Cada miembro de todas y cada una de las familias que habitaban la comarca había migrado al bosque como cada inicio de año hacían para continuar con la tradición; abandonaban sus hogares para ir a un lejano bosque donde se instalaban en enormes carpas de tonalidades del atardecer, algunas incluso de dos pisos, cada una con lo necesario para vivir en ese sitio por al menos dos semanas además de lo necesario para el festival del fuego, festividad dedicada tanto a sus antepasados como a sus dragones, por supuesto que éstos no podían faltar. Cada año los hechiceros domadores partían con tres meses de anticipación a buscar nuevos y poderosos dragones para honrar a sus pasados, hacer tributo a su dios y pedir por un buen año.
Apenas habían pasado tres días de la primera semana de festividades y las familias de hechiceros ya recibían a sus parientes con nuevas especies de dragones, cada uno igual de increíble. Un joven de alborotados cabellos azabaches corrió a abrazar a su padre que montaba un precioso dragón de tonalidades agua marina.
-¡Goten! ¿Qué te parecen?- recibió el abrazo y le revolvió el cabello con ternura a su joven hijo.
-¡Son increíbles padre, quiero ser como tú y montarlos!- el mayor rio ante tal comentario y busco entre la gente.
-Turles, Raditz se los encargo iré a ver a mi familia- los mencionados hicieron un gesto para asentir y el menor de los hermanos comenzó a caminar junto a su hijo –Goten ¿Dónde están los demás?
-En casa, mamá te está preparando tus platillos favoritos-
-¡Que bien, me muero de hambre!- se alegro y se dejo guiar por su hijo hasta llegar a la carpa correspondiente, sería una de las grandes ya que su familia era de las más importantes. Sin embargo cuando estaba frente a la carpa un grito de una mujer se dejo escuchar. Goten corrió dentro de la carpa. -¡Milk!
Se aproximo a la carpa pero al abrirla solo encontró que todo se consumía por el fuego.
-¡Milk ¿Dónde estás?!- el pecho y la garganta comenzaban a arderle además de que sus ojos le lloraban y no podía ver con claridad, se adentraba poco a poco entre las llamas buscando el origen del grito –MILK- subió corriendo al segundo piso cuando volvió a escuchar su grito y miro como frente a la puerta un hombre corpulento intentaba tirarla –Oc Satán ¿Dónde…?- no termino la pregunta ya que al acercarse el hombre era inmediatamente consumido por las llamas hasta desaparecer.
Corrió a la puerta y con todas sus fuerzas intentaba abrirla, no podía usar energía o alimentaría el fuego, su desesperación era tal que no sentía cuando sus brazos se lastimaban al golpear contra la puerta. Finalmente consigue abrirla cayendo de rodillas para ver como el fuego incrementaba y consumía a las dos figuras dentro.
-¡NO MILK!-
- - - - - - - - - -
-MILK… MILK…- se retorcía y tomaba su pecho aun dormido, los gritos despertaron de sus propias pesadillas al azabache de cabellos en forma de flama que al abrir los ojos lo primero que sintió fue el intenso dolor en su cabeza, se giro a ver el origen del escándalo y se levanto lentamente acercándose a verlo mejor, creía haberlo visto antes, frunció el ceño cuando alcanzo a ver fuera de la cueva a la hembra que había matado a su dragón. Enfurecido comenzó a patear levemente al sujeto.
-¡Maldición, despierta insecto!- a pesar de esto no despertaba así que opto por sentarse en las piernas del desconocido colocando sus rodillas a cada lado de su cadera, tomó sus manos para moverlas y que despertara –DESPIERTA IDIOTA- grito provocando que Goku despertara al tiempo que se levantaba de golpe apenas alcanzando a rozar los labios del mayor con los suyos ganándose su furia, sonrojo y un golpe de su parte que lo mando de vuelta al suelo.
