Mientras tanto en los lockers del gimnasio…
Neji se estaba partiendo de risa, no solo porque le había quitado la ropa al desafortunado moreno, si no por los gritos de placer que habían escuchado la mayor parte de los que se encontraban ahí. Ver los gestos de todos aquellos fue demasiado para él, mientras más era el volumen de aquel encuentro, mas gestos distorsionados aparecían ante él. Unos podría haber jurado se les había parado, observo chicas abochornadas, bastantes diría el. Y por si fuera poco el muy descarado había tomado selfies de las caras más graciosas: como el cejotas que estaba en las pesas, con la boca abierta a su máxima capacidad y su ceño fruncido; o el ancianito de cabellera larga y canosa que no pudo evitar poner gesto morboso, con sonrisa de oreja a oreja y sudando hasta por los codos una rubia ojiazul escuchaba muy cerca de la puerta.
De pronto por aquella puerta que la mayoría observaba con curiosidad, surgió un grito, que causo más curiosidad, pues ese no era de placer, sino de frustración. Y Neji cayó al piso de un ataque de risa, sus venas se notaban de tanto reír, por lo que se oía ahí dentro.
- ¿Queeeee?
- ¡Búscala imbécil!
- Eso hago, buscare allá afuera.
- Espera idiota
- ¿Quee?
- Primero cámbiate.
- Mierda tienes razón.
- Claro que la tengo.
- Ya cálmate, me apresurare.
- Escúchame dobe, estoy en una situación de lo más penosa y tú me pides que yo ¿me calme?
- Est… este bue…no ¿sí?
- Mírame bien ojitos bonitos, mírame bien, tú me dejas morir solo en esto, y te buscare hasta por debajo de las piedras con tal de vengarme.
- ¡Enseguida la busco!
Minutos después salió un rubio, asustado y preocupado. Miro a todos lados, sin prestar atención a las personas curiosas que lo miraban.
Estaba seguro de quien había sido el autor de todo esto…
Lo encontró en el suelo, partiéndose de risa, su amigo estaba en un colapso total, estaba morado prácticamente, aun así tuvo la fuerza para hablarle.
- Naruto sí que te gustan escandalosos-. Trato de levantarse pero cayó sobre su trasero al ver el gesto de frustración de su amigo, eso era mucho para él.
- ¿Dónde está? El tipo está a punto de matarme, cree que yo me incluí en la broma.- le dijo asustado
- Jajajaja ¿Tan rudo es?
- Tiene una mirada asesina, te lo juro, ese tipo está loco.- dijo ya desesperado, jamás había vivido algo como eso.
- Te creo que este loco, pregúntale a cualquiera de aquí.- y se volvió a carcajear.
Neji no iba a ceder, al menos no con sus ataques de risa, tenía el aspecto de un maniático total, aplaudía, pataleaba, lloraba y Naruto estaba a punto de un ataque de nervios, y un clic se escuchó, Neji le había tomado una foto. Para luego volver a su ritual de risa. Minutos después Neji logro hablar.
- Creo que tengo suficiente material para burlarme de ti por buen tiempo- Se levantó, más calmado
- ¡¿eh?!.- Exclamo el fotografiado.
Con voz sensual le respondió.
- Está en mi Locker, búscala anda, pero antes quítame la llave.- Y se la metió en la boca.
Miro a su alrededor, todos lo miraban. Un tic en el ojo comenzó surgir, y el sudor comenzó a escurrir, si de algo estaba seguro es que ya no volvería jamás.
Con delicadeza tomo a Neji de la cintura, unió sus labios con los de él, y poco a poco metió la lengua para sacar la llave, pero Neji no lo dejaba, sus lenguas peleaban eróticamente, tenía que haber un ganador, por tanto Naruto hundió mas su lengua viperina en aquella boca deliciosa, y jalo con más fuerza atrayendo la llave con él, sutilmente se despegó de su amigo que se encontraba bastante sofocado y aturdido. Soltó su cintura con la misma delicadeza del principio, y sin mirar atrás se dirigió a dicho locker.
Encontró la ropa ahí, desordenada, como si la hubiesen aventado a las prisas, eso era lo más lógico. La tomo y la llevo con su dueño.
No podía resistirlo, ni creerlo, cuando abrió la puerta, un esbelto azabache rengueando en su dirección, un tic en su ojo mientras hacia el mayor esfuerzo por llegar a él, la escena le pareció de lo más divertida y no lo evito se carcajeo a mas no poder, ver como Sasuke trataba de ponerse la ropa mientras el dolor en su trasero se hacía presente, fue aún peor, unos largos y divertidos minutos tuvieron que pasar para que se calmara. Luego de eso levanto delicadamente a su acompañante.
- Déjame ayudarte lindura.- exclamo el ojiazul.
- Yo puedo solo.- protesto el otro.
- Lo dudo mucho, ni siquiera puedes caminar, déjame ayudarte al menos para salir de este lugar.- contradijo al moreno, soltó un suspiro.
- De acuerdo.- el incapacitado acepto ya resignado.
Si bien no fue cosa fácil vestirlo, ponerle tanto los calzoncillos como las bermudas no fue cosa fácil, el peligro de ser estrangulado por ese maniático y la gracia del momento fue lo que lo complico las cosas, aun así tuvo la sensación de que vestía a un bebé indefenso.
Luego de vestirlo solo quedaba una cosa, salir de ahí, y por un instante se miraron con seriedad, si, tenían que huir de ahí.
Cuando Naruto echo andar Sasuke lo detuvo, cierto, estaba incapacitado. Una sonrisa orgullosa y zorruna emergió en su rostro por la idea que se le acaba de ocurrir, en si parecía delito, más bien era un delito que lo planeaba hace, pero eso no se lo impidió. Cargo al moreno en sus hombros y con una patada abrió la puerta, su reciente conocido no se la dejo fácil, se torcía como serpiente y le pegaba en la espalda con sus puños que parecían frágiles, pero solo parecían.
Salieron del gimnasio, para entrar al edificio de lado, donde Naruto vivía.
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