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Amargas Mentiras. por Small Lady

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Notas del capitulo:

Ultimo capitulo. :) 

—¡Papá! — El joven pelinegro de trece años corrió en dirección a donde su papá se encontraba. Las vacaciones de fin de año habían acabado y él se sentía de lo más feliz de poder volver a los brazos de su papá, esquivó a cuanto transeúnte se topara en su camino, la verdad ya necesitaba correr, ¡El viaje en avión había sido una odisea! Pues con el pasar de los minutos se sentía más desesperado por llegar a su tierra natal, Estados Unidos era un país emblemático sin duda alguna, pero su lugar siempre había estado en Japón.


Dejando aquello de lado tenía otra razón muy especial por el cual había empezado a correr como alma que lleva el diablo.


—¡Menma! ¡Ve un poco más lento ttebayo!— Aquel día su padre, después de ocho años transcurridos, volvía a pisar tierras niponas. Y con una sonrisa surcando su rostro sabía lo que pasaría si actuaba tal cual como el guía del único camino que su padre debía seguir para llegar a su persona más importante.


Menma llegó a los brazos de su papá, estrechándolo con suma fuerza, haciendo que los cabellos tan azabaches como los suyos se mecieran por la fuerza con la que había saltado hacia él.


Sasuke sonrió al instante, aliviado de tener por fin a su tesoro más grande a su lado. Pero al instante se percató de una penetrante mirada que hizo que su cuerpo presentara nerviosismo. Subió la mirada y tuvo que hacerse de lado el flequillo que sin proponérselo cubría parte de su visión, solo para descubrir quién era la persona que lo estaba observando con tanta insistencia.


Siempre que tenía que dejar o buscar a Menma no lo hacía directamente el, sino que su madre se encargaba de todo, al igual que sabía que la madre del Uzumaki se encargaba de recoger a su nieto y dejárselo a la matriarca. Pero aquella ocasión su hijo le rogó por horas que fuera él mismo quien lo recibiera, y ahora comprendía el porqué.


Menma amplió su sonrisa y Naruto se estremeció, Sasuke había cambiado mucho en esos últimos años. Frente a él se encontraba un nuevo Sasuke Uchiha, de figura esbelta y la mirada cargada de la experiencia que solo las personas de su edad podían sobrellevar en la conciencia. Su cabello había crecido, de tal forma que los pintiagudos mechones rebeldes que Sasuke en el pasado no se molestaba en peinar ahora tocaban sus hombros.


Mientras tanto Sasuke no se quedaba atrás, observando a detalle cómo el contrario había cambiado, lo primero al notar fue el aura de madurez que el rubio cargaba a su alrededor, notó que se había cortado el cabello de tal forma que lo hacían ver más varonil, más atrayente… Y también pudo notar satisfactoriamente que la mirada de profundo azul como el mismo mar poseía la sabiduría que solo una persona que había aceptado sus errores y seguido adelante tendría.


El tiempo se congelo, y las personas de alrededor dejaron de existir, ónix con zafiro chocaron y todo cobro un extraño sentido, como si sus almas hubieran esperado ese momento para reencontrarse, aunque sea, con la mirada.


Menma observaba todo desde los brazos que flojamente lo estrechaban, sabía que aquello tarde o temprano ocurriría, le costó mucho trabajo convencer a su padre de quedarse una temporada en Japón, con el objetivo de que ellos volvieran a encontrarse, realmente había sido tarea difícil con el cabezota de su padre, pero al final lo logro.


¿Y cómo no tratar de reunir de nueva cuenta a sus padres cuando sabía que ambos morían de amor?


Supo que no todo estaba perdido cuando, a sus diez años, descubrió al rubio observando con añoranza una pequeña fotografía de su papá, mismo que tenía oculto en su billetera.


Y supo que debía volverlos a unir cuando, a sus once años,  descubrió al azabache suspirando de nostalgia cuando de entre sus cajones sacó el anillo que alguna vez fue símbolo del compromiso que tenía con su padre.


También por el hecho de que aquellos dos, de manera inconsciente, siempre buscaban estar al tanto de todo lo que pasara con el otro sacándole información.


“—¿La novia de tu padre te trata bien? — Le había preguntado en una ocasión él azabache mientras ambos cenaban.