-Ayy ayayayy- se retorcía bajo su cuerpo mientras sobaba su mejilla dolorida -¿¡Qué pasa contigo?!- Vegeta volvió a tomarlo esta vez de las muñecas y atrayéndolo hacia arriba de forma agresiva haciendo que el otro lo mirara a los ojos.
-¿Quién demonios eres y cómo te has atrevido a matar a MI DRAGÓN INSECTO?!- su rostro tentaba con sonrojarse nuevamente debido a la proximidad de sus rostros pero su enfado era tal que lo dejo pasar -¡Contesta!
-Para empezar no fue mi culpa que lo matara, si tu dragón no hubiera interferido yo hubiera domado a esa hembra dragón sin problemas y esto no hubiera pasado- la mirada del mayor comenzaba a intimidarlo –y… bueno lo siento, aun no la controlo completamente. Solo quería que parara la pelea pero no me obedeció cuando le dije que se alejara y tuve que usar nuevamente las cadenas para impedirle que siguiera avanzando a ti…- desvió su mirada llena de furia a la salida de la cueva notando esta vez que una cadena rodeaba el cuello de la hembra y su ceño fruncido se relajo, no iba a admitir que parte de esto era su culpa.
-Como sea… ¿Cómo piensas compensarme? He perdido un excelente ejemplar de dragón y aquel escarlata esta moribundo- Goku frunció un poco el ceño pensando que de todas formas Aragón nunca se alejaría de su lado y en seguida su gesto se ilumino con una sonrisa.
-¡Oye! ¿A dónde te diriges?, yo voy de vuelta a mi hogar en la comarca y puedo llevarte así tu mismo escogerás el dragón que quieras- se quedo pensando por un momento qué responder, no estaba en sus planes volver tan rápido y menos aun sin productos ya que su trabajo se basaba en cazar y llevar pieles, cuernos de todo y si un dragón se le atravesaba tampoco le importaba mancharse las manos con uno que otro.
-Bien, llévame a la comarca, pero ni se te ocurra intentar timarme- amenazo antes de soltar una mano, levantarse y ayudarlo a levantarse con la mano que aun sostenía; ambos se sacudieron sus prendas hechas de pieles y juntos salieron de la cueva; apenas salir su mirada se poso sobre la hembra que de no ser por las cadenas ya le abría atacado.
-Ya he curado a Aragón y no es de guardar rencor así que anda sube con confianza- le dijo extendiéndole la mano para ayudarlo a subir, el otro solo arqueó una ceja impresionado, no podía creer que aquel hombre montara sin nada que le diese un apoyo, monturas, cuerdas, nada; además no estaba dispuesto a ir todo el viaje pegado a un “insecto”.
-No creerás que subiré contigo a algo tan inseguro-
-Vamos, es que a ella no la quiero domar por completo ya que será un regalo para mi hijo- le dijo con una sonrisa mientras sin importarle una respuesta se bajaba y cargaba a Vegeta hasta montarlo en Aragón y subir quedando frente a él ignorando sus insultos y golpes.
-¡Óyeme insecto ¿Quién te has…?!- su boca se cerró de golpe dejando la frase inconclusa cuando Goku palmeo al dragón indicándole que empezara el vuelo, no estaba acostumbrado a montar de esa forma tan insegura así que a regaña dientes se abrazo del cuerpo del menor. Por primera vez experimento temor de morir por culpa de un idiota y su dragón viendo no solo que se elevaba demasiado, también que cada vez iba más rápido ocasionando que se abrazara aun más juntando su pecho con la espalda del menor.
-¡Por cierto! Me llamo Kakarotto, pero por favor llámame Goku- gruño por lo bajo, no le interesaba saber nada de él -¿y tú?- al no recibir respuesta se atrevió a palmear a Aragón indicándole que descendiera rápidamente parando cuando sintió que las manos en su cuerpo lo partirían en dos y después de recibir un “Vas a matarme idiota”.
