Wanted: Boyfriend for my husband.
II.-Norman Babcock.
Tus dedos golpeaban ansiosamente contra la mesa de madera. Tu pierna temblaba un poco esperando a lo que sea que tuviera que decir tu acompañante. Das un largo sorbo a tu café, tratas de calmarte mirando a la chica acomodar su corto cabello negro azulado.
—¿Estas de acuerdo con terminar nuestra relación? -te pregunta y tu tratas de negarte pero sientes un nudo en tu garganta. —Escucha Norman, eres un chico asombroso. Estoy segura que pronto encontraras a alguien que pueda ver todas esas cualidades ocultas que tienes. -ella dice tomando tus manos, dándote una sonrisa tímida.
—¿Estas tratando de darme ánimos... cuando estas terminado conmigo? -preguntas alejando tus manos de las manos de la morena.
—Es que... aun si no podemos ser novios podemos seguir siendo amigos como lo eramos al principio.
Genial, te había mandado a la Friendzone.
—Eres un poco cruel al pedirme eso Coraline. -susurraste muy bajito. Ella enarco una ceja acercándose un poco. Sabias que no había escuchado, te dolía que terminaran... Pero por otra parte la querías demasiado como para simplemente olvidarte de que ella existía.
—¿Norman?
—Claro, podemos seguir siendo amigos. -te obligaste a sonreír. —Ademas nosotros no funcionamos como novios.
—Tienes razón, no tenemos casi nada en común. -dijo con una risilla tomando de nuevo tu mano. Esta vez no la apartaste, esa podría ser la ultima vez que la tocaras en muco tiempo.
Saliste de ese café con el corazón roto. Siempre te pasaba lo mismo, tu primera novia Agatha había sido la misma historia. La habías amado con todo tu corazón, pero ella también había terminado dejándote. Solo que ella apareció meses después frente a ti para decirte que siempre te había amado y se esfumo cual humo dejándote una sensación amarga.
Con Coraline Jones habían empezado como amigos y luego novios. Pero luego ella había perdido el interés en ti.
No la culpabas, ella era una chica alegre, sociable, amable y divertida. tu sin embargo eras callado, sombrío y el chico "raro" a donde quiera que ibas.
¿como dos personas tan diferentes se habían juntado en primer lugar? bueno, usaste tu don -y maldición- de ver a los fantasma para ayudarla a que se comunicara con una persona importante para ella.
Debías dejar de hacer eso, ayudar a las personas solo te traía problemas. Por esa razón ignorarías de ahora en mas a quienes te pidieran ayuda.
Casi una semana después de tu rompimiento con Coraline, mientras regresabas a tu casa de el trabajo viste a un extraño sujeto a la mitad de la calle. Era realmente vistoso, con ese cabello rubio, esos ojos color dorado ambarino, esa gabardina amarilla, pero lo que mas llamo tu atención es que estaba flotando. Lo ignoraste.
A pesar de que te siguió hasta tu casa trataste de actuar como si no lo vieras. Él se la pasaba hablando de su amor perdido y a veces ponía una expresión de tristeza extrema, casi te sentías tentado a preguntarle que le pasaba... Pero no querías volver a meterte en problemas por hablar con fantasmas.
Fue un récord personal que duraras casi cuatro meses fingiendo que no lo veías, pero habías cometido algunas equivocaciones -como reírte de cosas que hacia o avergonzarte por cosas que decía -Así que termino dándose cuenta que lo veías cuando tiro con insistencia la única foto que tenias de Coraline.
—¡¡Bueno ya basta con eso! ¿Que carajos tienes contra el maldito retrato? -gritaste furioso y la cara del rubio se ilumino con una sonrisa.
—¡Puedes verme! ¡Eso es increíble!
Te golpeaste la frente contra la pared después de eso, con la esperanza de que perdieras tu don para ver fantasmas.
Mas tarde cuando comprobaste que ese fantasma no iría a ningún lugar a menos que lo ayudaras le preguntaste que era lo que quería. Al parecer necesitaba que fueras el novio de su esposo. Obviamente te negaste.
—Lo siento, no voy a ayudarte. Busca a alguien mas.
—No hay "nadie mas" Solo tu. -dijo tomándote de la mano, sus ojos suplicaban que le ayudaras.
—Aun así es un no. No quiero volver a meterme en problemas por ayudar a un fantasma.
—Yo... voy a hacértela pasar muy mal si no me ayudas.
—No eres un poltergeist así que no creo que puedas hacer mucho.
Y después de eso seguiste con tu rutina, Fuiste a la escuela como siempre y después al trabajo. Mientras eras seguido en todo momento por el espíritu furioso de Bill Cipher. Así pasaron los días y luego las semanas.... Antes de darte cuenta habían pasado casi dos meses desde que Bill sabia que podías verlo y le habías negado tu ayuda.
Bill estaba cumpliendo con lo que había dicho de hacértela pasar muy mal. La mayoría de tus tazas y bombillas reventaban cuando él se concentraba en molestarte, incluso había encontrado la manera de entrar a tus sueños volviendo estos unas horribles pesadillas.
—¡¡Ahh!! ¡¡noo!! -gritabas aterrado viendo a tu alrededor.
—¿Tuviste un lindo sueño? -te preguntaba el rubio cuando despertabas.
Sabias por tu abuela que un espíritu podía adquirir mucho poder dependiendo de como hubiera sido su muerte, Si Bill Cipher podía mover cosas y entrar a tus sueños solo teniendo un año de estar muerto...había algo que realmente lo aquejaba y no lo dejaba descansar en paz.
