Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Descuidado por AndyAM

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

NUEVO FANFINC DE LOS GEMELOS DE BOYFRIEND

Aun lo recuerdo…como si fuera ayer…hace varios años atrás cuando apenas era un pequeño niño de ocho años, sufrí un trágico accidente que dejo marcada mi vida para siempre…

Lo peor de todo fue que ni siquiera fui yo el más afectado…mi hermano, mi pequeño hermano menor, aunque fuera por solo  seis minutos, el sufrió de una trauma cerebral lo que provocara que actuara de una manera…por así decirlo extraña, nunca volvió a ser mi pequeño hermano, yo ya no podía hablar con el sin que quisiera echárseme en sima, a veces hasta intentaba golpearme. Lo llevamos con más de un doctor pero ninguna sabia que zona de su cerebro había sido afectada, tampoco los psicólogos podía justificar su actitud. Todos podíamos pensar una cosa y solo una cosa. Mi hermano se volvió loco. Intente pensar que eso era temporal, que con el tiempo mi pequeño hermano menor que tanto quería y apreciaba regresaría, que era solo cuestión de tiempo para volver a escuchar su voz diciéndome “Hermanito vamos a jugar” pero me equivoque, al contrario, las cosas solo fueron empeorando, se volvió más agresivo, impulsivo, grosero, desobediente y un sinfín de cosas más. Mis padres pensaron que lo mejor sería mandarlo lejos de aquí, yo me negaba rotundamente a esa idea, les decía que mi hermano cambiaria, que lograría cambiarlo pero una vez mas estaba equivocado… al pasar de los años mis padres por fin se hartaron de tenerlo en casa por lo que lo mandaron lejos a un apartamento al otro lado de la ciudad, mi madre me pidió que lo acompañara y me quedara con él, que ellos nos mandarían dinero cada mes para abarcar nuestras necesidades esenciales  como por ejemplo la renta del departamento donde nos quedaríamos mi hermano y yo.

Claro que eso fue cuando ya éramos mayores de edad, la primera vez que estuvimos ahí fue algo incomodo ya que mi hermano no dejaba de seguirme, un comportamiento poco habitual en él, una parte de mi me decía que fuera y lo enfrentare pero por otro lado estaba eso que no me dejaba acercarme demasiado a el por miedo a que me fuera a hacer algo.

El tiempo pasaba, nuestra vida seguía…mi hermano haciendo rabietas todo el tiempo, una que otra vez destruyendo cosas que después yo tenía que limpiar. Conseguí un trabajo, no era el mejor de todos pero aun así nos ayudaría un poco ya que el dinero que mis padres mandaban dejo de ser suficiente en algún momento, no era la gran cosa pero al menos pagaban bien y era agradable estar ahí, todas las personas eran muy amables, cuando cometía un error solían justificarme  o ayudarme a reparar mi error, hice vario amigos en ese lugar, ellos me invitaban a muchas reuniones las cuales siempre terminaba rechazando a causa de mi hermano, el se ponía histérico cuando me iba por mucho tiempo, esa es una de las razones por las cuales termine dejando la escuela, ahora tomaba clases por internet, por una parte eso no era tan malo ya que tomabas vacaciones cuando quieras. Nunca pensé encontrarme en esta situación…mi vida era perfecta comparada como es ahora, no me quejo mucho, mi madre me enseño a ser positivo incluso en los peores momentos o eso pensaba hasta el día en que todo se salió de mi control…

Acababa de salir del trabajo, estaba muy feliz porque hoy me dieron la paga del mes, al fin podría deshacerme de esa horrible deuda y del molesto casero que no dejaba de insistir en que le debíamos un mes de renta. Mi felicidad duro poco ya que justo cuando abrí la puerta de mi casa…

-       ¿Dónde estuviste?- ahí estaba el mismo cuento de siempre, creo que esto se había vuelto una rutina diaria en mi vida. Mi hermano se encontraba sentado en el sofá que daba la espalda a la puerta aunque no podía mirarlo estaba seguro que tenía el ceño fruncido.

-       Kwangmin, hola, estoy bien gracias por preocuparte- sabía que no debía actuar de esta manera con el pero…soy humano a veces yo también me enfado.

-       No me vengas con tus estúpidos  jueguitos- se levanto rápidamente del sofá, volteándose permitiéndome apreciar su rostro muy parecido al mío. Debo admitir que aunque ya sabía cómo reaccionario no pude evitar dar un pequeño salto de sorpresa o…de miedo.

