Ya dentro del lugar, Yamamoto guio a Hibari hasta el recibidor en donde se encontraban los chicos, todos ellos vestían ropas diminutas y muy provocativas.
POV HIBARI
Seguí al idiota de Yamamoto y pude constatar que lo que me decía era cierto.
Los chicos de este burdel eran muy atractivos, pero ninguno de ellos me atraía lo suficiente como para pagar por una noche.
Me senté junto a mi supuesto amigo en uno de los muchos sofás que allí habían y en menos de 5 segundos dos chicos llegaron a acompañarnos.
Recibí el trago que me ofreció el chico de cabello negro, quien se sentó a mi lado y comenzó a coquetearme; era atractivo, pero… otra vez… NO ME ATRAÍA LO SUFICIENTE.
Observé a mí alrededor y me sorprendí al divisar no muy lejos de donde me encontraba a tres de los muchos socios que tenía mi empresa.
“Uhm… ¿ellos no tienen esposa e hijos?” me dije para luego tomar un sorbo de la copa que traía en la mano “Ja… hipócritas”
Unos segundos después vi como Yamamoto le preguntaba al chico que se encontraba a su lado sobre el tal Gokudera del que me habló antes
“Así que lo tiene prendado”- pensé sonriendo internamente, ya sabía cómo molestarlo cuando osara hartarme con sus largas charlas.
Estuve por unos tres minutos mirando el lugar, era elegante y llamativo, nada mal para ser un lugar en donde se ofrecían servicios sexuales, pero al terminar ese tiempo me levanté del mueble con intención de irme, como le dije al idiota de mi autoproclamado amigo, no me quedaría por mucho tiempo en este lugar.
-Hibari ¿acaso ya te marchas?- me preguntó Yamamoto, el cual se encontraba acompañado de un atractivo peliplata “Buenas piernas”- pensé al observar al chico- “Seguro es el tal Gokudera”.
-Sí, te dije que no estaría aquí por más de 5 minutos- respondí para luego girarme y comenzar a caminar
Había dado tan solo tres pasos cuando la figura de cierta persona hizo que me detuviera completamente.
FIN DEL POV HIBARI
POV TSUNA
Luego de despedirme de Ryohei fui rápidamente a darme un baño para poder estar listo antes de las 8 pm
Lamentablemente, como siempre demoré mucho al alistarme y cuando me di cuenta ya eran las 8:10 pm y aún no había bajado.
“Maldición” me dije para luego salir corriendo de la habitación donde me hallaba con dirección a las escaleras para llegar al recibidor.
Me encontraba bajando hacia el primer piso cuando observé a lo lejos a un joven pelinegro.
No sé qué me pasó, pero me quedé inmóvil por unos segundos. Nuestras miradas se encontraron y yo sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo. Su mirada, su rostro, su porte… todo en él me atraía.
Luego de unos segundos, volví a la realidad y terminé de bajar los escalones.
Caminé lentamente hacia él, no sé qué pasaba, pero mi cuerpo estaba deseoso por estar cerca de ese hombre.
FIN POV TSUNA
POV HIBARI
Aquel chico castaño de ojos grandes color caramelo había robado por completo mi atención.
“Es hermoso”- pensé para luego insultarme mentalmente por eso
“Sus piernas, su cintura, sus rozados pezones… todo él se ve exquisito, la prenda que trae le queda perfecta” (Prenda de Tsuna )
“Tsk… maldición” ¿Desde cuándo a mí me parecía un hombre así de hermoso? estaba actuando extraño
Lo observé durante unos segundos más sin moverme hasta que el verlo caminando hacia mí provocó que saliese al fin del trance.
“Hace tan solo medio minuto quería irme y ahora, lo único que quiero es poder tocar a este chico”
FIN POV HIBARI
-Buenas noches- habló el castaño para luego sonreír
Hibari, quien mantenía su expresión inexpresiva lo observó y contestó el saludo.
-Le gustaría que yo…- Tsuna se acercó aún más al cuerpo del pelinegro y colocó un travieso dedo sobre su torso- lo acompañase…- finalizó para luego sonreír coquetamente
Lo que el presidente de HIBARI CORP hubiese hecho normalmente seria alejar la mano del contrario y decir un “No se te ocurra volver a tocarme”, y no porque fuese un prostituto el que lo tocase, ya que si hubiese sido una prostituta haría exactamente lo mismo. La razón era simple: solo él decidía con quien follar y no permitía que cualquiera lo tocase con tanta confianza.