—¿De qué hablas papá? Padre no tiene novia, y no creo que la tenga, yo siempre le digo que debe buscarse a alguien y él me responde que no le interesa. — Agregó eso ultimo para picarle.


—¿Por qué le dices eso? —


—Eh~ ¿Acaso te interesa? —


—Claro que no. Solo quiero que cuando ese Dobe tenga pareja te trate bien. Es todo. —La venita palpitante que veía en la frente de su papá le decía lo evidente: Claro que le interesaba. —Y ya que andas de majadero te vendría bien lavar los platos después de la cena.


—¡Pero papá! — Replicó al instante, lo malo de aquello era que su papá siempre le castigaba con pequeñas tareas por hablar de más. “


 


Pero con su padre era de cierta manera diferente…


 


“—¿Estas seguro Menma? —El rubio le preguntaba a su hijo por quinta ocasión.


—Que si papá. No tiene pareja, él dice que así está bien y que no necesita de nadie. —Aprovechando la distracción del mayor encesto la pelota que tenía entre sus manos en un ágil movimiento, haciendo que el mayor se quedara con la boca abierta.


—¡Eso no es justo! ¡No estaba jugando ttebayo! —


—Pues quien te manda a distraerte, eso te pasa por andarme preguntando cosas de papá cada cinco segundos. —Respondió en un semblante divertido.


—¡Pero lo hago porque tu papá me preocupa y siempre me agrada saber que está bien! —


—No mientas~ Lo que quieres es saber si ya encontró a alguien a quien querer o no. —


—¡No! es que, arghh, pero…— ¿Cómo negar la verdad? Aun así lo intento. —Claro que no. Yo a tu papá ya lo deje en paz. Él puede hacer su vida lo que quiera ttebayo. —


—Te creo, te creo. —Por supuesto que no le creía. Pero dejo el tema en paz, puesto que en ese encuentro de basquetball estaba ganando y no debía dejar que el mayor le tomara ventaja.”


 


Ahora los tenia a ambos, a tan solo unos pasos de distancia, pues el rubio había caminado lo suficiente como para acortarla.


—Sasuke…— Naruto fue el primero en hablar. — Ha pasado tiempo ttebayo. —


El Uchiha sonrió con nostalgia. — ¿Aun no se te quita esa muletilla, Usuratonkachi? —


—¡Por supuesto que no! Es algo que jamás he podido quitarme, Sasuke Teme. —Respondió al instante, para después percatarse de la familiaridad con la que estaba tratando al contrario. —¡Y-Yo! Lo siento, no…—


—Déjalo, no es nada. —Respondió al instante para calmar al ojiazul. — Solo no creí que fueras a responder a como siempre lo hacías…—


—Uhm… No importa los años que pasen, yo siempre responderé a ti de la mejor forma que sepa. —Ya era algo natural en ambos, insultarse con cariño y afecto, manía que gustoso se daba cuenta que ni el tiempo había quitado en ellos. Naruto bajo levemente la mirada, era ahora o nunca, expresaría todo lo que pensaba y si era necesario obligaría al Uchiha a escucharlo. — Sasuke, escucha… Yo no sabía cerrar ciclos, y eso fue lo que nos llevó a catastróficos problemas que no acabaron bien, pero después de solucionar y dejar en claro todo lo que tenía que, me di cuenta que había una puerta que no deseaba cerrar por nada del mundo, por eso estoy aquí…—


Sasuke se daba una idea de a donde el rubio quería llegar, pero para su sorpresa, su sentir le indicaba que escuchara, y que no rechazara al instante la proposición del Uzumaki.


Después de todo, desde hacía meses se había dado cuenta que el amor por el imbécil que tenía delante suyo seguía ahí, en lo más profundo de su corazón, y él no era una persona que huyera de la verdad.


—Era idiota, y no supe apreciar lo que tenía hasta que lo perdí. —Continuó hablando el Uzumaki. — Pero hoy en día estoy aquí porque ya me canse de aparentar que he dejado todo atrás cuando no es así, ya no me voy a engañar a mí mismo, ya no voy a dejar que el pasado me alcance cuando tengo la posibilidad de hacer que mi yo del presente luche por el futuro que jamás debió ser cambiado. —


—Que el pasado se quede ahí, no sigan volteando a verlo más, porque este no puede cambiar, pero si puede servirnos de ejemplo para en el futuro mejorar. — Menma no se resistió en apoyar a su padre, ganando que el rubio le revolviera los azabaches cabellos con fuerza.


