“Naruto
Llegue tarde, mis piernas se movían a toda velocidad, tire gente en el camino, incluso me persiguió la policía de tránsito, estaba al borde del colapso, solo respiraba lo suficiente para correr, mi desesperación era inmensa.
El abuelo, se había ido con Hinata, había intercambiado mi vida por la suya, un sacrificio que me atormenta hasta el día de hoy. Sabía dónde lo había llevado, esa maldita lo llevaría a mi casa para burlarse de todo en lo que mi familia creía, logre ver la casa; me acercaba. No llegue a tiempo…
El abuelo estaba tendido en el sillón, su rostro delataba la tortura por la que esa tipa le había causado, su larga cabellera estaba cubierta de sangre, sentí como mi pecho se abría paso hacia afuera y me absorbía un abismo de impotencia y rabia, sus ojos estaban vacíos, sin ningún brillo de vida en ellos, aun logre sentir el sudor frio que hacía poco su cuerpo había expulsado, sus manos aún seguían tibias, y su cuerpo estaba terriblemente deshecho, los nervios de sus pies se lograban ver inclusive su hueso, sus manos estaban peor, le habían arrancado las uñas, e incluso algunos dedos, no quise ver su abdomen, tenía miedo de encontrarme con algo que no podría soportar. Y cuando creía que nada podría ser peor, logre ver lágrimas secas en su arrugada piel.
- Abuelo ¿Qué te han hecho?- Solloce.- Abuelito.-Tome sus manos destrozadas y las bese, lo abrace desesperadamente como si eso fuese a revivirlo, busque una respuesta en su mirada, me arrodille ante su cuerpo ya muerto, no halle ninguna respuesta, deseaba un indicio de que este se moviera, mis lágrimas caían en sus pies desangrados, me levante, y lo abrace nuevamente por un largo tiempo, su sangre tibia se pegó a mi camiseta, el olor de su sudor me invadió por completo y por un momento sentí una milésima de dolor por la que él tuvo que pasar.- Abuelito.- Grite con todas mis fuerzas.
Perdí la noción del tiempo. Solo sentí otras manos sobre mi cintura arrastrándome lejos del ser que se sacrificó por todos. Solo escullaba murmullos, no podía estar más ido del mundo. Cuando me di cuenta estaba en el hospital, todos me miraban preocupados, yo parecía no verlos, mi hermana se acercó con la misma expresión que yo, por primera vez en horas encontré una mirada con el mismo vacío que yo, si, era mi reflejo en sus ojos los que me delataron, estaba llorando silenciosamente, mi padre estaba hasta el fondo del pasillo, solo, me acerque con miedo, jamás lo había visto en esas condiciones, sus ojos azules se volvieron hacia mí, silenciosamente me dio permiso a que me acercara.
- Papá- Me lance a sus brazos.
- Lo se Naruto, lo sé- Me acurruco.
- Mi abuelito.- Sentí las lágrimas de mi padre en mi hombro.
Mi madre se había encargado del resto, mi padre no podía más que con su dolor y el mío, ni siquiera nos dimos cuenta cuando habíamos llegado al velatorio. Recuerdo que estaba abrazado a la caja, cuando un señor joven se acercó a mí.
- Pequeño tu abuelo nos dejó esto para ti.- Su voz era grave. Levante la vista, la luz no me permitió verlo bien, pero tenía su brazo extendido hacia mí con una carta.
La tome.
*Naruto…
Sé que estarás pegado a mí en todo mi funeral, y ni siquiera te darás cuenta hasta que ya me hallan enterrado, ¿sabes?, el sacrificio porque estoy por hacer no valdrá la pena si tu derrumbas mi pequeñuelo sentimental, aún recuerdo cuando te tenía en mis brazos y te arrullaba para que durmieras, tenías la manía de babearme y pellizcarme los cachetes cuando dormías, por eso Naruto Uzumaki no debes derrumbarte, eres valiente, fuerte y de corazón noble, que no se te olvide, yo siempre cuidare de ti, es por eso que doy mi vida a cambio de la tuya, para que vivas por los dos. Más que a mi propia vida es cuanto yo podría amarte incluso más, porque sé que estando en el mas allá, si es que hay uno daría mi alma una y otra vez con tal de que tu estés bien, con tal de que toda la familia este unida. No olvides comprar mucho ramen para estas épocas duras, lo necesitaras, pero que no se dé cuenta tu madre porque es capaz de buscarme en el mas allá para golpearme. Jamás dejes de vivir nieto mío, ni de soñar y de luchar por cada uno de estos por más diminutos que parezcan tus deseos, porque eso te hará ser un gran hombre, no olvides ser humilde, perdonar y ser perdonado ayudara a encontrar poco a poco la paz interior, me hubiese gustado verte casado y con una familia, sé que me perderé de muchas cosas pero esto lo vale, es necesario.
Con amor Jiraiya.
