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Las cruzadas por yue-sama

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Notas del capitulo:

gracias or la espera, aqui el cap, pues no publicare la otra semana por motivos personales.

gracias por todo pastelitos, aqui el cap.

Estaba viendo hacia la ventana, donde podía ver a su pequeño —no tan pequeño ahora—, jugar con su amigo, suspiró feliz y se estiró tronando algunos huesos de su espalda, otro día más en ese lugar con clima frío. No le incomodaba, era delicioso sentir la briza en su piel.

 

 

Su cabello había vuelto a ser rubio brillante y no había nada más que lo llenara de orgullo, se había vuelto una persona fuerte y había aceptado lo que había pasado, se aceptó a sí mismo después de tanto.

 

 

Habían sido duras las terapias con el psicólogo y necesito la ayuda de sus padres pero había salido adelante.

 

 

Decir que se sentía tan bien era poco, era activo, ya no escondía su condición de doncel, ahora ocupaba ropas acordes a él y ya no le importaba llamar la atención.

 

 

Ahora solo podía mirar a su pasado y ver cuánto había progresado, se había mantenido en contacto con Gaara, bueno, no tanto como le hubiera gustado pero si habían hablado, de hecho había recibido una gran noticia.

 

 

Cuando regresara a Japón iba a conocer a su sobrino… al parecer Gaara no se había cuidado tan bien como había pensado y había dejado en estado a un hermoso doncel, queriendo o no, se había atado a una nueva vida en la que sería papá.

 

 

Claro el rubio no podía creerlo y casi le dolió el no estar ahí en el parto pero seguía en recuperación y no podía volver.

 

 

Agarró su teléfono y vio las llamadas perdidas, las ignoró mientras veía su fondo de pantalla, ahí estaba Gaara sosteniendo a su bebé con miedo pero con una mirada infinita de amor.

 

 

—Ya hace dos años ¿eh? —sonrió.

 

 

Claro el proceso había sido lento para él, casi los tres años pero se sentía listo para regresar a Japón y saber cómo estaba todo, como estaba él…

 

 

¿Lo habría esperado?

 

 

¿Aún lo recordaba?

 

 

¿Se lamentaba todas las noches al igual que él?

 

 

Como lo extrañaba y por eso tenía ansias de regresar para saber de él… Para saber de Itachi.

 

 

Bajó las escaleras y fue directo a la cocina, vivir en una mansión había sido problemático, no se acordaba de las direcciones que tenía que agarrar y siempre terminaba perdido, pero ahora se sabía su casa de pi a pa, ósea toda. Cuando entró a la cocina pudo ver su mamá cocinando y el olor dulzón le llegó, le recordaba tanto a Itachi.

 

 

—¡¡Hijo!! Hay pastelitos de frutillas, ¿quieres?

 

 

—Oh sí —dijo sonriente y feliz—. ¡Sí quiero!

 

 

—Pareces un niño —se acercó y le acarició la mejilla—, eres adorable.

 

 

—No soy adorable —hizo pucheros—. Soy adulto.

 

 

—Siempre serás mi niño, ahora come.

 

 

No pasó ni un minuto y ya estaba comiendo como si nada cuando su mamá se puso a bailar con el sonido de la música mientras guardaba platos en los cajones.

 

 

Tener de vuelta a sus padres tampoco había sido fácil de digerir y mucho menos tenerlos cariñosos, al principio pensó que era por lástima pero muy rápido se dio cuenta que no era eso y saber la verdad le dolió más.

 

 

Flashback…

 

 

—Sakuya es hermoso —dijo su padre, Minato mirando a su nieto—. Un muchacho fuerte.

 

 

—Sí, lo es —dijo inquieto Naruto.

 

 

—Se parece a ti…

 

 

—Bueno, algo así —no sabía qué decir, habían llegado hace poco, sus maletas estaban en la sala mientras Sakuya miraba toda la mansión con asombro y corría de un lado a otro pegando chillidos de admiración.

 

 

—Es bueno verte y tenerte aquí hijo.

 

 

Su padre lo jaló y lo abrazó fuerte y cuando lo soltó su madre se echó a llorar y lo abrazó hasta dejarlo sin aire.

 

 

—¿¡Por qué te fuiste y nos dejaste!?

 

 

—¿Qué? —dijo sin entender.

 

 

—De la casa, ¿por qué te fuiste? —dijo su mamá llorando—. Nos asustamos mucho.

 

 

—Yo… ustedes me iban a echar cuando…

 

 

—¿Cuándo qué? —dijo su padre serio—. ¿Cuándo nos enteramos de que estabas embarazado? ¿Nos crees capaces? —dijo dolido—. ¡¡Pues no, no lo hubiéramos hecho!!

