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El Túnel de la ambrosía por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hiii

Un nuevo cap

Espero les guste :)

-¿Ya están listos chicos?

Un pelirrojo de gran sonrisa se dirigió hacia el tocador del cuarto de Ryohei donde suponía se encontraba el peliblanco y Lambo

-Yo ya estoy listo, pero Lambo hoy no trabajará por lo de sus muñecas

-Es cierto, ya recuerdo

Lambo permanecía leyendo un libro sentado en uno de los sofás que allí habían.

-Lambo- se dirigió Emma al adolescente- es mejor que vayas a uno de los cuartos del quinto piso, ya sabes la razón

-Claro, Emma- simuló una sonrisa y antes de salir de la habitación le hizo saber a Ryohei lo hermoso que se veía con el babydoll de encaje negro que traía puesto y a Emma lo sexy que estaba con su traje de enfermera color rosa, sin duda los cosplay eran perfectos para él.

-¿No crees que ocurre algo con Lambo?- preguntó el peliblanco mientras se dirigía junto a Emma hacia el primer piso del burdel

-Sí, pero solo nos queda a esperar a que él nos quiera contar qué sucede

-Tienes razón, bueno, hay que apresurarnos, ya casi son las siete

Emma y el Ryohei llegaron al primer piso y se sentaron en uno de los muchos sofás que habían en el recibidor.

-Tsuna y Gokudera aún no bajan ¿verdad?- preguntó Ryohei a un chico de cabello menta y ojos del mismo color que se encontraba sentado a su lado

-No ¿quieres que valla a llamarlos?

Kikyo estaba dispuesto a levantarse cuando el sonido de la puerta del gran local abrirse lo frenó.

-Bajarán en un rato, ellos son así… además ya es hora

-Sí

Apenas unos minutos después de abierto el burdel, los hombres de traje que llegaban no se hicieron esperar, algunos de los primeros encuentros de la noche se asomaban.

-Te ves tan apetecible como siempre, mi pelirrojo- un hombre de unos treinta y cinco años se dirigió a Emma y tomó su mano besando su dorso.

-No ha aparecido por aquí desde hace mucho Ken-sama- el chico hizo un puchero mientras se paraba del sofá y caminaba seductoramente hacia la zona de tragos

-Cómo crees Emma-kun, lo que pasa es que he tenido mucho trabajo

El hombre fue tras Emma y se colocó detrás de él para luego acariciar sus muslos.

-Me encuentro enfadado- la voz infantil y tan excitante que podía emitir era impresionante- me he sentido muy solo sin usted ¿sabe?

Emma volteó su cuerpo y quedó frente a frente al hombre de traje para luego tomar un sorbo del champan que había servido en una copa.

-¿En serio?- el empresario comenzó a besar y lamer el cuello del menor por unos segundos- ¿me demostrarás cuánto me extrañaste hoy?- dirigió una de sus manos a uno de los bolsillos de sus pantalones para luego sacar una cajita negra y abrirla frente al pelirrojo

Emma no pudo evitar sonreir y seguirle el juego aquel hombre mayor pero atractivo que le mostraba un anillo con incrustaciones de piedras preciosas que había comparado para él.

-¿Quiere que lo haga aquí?- de nuevo esa voz infantil y aguda que haría enloquecer a cualquiera

El empresario le colocó el anillo a Emma y tras apretar sus nalgas, provocando que gimiera un poco fuerte, le susurró unas cuantas palabras al oído.

-Si quiere hacerme todo eso, entonces sígame- respondió mientras tomaba de la mano a su acompañante

Así, ambos desaparecieron por las escaleras que llevaban al segundo piso.

-¿No te alegra verme Kikyo?

-Si vienes por mí claro que me alegraría, Zakuro-san

El de cabellera larga sonrió mientras dejaba un espacio a su lado para que el pelirrojo, un chef francés muy famoso, se sentase a su lado.

“Hoy no vendrá Koyo, espero volver a verlo pronto”

-Oii ¿tomarías una copa conmigo?

Ryohei miró a la persona que se dirigía a él, un hombre muy musculoso de aire arrogante y una cicatriz que surcaba uno de sus ojos.

“Definitivamente es un Yakuza, parece que hoy no tengo mucha suerte”

-Por supuesto- el peliblanco forzó una sonrisa, se levantó del sofá y con un gesto le indicó al gran hombre que le siguiese hacia la zona de bebidas.

-Me gustaría ir a un lugar más privado- el hombre recorrió con la mirada todo el cuerpo del peliblanco y esbozó una sonrisa ladina.

-¿Le parece entonces si vamos a mi habitación y pido que nos lleven allí las bebidas?

