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El Túnel de la ambrosía por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hiii

Aquí un nuevo cap.

Nos leemos al final. 

Besos!!!

 

-¡Maldición!... Colonello-san, ¿cree que Reborn será gentil con él? yo lo dudo mucho, me preocupa Lambo y me molesta no haber podido hacer nada para impedir que fuera con ese pervertido

-Cálmate Tsuna, el mismo Lambo quiso ir con él, no podemos hacer otra cosa más que esperar

-Colonello-san tiene razón, Tsuna, lo mejor será que esperemos, eso es todo lo que podemos hacer ahora- Gokudera colocó una de sus manos en el hombro del castaño para así transmitirle apoyo

-Ahhhhh- suspiro el de ojos caramelo- está bien, iré a atender a algunos clientes hasta q venga Dino, quizá así me distraigo un poco

-Yo haré lo mismo- el albino se fue de allí junto a Tsuna, dejando a un Colonello preocupado

Un castaño observó a lo lejos el rostro algo decaído del jefe del burdel, su corazón se estrujo al verlo así, no podía evitar sentir lo que sentía por ese rubio alto de sonrisa cautivadora, desde el primer día que lo vio se enamoró y a pesar de que lucho contra el conocido sentimiento, este le gano una y mil veces la partida.

-Colonello-san ¿le ocurre algo?-  habló Fuuta algo tímido 

-¿Eh? Ahh eres tú, Fuuta- Colonello dejó de estar en las nubes, miró a los ojos al castaño y le sonrió- no es nada

-S-Si le sucede algo usted puede confiar en mi- al terminar de decir esto el chico abrió grande los ojos y comenzó a tartamudear tratando de diculparse por tal confianza que se tomó

-Yo, d-dis…C-Colone…

-No tienes que disculparte Fuuta, somos amigos, gracias por esas palabras- el de ojos azules sonrió aún más y tomó de la mejilla al castaño- quiero que me quites el honorífico ¿de acuerdo? solo llámame Colonello

-P-Pero…- el rostro del menor se tornaba cada vez más rojo, la cercanía lo estaba matando, su corazón no resistiría mucho tiempo dentro de su pecho.

-Somos amigos, es normal Fuuta, vamos llámame Colonello

-C-Colonello- Fuuta miró fijamente a los ojos del jefe, para luego desviar su mirada a los labios de este, como deseaba que esos labios tomasen los suyos, en verdad su amor por el mayor era muy grande, y eso lo alegraba y aterraba a la vez

-Muy bien, pequeño- Colonello sonrió por enésima vez y se acercó  aún más al rostro de Fuuta, el menor no sabía que es lo que pasaba ¿acaso iba a besarlo?

Su más grande deseo, sin embargo, no se llevó a cabo ya que el rubio desvió sus labios a la frente del más joven para luego revolver los cabellos de este con una de sus manos.

Fuuta no pudo evitar sonreír y que una lágrima traicionera rodara por una de sus sonrosadas mejillas. Sin que se diera cuenta el de bandita militar, secó esta con una de sus manos y bajo lentamente la mirada.

-Etto, Colonello, seguiré con mi trabajo

-Claro Fuuta y de nuevo gracias por preocuparte

-No es nada- el castaño se fue de allí rápidamente dirigiéndose al baño, debía desahogarse antes de atender a otro cliente, su corazón estaba hecho pedazos y se recriminaba mentalmente por hacerse ilusiones que claramente eran imposibles de realizar

Eres idiota… lo mejor será que te olvides de este maldito sentimiento llamado amor

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-Al fin llegamos, Lambo- el pelinegro cerró la puerta de la habitación y se sentó en la cama de esta

-Sí, Reborn-san

-Te dije que me llamaras Reborn ¿que acaso no me oíste?

-L-Lo siento mucho, Reborn

-Así está mejor- el de rizadas patillas se sacó su saco y corbata quedando solo con su camisa, la cual desabotonó hasta la mitad.

Observó al muchacho, su rostro angelical y la pura mirada que le dirigía. Le recordaba a…

Un pequeño dolor de cabeza y todo se fue volviendo borroso. No entendía por qué estaba sucediendo después de tanto, él había tomado sus medicinas, había seguido todo lo que le había dicho el médico al pie de la letra ¡No. No podía permitirlo!

-¿Eh? discúlpeme, yo nunca…

-Es cierto, eres virgen, entonces…-se levantó de la cama dirigiéndose al adolescente, lo tomo de la cintura con una de sus manos y con la otra acaricio la parte interna de los muslos de este, provocando que el menor se sonrojase y emitiese un gemido- tendrás que prestar mucha atención a lo que te enseñare hoy ¿comprendes?- el pelinegro hundió su rostro en el cuello del menor y comenzó a lamerlo lentamente mientras sus manos hacían su trabajo en su delgado cuerpo

-Yo…-Lambo se sentía muy extraño, no era que le desagradara la cercanía del pelinegro, lo que ocurría era que no le gustaba que lo tocara de esa forma, se sentía sucio el dejar que alguien lo acariciara así; nunca había estado con nadie, ni siquiera había besado a alguien, el que de repente lo tocasen tan lascivamente estaba creando un trauma en él

