Naruto hecho su cabeza hacia atrás al sentir los labios húmedos de aquel moreno, la adrenalina recorría todo su cuerpo haciéndolo estremecer, ¡Si, hacía mucho tiempo que no le hacían una buena mamada y este chico tenía experiencia de sobra, sentía como le mordía la punta del pene y al mismo tiempo jalándole, justo como a él le gustaba. Se sentía en la gloria, era una de las mejores pajas que le habían hecho, su juicio se nublo. Sus manos llegaron a la cabellera negra de Sasuke, empujándolo más y más rápido, obligándolo a hacerlo más rápido.
- Aaaaaahhhhh.- Recargado en aquella pared de las regaderas, mientras el agua caía, Naruto gemía lo más bajo que podía, los labios de ese tipo desconocido eran la gloria pura; sin duda iba a recompensar al chico.
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- ¿Te gusta?-. Pregunto Sasuke haciendo un gesto inocente, como si de un pequeño se tratara, y volvió a su trabajillo, con cara glotona.
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- ¡Siiiii! ¡Sasuuuuukee, Eres bueno!!!.- Le respondió, mientras empujaba al chico para que se la tragara toda.
Sasuke con maestría, lamia aquel pene de aquel chico de piel acanelada, quería hacer que se viniera en su cara, adoraba cuando hacían eso, de alguna manera enferma, eso lo ponía como una moto…
En cambio Naruto con toda la fuerza de voluntad que reunió, rudamente levanto a Sasuke y lo cargo, la cara de aquel moreno, era un poema. Pareciera como si le hubiesen quitado su dulce favorito y a la vez sentía curiosidad por lo que iba a pasar. No había tiempo, lo sabían y sentían los dos; los fuertes brazos de Naruto cargaron a su amante, en respuesta unas piernas largas y bien torneadas se estrechaban a las caderas del rubio, Por inercia se recargo en la pared, fría, que causo que Sasuke se pegara al pecho de Naruto de forma erótica y lenta. Haciendo que el de ojos azules se apoderara de sus labios, buscando la lengua de su compañero.
No aguantaron más, lo deseaban, lo necesitaban ya.
El pene del rubio entro salvajemente en esa cueva estrecha, sintiendo como esas paredes apretaban su miembro, dejándose llevar por el momento. Ambos gimieron los más bajo que pudieron, Naruto empujaba con mucha fuerza al moreno sensual, que se aferraba con más fuerza a él enterrándole las uñas provocándole más excitación a los dos, el vaivén era rítmicamente animal, hasta que…
Naruto dio en aquel punto, que hacía que Sasuke perdiera el control.
- ¡Aaaaaaahhhh Naruto, por Dios aahhhhh! – y no se contuvo el sensual uke, grito como un poseso, sus gemidos se escuchaban en la regadera.
- Deja de gemir así, haces que pierda el control, así no aguantare mucho-. Naruto respondía con todas las fuerzas que podía.
- ¡Eres tan bueno en esto, lléname todo, por favor hazlo! ¡Córrete ya! ¡Yaaaaa! ¡Ahhhhh! -. Decía ya fuera de control.
- ¡Joder que guarro eres!-. Y se mordió los labios para no gritar, a diferencia de su compañero.
Más, más y más jadeos, gemidos, gritos, estocadas firmes y fuertes, era lo único en lo que se concentraban, habían olvidado donde estaban…
Sus cuerpos estaban totalmente acompasados al ritmo animal que tenían, Naruto se concentró todo lo que pudo para no correrse, pero fallo, toda su concentración se fue abajo cuando Sasuke le enterró sus uñas aún más fuerte y gemía suavemente en su oído, eso era peor que sus gritos, el chico estaba por venirse. Con las piernas enlazadas a las caderas del rubio, lo incitaba a que lo penetrara más y más fuerte, haciendo que respondiera con más energía del esperado; dando más estocadas frenéticas.
Hasta que ambos sintieron ese cosquilleo que anunciaba que el clímax estaba por llegar…
Sasuke se vino antes, gimiendo salvajemente, con un sonrojo y expresión inigualables, que aquel chico de ojos azules nunca había visto, corriéndose justo después que él.
Sus corazones latían a mil por hora y aun sin despegarse se miraron a los ojos con gesto pícaro, Naruto fue quien unió los labios de ambos, dando por terminado aquel polvo.
Y la puerta se abrió bruscamente.
- mmmm ¿ya puedo ducharme?-. Pregunto un tipo de manera incomoda, se despegaron al instante, nerviosos al recordar donde estaban.
- Si, nosotros ya nos íbamos-. Respondió Naruto lo más tranquilo que pudo.
Sasuke sin embargo, tenía un pequeño problema, y no sabía cómo expresárselo a su recién conocido.
- Vámonos de aquí-. Tomo de la mano al chico nervioso, jalándolo delicadamente. Pero la mano del azabache lo detuvo
- ¿Qué sucede?-. Lo cuestiono. Notando el enorme sonrojo que tenía el chico.
- Tengo un problema, con.- se puso más rojo, y no sabía dónde mirar.- este bueno no creo poder caminar, y lo peor es que.- parecía que el tipo iba a colapsar.- bueno creo que me llenaste de mucho semen-.
Un tono carmesí intenso comenzó a tomar la cara del rubio, no sabía cómo reaccionar, volteo a todos lados asustado y nervioso, buscando signos de su ropa, encontró la suya, pero había un problema con la de su compañero de polvo, ¡no había signos de que su ropa estuviera en las regaderas! ¿Cómo iban a salir de ahí?
-¿Dónde está tu ropa?-. Le pregunto
- Está justo ahí-. Dijo apuntando detrás de ellos, pero no había nada.- ¿wtf? ¿Dónde está?-. Sus movimientos fueron torpes cuando intento caminar hacia donde se suponía debía estar la ropa.
No sabía que era peor, si Sasuke casi en silla de ruedas o que la maldita ropa no estaba.
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