Naruto presto atención a la carretera por lo que no se percató que un azabache había dejado de mirar por la ventana para quedarse cautivado con esa mirada fija y seriedad que le atrajo espontáneamente, el viento movía salvajemente el cabello del ojiazul contrastando más el gesto de Naruto, se prometió guardar ese gesto en su memoria por lo que le restara de vida. Perdió la noción del tiempo y lugar. Pronto llegaron al departamento. Y ambos tuvieron miedo, no, nervios.
Frente a la puerta Naruto sostuvo en sus manos la llave, sentía temor a lo que fuese a pasar, Sasuke termino desafiándose a sí mismo, le arrebato la llave y abrió velozmente.
Ninguno de ambos pudo dilucidar lo que sintieron en ese momento, por un segundo tuvieron la sensación de su corazón deteniéndose, pero no fue así. Naruto se armó de valor para entrar, miro a su alrededor, todo estaba justo como lo había dejado. Un desastre total en el departamento. Los trastes aún seguían sucios, y se notaba el polvo en la habitación, la cama debía seguir desordenada, supuso.
Sasuke se percató de todo, y se visualizó de nuevo cocinando para el ojiazul, controlo sus ganas de sonreír, por lo que resoplo disimulando su emoción. Deseo tanto que Naruto hablara, pero el solo se abrió paso por la sala.
- Naruto ¿estás bien? - rompió el silencio el azabache.
- Me siento raro. - Le confeso, mientras deslizaba las cortinas para que la luz alumbrara más la habitación.
- Yo también- Respondió el otro tirándose al suelo queriendo que el momento fuera menos incómodo.
- Sasuke ¿crees que sea lo correcto? - Pregunto Naruto cuestionándose si podría soportar la confusión en su mente.
- Realmente no sé, pero tú y yo sabemos el deseo que tenemos de conocernos. - Cerro los ojos y dejo que su mente se ocupara en la sensación de su piel sobre el suelo frio.
- Tienes razón, por segunda vez- Y sonrió para sí mismo mientras le daba la espalda a su acompañante.
Sasuke supuso que este había sonreído, por lo que cerró los ojos y sonrió brevemente en el suelo que lo empezaba a mosquear.
- En fin, ¿Qué quieres comer? - Pregunto Naruto viendo al moreno tumbado en el suelo.
- Mmm no lo sé, ¿qué tienes para preparar? - pregunto tranquilo.
- La verdad no tendré paciencia para que prepares comida, pediré pizza- le aviso Naruto, Sasuke solo asintió no quería llevarle la contraria, no por el momento.
El ojiazul como todo tragón que se respeta ordeno en exceso mucha comida, sorprendiendo a la chica que lo atendió.
Mientras tanto fuera de la oficina…
Una cabellera larga era movida por el viento, la piel tersa la iluminaba más, unos ojos grises llorosos pero firmes miraban aquel lugar donde trabajaba, sus labios rosados y pequeños estaban presionados, y su ceño fruncido lo hacían parecer un niño pequeño haciendo berrinche. Sus largas piernas avanzaron dentro del edificio. Neji, había regresado para hablar con Naruto.
Como siempre discreto entro a la oficina los empleados lo reconocieron al instante, pero no sospechaban nada. Shikamaru se acercó a él imaginando a lo que venía.
- …l no está- Lo miro profundamente.
- ¿A dónde fue? - Pregunto extrañado, el nunca hacia eso.
- No lo sé, salió a comer. - Puso sus manos sobre su cuello.
- ¿con quién? - Era la única forma que el saliera de ahí, usualmente almorzaba en la cafetería de ahí.
- No querrás saberlo- Y se fue antes de que Neji perdiese el control.
Sintió como sus músculos se paralizaban antes de que lo golpease esa holeada de decepción y el eco que tenía en su pecho se extendió más allá de lo que había imaginado, Shikamaru sabía muy bien la historia, él era el confidente de ambos, y más que nada conocía la verdad por sobre todas las cosas, Naruto no lo amaba, y él se aferraba con una sola sonrisa que emergía de él.
