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Amargas Mentiras. por Small Lady

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Notas del capitulo:

Es algo tarde, pero no queria que el dia se acabara sin haber actualizado. 


 


 


Este capitulo se lo quiero dedicar a Lluvia de Uchiha, es una lectora muy importante para mi, su opinion nunca puede faltar y que este presente me hace feliz. 

Naruto no era de tomar bebidas alcoholicas, pero ante la situación que estaba viviendo su cuerpo se había movido solamente para adueñarse de una de las botellas de whisky que guardaban para los invitados. Un vaso se había convertido en tres y después en seis hasta que termino por perder la cuenta de cuantas copas llevaba encima. Aun así no fueron lo suficiente como para hacer que se olvidara de sus problemas actuales.


Sakura y Sasuke: La primera representaba su perdición, y el segundo… Representaba su vida entera.


No podía verse sin Sasuke, pero su mente llamaba con insistencia a Sakura, era algo complicado e inexplicable, y hacia que le doliera la cabeza.


“-¿Sakura que significa esto?” –Su mente viajo a aquel momento donde su vida cambio, donde Sakura le había roto el corazón.


“-¿Acaso tengo que explicártelo con dibujitos?- Le había dicho con una sonrisa que a pesar de la situación le parecía hermosa.- Me casare con un joven apuesto, a ti ya no te necesito.- Termino de decir mientras acercaba más su mano al rostro del rubio, con la intención de que esta viera el hermoso anillo que reposaba en su dedo anular.


-P-pero Sakura…- Naruto quería simplemente morir..- Yo te amo… Cásate conmigo.- Y con torpeza saco la pequeña cajita negra de su bolsillo y rápidamente se arrodillo a los pies de la chica.-


-Naruto no te humilles, es inútil, ya no te necesito.- Expreso la pelirosa sin un apice de arrepentimiento,  inclusive la parecía gracioso el numerito que estaba montando el Uzumaki.


-¿Qué hice mal? ¿Es por el dinero? –Pregunto dudoso, puesto que hacía poco había entrado a trabajar en la empresa de su padre, con la condición de que lo haría desde cero, empezando desde lo más bajo. Naruto jamás se había aprovechado de la buena posición de su familia, al contrario, el deseaba sentir lo que era ganarse cada centavo.


-En parte es eso.- Se limitó a responder.- Me da vergüenza que me vean con un simple empleado.- La pelirosa poso sus mano en la cadera.- Además ya me aburriste.-


-No, no, Sakura te prometo cambiar.- Naruto se levantó para tomarla de ambos hombros.- No te vayas, no me dejes.-


-Contigo ya hice lo que quería.- Sakura quito ambas manos de encima, y se encamino a la salida.- Mañana en la noche me largare de aquí para ir a vivir con mi futuro esposo. Estas invitado a la boda querido.- Fue lo último que dijo antes de desaparecer de la vida del rubio. “


Naruto reventó el vaso de vidrio entre sus manos, le daba tanto coraje recordar como Sakura lo había desechado, ¿Entonces por qué? ¿Por qué su mente se empeñaba tanto en hacerlo recordar?


-P-papá, estas sangrando…- La voz de su hijo le hizo volver a la realidad. Volteo a ver a Menma solo para encontrarse que los zafiros de su pequeño se encontraban de un color apagado, con rastro de lágrimas en sus mejillas. –“Mierda.-“ Pensó mientras se acercaba a donde estaba el menor.


-No es nada.- Naruto apoyo su mano sana en la cabeza de su hijo solo para después dirigirse a la cocina, uno a uno quito los pedazos de cristal que se habían incrustado en su piel y con el botiquín de primeros auxilios vendo su mano para evitar que siguiera sangrando, todo con la atenta atención de su hijo.


-Ven Menma.- Naruto tomo de la manita a su hijo y lo dirigió a su cuarto, donde entre los peluches y juguetes de su niño lo acomodo en la cama de dibujos de dinosaurios y lo arropo, para después darle un beso en la frente.


-¿Es mi culpa verdad? –Dijo Menma mientras apretaba con fuerza su oso de peluche.- Papi se enojó porque me vio llorar…-


-No, no hijo.- Naruto comenzó a acariciar los suaves cabellos del menor.- Nada de esto es tu culpa, yo cometí un error pero no te preocupes, lo arreglare.-


-¿De verdad papá?- Pregunto el niño mientras Naruto se encargaba de secar las nuevas lagrimas que este desprendía.