-Vegeta… - y eso fue suficiente para hacer nacer en su rostro una sonrisa.
-Podemos hacer esto por las buenas o puedes intentar saltar al lomo de la hembra y haber si acepta llevarte- le reto sabiendo que nunca se soltaría de su pecho hasta estar en tierra firme, escucho un suspiro de resignación que marco su derrota y comenzó a charlar con él para hacer el camino más llevadero, mientras el mayor hundía su rostro en su espalda queriendo que todo eso terminara.
~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~
Alzó la mano hasta su frete tapando su vista del sol, sonriendo cuando a lo lejos pudo ver su destino y le señaló a Aragón que fuera poco a poco bajando.
-¿No crees que eres muy abierto con la gente? Apenas te conozco y ya se gran parte de tu vida- rió ante su comentario, era cierto nunca fue muy reservado.
-Vamos, solo fue lo importante- a lo lejos ya podía ver la casita.
-Enviado desde pequeño a ser entrenado por el abuelo Gohan… vuelves con mamá Gine y papá Bardock cuando ya eres un hechicero experto en domar dragones… Milk… Milk… Gohan… Milk… Goten… festival de hace cinco años… viudo y otras perdidas ¿me equivoco?- lo último dolió un poco recordarlo, más aun contarlo pero sintió que parte de un gran peso se desvanecía ahora que había contado todo eso a pesar de ser casi un extraño –y ahora continuas con tu trabajo, tu familia es dueña del comercio de dragones de la comarca y siempre sales por meses junto a… ¿Aragón?, en busca de nuevas especies- el dragón mencionado bufo un poco mientras terminaba el descenso tocando tierra firme.
-¡Así es, si me has puesto atención!- sonrió esperando a ser soltado y giro su rostro para ver la razón de no ser libre, sintió un poco de ternura al ver que Vegeta había ido todo el camino con los ojos cerrados y por ello no se percataba que habían bajado. Divertido libero su cola de mono (que solo los hechiceros de raza pura portan) de sus ropas y con la punta hizo cosquillas en la nariz de su compañero. Éste le contesto abriendo los ojos con furia y un leve sonrojo; ambos bajaron del dragón -¿y… algo que tú quieras contarme?-
-Nada interesante… más que mientras tu familia es importante porque comercia con dragones la mía lo es porque comercia pero con productos y deberías comprar algunos- inmediatamente mostro disgusto ante la idea, su pensamiento siempre había sido que los dragones eran algo sagrado y debían ser tratados como tal, no como pieles súper resistentes, cuernos, espinas y demás para armas o cualquier otro artículo. Prefirió adentrarse en la pequeña casita mientras era seguido de cerca por Vegeta -¿Dónde estamos?-
-¡En la Montaña Paoz!- dijo mientras se tumbaba en la suave cama –Aquí entrenaba con mi abuelito Gohan- le comento sonriendo y se sentó –Aquí pasaremos cinco días… no me digas que no lo has notado, si continuamos avanzando quedaremos por ahí varados hasta que pase la tormenta de nieve que se avecina- soltó cuando vio el gesto molesto de Vegeta -¡Además me estoy muriendo de hambre!- se levanto de un salto y lo tomo de los hombros llevándolo fuera –Si quieres ayúdame a cazar… o quédate aquí mientras vuelvo… o intenta irte pero no me será fácil salvarte de la tormenta-
-Jumm- pronuncio con altanería, concentro su energía en su mano e hizo movimientos como si des envainara una espada creando una de energía y se marcho a cazar. Goku no podía creer que alguien tan amargado y orgulloso se estuviera ganando un lugar en su mente, esa persona le causaba gran interés; su gesto cambio por uno completamente serio cuando recordó que había intentado calmarlo cuando dormía, parecía tener pesadillas pero al tocarlo había caído inconsciente y vuelto a revivir el pasado que tanto le costó olvidar.