Tal vez su muerte había sido muy repentina.
Mientras pensabas en eso el verano empezó, el profesor te entrego personalmente una carta que habías estado esperando por mucho tiempo. Habias sido aceptado en la escuela de artes, tu sueño de ser un cineasta reconocido no era tan lejano como creías. Al menos hasta que viste lo que iba a costarte todo aquello.
Ni con un trabajo de tiempo completo lograrías junta esa tremenda cantidad de dinero.
Esa misma tarde en tu casa te dejaste caer en tu cama suspirando con cansancio. Cerraste los ojos un rato antes de escuchar la voz del rubio.
—¿Que es esto?
—Es información... para una escuela de cineastas. -respondiste quitando el papel de su vista y guardando todo de manera apresurada.
—Por esos vídeos que he visto que haces pareces ser alguien con talento. -era la primera vez que alguien te decía algo así, a parte de algunos fans como el mayos admirador llamado TwinMystery en tu cuenta de youtube. -aunque hace casi un año que no te comentaba nada.-
—Gracias.
—Seguro que también tienes talento ayudando a sexis fantasmas rubios. -suspiraste pesado viéndolo a los ojos.
—Escucha Bill. El problema aquí es que Gravity Falls esta en oregon. En otras palabras muy lejos de aquí. Quisiera ayudarte pero con lo que gano a penas me alcanza para pagar este departamento y mis gastos diarios. Así que lo siento, no puedo ayudarte. Por favor deja de molestarme, quiero dormir bien sin tener una pesadilla al menos por un día. -te giraste dándole la espalda y cerraste los ojos con fuerza. Solo querías descansar un momento.
—¿Y si te pago por tu ayuda?
—¿Y de donde vas a sacar dinero? Lo siento pero los humanos no aceptan dinero fantasma. -volteaste a verlo, Cipher sonreía amplio.
—Solo has todo lo que yo te diga. Antes que nada haz una cuenta a tu nombre en el banco.
—Ya tengo una y no tengo gran cosa en ella.
—Eso nos ahorra un paso. -te apunto con su bastón. —Tienes que hacer todo lo que yo te diga, sin cuestionar nada.
Eso no te daba buena espina.
Obedeciste a Bill en todo, fuiste a un teléfono publico lejos -muy lejos.- de tu departamento. Marcaste el numero que te dio y dijiste exactamente las palabras que el rubio te dijo.
"El señor Cipher esta decepcionado con su pago inconcluso. A pesar de todo lo que dicen de él esta mas atento que nunca de usted. Así que si quiere seguir con normalidad pague la mitad de la cantidad acordada en efectivo..."
Y un montón de cosas mas. La verdad es que estabas un poco preocupado de en que te estabas metiendo. Esperaste e el lugar acorado junto con Cipher, mas tarde un hombre se presento entregándote una maleta -no sin antes casi rogarte que convencieras al señor Bill Cipher de perdonarlo- Cuando el hombre se fue te encogiste de hombros.
Fuiste hasta tu departamento y abriste la maleta cuando el rubio te dijo que podías hacerlo.
Casi no podías creer que estuviera repleto de dinero
¿Quien carajos fue en vida Bill Cipher?
Tuviste que abrir otra cuenta ya que era muy sospechoso que de un día para otro depositaras 50 mil dolares en tu cuenta y eso era solo una parte de lo que había en la maleta-. Con el dinero en el banco preparaste tus cosas para salir, no le dijiste a nadie que ibas a mudarte simplemente saliste hacia Gravity Falls de inmediato. -Era un vuelo y luego un viaje en autobús-
—¿Como es ese tal Dipper? -le preguntaste a Bill cuando ya ibas en el autobús que los dejaría en Gravity falls.
—Él es... un fideo. Tiene cuerpo delgado y debilucho. Su cabello es un desastre igual que el tuyo. Suele hablar demasiado y muy rápido cuando esta hablando sobe misterios y cosas que le gustan. Es todo lo que nunca me gusto, un nerd, un mimado y un terco.
—¿Y porque te casaste con él entonces?
—Porque, aunque era todo lo que no me gustaba... Empece a amarlo, con todo y sus defectos y él me amo con los míos. Cuando lo conozcas te darás cuenta, estoy seguro que te gustara.
—Ya te dije que no seré su novio. Ademas ¿Que tal si yo no le gusto? -preguntaste encogiéndote de hombros.
—Hey chico, llegamos a nuestra ultima parada. Deja de hablar con la ventana y sal. -interrumpió molesto el conductor. Tomaste tus maletas y bajaste evitando la mirada de el hombre, aun así lograste escucharlo decir "maldito loco".
Te encoges de hombros un momento, luego levantas la mirada hacia lo que esta frente a ti. Al parecer es una casa algo vieja. Logras ver a alguien asomarse desde la ventana mas alta de la construcción, te le quedas viendo a esa persona mientras Bill mira hacia el bosque.
Al parecer es un chico de cabello castaño el que te esta viendo desde la ventana. Te preguntas si deberías saludarlo cuando cierra la cortina de nuevo.
—¿Que es este lugar Bill? -preguntas y te "abraza" por los hombros.
—Estamos en Mystery Shack, la cabaña del misterio. Aquí es donde vive Dipper.
Das un paso mas cerca, por alguna razón estas ansioso por conocer a ese chico