 

 

—Pero…

 

 

—Lo acepto —dijo Minato—, en ese momento tu madre y yo estábamos pasando una situación difícil de pareja, pero tú eras demasiado joven para entenderlo y de una u otra forma descargábamos en ti toda nuestra frustración pero nunca quisimos que las cosas se dieran como se dieron.

 

 

—De verdad Naruto nunca quisimos que nos tuvieras miedo y te fueras, eras tan joven, enfrentaste todo tu solo y yo tenía tanto miedo por ti —dijo su madre.

 

 

—Cuando nos enteramos donde estabas tu madre quiso ir por ti pero nos dimos cuenta de que eras feliz y no nos necesitabas y que si querías ibas a regresar pero, nunca volviste —terminó Minato.

 

 

—Quise cuidarte cuando más me necesitaste, estar ahí para ayudarte con mi nieto y abrazarte cuando te sintieras solo pero me lo negaste al irte. Mi amor de verdad perdónanos por no ser los mejores padres.

 

 

Naruto tenía un gran nudo en su garganta y quiso llorar.

 

 

Fin del flashback…

 

Había sido muy duro enterarse así de la verdad, sus papás a punto del divorcio y por eso el maltrato hacia él, habían tenido que irse de Japón por problemas con las empresas y le habían dicho a Deidara que lo cuidara de cerca.

 

 

Pero en ese tiempo que había estado con ellos habían recuperado un poco del tiempo perdido, le habían regalado tantas cosas a Sakuya y lo habían mimando demasiado, ahora parecía que nada le faltaba en la vida a su hijo, igual en su vida, se sentía bien, por fin se sentía bien.

 

 

—Ya es hora de volver ¿no es así? —dijo su mamá y pudo notar la tristeza en sus ojos morados.

 

 

—Sí, bueno… el gran Naruto tiene que volver ¿no crees?

 

 

—Sí, lo creo.

 

 

Se paró de su silla y besó a su madre en la frente

 

.

—Te amo lo sabes ¿no?

 

 

—Yo igual —dijo triste y algunas lágrimas salieron por sus ojos.

 

 

—Vendré de visita, tú lo sabes…

 

 

—Lo sé, lo sé muy bien.

 

 

—Bien iré a preparar las cosas, ya es tiempo.

 

 

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Japón…

 

 

Bien no se podía quejar de su vida, había salido adelante, claro después de que Sasuke entrara a la cárcel ya no había motivo para que la banda siguiera, además él no tenía los ánimos para volver a cantar o tocar algún instrumento, había caído en depresión al saberse solo y no tuvo ganas de nada, por un año sintió que la vida no tenía sentido y que él nunca volvería, que estaba esperando en vano.

 

 

Ahora Naruto se sentía como el aire.

 

 

Lo podía sentir, podía saber que estaba ahí, pero no lo podía tocar.

 

 

Así de terrible se sentía pero poco a poco salió de esa esfera que lo estaba matando y recordó todo el dinero que le pidió prestado a su padre y decidió ocuparlo, había construido la más bonita pastelería, donde el cumpliría su sueño, en el tiempo presente era el chef pastelero principal y hacia delicioso postres que todos querían y probaban, era muy conocido y reconocido.

 

 

Estaba feliz, era todo lo que quiso y cuando tuvo el dinero suficiente le dio centavo por centavo a su padre para nunca más volver a verlo.

 

 

El tiempo que estuvo solo lo aprovechó para madurar y pensó que estaba bien que Naruto se hubiera ido, cada uno necesitaba superarse, cada uno necesitaba conocer la felicidad aparte, si sus caminos se volvían a cruzar sería fantástico pero hasta que eso sucediera no podía exigir nada.

 

 

Tenía una vida ahora y estaba conforme.

 

 

Salió de su tienda y echó llave, ese día había decidido cerrarla antes ya que Sai lo había invitado salir a él y a su novia.

 

 

Tenía una novia preciosa, pelo azul y ojos rojos, de verdad la apreciaba y la quería, ¿pero amarla? No, eso no y ella lo sabía, de hecho todos los novios y novias que tuvo durante esos casi tres años supieron que si el volvía no iba a dudar en dejarlos para irse con él, siempre se los dejó claro.

 

 

Y a veces se odiaba por darle tanta prioridad a Naruto en su corazón cuando no sabía si él iba regresar o si estaba acompañado y feliz con alguien más, no sabía siquiera si lo recordaba o lo extrañaba.

