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Corazón De Dragón por Lawli Bemma

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Notas del capitulo:

Este es el ultimo capitulo :3 espero que les guste tanto como a mi escribirlo e imaginarlo todo

Por alguna razón que desconocía pero que agradecía con todo su ser, a mitad de la pelea aquel hombre había perdido la mayor parte de su poder, sin embargo eso no era suficiente para ganarle, aun seguía en desventaja a pesar de que ya no tenía todo ese poder y a su dragón; comenzaba a dar la pelea por perdida, su pecho se agitaba por sus jadeos al estar cansado y quien se había hecho pasar por Vegeta no mostraba signos de fatiga. Si continuaba era por la energía que su furia le provocaba por todo lo que había hecho, -Insecto estúpido, ¿crees que mi hijo te tomo en serio? JA no me hagas reír, no fuiste más que un entretenimiento- en un muy corto momento de descuido, Goku logró golpear la frente de su enemigo con su palma ocasionando que ambos retrocedieran.


-Miserable ¿Quién te crees para entrar en mi mente?- aquel golpe había sido similar al toque que le dio a Vegeta para sumirlo en un sueño blanco, con la diferencia de que ahora había sido él quien se sumió, en esta ocasión, en los recuerdos de Vegita. Podía ver fugazmente los sucesos como si fueran recuerdos en su mente y ambos quedaron paralizados mirándose fijamente:


Se encontraba en medio de una habitación a oscuras, lo poco que podía ver eran objetos extraños, conexiones y la mayor parte de aquella habitación era ocupado por una extraña maquina, el cuarto se ilumino por su propia mano con un fuego verde y en ese momento pudo ver claramente como su otra mano sostenía un báculo con algo bastante especial, supo que quien lo portaba no sabía el verdadero significado o poder de aquella esfera cuando la tomo y la arranco de su báculo para colocarla en aquella extraña maquina; sintió una alegría ajena en su cuerpo que se inundaba de maldad con el paso del tiempo y su carcajada aun continuaba…


Después de una especie de pantalla en blanco pudo ver como caminaba entre las hermosas carpas de los habitantes de la comarca, se encontraba en alguno de los Festivales y supo que quizás era el último cuando a lo lejos pudo reconocer a la persona a quien se acercaba lentamente, se escucho pronunciar su nombre pero no era su voz, vio como Vegeta se giraba a ver quien lo llamaba y pudo ver su asombro… entro a una carpa ajena, era dirigido por el azabache y al ver al frente una risilla creció en su mente cuando pudo ver a una hermosa mujer peli azul y aunque los demás no lo vieron él gozaba al percatarse del horror que provocaba su presencia en aquella mujer.


El recuerdo se adelanto hasta estar en una especie de salón de baile, reconoció el lugar al instante, era la Gran Carpa pero no se encontraba solo, estaba intentando disfrutar de una copa aun en compañía de esas personas tan desagradables, de alguna forma supo que aquellos eran los padres de la mujer. Permaneció con la vista fija en el liquido de su copa aún cuando la mujer rubia intentaba llamar su atención y se percato de las leves ondas que bailaban en su copa y justo en el momento en que dejo la copa en una de las mesas una fuerte explosión provoco un leve temblor que inicio el pánico en la gente. Supo que por un lado estaba satisfecho de la reacción de aquella gente estúpida pero por otra se sentía arruinado al saber el significado de la explosión, esa estúpida mujer había fallado y Nappa había comenzado.


Se vio a sí mismo en el cuerpo de aquel hombre abrirse paso entre la gente que corría por todas partes, él mismo comenzó a expandir el fuego mientras buscaba a su hijo. Como si se tratara de un viaje al pasado intentaba desesperadamente detenerse, dejar de avanzar hacia el hombre que corría desesperadamente hacia la carpa en llamas, quería gritar o hacer algo para evitarlo aunque aquello le costara no conocerlo jamás, no besarlo o nunca escuchar sus regaños. Fuera de aquel recuerdo su verdadero cuerpo dejo salir un grito cuando vio como su mano se alzaba dispuesta a lanzar el ataque, “¡Detente!”, una esfera de energía salió de su palma y detono en el cuerpo de aquel hombre que en un futuro amaría perdidamente, continuo avanzando hasta ver fijamente a la mujer y la pequeña que se encontraban dentro de la carpa y su mano se alzo nuevamente…


Se encamino a un grupo de personas encapuchadas, cada uno montaba uno de los dragones que anteriormente habían estado en el espectáculo aéreo y no se extraño cuando todos desmontaron y mostraron todo su respeto en una reverencia, escogió uno de los dragones y lo monto indicándole a todos que lo siguieran, ya en las alturas se digno a ver hacia atrás, sintió cierta alegría cuando vio al menor de sus hijos tomar en brazos al mayor y llevarlo lejos del fuego.