-¿No dices nada?- fue quitando la pequeña prenda del menor y con dos de sus dedos presiono la entrada de este- aquí es donde meteré mi polla, Lambo… esta es tu primera lección

-¡Suélteme!- el chico reunió todas su fuerzas y empujó al pelinegro- ¡no puedo hacerlo! disculpe pero no puedo- su rostro estaba lleno de lágrimas, se abrazaba a sí mismo mientras aquellas gotas recorrían por sus mejillas

-¿Quién te crees que eres para hacer eso? ¡No eres más que un prostituto! tu trabajo es dejar que te follen cientos de hombres y saborear el falo de cada uno como si de un manjar se tratase ¿entiendes? si elegiste esta vida esas dos cosas son como una ley para ti

-¡Cállese! si le dije que no puedo hacerlo es porque no puedo- el menor se levantó y se dirigió a la puerta de la habitación, pero antes de siquiera poder tomar el pomo de esta, lo jalaron con fuerza y termino boca arriba en la cama

-Pero qu…

-Ja ¿en verdad crees que te puedes ir de aquí sin que yo te dé permiso para ello?- aprisionó a Lambo con su cuerpo

-No soy de su propiedad, déjeme ir- trató de empujar el cuerpo sobre él para reincorporarse, pero no pudo

-Escúchame bien, quise enseñarte de buena manera, pero tú no me dejaste… te castigaré y te prometo que en una semana no podrás olvidarme, no lo harás, Lambo

-¿Qué dice?

El pelinegro ató con su corbata fuertemente las manos del chico, el menor trataba de resistirse, pero aunque patease y le gritase que se detuviese, Reborn no pensaba hacerlo.

Los besos iban y venían, todo el cuerpo del Lambo yacía a merced del presidente de una de las compañías más importantes en Asia, muchos golpes fueron testigos de aquel acto cruel hacia alguien a quien la vida ya había hecho sufrir en demasía.

-Déjeme, por favor… no lo haga- las lágrimas de dolor y frustración ya no salían más, los ojos del adolescente se habían secado

-Te dije que te castigaría- los ojos de Reborn se encontraban ensombrecidos- yo siempre cumplo lo que digo, por algo soy quien soy- a pesar de sus palabras, por su comportamiento, parecía que el pelinegro no era la misma persona que había estado conversando con el rubio, Tsuna y Gokudera antes de que toda esa pesadilla comenzase

Un grito desgarrador lleno de dolor se dejó oír en la habitación, sin preparación ni delicadeza el pelinegro había profanado el cuerpo del adolescente provocando que el chico sintiera como si su cuerpo fuese partido a la mitad;  su corazón se terminaba por romper, no quedaba ya nada en él

Fuertes envestidas, una y otra vez contra un cuerpo que hace ya mucho se hallaba inmóvil, incapaz de hacer más por salvarse, ya era la tercera vez que se corría dentro suyo aquella bestia del sexo que no se sentía satisfecho con nada, el cuerpo del menor soportaba cada cosa que el otro deseara hacer, cada posición, cada mordida, cada insulto por estar quieto, la única opción que tenía era soportarlo.

Luego de la sexta o sétima vez, ya no estaba seguro, Reborn al fin dejó su cuerpo, salió de su interior y se echó a la cama a fumar un cigarrillo.

El cuerpo del adolescente yacía a su lado inmóvil aunque Lambo estuviera consiente. Estuvieron los dos así hasta que cuatro cigarrillos fueran terminados, luego de esto el mayor se fue al baño de la habitación a ducharse.

Tras trascurrir quince minutos salió ya vestido y observó al muchacho tendido en la cama. Estaba con los ojos abiertos mirando a la nada, su cuerpo cubierto de cardenales y de...

Se acercó temblorosamente y quedó inmóvil a su lado. Quiso hablar, quiso decir algo pero ni un solo sonido salió de su boca, no podía creer lo que había hecho, no pudo ser alguien tan miserable para hacerlo ¿o sí? No recordaba mucho de lo que había sucedido, su mente solo rememoraba gritos... gritos de dolor y piedad. Reborn se sentía morir.

Tomó una sábana y tapó con esta el cuerpo de Lambo, lo miró un tiempo más para luego salir de la habitación de forma rápida, lo único que quería era irse de allí, se sentía de la peor forma y sabía que se merecía todo eso, ese sentimiento de culpa y asco hacia su persona, todo eso era poco comparado a lo que le había hecho a ese chico…  a lo que él le había hecho.

“Tomó el control de mi cuerpo nuevamente… esa…. esa parte retorcida”

Sintió su cuerpo temblar, sintió como su pecho se desgarraba internamente.

“No puedo creer que fuese capaz de esto… me juré que no sería igual que él y… ¡maldición! Deje que… dejé que me manipulara nuevamente”- pensó para luego dejar un papel sobre la mesa de noche y salir de la habitación

...

Notas finales:

Sé que me odian y que Reborn no tiene perdón, pero ya más adelante sabrán más acerca de él y de lo que provocó que él tenga, como dice el título, esa enfermedad.

Me despido.

Besos!!!

 


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