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El espantapajaros por Deidara Sempaii

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Notas del capitulo:

Eyyyy holaaass!

Les traigo otro cap!

Aquí aparece otro personaje! .w.

Sasuke se levantó para dirigirse al ventanal. A través del cristal podía apreciar el inmenso terreno verde coloreado con pequeñas y delicadas flores, a lo lejos simulaban ser pintitas blancas.

Suspiró con aire de extrañeza. Escudriñó el espacio lejano y sus alrededores y lo único que halló fueron arboles, colosales y variados arboles.

—¿Le gusta la naturaleza, no? —Itachi se asomó.

—Así es, pero es algo más que eso. —Volteó a verlo —¿Cómo se llaman esas flores?

—¿Te refieres a las blancas? —El otro asintió —Buena pregunta. Debemos averiguarlo y pronto. —le susurró al presenciar los sutiles pasos de Zetsu.

 

 

Naruto aprovechó para salir de su mansión e ir al pueblo en una escapada. Realmente no le gustaba la idea de que Sasuke hiciese todo o mayor parte del trabajo, pues sonaba egoísta.

Vistió de manera que aparentase ser un campesino más, con una capa cubriendo su espalda y resguardando parte de su cabello con la capucha. Se lo pensó un momento. Volvió a su habitación tomando una bufanda que cubrió parte de su boca, y entonces salió.

Al principio quiso indagar y curiosear sobre su tema pero más tarde se entretuvo bastante con los puestos de comida que las personas vendían en el pueblo.

—Vaya, que aura tan extraña. A ver, espera…

Naruto giró inmediatamente hacia el sonido proveniente de aquella voz, entonces observó a aquel chico que ahora mismo estaba leyendo un libro.

—Según el libro que leí tu aura está siendo contaminada poco a poco y se llama… —posó un dedo sobre su barbilla, ideando una respuesta. —¡Hechizo! O algo así…

—Disculpa —Naruto observó en todas las direcciones posibles —¿Quién eres? —enarcó una ceja.

—Oh, no me he presentado. Mi nombre es Sai. —Soltó una sonrisa leve. — y tú debes  ser…— ladeó la cabeza  escudriñando al rubio. —Naruto. Naruto Uzumaki.

El nombrado quedó anonadado. Tragó saliva y dio un paso atrás.

—No es posible, ¿cómo es que tu…? —observo una vez más que nadie estuviese ahí. Hizo el amague a huir pero rápidamente Sai lo detuvo.

—Espera, puedo ayudarte. —Su voz sonaba demasiado tranquila. —Soy el caza hechizos del pueblo.

Naruto frunció el entrecejo: —Ese no es un nombre. Además… tengo que irme —titubeó.

—Ah, entiendo. —Cerró el libro —tienes miedo que seas descubierto. No te preocupes, pasa siempre, y es por eso mismo que no estoy bien económicamente.

El rubio observó el camino por donde podía escapar pero, si ese hombre era bueno en su trabajo lo encontraría, además ya lo había leído.

—Eres… ¿bueno?

—Claro que lo soy. Pregunta lo que quieras.

Se rasco la barbilla ideando una idea—¿Cómo se llama mi novia?

Sai sonrió:—Buena jugada Uzumaki pero lamento decirte que no tienes novia, pero…

—¿Pero…?

—Pero hay alguien especial en tu corazón, alguien que ocupa tus pensamientos todo el día. Incluso si lo veo podré saber lo que él piensa de ti.

Naruto se ruborizó.

—¿E-en serio? Y… ¿Ahora eres capaz de hacerlo? ¿Puedes ver qué piensa de mí?

—Oh… que pena, solo puedo si me das trabajo con tu hechizo.

—¡Eres un tramposo! No me has demostrado que tan bueno eres.

—Naruto, podre liberarte de tu hechizo y darte la libertad que quieres.

Entonces la duda apareció en su cabeza, en medio del recuerdo doloroso que hacía tiempo quería apagar. Se mostró dubitativo, como un libro abierto ante la evidente tranquilidad del moreno.

—De acuerdo.

 

 

En cuanto el cochero se marchó Itachi había prometido a Sasuke hacerse cargo de sus padres mientras el menor se escabullía hacia el establo para, más tarde, cabalgar hasta la mansión Uzumaki. Bajo la aproximada noche montó al semental luchando contra  las constantes preguntas que atacaban su mente, una y otra vez. Kaguya le transmitía muchas cosas, menos confianza.

Igual que la vez anterior, aseguró a su caballo antes de entrar al recinto.

—Naruto. —Llamó. Cerró la puerta tras de sí. Al principio oyó un silencio pero, segundos después un murmullo de una voz desconocida le produjo desconcierto. El sonido provino de una de las salas más próximas a la entrada, aunque no supo distinguir cual.