Esta vez la pantalla de luz blanca duro por mucho más tiempo, se estaba adelantando quizás años en sus recuerdos y poco a poco la luz se hizo oscura hasta darle forma y color a todo lo de su alrededor, se encontraba sentado en una especie de trono, escucho que la voz del mayor le permitía la entrada a lo que supo era su mano derecha y se lleno de terror y desesperación al ver como entraba acompañado de varias personas, el hombre que respondía al nombre Nappa le comunico que todo había sido un éxito y poso lentamente su atención en cada persona que entro, pudo ver nuevamente a la mujer de Vegeta y a la pequeña, vio a Milk, a Turles y también a Raditz… “aquellos dos fueron un logro en verdad, los idiotas que se encargaron de ellos los masacraron…”


Sintió que después de tanto tiempo y esfuerzo ya era hora de comenzar de nuevo, primero se ocuparía del mayor de sus hijos, no lo mataría, ¡en absoluto! Lo necesitaba para continuar con el reinado que crearía, esperaba impacientemente a que Nappa llegara y cuando lo hizo no se extraño ni pregunto dónde estaba la mujer que la había acompañado, simplemente le mando a recostarlo en una habitación en cuanto retiro el hechizo que encontró en su cabeza, no iba a permitir que alguien lo localizara tan fácilmente. Después de recibir un banquete se dirigió a la habitación donde su hijo dormitaba, toco su amplia frente y dejo fluir en él un nuevo hechizo, “Serás feliz nuevamente alejado de esos insectos y harás lo que yo te ordene…”


Ambos permanecieron mirándose fijamente, uno de ellos se encontraba tranquilo, levemente cansado y no le importaba lo que había visto de nuevo, de todas formas él acabaría con todos y se marcharía a comenzar su reinado junto a su hijo. El otro permaneció petrificado sin poder creer todo lo que había visto, la persona culpable del dolor de ambos estaba frente a él sonriendo y no podía hacer nada para evitarlo. –Se acabo el juego- después de esas palabras observo como alzaba ambos brazos hacia él y en ese instante permaneció inmóvil pero no por deseo propio, sentía como en su cuerpo se enrollaban cuerdas que no podía ver y mucho menos romper.


Por su mente pasaron miles de pensamientos mientras veía sus últimos segundos de vida convertidos en una eternidad para él, entre ellos que no pudo proteger a su familia, escucho como si estuviera muy lejos a su madre gritar su nombre y a juzgar por el ruido de la grava sabía que Gine estaba intentando salvarlo, escucho a dos jóvenes gritar al unísono “Padre” y sintió que no merecía ser llamado así. Lentamente vio como su madre se posicionaba frente a él dispuesta a recibir el filo de la espada en su lugar aun cuando ya había recibido un fuerte daño por otra espada, quería moverse y evitar que más personas murieran en su lugar, quería ser el único que sufriera.


A juzgar por la fuerza de su atacante las energías que le quedaban a su madre no serían suficientes para detenerlo, ambos morirían y no podría evitarlo así como tampoco pudo evitar formar una leve sonrisa cuando paso por su mente que aquel hombre había sido el culpable de sus mayores dolores, el causante de su felicidad y ahora quien le mataría. Con ese pensamiento fijo sus ojos en los de él, se estaban entrecerrando por el dolor de las cuerdas provocaban al estrujar su cuerpo y aun así nuevamente se abrieron de sobremanera cuando un leve resplandor dibujo una línea en medio de la nada y dejo ver al azabache que se había robado todo de él.


La espada nunca lo toco ni a él ni a su madre, había sido encajada plenamente en alguien más. Vegeta soltó una carcajada al mirar el rostro de desquicio en su padre y continuo sujetando la espada aun con el dolor que le provocaba, -Idiota… ¿qué has hecho?- observaba divertido como su rostro se tornaba alterado y sus manos temblaban tanto que soltó la espada cuando él mismo se dejo caer de rodillas y alguien detuvo su completa caída, supo inmediatamente a quien pertenecían esas delicadas manos y se dejo tomar. Todo a su alrededor comenzó a tornarse borroso y su pecho agitado se movía tanto como todo lo que veía, sintió debajo suyo la tierra estremecerse y lo escucho gritar, podía sentir como estaba liberando toda su energía… “Kakarotto”, escupió sangre y sintió como la mujer lo arrastraba lejos de ahí.


Su vista comenzaba a tornarse en un doloroso túnel oscuro, como su cuerpo adormecido le permitió, esbozo una sonrisa cuando su hijo corrió hasta llegar a su lado, misma que desapareció cuando le retiro la espada del pecho y se arrodillo ante él, se sentía eufórico aun en ese momento cuando Trunks tomo su mano, recordó cuando era pequeño y lo hacía constantemente cuando iban por las calles y sin previo aviso unas lágrimas se soltaron. No podía verlo claramente, pero sabía que Kakarotto había creado cadenas nuevas, estas no brillaban, al contrario, éstas eran negras y cada una se enterraba en el cuerpo de quien le dio la vida y su euforia creció.