Con todo ese dolor encima se colocó su máscara para no demostrar debilidad y se fue silenciosamente de ahí. Pero su mente lo traiciono, sus emociones fluyeron estando fuera, y una furia desmedida emergió de lo más hondo de su conciencia, él había dado todo, sabia como era Naruto, lo conocía al derecho y al revés y un niño no se lo iba a quitar así nada más.
Imagino que estaban en su departamento. No se equivocó…
Su rabia iba en aumento conforme se iba acercando en su auto, su mente lo traicionaba haciéndolo viajar en el pasado, cuando lo conoció.
“Su cabellera en ese entonces era corta, y sin embargo como siempre su cabello tenia vida propia, se revelaba cuando lo trataba de arreglar, se había dado por vencido ese día, puesto que era su primer día en su último año de preparatoria en una nueva ciudad, extrañaba a sus viejos amigos, pero su alma gitana también lo reconfortaba recordándole que nuevos lugares son gratas experiencias, había viajado por muchos lugares, conocido muchas personas, conservaba muchos recuerdos. Su padre era coronel por lo que lo pasaban trasladando a cada rato, por indefinidas temporadas ya fueran cortas o largas. A su edad era bastante maduro, el dolor de perder a su madre en un accidente lo hizo cambiar drásticamente.
Ensimismado en sus pensamientos, el auto se detuvo, se despidió de su padre con la mirada, percibió las ventanas del mismo auto cerrándose y supo que estaba en su nuevo instituto. Nervioso no estaba, emocionado sí. La entrada era muy colorida aun así no dejaba de darle un toque elegante al lugar, los alumnos del instituto inmediatamente identificaron al nuevo alumno. Neji sentía todas las miradas sobre de él, pero eso no lo intimido solo provoco que su ego creciese más, rápidamente identifico su salón, había repasado el mapa de su escuela por si acaso. Avanzo por ese jardín tan cuidado, los tulipanes parecían danzar con los claveles y los girasoles parecía que inspiraban esa danza, los arboles alrededor parecía que resguardaban su baile y entre ellos se distinguía un pasillo con columnas de mármol a su alrededor, se fue en esa dirección. La escuela estaba muy bien cuidada, los salones eran amplios al menos eso se veía a la primera ojeada, identifico su salón, acostumbrado ya a que lo miraran se irguió aún más para demostrar la seguridad que tenía en esos momentos. Y al entrar por esa puerta sucedió lo que menos esperaba.
Nadie lo miro, ni siquiera una mínima ojeada, eso lo ofendió de sobremanera, pero lo oculto, su ego cayo por los suelos en microsegundos, por lo que le costó reponerse, entonces identifico la razón de por qué no lo miraban, encontró un asiento libre.
En la butaca opuesta a él, se encontraba un chico rubio durmiendo, no conocía a nadie por lo que se limitó a mirar de lejos y en silencio. Sus cabellos rubios estaban alborotados y con pelusas blancas en él, evidentemente el hombre no se había molestado en arreglarse, sus inusuales marcas gatunas resaltaban su perfil, sus labios rosas pálido eran pequeños pero perfectos, sus cejas espesas hacían juego con sus pestañas largas y lacias, estaba roncando, pareciera que un monstruo había reencarnado en él.
Era evidente que el tipo no había dormido nada la noche anterior, así que solo clasificó al chico como un niño de papi consentido que se iba de fiesta cada que él quería. El maestro entro en silencio y todos los alumnos inmediatamente fueron a sus asientos, miro a su alrededor con gesto impasible. Todo en silencio a excepción de unos ronquidos, antes de despertar al bello durmiente, el profesor se presentó.
- Bien chicos, la mayoría de ustedes sabe quién soy, pero como veo algunos rostros nuevos me presentare-. Miro directamente a Neji. –Soy Minato Uzumaki, seré su profesor durante dos semestres más. - Miro de reojo nuevamente al que dormía, no dudo en acercarse a él.