Pero contra todo pronóstico, el temible Hibari Kyoya sonrió de medio lado y respondió con un “No me molestaría” para luego seguir a Tsuna a una de las mesas donde había varias copas y botellas de champagne.
-Tome... ehhh… ¿me diría como quiere que lo llame?- habló entregándole una copa al pelinegro
-Hibari, puedes llamarme así ¿cuál es tu nombre?- recibió la copa y observo a Tsuna
-Mi nombre es Tsunayoshi, pero -se acercó al oído de Kyoya y susurró- tú puedes llamarme como gustes
-Tsunayoshi- se repitió Hibari para luego sonreír de medio lado
-Venga conmigo- el de ojos caramelo lo llevo hacia uno de los sofás e indico al pelinegro que se sentara junto a él
-Nunca lo había visto por aquí, es la primera vez que viene ¿verdad?- preguntó mientras se cruzaba de piernas luciendo sus atractivos muslos
-Vine acompañando a alguien, ya que no soy gay es normal que nunca me vieses frecuentando este burdel
Lo dicho por Hibari le cayó como un baldazo de agua fría al castaño.
¿Pero qué es lo que dijo?
-Si no es gay que hace aquí, Hibari-san- habló Tsuna con algo de burla
-Vine acompañando a alguien, es más, antes de que te acercaras a mí estaba a punto de irme- respondió el pelinegro con su usual monotonía
-Entonces, puede seguir su camino- la faceta del castaño cambió completamente- no estoy para perder mi tiempo con heteros que dudan de su sexualidad o simplemente quieren probar algo nuevo- terminó el champagne de su copa y se levantó del sofá
Acto seguido Hibari hizo lo mismo.
-Es verdad cuando dicen que una persona puede tener dos facetas… o hasta más
-Exactamente, Hibari-san- respondió rápidamente y sonrió- puedo ser muy amable con mis clientes, puedo hacer que disfruten tanto como para que vuelvan siempre aquí y pidan tener sexo conmigo nuevamente; sin embargo, esa solo es una de mis tantas caras, lástima que usted no pueda conocerla- giró con intención de irse cuando sintió un agarre en su brazo
Hibari no supo por qué el escuchar lo dicho por Tsuna lo irritó bastante.
Como un ser tan bello puede haber sido corrompido tanto
-Te equivocas, Tsunayoshi- dijo mientras sostenía el brazo del contrario y se acercaba al oído de este para susurrarle- soy capaz de conocer esa y muchas de tus otras facetas, no lo olvides- habló finalmente haciendo que el cuerpo de Tsuna se estremeciera por el caliente aliento que hizo contacto con su piel
El pelinegro se giró y comenzó a caminar hacia la salida del lugar.
Kyoya se detuvo por un momento para voltear ligeramente y repetir lo que antes había dicho: “No lo olvides” para luego desaparecer de la vista de Tsunayoshi.
Idiota- pensó para sí Tsuna mientras mantenía su mano sobre su oreja derecha
Lo que había hecho ese hombre no era nada nuevo para él, muchos clientes e inclusive amigos le susurraban cosas al oído ¿Entonces por qué se encontraba sumamente sonrojado y sentía una mil cosas en su estómago?
No es como si fuera un virgen maldición… y todo por ese idiota
El castaño estuvo un rato en su misma posición tratando de responder las muchas preguntas que su mente le hacía en ese momento hasta que sintió como alguien le tocaba el trasero.
-Acabo de llegar y al verte no pude resistir el tocarte, quiero follarte ahora mismo- dijo un joven hombre de cabello blanco corto y con lentes que lo hacían lucir muy atractivo
-nngh... Kawahira- se giró y se abrazó a su cuello para luego dejar que el contrario se apoderara de sus labios y toqueteara su cuerpo
-Me vuelves loco, Tsuna- decía entre el beso el dueño de lujosas tiendas de joyas mientras acariciaba el trasero del castaño y apretaba fuertemente sus nalgas
-ahh… me gustas mucho, mejor vamos a una habitación… ¿sí?- habló el castaño separándose de la unión de sus bocas
-Por supuesto, no puedo esperar por tenerte debajo de mí -respondió para luego dejarse llevar por el castaño hacia el segundo piso del edificio
¿Por qué no siento ni la mitad de las sensaciones que me provocó ese arrogante hombre? algo debe estar mal conmigo -pensó Tsuna para luego entrar a la habitación junto con el peliblanco, con el cual esa noche tendría una larga sesión de sexo.
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