-Te lo prometo Menma.- A Naruto no le cabía duda de que Menma había escuchado todo lo que discutió con Sasuke, haciéndolo sentir aún más culpable de lo que ya se sentía.- Volveremos a ser una familia feliz…-


Las horas pasaron y Naruto se percató de que Sasuke no volvería a casa esa noche, el reloj marcaba las 4 am cuando realmente comenzó a preocuparse, quería darle su espacio al Uchiha y por eso antes no había salido a buscarlo, pero si este tardaba media hora más inevitablemente saldría a recorrer todas las calles hasta encontrar su paradero.


Cuando estuvo a punto de salir a buscar a su esposo, la puerta de la casa se abrió mientras que en ella ingresaba el Uchiha.


-¿Dónde estabas? –Fue lo primero que el rubio le pregunto. Mas el pelinegro no respondió. –Sasuke te estoy hablando…-


-Solo déjame Naruto.- Sasuke se dirigio a la habitación de ambos, siendo seguido por el rubio.-Hueles a alcohol.- Señalo, pero suspiro aliviado al percatarse de que el rubio no se encontraba borracho.


-Sasuke debemos hablar…- Dijo el Uzumaki una vez ingresaron al cuarto.


-No tenemos nada que hablar.- Sasuke se encargaba de sacar unas mantas y una almohada extra del closet.


-¿Qué estás haciendo?- Atino a preguntar el rubio al ver las acciones del contrario.


-Es evidente que no puedo seguir durmiendo contigo.- Sasuke encaro a su esposo.- Dormiré en la habitación de huéspedes.- Ante la respuesta recibida Naruto se acercó al pelinegro y le arrebato las mantas solo para tirarlas al suelo. -¡¿Qué te pasa?!-


-¡Nuestro hijo está sufriendo por esto Sasuke!-


-¡¿Qué acaso es mi culpa?!-


-No… -Naruto apoyo su espalda en el closet.- Solo te pido que me permitas resolver esto, no quiero que las cosas entre nosotros acabe así.-


-Me alegra que pienses en lo evidente.- Bufo el Uchiha.- Quiero el divor…-


-Cállate.- Naruto fue lo suficientemente rápido como para posar su mano en la boca del pelinegro, y el susodicho no hizo nada para quitarlo.- No lo digas, jamás lo digas…-


-Es lo mejor…- Fue lo que atino a murmurar el Uchiha, haciendo que Naruto moviera la cabeza de forma negativa.


-No se tu Uchiha, pero yo no podría separarme de ti.- Se sinceró el rubio.- tu y Menma son la razón por la cual yo me levanto todos los días, y si te vas… Me destruirías.-


Sasuke bajo la mirada y dio dos pasas hacia atrás solo para alejarse del contrario.- ¿Y qué propones?, ¿Qué olvide lo que has hecho? –


-Sé que nada de lo que haga borrara el hecho de té engañe Sasuke.- Señalo el rubio con pesar.- Pero solo te pido que me des la oportunidad de arreglar esto. –Nuevamente se acercó para tomar de las manos al Uchiha.- Hazlo por nuestro hijo, por favor Sasuke…-


El pelinegro suspiro, ¿A quién querría engañar? Lo que menos quería era separarse de Naruto, ¿Pero que debía hacer?, Sasuke retomo sus pasos y levanto las mantas esparcidas por el suelo.


-Primero pon en orden tus sentimientos Naruto.- Susurro antes de irse de la habitación principal, dejando al rubio solo.


Los días pasaron, Sasuke no habia comentado de lo ocurrido a sus padres o hermano, Naruto tampoco menciono nada, y a pesar de que seguían comiendo y paseando juntos en familia, en la noche ellos dormían en cuartos diferentes, Menma sentía que sus padres estaban más distantes que nunca, ya no había risas y juegos, y eso lo hacía sentirse muy triste.


Por otra parte cuando el matrimonio no salía de paseo con su hijo Sasuke se encerraba en el estudio, pues había multiplicado el trabajo que hacía en casa, más que nada como una vía de escape para olvidar lo ocurrido, Naruto comenzó a llegar a casa temprano para pasar más tiempo en familia, pero al ver que Sasuke estaba sumido en documentos su tiempo lo dedicaba a hacer reír a su hijo.


 


-¿Menma ya estás listo?- Dijo Naruto mientras ingresaba al cuarto de su hijo, encontrando al niño con un bonito traje de gala justo a su medida.- Vaya que apuesto te ves.-


El viernes por la noche había llegado y con ella la celebración de aniversario de las empresas Uchiha-Uzumaki, evento importante no solo para quedar bien con los accionistas, si no para también agradecer a todos los empleados de la empresa por sus esfuerzos excelentemente realizados.  


-Papá este traje no me gusta.- El niño inflo las mejillas en señal de queja.- Parezco un pingüino.-


-Bueno pues eres el pingüino más apuesto que he visto.- Ante el comentario el niño rio con ganas, una vez ambos bajaron solo esperaron a que Sasuke saliera de su cuarto.