-       Calmate – suspire cansado, como era posible que viviera esto todos los días de mi corta vida, simplemente no lo entendía- solo fui a pagarle la deuda que teníamos con el casero

-       Mentiroso- se acerco a mí a paso rápido tomándome bruscamente por el cuello de la camisa- sabes perfectamente que odio que me mientas, ahora me dirás la verdad porque si no…- no necesitaba que terminara la frase para saber qué es lo que sufriría si no lo obedecía

-       He…hermano- apretó mas su agarre al oírme decir esa palabra, por alguna razón el odiaba que lo llamara de ese modo- kwangmin…- me corregí- te digo la verdad…no lo recuerdas, el casero siempre te dejaba cartas de adeudo

-       Y dime…como se lo pagaste- no me gustaba su tono de voz, era demándate, frio…comencé a temblar sabía que si no paraba esto, terminaría con un par de moretes por todo mi cuerpo- que yo sepa tú no tienes dinero- me sacudió un poco para enfrente – acaso tu…- el sonido de su risa lleno mis odios, se estaba riendo en mi cara y no solo eso podía notar un poco  de malicia en su mirada- no me digas que te acostaste con el…vaya, vaya esperaba más de ti

-       ¿Qué estás diciendo?- esta vez sí estaba verdaderamente sorprendido, mi hermano constantemente se comportaba como un niño, ¿Cómo es que sabía de esas cosas? Debo decir que había estado actuando de un manera más extraña de los normal últimamente

-       Por favor youngmin, no soy tan idiota para no darme cuenta de ese tipo de cosas- acerco su boca a mi oreja, tan cerca que podía sentir sus labios rozando sobre  mi oído cuando él hablaba- no esta bien que hagas este tipo de cosas- su pequeña risa malvada volvió a resonar por mis tímpanos…un escalofrió recorrió todo mi cuerpo acompañado por un sentimiento de asco y desagrado. Kwangmin metió su lengua en mi odio dejando todo húmedo por dentro para después lamerlo por fuera. Mi primera reacción fue empujarlo lejos de mi ocasionando que casi perdiera el equilibrio y cayera al piso- ¿Qué te pasa idiota?- su grito pudo a ver llegado hasta la otra calle, sin embargo yo seguía en estado de parálisis o al menos eso parecía ya que no me movía solo pude llevar una de mis manos a mi oído.- ¿Qué? No me vengas con eso de que solo te dejas tocar por el casero ¿verdad?

-       ¿por…porque?-  mi cuerpo temblaba como si estuviera en Alaska  en una tormenta de nieve a cero grados, mi garganta se había secado y mis ojos se pusieron cristalinos sin poder evitarlo

-       Oh, vamos- se levanto volviendo a acercarse a mí pero cada paso que avanzaba yo retrocedía dos- ¡Qué bonito!- grito con ironía- ahora estas asustado, pobre bebe, y pensar que eres el mayor – chaqueo varias veces la lengua mientras negaba con su cabeza- pero que lastima…creo que esto te va a doler- en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en el piso con mi labio roto escurriendo  sangre- eso no fue suficiente- me tomo del cabello jalándome para que me levantara, no pude evitar un grito que desgarro todas mis cuerdas vocales- sabes siempre me pregunte a que sabría la sangre.

Su próximo movimiento me dejo sin aliento, tomo mi cabello con más fuerza empujando mi cabeza hacia enfrente provocando que mi boca se estrellara contra la suya de una manera violenta y sin cuidado. Paso su lengua por mis labios quitando la sangre que había sobre ellos, sus labios se movían sobre los míos de una manera desesperada y sin censura. Cada vez que intentaba separarme me tomaba de la cintura pegando más mi cuerpo al suyo de una forma dolorosa.

-       Sabes…- su mano bajo por toda mi cintura hasta llegar a mis caderas y…un poco más abajo- siempre quise hacer esto- su lengua paso por toda la extensión de mi cuello.

Estaba horrorizado, kwangmin nunca había llegado a tales extremos, admito que si me golpeaba pero nunca llego a tocarme, lo más que hacía era dejarme tirado en el suelo con varias heridas en el cuerpo.

-       Detente …por favor – mis ojos se humedecieron dejando salir varias lagrimas que rodaban lentamente por mis mejillas

-       ¿acaso no te gusta?- se separo mi, mirándome a los ojos con una expresión de…¿decepción? – te odio…- bajo la mirada y apretó sus puños con furia, por un momento creí que volvería a golpearme pero no fue así…salió corriendo en dirección a la habitación, solo pude escuchar como azotaba la puerta. No entendía nada. ¿Qué diablos le pasaba a mi hermano ahora? Me deslice por toda la pared hasta quedar sentado en el piso, no me movía, lo único que hice fue abrazarme mis piernas escondiendo mi rostro entre estas.

¿Qué había pasado?

Continuara…

 

 

Notas finales:

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO

SALUDOS


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).