—¡Exacto hijo! ¿Ves Sasuke? Hasta Menma lo sabe, si tú sientes que es imposible que vuelva a existir un tú y yo, ¡Yo me encargare de demostrarte lo contrario! Si tú crees que no puedo luchar por recuperar esa parte de ti que yo estúpidamente destruí, ¡Entonces yo volveré a construirla con mejores cimientos! Más sólida y fuerte, solo… —Su mirada detonaba determinación, y tal cual fue la fuerza de su sentir que se atrevió a tomar la diestra del Uchiha y entrelazar sus dedos con los dígitos níveos. — Dame la oportunidad de luchar por ti…—


Sasuke, que se había mantenido en silencio solo observó al mayor con cierta duda, pero al bajar la mirada y encontrarse con los ojos azules de su hijo se dio cuenta que en ellos podía leer un “yo sé que quieres darle una oportunidad, papá…”


No requería más, tenía su respuesta.


—Un café. — Fue lo primero que sus labios pronunciaron, haciendo que el menor y el mayor formaran muecas de duda. — Si no me invitas un café no poder escuchar todo lo que has hecho estos años, Dobe. — Sasuke no quería admitirlo, pero fue gracioso observar como los ojos de su hijo y el rubio se iluminaron por completo.


Aquello había sido la señal, el pase para hacer que poco a poco construyeran una nueva vida.


—¡No te arrepentirás ttebayo! —


—Deja de ser tan escandaloso, las personas nos están mirando. —


—¡Mis papás por fin están juntos! —


—¡Menma! Aún es muy pront…— Pero el Uchiha fue interrumpido por el Uzumaki.


—¡Así es! Y esta vez no nos vamos a separar jamas ttebayo. —


—¡Ya cállate Usuratonkachi y llévame por mi café maldita sea! —


—¡Papá esta sonrojado! — Señalo el menor en medio de risas mientras se separaba de los brazos del azabache solo para tomarle de la mano, a la vez que tomaba la mano del rubio para estrecharla con fuerza. Ambos estaban entrelazados gracias a las manos de su hijo, hecho que les hizo sonreír. Menma comenzó a caminar llevándolos a rastras, él conocía una buena cafetería donde vendían una variedad de dulces y postres sumamente deliciosos, lugar que su tio Itachi le había mostrado. —¡Quiero que padre me compre cinco pasteles! —


—Je, salió igual de glotón que tú, Dobe. —


—¡Cierra la boca, Teme! ¡Menma te vas a poner igual de gordo que tu papá! —


—¡Yo no estoy gordo infeliz! —


En el rostro de Menma se podría apreciar la calma y la paz que hacía tiempo no sentía, ya no más tristeza ni melancolía, sabía que era cuestión de tiempo para que aquellos dos volvieran a decirse “te amo” pero por mientras esperaría, sería muy paciente. Mientras tanto observaría como sus padres volvían a enamorarse a través de sus infantiles pero agradables peleas, porque así eran ellos, no sabía cómo habían aguantado tanto tiempo separados, era consiente que sobrellevaban un dolor que hoy en día ya tenían superado, pero al final…


Sabía que ellos dos habían sobrevivido a las amargas desdichas que en el pasado enfrentaron, pero todo aquello fue necesario, para que juntos volvieran a trazar un futuro repleto de dicha.


Repleto de un sólido y dulce amor. 

Notas finales:

¡Gracias a todas las personas que leyeron este fic! Creo que ya cumplió el año porque la primera nota que hice fue "feliz año nuevo atrasado" y hoy en dia les vuelvo a decir lo mismo, feliz año nuevo atrasado para todos y todas hahaha. 


Este capitulo final esta muy corto, lo se, pero queria que todo acabara con un final feliz y asi fue, me faltan muchos review que responder, pero lo hare, les escribire a cada uno de ustedes. Agradezco infinitamente a los que dejaron sus comentarios, son muy amables en verdad. Bueno, espero les guste y que no haya pecado de rosa y cursi hahaha. 


Hasta la proxima. 


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