-Me parece bien- el hombre tomó de la cintura a Ryohei y se dejó guiar por él hacia el segundo piso

“Los Yakuzas suelen ser muy rudos y son muy pervertidos… espero pueda pararme mañana”

………………………………………………………………

-¿Ya estás listo, Tsuna?

-Sí

-Entonces vamos que ya son más de las ocho

-Hoy no tengo ningún cliente importante, esperaré a cualquiera que regrese por mí- respondió con una sonrisa

-Siempre lo hacen, en verdad se vuelven unos títeres

Gokudera rio para luego junto con Tsuna bajar hacia el primer piso del burdel.

-Parece que muchos de los chicos ya atraparon algún pez gordo esta noche

Tsuna observó a Emma dirigirse hacia las escaleras con un empresario muy importante, si mal no recordaba, en industria farmacéutica.

-Y a otros les tocó un plato muy duro esta noche- dijo Gokudera viendo a Ryohei a lado de aquel Yakuza

-No son tan malos

-Lo dices porque ya te acostumbraste a Xanxus ¿verdad?

-Puede ser- el castaño sonrió

-Iré al puesto de bebidas, Tsuna, nos vemos después

-Espero te toque algo bueno hoy, Gokudera

El castaño se despidió del albino y fue a sentarse a uno de los sofás del recibidor.

…………………………………………………………….

 “No tengo la más mínima gana de trabajar hoy, mi mente se empeña en recordarme que seguro él está de vuelta en Tokyo y eso me irrita”

Sirvió vino en una copa y la tomó de un solo trago. Si ya estaba allí entonces que llegase algún hombre que quisiese sexo, quería distraerse con lo que fuese y dejar de pensar en ese estúpido.

De pronto a su mente le vino la imagen de Yamamoto, aquel empresario de tez morena y cabellera negra que desde hace unos meses venía a verlo.

“Él es muy idiota”

Sonrió al recordar las veces en las que había subido al cuarto con él y no habían hecho más que platicar. Nunca nadie le había pagado solo por eso. Sí habían tenido sexo en varias ocaciones, pero en la mayoría de encuentros solo hablaban, Yamamoto le preguntaba acerca de lo que estudiaba o lo que hacia fuera del burdel y al final le pedía que durmiesen abrazados… era sin duda un idiota.

“Nunca me ha dicho que me quiere a pesar que todos los chicos del burdel me dicen que está prendado de mí… Ja ¿querer? ¿Amar? Ya he escuchado esas mentiras antes”

Tomó la botella de vino nuevamente y estaba dispuesto a servirse otra copa cuando una voz tras él lo dejo paralizado.

-Hayato, te eché tanto de menos

El albino solo quería que la tierra se lo tragase en ese instante ¿Por qué tenía que volver a buscarle? ¿Acaso las cosas no habían quedado claras el día que se fue con su esposa?

Su pecho le oprimía de una forma espantosa y su cuerpo comenzó a temblar ligeramente ¡No quería verlo! Si lo hacía seguro él… ¡No! ¡No podía caer nuevamente!

Dejó la botella de vino sobre una de las mesas donde se hallaban los diferentes tragos que se ofrecían y reuniendo todo el valor que pudo, se giró para observar de frente al hombre que desgraciadamente su corazón seguía anhelando.

-¿Por qué regresaste?

-¿Por qué? ¿No es obvio?- Gamma dirigió su mano hacia el rostro del albino pero este la abofeteó instantáneamente

-¡Larg…-detuvo su voz al notar que se hallaba rodeado de muchas personas- si quieres hablar conmigo sígueme, es mejor hacerlo en privado

El tacto del rubio había provocado escalofríos que recorrieron todo su cuerpo, maldecía internamente el aún conservar esos sentimientos.

-Está bien

Gokudera caminó seguido por Gamma hacia una de las habitaciones que se hallaban en el primer piso alejadas de la zona de bebidas y cercana a  los baños. Una vez llegasen, no estaba seguro si sería capaz de aguantar su cercanía.

…………………………………………………………

-Al fin llegamos, tsk… maldito tráfico

-Solo han pasado 15 minutos, no creo que aún Tsuna…

-Cállate y baja de una vez

-Hai Hai

Hibari aparcó su auto en el garaje del burdel y se dispuso a entrar al igual que Yamamoto, no podía esperar ningún minuto más y apenas estuvo en el recibidor se alejó del moreno, suponiendo que este iría en busca de Gokudera de inmediato.

Rápidamente busco con la mirada una cabellera castaña entre la multitud de los trabajadores sexuales, los cuales se distinguían fácilmente por las llamativas y cortas ropas que usaban, y sonrió al divisarla a lo lejos.

