Dos semanas atrás…
Afuera de un gran edificio habían muchos periodistas y cada uno quería obtener la primicia… la primera foto junto a una exclusiva para llevar a todas partes del país, es que había salido un rumor muy caliente, al parecer una de las estrellas favoritas del momento había cometido un grave crimen, pero… ¿quién estaba seguro?
Nadie.
Por eso estaban ahí afuera esperando ver alguna señal, ver si pasaba algo o no…
Pero las patrullas que estaban ahí eran muy incriminadoras.
Parecía que Sasuke Uchiha había hecho algo muy malo e iría a la cárcel por lo que sea que hubiera hecho. O solo sería una fiesta más que se descontroló y molesto a los vecinos y llamaron a la policía para calmarlo...
Si fuera eso de verdad iban a estar muy decepcionados.
Cuando las esperanzas de que algo iba a pasar se estaban acabando, por la puerta del edificio vieron como varios policías salían y las radios de los demás policías sonaban, oh claro… ¡Aquí había algo muy jugoso!
Cuando por las puertas salía un Sasuke agarrado por dos policías, venía forcejeando y gritando, todos se pusieron en alerta y comenzaron a tomar fotografías y a lanzar preguntas una tras otra.
—¿¡Qué es lo que está pasando!? —Gritó una periodista—. ¿¡Por qué se lo llevan preso!?
—¿Cuáles son los cargos? —Decía otro—.¿¡Por qué no responden!?
—¡¡Sasuke, Sasuke!! ¿¡Por qué te llevan preso!?
Los periodistas aclamaban respuestas, y las cámaras tomaban fotos una y otra vez, Sasuke estaba aturdido y sin habla, ¿qué demonios estaba pasando?
Había estado tranquilo en su departamento, componiendo una canción, viendo a su rubio-pelirosa dormir —Deidara podía ser su musa muchas veces—, cuando su puerta había sido tocada y él había ido a abrir, pero lo que menos espero fue ver a su representante acompañado de dos oficiales de policía, que lo retuvieron rápidamente contra una pared, golpeándolo en el proceso y apresando sus muñecas con esposa, todo se había vuelto un alboroto, el forcejeaba por la liberación y estaba enojado.
Deidara se había levantado asustado viendo con espanto cómo se llevaban a Sasuke.
Cuando Sasuke salió por las puertas principales, habían dos patrullas y muchos periodistas en busca de chismes y para empeorarlo, él era el foco, maldijo interiormente, con esto su carrera estaba acabada, sintió muchos flashes encima de él, casi dejándolo ciego y desorientado.
Los policías ejercían mucha fuerza sobre él, como si presintieran que se escaparía en cualquier momento.
—¿¡¡Qué demonios pasa!!? —rugió exigiendo respuestas—. ¡¡Hablen!!
—Tiene derecho a guardar silencio —dijo uno de los policías.
—¿¡¡Qué mierda!!? —se jaloneó brusco y los policías volvieron a inmovilizarlo.
Pudo escuchar como Deidara gritaba, vio hacia atrás encontrándolo tratando de pasar la barrera de policías que habían y como no lo lograba exigía respuestas pero nadie hablaba.
Lo mismo pasaba con los periodistas, cosa que agradecía, que esas personas no pudieran acercársele ya que los policías no dejaban.
De pronto sintió un fuerte agarre en su pelo y fue aventado en el carro tan rápido que no se dio cuenta cuando la puerta fue cerrada y no pudo abrirla, vio hacia afuera y observó a un tipo alto y musculoso viéndolo con una media sonrisa, la apariencia le decía que era un policía, y pensó ¿qué demonios pasaba?...
—Vas a ser carne fresca tío —dijo sonriente el policía, su aspecto de pelo plata y sus ojos daban cierta alarma y ese tono de voz le decía que no jugaba.
Y llegó a una conclusión.
Su estupidez había salido a la luz, sus pecados habían sido revelados, sus temores iban a ser cumplidos, y la tristeza lo iba a consumir.
Era tan tonto…
Muy tonto.
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Estando en la estación se sintió perdido, sin saber qué hacer.
Veía policías por todos lados y aunque no lo quisiera admitir estaba asustado.
Cuando los policías volvieron a agarrarlo lo metieron en un salón cerrado con una gran ventana negra, sabía que era una sala de interrogatorios, y que detrás de esa ventana habían varios escuchando.
Había visto tantas películas que ya era cliché.
—Bien Sasuke Uchiha —entró el mismo policía que lo había intimidado antes—, soy el agente Kakashi Hatake y yo llevo tu caso, así que vamos a ser claros y vas a cooperar conmigo, ¿bien? —dijo sonriente.
—No quiero.
