-Ryohei-san ¿no le parece que esto es muy pequeño y muestra demasiado?
-Lambo, ya te dije que me llamaras solo Ryohei- dijo con un puchero el peliblanco
-ehh si, perdón Ryohei
-Así está mejor, y respecto a la prenda encaja perfectamente contigo, te verás hermoso
-E-Está bien
-Ryohei, por casualidad sabes… oh pensé que estabas solo
-Hey Gokudera, levantaste tarde hoy ehh
-Buenos días, Gokudera-san-saludó el adolescente
-Sí, mi despertador no sonó… y dime solo Gokudera, chico
-Lo siento G-Gokudera- respondió Lambo
-Eso que llevas en tus manos es uno de nuestro trajes ¿verdad?-preguntó el albino
-S-SÍ
-Lo que pasa es que Lambo a partir de hoy trabajará con nosotros- habló el peliblanco
-Entiendo ¿estás seguro de esto, Lambo?- pregunto Hayato
-Sí, lo estoy- respondió el adolescente agachando la mirada
-Bueno ahora, Ryohei, me ayudarías a buscar una de las prendas color violeta, no la encuentro y por más que pregunté ayer por ella no la hallé
-Claro, Lambo- se dirigió al chico- iré a ayudar a Gokudera, puedes ir probándote eso y luego vengo para verte ¿ok?
-Ok
EL albino y Ryohei salieron de la habitación dejando al menor observando la prenda entre sus manos.
-Perdóname, Aria-san- apretó ligeramente la prenda entre sus manos- pero no puedo vivir por siempre de la amabilidad de Colonello-san, así que desde hoy trabajaré aquí
El adolescente secó con una de sus muñecas las lágrimas que ya adornaban sus ojos y se dirigió al baño de la habitación para probarse la diminuta y sensual prenda.
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-Es hora, jefe
-Muy bien, Bianchi- el pelinegro de rizadas patillas se levantó del sofá de su oficina y se acercó a la mujer pelirrosa
Bianchi le colocó el saco lentamente y cuando termino recibió un beso del pelinegro.
-Por un buen trabajo- dijo Reborn guiñando un ojo y sonriendo burlonamente para luego tomar las llaves de su auto y salir de allí dejando a su asistente, la cual era mayor que él y casada por cierto, con una sonrisa y algo sonrojada
Pasaron unos 20 minutos y llegó al restaurante donde se encontraría con el famoso Hibari Kyoya.
Vio su reloj y eran las 4:05 pm, estaba a la hora, entró al restaurante y divisó al presidente de Hibari Corp sentado en la gran mesa reservada hace ya varios días.
-Buenas tardes
-Llega cinco minutos tarde, Arcobaleno
-Usted muy puntual, Hibari
El contacto de miradas, el cual mostraba la gran rivalidad que sentían, pudo durar años, si no es porque Reborn sonrió de lado y se sentó al frente del pelinegro más joven.
-Bien pues ¿no pediremos algo de beber?
-Ya lo hice, estoy aquí desde hace 10 minutos- Hibari sonrió burlonamente, no se dejaría vencer
-Me parece bien que sea puntual y piense en todo
- No por eso soy presidente de una compañía
-Ya lo veo
- Bueno, creo que es tiempo que nos dejemos de pláticas nada relevantes y vayamos al grano, no le parece
-Me parece bien
-Bueno, el punto de esta reunión nada placentera es la rivalidad que hay entre Hibari Corp Y la empresa Arcobaleno, todos nuestros negocios chocan frontalmente y usted lo sabe muy bien
-Exactamente, nos quitamos socios, competimos fuertemente por el mercado asiático y últimamente con el europeo
-Ciertamente sabe que es una situación muy molesta que data desde la época en que mi padre y el suyo eran los que dirigían las respectivas compañías- Hibari lo miro fijamente esperando su reacción
-Ohh si… ninguna de las dos empresas pudo derribar a la contraria- Reborn no le daría el gusto de verlo recordar que su padre estuvo a punto de ser derrotado por Hibari Yashiro
-Para mí mala suerte es verdad
En ese momento llegó el mozo y llevó la respectiva botella de Wiski, sirviéndole una copa a cada uno para luego retirarse con una reverencia
-Lo mismo digo- Reborn sonrió de medio lado
-Entonces creo que hemos llegado a la misma conclusión ¿no es cierto?
-Creo que es la única opción que nos queda a los dos
Los dos pelinegros de aura amenazante tomaron sus copas de Wiski y la levantaron a la altura de su pecho.
-Bueno entonces… queda cerrado la asociación- dijeron los dos al unísono para luego chocar sus copas y beber todo el contenido de estas
-Mantendremos la autonomía pero ya no habrá competencia entre las dos compañías, el sábado será la junta con todos los accionistas de las respectivas empresas
-Me parece bien, la reunión puede ser en Hibari Corp si no te molesta
-Por supuesto que no, Arcobaleno
-Llámame Reborn, me molesta que me llamen por mi apellido
-Bien- Kyoya lo miró serio
-Entonces, hasta el sábado
-Hasta entonces, Reborn
Los dos pelinegros se levantaron y salieron en direcciones opuestas, cada uno a sus respectivos vehículos luego de hacer hecho una de las asociaciones más importantes en la historia de las empresas de exportaciones en Asia.
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-Hey Tsuna ¿no quieres ir al karaoke? irán muchas chicas lindas
-Lo siento, Sousuke, tengo que irme muy rápido a mi trabajo de medio tiempo, será en otra ocasión- se disculpó el castaño
-No te preocupes, ve rápido porque si llegas tarde te despedirán- el pelinegro le sonrió
-SÍ, adiós- Tsuna tomó su mochila y fue corriendo a la parada del autobús
Llegó al conocido edificio en 15 minutos, entró en este y encontró a Emma y Fuuta preparando la sala para la llegada de los clientes.
-Hola, se me hizo un poco tarde jaja…- el castaño miro al pelirrojo y al de ojos verdes de forma divertida
-Sabemos que es por la Universidad, son las 6:45 así que si no quieres que se te haga más tarde, apresúrate en alistarte, parece que ya olvidaste que es miércoles y que hoy llega él a buscarte
-¿miércoles?
-¿Tan metido estas en la Universidad que ya olvidaste quien llega hoy?- Fuuta miró divertido al castaño
-¡Dino!... es cierto hoy viene él
-Exacto, ve rápido a alistarte
-Lo haré, gracias por recordármelo, Emma
-De nada
El castaño fue corriendo hacia la habitación que usaba usualmente para ducharse y vestirse.
-Emma ¿por qué no le dices a Tsuna que estás enamorado de Dino-san? estoy seguro que si él lo supiera no dejaría que fuese un cliente suyo
-No vuelvas a repetir eso, Fuuta, nadie puede saberlo ¿comprendes? ya mucha suerte tengo con también tener un día en el que Dino-san viene a verme… eso es suficiente para mí
-Pero Emma…
-No cambiará nada el que Tsuna ya no le permita ser su cliente, Dino-san conseguirá a otro y ya, ellos no están atados a nosotros ni nosotros a ellos, además de que jamás se enamorarían de personas que se acuestan con muchos a diarios, ya te lo dije.
-Es cierto, Colonello-san jamás se fijará en mí
-Colonello-san es diferente, no debes perder las esperanzas, Fuuta, ahora mejor terminemos esto y reunámonos con los demás chicos, ya sabes… hoy es el debut de Lambo
-Cierto, espero que el cliente que lo pida sea alguien que lo trate bien- el de ojos verdes mostraba preocupación
-Sí, yo también lo espero- respondió el pelirrojo
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