Con sigilo y cautela, se encamino por el enorme pasillo que conducía a tres salas, a medida que avanzaba el sonido se volvió más notorio. Se asomó y entonces lo que vio lo tomo por sorpresa. Allí, posado sobre una silla se situaba la figura de un joven que podía segura que nunca antes había visto.

—Naruto. —Llamó con voz clara y firme.

Ambos jóvenes voltearon  inmediatamente. El asombro por parte del rubio fue evidente. Más el otro se mostró apacigüe, dibujándose una muy sutil sonrisa en sus labios.

—Sasuke.

El Uchiha no se molestó en disimular la mirada puesta sobre el desconocido aquel.

—¡El es Sai! —Dijo al fin.

—¿Qué es esto? —Cuestionó el recién llegado

El joven se paró  con firmeza y le estrechó la mano.

—Soy Sai. Un gusto —Dejó ver su clara sonrisa.

Pero fue ignorado por Sasuke, quien sin disimulo giró sobre sus pies y dio unos pasos hacia la salida de la sala.

—Naruto, ven.

El ojiazul simplemente dio una última mirada a su extraño acompañaste y un instante después abandonó el salón para encontrase afuera, en el pasillo con el Uchiha.

—¿Qué te pasa? Es un caza hechizo o algo así—dudó- ya hablamos bastante rato y estoy convencido que podrá ayudarnos.

La expresión de Sasuke mostró ironía.

—Espero que no estés hablando enserio. O pensaré que verdaderamente tuve razón todo este tiempo en pensar que eres un cabeza hueca, ingenuo y estúpido.

—¡Eh! ¡El hecho de que no sea un amargado desconfiado no me convierte en un estúpido! El único tarado, cabeza hueca eres tú. Un terco. Que cree que no necesita la ayuda de nadie. Ya perdí mucho ¿sabes? Es mi única oportunidad.

Sasuke no volvió a abrir la boca. Le dirigió una mirada con simpleza, de parsimonia.

—Haz lo que quieras. —Sentenció.

—¡Eso haré! —Se dio media vuelta encontrándose de lleno con el cuerpo de Sai. —Lo siento, justo iba a…

—Sasuke, ¿no? —interrumpió.

El nombrado centró vagamente su atención en el sujeto que ahora se posaba frente a él.

—Vienes de la familia Uchiha. Renombrada familia podríamos decir.

—¿Qué con eso?

—No estés a la defensiva. Solo quiero ayudar y, para ello, necesito que confíes en mi.

—No hace falta. —Acomodó su sacó al hombro y avanzó nuevamente por el pasillo, siendo retenido una vez más.

—La familia Uchiha es reconocida mayormente por su orgullo, terquedad, y desconfianza ante absolutamente todo lo que les rodea, aunque no hay que dejar atrás por supuesto su inteligencia y enorme grado de perspicacia, sabiduría y disciplina. A pesar de esto, me he estado preguntando últimamente porque el hijo menor delos Uchiha ha estado juntándose con alguien no perteneciente a su familia y más preocupante aun, porque lo ha estado ayudando. —terminó por decir con una evidente curva en sus labios.

—¿Te crees especial por obtener esa información? Has estado con Naruto un buen tramo, fácilmente pudiste tener acceso a esos datos irrelevantes.

—Sasuke, no seas tan ingenuo —amplió  su sonrisa —puedo ver a través de tu corazón, ¿Quieres probarme?

El uchiha lo observó contrariado. Estaba desafiándolo y eso, no era en ninguna medida agradable. Le mantuvo la mirada firme, sin flaquear hasta que Sai consideró la oportunidad para hablar nuevamente.

—Tienes conflictos con tus padres, especialmente con tu papá. Te sientes agobiado internamente, mental y emocionalmente. Pero veo que en tu interior florecen nuevas sensaciones, sentimientos… y eso es debido a una nueva experiencia. Pero nuevamente estas comenzando a tener un conflicto pero esta vez contigo mismo porque no aceptas que comienzas a tener nuevos sen-

—Basta, es suficiente —Interrumpió el rubio.

Sai se mostró satisfecho.

—Y tú, Sasuke, si es verdad lo que dice, entonces ya está claro que no es falso lo que te dije. —buscó su mirada pero el contrario la esquivó.

Lo habían dejado en evidencia. Estaba expuesto ante aquel idiota y no quería admitirlo pero había acertado en cada palabra.

Y suerte que Naruto no lo había dejado avanzar más, pues el Uchiha se dejó llevar sin querer y, extrañamente por las palabras de Sai. No  hubo tiempo para detenerlo, pero Naruto estaba ahí, para salvarlo.

 

 

 

Notas finales:

Nos vemos, y no olviden decirme alguna sugerencia!


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