—¡Vaya! Es un niño muy carismático.
—Ni que lo menciones, a pesar de todo nunca deja de sonreír.
—Es hermoso Naruto, de verdad es un ángel. Le tengo envidia a Sasuke.
Itachi lo jaló y le dio suaves besos en los labios, el rubio se dejaba, se sentía bien, su coraza se quitaba enteramente con Itachi a su lado, se sentía querido, sentía que podía dejar todo atrás con la ayuda de ese hombre.
Cuando se separaron Naruto sonrió.
—Le agradas.
—No parece —comentó Itachi un poco dolido—, a penas y me dirigió la mirada más que para matarme con ella.
—Conozco a mi hijo y sé lo que te digo —ya era tarde y tenían que irse de la casa de Gaara—. Sakuya mi amor ya me voy, ven a darle un fuerte abrazo a tu pa —dijo Naruto.
El niño salió corriendo de su cuarto y se abrazó a Naruto muy fuerte mientras miraba a Itachi con ojos asesinos.
—Cuídate mucho y no le des problemas a tío Gaara ¿si?
—Gaa-chan es malo… No me da de comer lo que quiero y no me deja cocinar.
—Claro para que quemes la casa, no mocoso —dijo Gaara quién salió de su cuarto arreglándose la ropa y sonriendo como bobo, Naruto se acercó para hablar con él dejando al pequeño Sakuya con Itachi, este se incomodaba con la mirada intensa del chico.
Sí, es un Uchiha… reconoció ese sello en él, y sonrió.
—C-creo que eres una buena persona —murmuró el niño—, veo que haces a papá feliz… No como el otro…
—Sakuya…
—Sé que cuidarás a papi bien, ahora ¡toma! —sacó un peluche de debajo de su camisa, el peluche que tanto amaba, para dárselo a Itachi—. Es el cambio, te doy lo que más quiero para que cuides lo que más amo —dijo refiriéndose a Naruto, este lo escuchaba todo y quiso llorar, su pequeño retoño era hermoso, él sabía que llevaba un muñeco debajo de su camisa, lo había sentido pero quería dejarle creer que su magia de ocultamiento funcionaba.
Itachi agarró el peluche con las manos temblorosas, quiso llorar, la inocencia de un niño no tenía límites, se arrodilló y lo abrazó sin importarle que el niño protestara, lo apapachó fuertemente y susurró decidido.
—Claro que lo haré…
—Gracias.
—Ya es hora Itachi, otro día podrán compartir ¿no es así? —dijo viendo a Sakuya este sonrió y asintió.
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Cuando llegaron al departamento de Naruto los dos comenzaron a preparar una cena y compartir cosas.
—Eso se ve delicioso —Itachi se acercó y devoró el pedazo de pastelito que recién había tomado en sus labios, ni siquiera había podido masticarlo cuando Itachi ya se lo había quitado con la boca.
—Vaya que eres atrevido.
—Cuando las situaciones lo ameritan —dijo sonriente
.
El rubio llevó a sus labios el jugo que tomaba.
—Se lo tomó de una buena manera… —preguntó de repente Itachi.
—¿Sakuya?
—Sí, no pensé que me aceptara tan rápido…
—Él no sabe nada Itachi, no le dije lo que había sucedido con Sasuke, él no merece saber eso… es mejor así.
—Estoy aquí.
—Lo se… —Naruto se quedó pensativo—. Oye… ¿qué somos?
—¿No es obvio? Pues novios.
—No me lo has pedido —dijo Naruto con una pequeña sonrisa en los labios.
—Vaya, no esperaba esto, ¿cómo quieres que te lo pida eh? Con un ramo de rosas, a la antigua, vengo montado en un caballo blanco y pido desde la ventana que dejes caer tu cabello.
—Ja que chistoso —dijo sarcástico.
Se levantó y agarró los platos para llevarlos a lavar, cuando dejó todo regresó a la sala, donde Itachi estaba y este al verlo lo acorraló contra la pared
—Oh ya sé, de forma lasciva, una muy fogosa y rica.
La lengua de Itachi trazó todo su cuello, haciendo que su piel se erizara y jadeara.
—¡¡Eres un atrevido!! —volvió a repetir y le pegó alejándolo—. Ahora vete señorito y quédate con las ganas.
Sonrió y abrió la puerta decidido a acompañarlo hasta la salida del edificio.
—Me resultaste muy conservador —se burló.
—Ya deja de burlarte, ahora vete.
—No sin antes un beso.
Ya estaban afuera del edificio e Itachi no dejaba que se fuera sin tener el condenado beso.
Naruto se puso de puntitas y le besó los labios, suave con un roce dejándolo con ganas de más.