—Bueno si quieres que juguemos al policía bueno y malo dejame decirte que se me da muy bien ser el policía malo.
Tronó sus dedos y eso hizo que se le pusieran los pelos de punta, Kakashi de verdad daba miedo.
—No voy a hablar.
—Puedes apostarlo si quieres.
—No —dijo firme y se recordó—. Exijo a mi abogado y sin el presente no voy a decir ninguna palabra estoy en todo mi derecho.
—Como desees —dijo de mal humor.
Kakashi salió por la puerta resoplando, ahí se iban todas sus oportunidades para que Sasuke confesara por sí mismo, ya no podía liberarse, tenían todas las pruebas necesarias contra él, si querían lo podían mantener retenido ahí en la comisaría hasta que sucediera el juicio, pero era mejor tener la confesión grabada y lista para el jurado.
Había sido un golpe bajo cuando Neji le había enseñado el video, la evidencia era tan buena, mostraba claros signos de incumplimiento. Se miraba la cara de Sasuke a la perfección, este caso iba a ser fácil y rápido pero eso no le quitaba las ganas de romperle la cara por ser un ser un humano despreciable.
Mando a dos policías hacia el cuarto y les dijo que metieran al azabache en una celda y así cumplieron su trabajo.
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—Naruto toda va a estar bien…
—En serio —dijo anonadado.
—Sí, ya deben de tenerlo, ya no te hará daño… ahora solo tenemos que asegurar todo y lo lograremos…
—¡Gracias Neji! ¡Gracias! —por fin podía sentir aunque sea un poco de tranquilidad.
Se abalanzó a los brazos de su amigo y se dejó arrullar por ellos, podía respirar bien, las ganas de llorar volvieron y por un momento se sintió perdido en el mar de sensaciones que sentía en su piel.
Neji le revolvió el cabello feliz…
Por fin había visto una chispa de felicidad en los ojos de Naruto.
Como anhelaba aquellos días donde todo era tranquilidad y ningún problema… quería de vuelta su tiempo perdido con Naruto.
Quería a su amigo alegre.
Naruto se soltó del abrazo y suspiró.
Todas sus ansias se habían olvidado con esa noticia.
—Bien, volveré con Sakuya y Gaara…
—¿Gaara? El chico solitario…
—Sí, bueno ya no tan solitario —dijo sonriente.
—¿Ahora él es tu mejor amigo? —dijo serio, aunque por dentro estaba dolido, le habían quitado su puesto durante toda su ausencia.
—Bien, campeón —dijo Naruto—, tú también eres especial, no te me pongas celoso ¿eh?
—Eres increíble —paso de serio a una sonrisa—, ¿cómo puedes sonreír con todo esto?
—¡Soy fuerte! —hizo señas de sus músculos donde no había nada.
—Si lo eres, de aquí —señaló su corazón y Naruto trató de volver a sonreír.
Y recordó que Neji siempre supo cómo era él, cómo eran sus pensamientos y su modo de actuar, Dios… cuánto lo había extrañado.
—Gracias por volver —dijo y volvió a abrazarlo.
Cuando Naruto se iba Neji lo detuvo.
—¡¡Oye!!
—¿¡Qué!? —dijo burlón—. ¿No puedes dejarme ir?
—Ya quisieras ¿¡eh!? Pero tengo un precioso doncel en casa que me espera.
—Sigue alardeando de ese doncel… —dijo sonriente, después hablo un poco más bajo—. ¿Qué querías decirme?
—Tendrás que darme permiso de ocupar tu historia, tus declaraciones y la evidencia o no tendremos nada… Tienes que ser fuerte, solo un escalón más…
Naruto solo asintió y siguió caminando, ante él podía ver un escalón muy grande que ni siquiera con sus manos podría alcanzar… Era como estar en un túnel muy oscuro sin ninguna luz al final.
Se sentía raro…
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Golpeó su cabeza contra la pared.
Estaba frustrado y quería largarse de ahí, pero… estaba encerrado por su propia estupidez.
Agarro su ropa y agacho la cabeza.
Lagrimas salieron por ellos, es que ahora cómo se atrevía a llorar, él sabía que era miserable, él sabía que implementaba odio y dolor, él sabía que era horrible, con su alma podrida.
Él lo sabía perfectamente.
Y sabía que no tenía derecho de estar ahí llorando.
Sus fieles amigos, le acompañaban.
La soledad y el frio….
Y ¿ahora como arreglar todo? Ya no se podía, ya era demasiado tarde, ya todo se había consumido llegando a un punto de quiebre, exacto… él estaba perdido.
‘’él era bueno, pero no un ángel, hizo el pecado, pero no era el diablo, él era un niño pequeño en un mundo grande tratando de amar…’’