-¡Papi tarda mucho!.- Grito el niño, con la intención de ser escuchado por el pelinegro.


-¡Es porque tu papi es un metrosexual!- Naruto le siguió el juego a su hijo.


-Par de escandalosos.- Dijo Sasuke mientras bajaba las escaleras. El rubio se quedó sorprendido por lo que sus ojos veían, simplemente se había quedado embelesado por la belleza de su esposo. Sasuke llevaba un conjunto blanco, mismo que hacia resaltar sus ojos y cabello, contrastaba a la perfección con su propio traje negro.


-Cierra la boca dobe, tiraras saliva en la alfombra.- Sasuke se sentía un poco incómodo con la mirada que el contrario le brindaba, pero decidió ignorarlo y tomar de la mano a su hijo para luego dirigirse a la puerta principal.- Vámonos que se nos hace tarde.-


Una vez en el coche Menma se encontraba en los asientos traseros jugando con el celular de su papá mientras que adelante Naruto y Sasuke iban en silencio, el primero concentrado en el camino y el segundo observando por la ventana.


Hacia un tiempo que Sakura no se habia aparecido, ni lo había llamado, Naruto en parte se sentía aliviado, pero por otra parte confundido, ¿Sakura solo lo había buscado para pasar el rato mientras se reconciliaba con su marido? La sola idea lo hacía sentir mal.


Por otra parte Sasuke no quería pensar en nada mas, y utilizaría esa noche para tratar de quitarse el estrés que los problemas con Naruto le provocaba.


Para la celebración de la empresa había alquilado uno de los salones más espaciosos y hermosos de la ciudad, con hermosos jardines lleno de rosas y fuentes con angeles de mármol, el interior no se quedaba atrás pareciendo todo un sueño, con largas cortinas rojas y jarrones con detalles dorados repleto de diversas flores blancas, las mesas estaban adornadas por manteles blancos y la comida lucia esplendida, los meseros pasaban entre la multitud ofreciendo champagne y los hijos de los invitados correteaban a los pies de sus padres, la empresa Uchiha-Uzumaki si que había lanzado la casa por la ventana, luciéndose en esa celebración que unía a todos para una noche de encanto.


Los cuchicheos no se hicieron esperar cuando el joven matrimonio saludaba a todos los invitados, ya que estos lucían distanciados y casi no hablaban entre ellos, por supuesto las habladurías llego hasta los padres de ambos.


-Mikoto ¿Qué crees que sucede?- Le susurro al oído una preocupada Kushina a su buena amiga.


-Como te mencione con anterioridad, están extraños desde esa vez que visitaron la casa.- Comento la pelinegra.- Espero no sea algo grave…-


-No te preocupes madre.- Ambas mujeres se sorprendieron ante el recién llegado.- Cualquier cosa que sea de seguro lo resolverán sin problema alguno.-


-Itachi.- Mikoto sonrió ante la presencia de su hijo.- Creí que no llegarías.-


-No me perdería esto por nada.- respondió, devolviendo la sonrisa a su madre.- Además quería que tú, papá y Sasuke lo conocieran.-


-¿De qué hablas..? –Ante la incógnita de su madre Itachi se hizo a un lado solo para dejar ver a la persona que lo acompañaba. Mikoto y Kushina observando el bello rostro de la joven, de ojos azules y cabello largo y rubio, sedoso al tacto, la chica podia ser el sueño de cualquiera.


-Oh cielos Itachi, es hermosa.- La expresión de su acompañante hizo que Itachi riera con ganas. –Oh ¿Dije algo malo?- La pobre Mikoto se sintió confundida ante la reacción de su hijo y la mueca de su acompañante.


-Para nada señora Uchiha, es culpa de Itachi.- Mikoto y Kushina abrieron exageradamente los ojos al escuchar la voz del invitado.


-¿E-eres un chico?- Kushina fue la primera en salir de la impresión.


-Sí, disculpe la confusión.- Ahora que ambas mujeres lo notaban, el joven traía un traje de caballero, haciendo que no hubiera duda alguna.


-Mamá, señora Kushina.- Dijo Itachi una vez se tranquilizó.- Él es el asistente personal del jefe de las industrias Sabaku no, Deidara.-


-El joven se inclinó ante las dos mujeres.- Un placer conocerlas, Itachi me ha hablado mucho de su familia.-


-Igualmente querido.- respondió Mikoto.- Aunque Itachi fue un grosero, no nos dijo que traería un invitado.-


-Quería que fuera sorpresa.- Comento el mencionado.