—Adiós, que duermas muy bien —sonrió divertido al verle la cara.
—Eres muy injusto.
—Y tú cómo un niño. Ahora vete.
—Vale, vale pero me las cobraré ¿eh?
—Lo esperaré con ansias —dijo, para luego ver cómo Itachi se montaba en la moto y se iba, suspiró feliz, sí, se sentía muy bien, sin embargo; percibió una mirada detrás de él, muy penetrante pero cuando volteo no había nadie.
Se apresuró a meterse al edificio y llegar a su departamento para estar más seguro, pero cuando llegó a su puerta y quiso entrar fue empujado bruscamente hacia adentro y se fue al suelo golpeándose.
—S-Sasuke…
*
*
*
Hijo de puta, este me las pagaba, había estado pensando todo este tiempo que hacer, me lleve gran parte del día creando todo un plan bien estructurado, para así hacerlo sufrir mucho. Conmigo nadie jugaba. Y si ahí se iban todas las personas que él quería ¡¡pues mucho que mejor!!
Cuando vi la hora ya pasaban de las 7 de la noche, me subí a mi carro y me dirigí hacia el edificio donde vivía Naruto, quería ver si podía recolectar más información que había dejado a medias, ese imbécil tenía vecinas muy chismosa y con tan solo una mirada caliente que les diera ya habrían la boca para decirme todo, aquella vez no pude terminar de averiguar, pero ahora sí, y así podré comenzar a mover mis cartas.
Cuando llegué, dejé el carro algo escondido de la vista, me puse mi capucha para que nadie me viera y salí del carro, camine un poco para llegar al edificio e iba entrar pero vi como Naruto salía muy risueño y feliz.
Estaba a punto de salir para arruinárselo pero me quedé congelado al ver quién le tenía agarrado de la mano y era la causa de su sonrisa.
Itachi…
Una molestia en todo mi cuerpo me crispó, sentía el estómago cerrado y todo empeoró cuando los vi besándose…
Mis puños se cerraron, ¿ahora eran una feliz pareja? ¡¡Que me jodan los huevos!!
No podía ser… Naruto todavía era mío… No, no lo era… ¡Maldición!
Quise golpear todo porque me sentía así de sofocado, enojado… Celoso.
Mierda.
Vio como Itachi se iba y Naruto no dejaba de sonreír, ¿ahora estas tan feliz con él?
Pensé que todavía te tenía comiendo de mi mano…
Le lancé la peor mirada y el volteo a ver hacia mi dirección me escondí para que no me viera, estaba por reventar, no le había bastado joderme la carrera si no que ahora también se metía con mi hermano, y los dos venían de su departamento.
La sangre me hirvió y no dude en seguir a Naruto hasta su departamento, ya no razonaba lo que hacía, cuando él abrió la puerta lo empuje hacia adentro, provocando que se golpeara y me viera con miedo.
—S-Sasuke.
Oh si cabroncito, soy yo.
La voz no me salía de lo enojado que estaba.
Solo quería destruirlo, cerré la puerta fuertemente y me dirigí hacia él quitándome la capucha y jalándolo del brazo rudamente haciendo que jadeara de dolor.
Le jalé el pelo y lo acerqué a mi cara.
—E-espera.
—Cállate —rugí.
—N-no…
—¡¡Que te calles!!
Lo golpeé en una costilla y pronto comenzó a toser, lo solté y se desplomó en el suelo, comencé a caminar de un lado a otro.
—Crees… ¿crees que puedes jugar conmigo?
—No… Solo ¡¡espera!!
Que mal te ves suplicando Naruto, lo vuelvo a jalar y lo azoto contra la mesa, se bien lo que haré.
Adiós al plan estructurado, a la mierda todo eso, lo sometí con rudeza y pude sentir la desesperación y dolor que sentía al estar contra la mesa, agarrado dolorosamente, me acerque hasta su oído y susurre:
—Te voy a enseñar como jodo de verdad a un hombre.
—¿Q-qué?… No, espera por favor.
Azoté su cabeza contra la mesa y el lloriqueó más fuerte.
Le arrebaté la chaqueta y rompí su camisa, admire esa piel que tanto me gustaba, la forma de su cuerpo, sus caderas, su cintura.
Era mi perdición, siempre lo había preferido a él y ahora estaba ahí, haciendo lo que iba hacer, lo sentía removerse inquieto y casi con enojo, lo oía sollozar, por lo que jalé más sus brazos haciendo que se quedara quieto por el dolor.
—D-déjame explicarte.
—No, Naruto… no hay nada que explicar.