- Naruto, mi niño despierta, tu papi quiere que te pongas a estudiar, vamos mi terroncito de azúcar despierta. - Su tono meloso no combino con el zape que le dio para que despertara.
Confundido se despertó y miro a su alrededor, pareció reconocer el lugar al instante, miro a todos de reojo y cuando le miro a él, el tiempo se detuvo. Sus ojos azules grandes y expresivos lo miraron con curiosidad, y de la nada soltó una enorme sonrisa en forma de saludo, Neji no espero eso y se sonrojo a morir, Naruto se dio cuenta de eso y el resto del día no dejo de mirarlo poniéndolo nervioso.” Bloqueo sus recuerdos no quería perder el control nuevamente.
Sus lágrimas se desbordaban de la incertidumbre, no podía creer que su rubio, no, que el rubio no lo amara, sabía que valoraba lo que él había hecho por él, y que aun así no fuese suficiente.
Para cuando fue consiente estaba en el elevador rumbo al departamento de Naruto.
Tenía su propia llave por si alguna emergencia, pero no se aprovecharía, si algo había aprendido de Naruto era a no tomar provecho de las cosas por muy tentadoras que estas fueran.
Toco el timbre, escucho risas, y una persona echo andar hacia la puerta. Era el momento…
Naruto estaba esperando la comida, aprovecho el tiempo para bromear con Sasuke, le había logrado quitar un zapato por lo que el azabache trataba de que se lo devolviera, corrieron por casi todo el departamento Sasuke tenía una cara graciosa cuando se enfurecía, pero aun así ambos se divertían, brincaban alrededor de los sillones y tiraban cosas a su paso, la excepción fue obviamente aquella habitación. Entonces justo cuando el moreno estaba a punto de alcanzarlo el timbre sonó.
Hambriento y con el zapato en la mano corrió directo a la puerta.
Y su estabilidad emocional colapso nuevamente, Neji lo había buscado justo hoy, estaba mirándolo sin mirar, lo conocía perfectamente, este no se iría sin una explicación, menos estando Sasuke dentro. Su desesperación se abrió paso sabía que esto terminaría mal.
- Naruto. - Sus ojos grises no reflejaban su usual brillo, se veían apagados, jamás los había visto así, y eso fue como un golpe directo en la entrepierna, sabía lo que se sentía.
- Neji. - Este simplemente asintió. No sabía qué hacer, Naruto lo veía sorprendido, el zapato que llevaba en su mano ahora estaba en el suelo y se arrepintió de estar ahí. Pero tampoco quería dejar, así las cosas.
- No hace falta decirte a que vine, quiero verlo. - Lo miro decidido.
- Neji no creo que sea buena idea. - Se llevó las manos a la nuca, siempre hacia eso cuando estaba en una situación incómoda.
- Quiero verlo- ágilmente entro, solo lo había visto una vez, no le había prestado atención en aquel entonces, pero esta vez se grabaría hasta la más mínima facción.
Sasuke estaba recogiendo las cosas que habían tirado, cuando sintió que alguien estaba detrás de él.
Frente a frente los dos, se observaron de arriba abajo, en un furioso silencio, Naruto solo los miraba preocupado, tenía miedo de elegir en ese momento.
Las lágrimas de Neji desbordaron por sus pómulos, no podía comprarse no lo haría, sabía lo que valía, ante todo estaba su integridad como persona, y su mente en ese momento por fin le había guiado de una manera más dolorosa pero correcta hacia su destino. Había tomado una decisión.
- Cuida de el- Fue lo único que dijo, dio la vuelta y se marcho
Sasuke estaba absorto, se había preparado para recibir para insultos menos para eso.
Un escalofrió recorrió por su espalda llevándose las manos a la boca, busco a Naruto con la mirada.
Le partió el corazón ver el gesto que Naruto tenía.
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