“Después de tantos días, al fin te veo nuevamente”

Kyoya se dirigió con paso firme hacia el sofá de cuero negro donde se hallaba Tsuna sentado con un copa de champan. No pudo evitar perderse contemplando al chico, el babydoll blanco de encaje que llevaba le quedaba perfecto. Sus piernas, pezones, cintura, todo en él se veía apetecible

Por su parte Tsuna estaba perdido en sus pensamientos. ¿Con quién se acostaría ese día? ¿Cuál de sus clientes volvería para que lo atendiese nuevamente? Él esperaba que fuese alguien agradable, ya que últimamente personas demasiado mayores o pervertidas lo habían tomado y prefería que estas no regresaran.

-Buenas noches, Tsunayoshi

Tsuna levantó la vista al escuchar aquella voz llamarlo. A pesar de los días que habían transcurrido no había olvidado el fuerte y frío tono de voz de aquel hombre.

“Cumplió con lo que dijo”

Retomó la compostura y trató de que no se notase lo sorprendido que se encontraba en ese instante.

-¿Tú por aquí? Pensé que no volvería a verte- le sonrió mientras con una mirada seductora invitaba al pelinegro a sentarse a su lado. Hibari accedió con gusto.

-Parece que esta vez te equivocaste

El pelinegro recibió la copa que Tsuna había tomado de una de las pequeñas mesas circulares que se hallaban a los extremos de cada sofá del recibidor.

-Cómo me dijiste que no eras gay entonces yo…-el castaño bebió un sorbo de su copa y miró de reojo al empresario- lo intuí

Hibari se acercó al oído del castaño y sonrió al pensar lo que iba a decir.

-Deberías sentirte alagado entonces

-¿Por qué?- Tsuna trató de mantenerse calmado luego de sentir el aliento del contrario sobre su oído.

“Es igual que la otra vez, pero que mierda me pasa, yo no soy así”

-Por qué eres el primer hombre que despierta instintos animales en mí, es razón suficiente para volver ¿no lo crees?

Hibari bebió un sorbo de la copa que tenía y sonrió de lado esperando la respuesta de su acompañante.

“Si lo tratara como a cualquiera de los clientes que me gustan, estoy seguro que tendría un sexo muy placentero; sin embargo…”

-Entonces ¿viniste para hacerme todo lo que tus instintos te dictan?- El castaño cruzó sus piernas provocativamente mientras posaba su dedo índice sobre la corbata de color negro que traía puesta Hibari.

-Quizá ¿o es que querías que viniese para otra cosa?

La sonrisa divertida de Tsuna y la suya propia le hicieron darse cuenta que sería una batalla muy dura, ninguno estaba dispuesto a perder esa noche.

…………………………………….

-¿Le gustaría que lo acompañe?

Un chico verdaderamente lindo vestido con un uniforme de colegiala muy provocativo le sonrió mientras se acercaba cada vez más a él

-Me encantaría pero estoy buscando a alguien ahora ¿me dirías si has visto a Hayato por aquí?

Yamamoto sonrió amablemente, el chico que se le ofrecía era sin duda hermoso pero él solo tenía ojos para el peliplata.

-Así que eres tú- el chico sonrió- Gokudera sí que tiene suerte

-Entonces…

-Lo vi irse hacia la zona de los baños con un hombre, yo que tú no me acercaba por allí- el chico se acercó al oído de Yamamoto y susurró- si está ocupado siempre puedes venir a buscarme, créeme que lo disfrutarás mucho

Cuando terminó de hablar el chico se separó del moreno y se retiró.

Yamamoto fue rápidamente a la zona que le habían indicado. Él sabía que Hayato se acostaba con varios hombres pero el verlo era muy diferente del solo saberlo. Los celos se estaban apoderando de él a medida que se acercaba a donde se encontraría el albino e intuía que eso no era nada bueno.

Llegó hacia las habitaciones que allí se encontraban, las cuales no tenían puertas ya que eran solo espacios que se comunicaban con un largo pasadizo que llevaban a los baños. Las habitaciones, donde generalmente solo había sofás y mesas con bebidas, eran utilizadas por los clientes a los que les gustaba exhibirse, estos tenían sexo allí con uno o varios de los chicos que compraban por una noche con el afán de ser observados. Generalmente eran los sábados los días en que eran usadas, ya que solo algunos de los que frecuentaban el local tenían ese fetiche.

Entró al primer compartimento y no encontró a nadie, continuó caminando por el pasadizo hasta que escucho una voz familiar para él.

“¿Gokudera?”

Siguió el sonido de la voz del albino y llegó al compartimento donde este se hallaba, estaba por entrar pero se frenó al escuchar lo que salió de los labios de Hayato

-¡¿POR QUÉ TE EMPEÑAS EN SEGUIR JUGANDO CONMIGO?! ¡NO PUEDES SOLO DESAPARECER DE MI VIDA!

Las lágrimas recorrían el hermoso rostro del albino mientras apretaba los puños fuertemente.

...

Notas finales:

Espero leernos pornto

Besso!


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