Le bajé los pantalones de un solo movimiento y vio como todos sus músculos se tensaban, sus nalgas redondas dándome paso… Estaba volviéndome loco. Jalé su pelo y separé sus nalgas.
—Por favor ¡¡¡no!!! —gritó pero le tapé la boca y comencé a masturbarme viendo su lindo trasero y esa entrada rosada.
Cuando estuve grande lo roce contra él y él comenzó a llorar más fuerte.
Se movió brusco por lo que volví a golpearlo, dejándolo quieto, alcé más sus caderas y lo penetré rápidamente, me sentí en la gloria, su estrechez me mataba, pero él lanzó un grito lleno de dolor.
—¿Te gusta puta? ¿Ah?
Arremetí con fuerza haciéndole más daño, se retorcía bajo mi cuerpo y lloraba a moco tendido.
Sí, así Naruto sigue llorando y sufre todo lo que me hiciste.
Mis dedos quedaban marcados en la piel de sus brazos, los moretones comenzaron a notarse, él siempre había tenido una piel delicada, su entrada comenzó a sangrar por mi violenta intromisión, pero aun así no me detuve, seguí dándole y dándole, entrando con ganas sintiéndome bien por hacer esto.
Todo mi enojo lo estaba desquitando ahí, lo arañaba, le hacía sentir dolor, le doblaba más los brazos y su cuerpo golpeaba la mesa con dureza por mis embestidas.
—Para… —dijo con la voz rota— ¡¡¡Para!!!
Llegué más a fondo y lo escuché gritar, mi pene salía de ese bonito agujero que estaba lleno de sangre.
—Ya no más… Sasuke…
—Ruégame puta…
—Por favor, por favor, ya no.
—Qué poca dignidad —reí—. No me importa, disfruta de este pene bebé.
Agarré mal su brazo y lo escuché tronar, él gritó y supe que se lo había zafado, sus labios sangraban porque él se los mordía y sus ojos estaban rojos de tanto llorar.
Seguí embistiéndolo y cuando llegué al clímax deje que mi semen lo llenara, él siseó adolorido al sentirlo, lo solté y él cayó al suelo rápidamente llorando y sin fuerza, entumecido.
Me hice para atrás y comprendí lo que había hecho.
Lo miraba temblar y se veía pálido. Pronto el sangrado se hizo más fuerte y me asuste.
¿Era normal que sangrara tanto?
Solo fue una cogida… ¿¡Qué diablos Sasuke!? ¿¡¡Qué demonios hiciste!!? Tenías todo un plan estructurado y lo mandaste a la mierda.
Cuando la bruma del enojo desapareció de mí, la realidad me cayó fuerte, aplastándome.
Había violado a Naruto, lo había lastimado y ahí estaba, en el piso desangrándose.
Y como el gran cobarde que soy lo deje ahí… Que pensaran que había sido alguien cualquiera, después regresaría para preguntar lo que había pasado
Salí corriendo de ahí y me fui lo más rápido posible, sin que nadie me notara.
Maldición, ¡¡maldición!!
*
*
*
—¡Señor! Surgió un problema mis hombres ya van hacia el departamento del señor Namikaze…
—¿Qué pasó? —preguntó alarmado Itachi, iba a mitad de camino cuando había recibido la llamada.
—Estaban violentando de manera sexual al señor Namikaze…
Todo en Itachi se paralizó y no tuvo que pensarlo dos veces para dar la vuelta y regresar.
—Hallen al que lo hizo —dijo enojado y triste.
¿Cómo era posible? Si hace poco se había ido… ¿Qué había pasado?
—Eso haremos señor.
Cortó la llamada y aceleró rápidamente, cuando al fin llegó vio a todos los hombres de negro y supo que no había podido agarrar a nadie, subió rápidamente al departamento y abrió la puerta demostrando una escena terrible, su Naruto estaba inconsciente, su cuerpo sangraba mucho y los moretones y el labio partido estaban ahí.
Su fragilidad era única en ese momento, quiso echarse a llorar.
Agarró una manta y lo arropó, estaba tan pálido que sintió miedo de perderlo…
—La ambulancia está por llegar señor.
Itachi asintió y abrazó más a Naruto.
—Por favor bonito, abre los ojos…
Pero Naruto no le hizo caso, era mucha sangre, ¿qué había pasado?
Su cuerpo se ponía helado.
—Naruto… amor, por favor.
Sintió como los paramédico trataban de quitárselo de los brazos y se asustó más.
Colaboró con la poca cabeza que le quedaba y se agarró fuertemente a la mano de su rubio., mientras unas lágrimas se le salían.
Estaba furioso y lastimado.
Y Sasuke se las iba a pagar