Posdata: entiérrame con algunas revistas porno. Es broma tu difunta abuela me volvería a matar si así fuera, no te preocupes por mí, déjame descansar en paz, porque si lees esto es porque ahora tu abuela y yo cuidamos de todos ustedes. Te Amo Naruto…*
Mis piernas perdieron la fuerza, caí al suelo, mi llanto acaparo la habitación entera, mis padres corrieron a donde me caí, finalmente recuerdo que me desmaye.
Fue la despedida más triste de toda mi vida; en el entierro vi a mi padre más derrumbado que nunca diciéndole adiós a su padre, frustrado quise arrojarme a sacarlo del ataúd pero mi madre me detuvo. Mi hermana busco mis brazos para que la consolara y sentí un pequeño peso encima, y una extraña fuerza en mí. Mantuve el control el resto del funeral, mí querida hermana me necesitaba más que nadie…
Desperté sudando frio, sentí la tibieza de mis lágrimas recorrer toda mi mejilla. Hacía mucho que no soñaba con aquel día, sentí un hueco enrome, busque mi habitación, recordé todo, estaba en casa de los Uchiha, mi cuerpo temblaba y seguía sintiendo frio, un miedo comenzó a nublar mi mente, me iba dar una crisis nerviosa.
- ¿Naruto?- Alguien llamo, la voz cálida de Sasuke me regreso a la realidad.- ¿Estas bien? ¿puedo pasar?
- Si pasa.- Conteste.
Sus ojos me capturaron al momento en el que entro a la habitación.
- ¿Sucede algo?- Me pregunto- Pareces nervioso.
- Por supuesto que no Sasuke.- Sonreí abiertamente- Ven aquí.- Se sentó en la cama nervioso.
- Mientes- Contesto seco.
- Que astucia la tuya.- Me abalance sobre él.
Minutos después Itachi llamo para que desayunáramos; habíamos regresado la noche anterior, solo recordé cuando me tumbe a la cama y ese triste sueño.
Iba caminando por el pasillo cuando de pronto algo capto mi atención.
- Mira cariño una foto de Sasuke cuando era un bebé- Sonreí, me acerque a la puerta despacito para que no me escucharan.
- Si, Jajaja era tan “pequeño”.-Contesto Fugaku.
Mis manos comenzaron a temblar, al darme cuenta que la voz de Fugaku era exactamente igual la de aquel tipo, retumbaba en mis oídos una y otra vez abriendo paso nuevamente a mis recuerdos. “Pequeño tu abuelo nos dejó esto para ti”. Entre sin aviso, guiado por mis instintos.
- Tu.- Lo acuse.
- ¿Qué pasa?- Preguntaron.
- Fuiste tú quien me entrego la carta de mi abuelo.- Retrocedí con miedo.
- Naruto cálmate.- Hablo Mikoto.
- ¿Por qué me lo ha ocultado todo este tiempo?- Una amargura me invadió.
- Naruto, por favor cálmate.- Hablo Mikoto de nuevo.
- No, esto pudo haberse detenido si hubiesen hablado, Jiraiya no hubiese muerto.- Lo mire con rabia.
- ¿Qué sucede?- Entro Sasuke.
- Cálmate Naruto, te lo explicare, pero por favor mantén la calma.- Fugaku se levantó nervioso.
- Lo sabían y no lo dijeron. ¿Por qué?- Me caí al suelo al tratar de evitar que se me acercaran.
Mi sentido común se agotó, sabía que si me encontraba con aquel hombre encontraría respuestas, pero jamás imagine encontrarlo de esta manera.
- Naruto ¿Qué pasa?- Se acercó con miedo el ingenuo de Sasuke.
No respondí, corrí lejos de todos. Salí de esa casa, sin rumbo alguno. Me tumbe en uno de los autos, mis recuerdos me invadían una y otra vez protagonizados por esa mujer, por mi abuelo, por la carta, por mi familia…”
“Itachi
Lo vi todo, Naruto espiando el cuarto de mis padres, Sasuke yendo a ver que sucedía, mi padre tratando de calmarlo. Hace mucho que sabía su historia y me rehusaba a que se acercara otra vez a mi familia, conocía la situación desde todos los ángulos, vi el dolor en el rostro de mi padre, de Naruto. Y lo entendí.
Estaban protegiéndolo todo este tiempo pero esa débil barrera se había roto, él lo había descubierto todo. Creía que al saberlo se alejaría y nos dejaría en paz, supongo que así será. Pero me encariñé con él, protege a mi hermano más que yo, lo mira de una manera que jamás había visto, y me tolera incluso más que mis padres, no quiero que se aleje de esta familia, no ahora.
Cruce el umbral detrás de él, espere un poco para que se desahogara, estaba recargado en mi coche.
Con determinación me dirigí a Naruto, escucho sus sollozos, lo veo acurrucado como cuando era un niño, tal vez esto le refrescaría aún más la memoria supuse.
Me pongo en cuclillas frente a él, sus ojos buscan el invasor, lo miro con ternura, su fragilidad me conmueve, extiendo mi mano.
- No estás solo Pelos de elote.- Le sonrió.
Toma mi mano. Lo levanto y lo abrazo fuertemente, se aferra a mi como si su vida dependiera de ello justo como la ultima vez…”
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español