-De todos modos.- Volvió a tomar la palabra la pelinegra.- espero que te diviertas y que pases una excelente estadía en nuestro hogar.-


-Muchas gracias.- Deidara volvió a inclinarse.- Pero lamentablemente no voy a estar mucho tiempo por aquí, solo vine a acompañar a Itachi en esta noche tan especial, mañana a primera hora me voy a Sunagakure.-


-Oh cielos, es una lástima…-


-De hecho madre, yo y Naruto también nos vamos a Sunagakure.- Dijo Itachi mientras rodeaba con un brazo los hombros del pelilargo.- El jefe de Deidara se reunirá con un accionista muy importante, el mismo que Naruto y yo hemos estado cazando por meses, y por fin conseguí una cita para poder encontrarnos con el.-


-Eso es maravilloso.- Expreso Kushina.- ¿Pero por qué Naruto no dijo nada?-


-Jejeje.- Una gotita se resbalo en la sien del Uchiha.- Es que apenas se lo voy a comentar.-


-Itachi Uchiha que irresponsable.- Lo regaño su madre.- No puedes organizar un viaje asi de repente, ¿Pues que estabas haciendo para que ni siquiera tuvieras tiempo de hacer una llamada?-


Ante la pregunta ambos jóvenes se sonrojaron, haciéndole competencia a un tomate maduro.


-Bueno madre, veras…- Pero Itachi no termino de hablar pues un codazo en sus costillas fue suficiente para que cerrara la boca.- Ughh, C-como sea, ¿Dónde está mi hermanito y cuñado?-


 


 


En otro lado del salón, Sasuke y Naruto terminaban de saludar a la última pareja del lugar, una vez los invitados les dejaron libre los dos suspiraron aliviados.


-¿Dónde se metio Menma?- Pregunto Sasuke al no divisar a su hijo.


-Debe estar jugando en los jardines, con los demás niño.- Fue la simple respuesta del rubio. Un silencio incomodo se concentró en ellos dos, ya tenía un tiempo que no hablaban de nada o que ni siquiera se dirigieran la mirada, y estando en un lugar tan publico era necesario que lo hicieran.


-¿Sabes? Esto no está funcionando.- Sasuke fue el primero en romper el hielo, aunque no con tan buenas palabras. Naruto no se iba a hacer el que no se había dado cuenta de nada, así que le dio la razón al pelinegro muy a su pesar.


-He estado pensando en muchas cosas Sasuke…- Naruto bajo la mirada en señal de decepción.- No sé qué me pasa, solo quiero que todo vuelva a ser como antes.-


Sasuke iba a responder cuando una cabellera rosa capto totalmente su atención, Naruto volteo a ver a Sasuke, solo para encontrarse que este volteaba a ver a una dirección opuesta y siendo el un buen curioso siguió la mirada de su marido hasta toparse con lo mismo que Sasuke veía.


Sakura Haruno venia de la mano de uno de los tantos accionistas de la empresa, con el cabello recogido y un hermoso vestido rojo que se ceñía al cuerpo, la mujer robaba las miradas de más de una persona en el lugar.


Los puños del Uchiha se cerraron con tal fuerza que la piel pálida del pelinegro se volvió rojiza. -¿Qué hace ella aquí?.-


-N-no lo sé…- Naruto choco miradas con la pelirosa, misma que esta aprovecho para giñarle un ojo con total descaro, ante eso Sasuke se dio la media vuelta, no estaba dispuesto a tolerar tal insulto.- ¿S-sasuke?, ¿A dónde vas? –


- Solo dame un momento ¿Quieres? –Sasuke no se molestó en voltear a ver atrás, y Naruto solo dejo que se marchara, una vez más volteo a ver a la pelirosa, pero esta ya no estaba en el mismo lugar de antes.


-¿Por qué me haces esto? Sakura…-


 


 


Sasuke caminaba a paso lento en el hermoso jardín del recinto, observaba el obscuro cielo de esa noche, las estrellas adornaban todo el firmamento y su mirada se perdía entre ellas en busca de un consuelo para todo el malestar que estaba sintiendo en ese momento.


-Son en estos momentos en los que me gustaría haber aprendido a fumar.- Murmuro con desgano mientras metía las manos en los bolsillos de sus pantalones.


-Si gustas yo te puedo enseñar.- Sasuke giro el rostro hacia la persona que le había hablado, haciendo una mueca al instante de total desagrado.


-Sakura…- Su nombre escapo de sus labios, sintiéndolo tal cual como acido.


-Un gusto volverte a ver, Sasuke kun.- 

Notas finales:

¿A alguien le gusto? Desde este punto no se hasta cuando actualizare, tenganme paciencia por favor. 


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