienes que decirle—susurro como orden, lo menos que quería en este momento era un escándalo. Mañana podría salir en algún periódico que se vio a la estrella de Phoenix Entertainment en un hospital o mucho peor— Voy a llamarlo—Baekhyun rápidamente sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo, no quería decirle a Chanyeol, no hoy, ni mañana.
— No—jadeo mientras miraba a los ojos de Xiumin, no quería— Por favor—imploro lastimosamente.
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— ¡Tienes que matarlo! ¡Te pagare cualquier precio!—exclamo por el aparato electrónico, mientras caminaba por toda la sala— Estoy completamente seguro que puedes hacerlo—una sonrisa ladina fue haciéndose paso en su cara.
— Por la ventana podía ver a su hijo balancearse en el columpio, por el haría lo que fuera. Incluso si tenía que ir al averno. O quizá simplemente lo hacía por Chanyeol. Sus cejas se fruncieron ante el tono frio del hombre con el que hablaba.
— Entonces es un trato, Sehun—con eso la llamada se cortó y comenzó a carcajear para luego detenerse-¡Ya veremos cómo te salvas de esta!-salió emocionado del lugar para ir con su hijo.
Definitivamente está perdiendo todo por él. La demencia era algo peligroso…
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El golpe del teléfono caer en el frio suelo provoco eco por todo el lugar. Los pasos acelerados bajando las escaleras. Los siervos solo podían ver la cara de su jefe llena de ira.
— ¡¿Dónde está?!—rugió, caminando a la entrada. Las personas solo podían mirar hacia abajo ante la falta de respuesta-¡Hice una pregunta!-se detuvo para mirar las caras.
Las personas negaron sin dejar de mirar el piso que estaba repleto de cristales, los cuales había arrojado antes el señor. Suspirando, Chanyeol salió del lugar.
Maldiciones fueron lanzadas sin detenerse. Kyungsoo iba a pagar por llevarse a Jimin.
Avivadamente se subió al automóvil, era tarde, Baekhyun debería estar esperándolo. Comenzó a buscar en sus bolsillos su móvil para poder avisar a su pequeño amante, pero recordó que fue lanzado. Ciertamente a Baekhyun no le importaría que llegara un poco tarde. Ciertamente.
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Sus ojos se fueron achinando y su sonrisa comenzó a notarse más en la oscuridad, la hilera blanca de dientes resplandecientes emergían bajo la luz de la luna. Era notable, se estaba entreteniendo.
Hace una hora y media desde que estaba viendo al chico rubio sentado pulcramente en el restaurante, una habitación privada, indudablemente para guardar las apariencias. Francamente le había aburrido, él estaba esperando a que saliera para poder cortar su garganta y así solo tendría que recoger el dinero.