-No te atrevas- dijo cortante y retiro las manos de la mujer de su herida, la miro a los ojos y negó nuevamente sabiendo que si intentaba curarlo ella igualmente moriría y a ella también le sonrió cuando la escucho llamarlo idiota, -promesa cumplida Gine- aquellas palabras detonaron nuevamente la humedad en los ojos de la mujer “¡Si algo le ocurre yo misma te haré pedazos!”, dejo salir una dolorosa risa –a juzgar por sus gritos de nena Kakarotto debe estar destrozándolo- se detuvo cuando Gine le apretó muy fuerte su mano y lo miraba con furia “Eres idiota o te haces… el punto era que Goku no saliera dañado”, no supo que contestar, cada fibra de su ser se estaba marchando y solo podía pensar que había ganado, arruino los planes de quien le causo daño y protegió a la persona que amaba.


Su euforia para él era justificada además de que no quería morir sin mostrarle a su hijo una sonrisa, lo miro fijamente y con sus dedos intento limpiar sus mejillas, -Trunks, ¿dónde está Tarble?- una pequeña parte de su euforia desapareció cuando lo vio bajar la vista y negar con la cabeza “Pronto te veré hermanito…” pensó con ironía, su cuerpo cada vez se entumecía más y aun así pudo sentir una ola de calor cuando Trunks se levanto al igual que Gine y lo dejaron solo con Kakarotto quien lo tomo en brazos y lo acurruco tal cual lo había hecho la primera vez, hundió su rostro en su cabello y aspiro su aroma con desesperación, besó su frente, la puntita de su nariz y se hundió en sus labios con todo el amor que nunca le podría dar, a ambos se les rompió el corazón cuando la humedad de las mejillas del menor continuo el camino de las de Vegeta.


Se separo al querer vivir aunque fuera unos segundos más y saco de su bolsillo la última esfera del dragón, le regalo la última sonrisa al ver como brillaban sus ojos al ver el objeto y lo dejo a un lado –Kakarotto acércate- coloco su oreja lo más cerca que pudo de sus labios y deseo morir en ese instante junto a él, sintió como se le escapaba el último aliento a su pequeño cuerpo y lo estrujo contra su pecho fuertemente, “Al fin pude proteger a quien más amo y necesito”. Cada persona a su alrededor bajo la vista y se estremeció cuando el blondo dejo salir todo su dolor en un grito al cielo, Gine se acerco por su espalda y lloró junto a él.


-Aun no te rindas Goku… queda una esperanza- Gine saco de su bolsillo la esfera que ella había guardado y cuando Goku giro la vista pudo ver que todos hacían lo mismo, incluso Piccoro. Lentamente se levanto con Vegeta en sus brazos y se encamino hacia todos, se dejo caer de rodillas cuando estuvo cerca de todos, acomodo el cuerpo de quien amaba en sus piernas y continuo acariciando su mejilla; cada líder dejo su esfera frente a ambos y cada una comenzó a brillar de forma palpitante, “Shen Long…te ruego que cumplas mi deseo”; inmediatamente las esferas dejaron de parpadear para permanecer brillando, el cielo se oscureció y de las esferas surgió el Dios Dragón, todos estaban impresionados ante tal escena a excepción de Goku que permanecía con los ojos fijos en aquellos parpados y con su propia ropa le limpio la sangre que no le quito con el beso.


-Dime, ¿qué es lo que deseas?- sus ojos escarlata se posaron en el hombre que lo invoco, sabía todo lo que había ocurrido y tal como antes había sufrido las perdidas tanto de personas como se dragones, al ver en lo profundo de aquel hombre se impresiono al ver que su corazón era incluso más puro que el del anterior hombre que lo había invocado y temió que a causa del dolor por el que estaba pasando su pureza se manchara.


Trago saliva y aun sin mirar a otra parte comenzó a hablar –quiero lo que antes te fue pedido, quiero que traigas devuelta a la vida a todo inocente y leal que perdió la vida en este año y esta guerra… quiero que los que su muerte es más lejana sean libres- a su alrededor comenzaron a escucharse murmullos, la gente comenzaba a despertar o a reaparecer de la nada, escucho a su madre correr hacia su padre y abrazarlo con fuerza y también escucho a la gente impresionada de ver pequeñas luces por todas partes que iban subiendo al cielo hasta perderse. Sintió que se ahogaría con su propia saliva y se atrevió a mirar fijamente a su Dios. -¿Por qué?- abrazo con más fuerza el cuerpo sin vida que se mantenía en sus piernas y aun sin haberlo escuchado supo la razón de que no reviviera.


-Lo lamento, pero su corazón no es de un leal o un inocente, en sus manos hay sangre de dragón… no puedo hacer nada- escucho como su hijo consolaba al joven Trunks, cada persona a su alrededor quería acercarse pero ninguno se atrevió, el dolor que veían en él era tanto que ellos mismos lo sentían.

Notas finales:

:D quien quiere un abrazo? .... un pañuelo? .... un epilogo para que no me maten? D: .... se me salio la lagrimita cuando lo escribi... espero haber logrado lo mismo en ustedes xD perdón 


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