... No olvides leer la letra pequeña.
Hay dos cosas en este mundo a las que Wooyoung siempre huyó: Los niños y despertar al lado de alguien. La primera tenía una razón muy obvia ¿Quién en este mundo puede estar feliz de tener un maloliente enano a su lado gritando a las 7 de mañana?, la segunda venía de la experiencia, cuando amaneces al lado de alguien, significa que ya se creó un lazo y él simplemente no era e tipo de persona que amara estar conectado con extraños, no era un maldito teléfono.
Pero nada de eso lo inquietaba. Wooyoung era una persona que se alejaba de todo lo que dañara su estilo de vida: niños, perros, gatos, relaciones de más de 24 horas. Su vida llevaba un perfecto orden y no tenía preocupaciones innecesarias, le bastaba con comenzar su día con un excelente desayuno, ir a su trabajo en el fantástico mercedes que se compró hace poco, saludar a sus colegas incluyendo a el pesado de Taecyeon, revisar diseños para la nueva galería de arte y en la noche estar en la mejor forma para ir a algún buen lugar donde cenar, bailar y encontrar a alguien con quien acabar sus energías. Sí, su vida era perfecta.
O eso creía…
-¡Despierta! ¡Despierta! ¡Tengo hambre, quiero cereal!- Una aguda voz lo despertó y su primer impulso fue de alejar esa molestia. Wooyoung escuchó como un bulto caía de su cama pero eso no le interesó, al menos hasta que el llanto de un niño lo hizo despertarse por completo. Totalmente anonadado se sentó y miro con cautela hacia el piso -¿Qué mierd…?
-¿Qué hora son?- Un brazo se posó en su entrepierna. Pero no cualquier brazo, este era peludo, musculoso, algo tentador si no fuera porque ya era de día ¿Qué hacia esa cosa a su lado? Su mirada de espantó siguió aquel extraño pedazo de carne hasta encontrar a su dueño quien todavía tenía los ojos cerrados y trataba de palpar algo con su mano, al parecer lo que estaba sosteniendo no era lo que estaba esperando pues aquella persona tocó de nuevo la entrepierna de Wooyoung por unos instantes -¿Qué putas haces tú en mi cama? Sus ojos se encontraron con su extraño visitante y unos adormilados ojos marrones crecieron hasta un punto en que parecía inhumano. La mano que tanto inquietaba a Wooyoung se alejó tan rápido como si una corriente eléctrica la hubiera atravesado. Asustado el muchacho se alejó de él lo más que pudo hasta que también cayó de la cama.
-¿Qué carajos? ¿Te conozco? ¿Cómo es que…? ¿Cuándo…? ¿No hicimos nada verdad?- Los llantos del niño hicieron que su mirada se dirigiera hacia la parte baja de la cama -¿Es tu hijo?
Wooyoung cerró los ojos tratando de encontrar si su cuerpo seguía puro y casto (al menos en la parte de atrás) pero los gritos infantiles no lo dejaban cumplir su tarea -¿¡Podrías callarte un minuto!? ¡Esto es importante! Aquellos horribles sonidos cesaron y Wooyoung no sintió ningún ardor, dolor o molestia en su parte baja.
-¿Qué clase de loco le grita así a su hijo?
-No, no hubo nada- Ambos hombres se miraron aliviados.
-Ese no es mío, ¿No es tuyo? ¿Qué haces en mi cama?
Nichkhun se levantó y se sentó a su lado –Pues ayer estaba celebrando el hecho de que tengo casa y solo me acuerdo de que le repetí al taxista unas 20 veces la dirección.
Wooyoung se recostó contra la cabecera -¿Y no se te ocurrió pensar que había alguien más aquí?
-Se supone que es mi… ¿Eres algo de Camille? Ella ya se fue para Europa.
-Ni siquiera te diste cuenta cuando llegué.
-Ni siquiera sé cuando llegué- Nichkhun se cubrió el pecho con la sabana mirando a Wooyoung como si este fuera un maniático.
Wooyoung asintió, todavía sentía los residuos del alcohol en su sangre y los ruidos del mocoso parecía hacerla hervir, se removió en su lugar cuando notó que el extraño había dicho un nombre conocido, este solo se escondió más en las sabanas -¿Camille?
-Camille
-¿La modelo con buenos pechos y que hace maravillas en la cama?
Nichkhun sonrió –Más que maravillas.
A Wooyoung se le borró la sonrisa –Maldita perra- A Nichhkhun también.
Los dos terminaron con el mismo gesto de ira y se miraron fijamente -El contrato- Ambos pronunciaron esto como si este fuera una pena de muerte, y es que no era para más.; ese contrato que habían firmado 24 horas antes (20 para Nichkhun) era su boleto para tener una vida tranquila y sin preocupaciones.
Rápidamente Wooyoung salió de la cama y empezó a buscar entre su ropa ese residuo de papel que por suerte no había utilizado para regalar números falsos o frases cursis a mesas desconocidas en el bar.
-¿Por qué mierdas duermes desnudo?- Nichkhun se fue más hacia la esquina de la cama.
-No actúes como si esas manos nunca hubieran tocado uno como este, bueno tal vez no, pero al menos algo parecido- la mirada de asco que obtuvo de Nichkhun fue digna para tomarle una foto -¿Dónde dejé esa cosa?
Wooyoung siguió buscando desesperadamente -Honestamente esta es la peor imagen que he tenido en las mañanas y cuenta a Taecyeon con una pijama rosa- Nichkhun se recostó en la cama y vio un papel en ella, lo tomó entre sus manos y leyó su contenido con calma -¿Quién es Taecyeon?¿Tu novio?
El coreano estaba dispuesto a contestarle pero un bulto a los pies de la cama le llamó la atención -¿Qué haces?
-Oye, tiene letra pequeña.
Como si fuera un chuky mejor peinado el pequeño sonreía con un celular en la mano. Wooyoung lo observó en silencio como si estuviera viendo un documental de Discovery.
–Quiero a mi mamá- La pequeña bestia los vio con ira sosteniendo el aparato.
Por fin ese enano tenía buenas ideas –Me parece genial pero…¿Cómo puedes traer a un niño a este lugar? No te acuestes con madres que no saben enviar a sus hijos a pijamadas.
-¡No, no, no, no!- Nichkhun comenzó a gritar y se levantó de la cama.
-Tranquilo, tu secreto está guardado. Pero deberías ir a buscar a su madre- Wooyoung buscó por milésima vez en los bolsillos de su pantalón -¿Tu mamá fue por el desayuno?
Nichkhun se arrastró hasta el final de la cama asustando a Wooyoung que se levantó de un salto -¿Tu eres Alex?
El niño asintió.
-¡Imbécil! ¡Ese es el hijo de Camille, el que aparece en las letras pequeñas!
Wooyoung le arrebató el pedazo de papel que Nichkhun agitaba como loco- ¿Qué? ¿Qué hijo? ¿Qué letras?- Imágenes de su encuentro con Camille aparecieron en su mente y una sola frase “Si ese niño me llama, olvídate de todo Jang Wooyoung”
Maldita sea ¡Estaba hablando de un niño de verdad! - ¡No lo dejes marcar! ¡Quítale las manos, el celular, has algo!
Nunca nadie supo cómo el pequeño sobrevivió al ataque de las dos bestias.