 

 

Si soñaba con él y lloraba cuando se despertaba al saber que todo había sido un sueño.

 

 

—¡¡Hey chaval!! ¿¡Listo!?

 

 

Y ahí estaba Sai gritando desde su coche, saludo y vio a su novia en la parte trasera, se subió dónde estaba ella y le dio un suave beso.

 

 

—¿Qué tal tu día Konan?

 

 

—Bien, ¿y el tuyo?

 

 

—Cansado… y ahora ¿a dónde vamos?

 

 

—¡¡A un bar amigos!!

 

 

Tenía tanto tiempo sin emborracharse, así que sonrió y le dio el visto bueno.

 

 

Cuando llegaron se bajaron y se metieron en el bar, estaba un poco lleno, el ambiente era adecuado, había una música suave de fondo y buenas bebidas, comenzaron a hablar de todo un poco, ahora casi ni se veían por lo ocupados que estaban.

 

 

—¡¡Hey!! —escucharon a una chica gritar—. ¡Tú eres Sai! ¡El guitarrista de Cross!

 

 

Sintió un escalofríos pasar por toda su espina dorsal al escuchar ese nombre, hace tiempo que no escuchaba el nombre de la banda, pudo notar como Sai sonreía galán y comenzaba a hablar sobre su tiempo de estrellato.

 

 

—¡¡Vamos toca una canción!! ¡Solo una, anda! —decían las chicas y Sai feliz dijo que sí.

 

 

—Sai es un galán ¿no? —dijo divertida Konan.

 

 

—No ha cambiado ni una pizca.

 

 

Vio con qué naturalidad su amigo se subió al escenario y se sentaba en un banquito alto para luego agarrar una guitarra acomodándose y afinándola, Sai lo miró y tuvo un mal presentimiento.

 

 

—Bien, buenas noche mi gente —dijo feliz—, no tocaré nada si mi compañero Itachi no se sube aquí conmigo ¡y canta!

 

 

Fue rápido la reacción de todos ahí, comenzaron a aclamar su nombre y de verdad recordó el pasado, donde eso era normal, donde eso siempre se repetía cada fin de semana.

 

 

—Ve amor —dijo Konan—, solo canta una y ya.

 

 

—Bien pero tú me invitas una cerveza.

 

 

—Como quieras.

 

 

Itachi se levantó y fue directo al pequeño escenario donde le acomodaron un micrófono mientras un chico más se subía al escenario para poder tocar la batería.

 

 

Vio como Sai le daba unas hoja a ese chico y este asentía, de verdad que eso no le gustaba pero igual se dejó, cuando el sonido comenzó quiso bajarse de ahí, esa canción…

 

 

Esa canción la había escrito pensando en él, hace ya tiempo, había compuesto la canción y el sonido, la garganta se le cerró.

 

 

Pero ya no podía retirarse, así que comenzó.

 

 

Quiero olvidarte

Aunque no es tan fácil decir adiós

Miénteme y dime

Que no tuviste elección

 

 

Bien había sido en un momento en el que todo le dolía y claro había escrito esta cosa, lo que no sabía era cómo demonios Sai había metido sus narices entre sus cosas y había hallado esa canción.

 

 

Dime que este no fue nuestro fin

Que aún vivo, como un recuerdo

Dentro de ti

Feel me go insane

 

 

Y se dio cuenta que esa letra siempre contuvo la verdad, todavía se sentía de esa manera, de la misma manera que cuando la escribió, ahora veía las caras de los presentes pero al único al que quería ver era a Naruto, pero él no estaba ahí.

 

 

Hoy seré la sombra de lo que fui

Y a ti, y a ti, y a ti, te deseo que seas feliz

Ya es la hora, tienes que partir

Ve sin me, ve sin me

No olvides borrarme al amanecer

 

 

Hubiera sido menos doloroso si Naruto le hubiera dicho que no iba a regresar, pero le prometió volver y ahí estaba el esperándolo aunque quizá nunca apareciera.

 

 

Siento que enloqueceré

Hasta el viento susurra

Mi derrota rotunda

Y mientras sonríes

Mis heridas crecen

No las puedo detener

 

 

Pudo ver la cara de Konan y vio cuanto le dolía la letra, ella era inteligente y sabia para quien iba. No sabía qué cara estaba poniendo él al cantarla, ¿se veía muy melancólico? ¿Parecía que le dolía?

 

 

Dime que este no fue nuestro fin

Que aún vivo, como un recuerdo

Dentro de ti

Feel me go insane

 

 

Cerró los ojos para ya no ver, tremendo error, solo pudo ver a Naruto ahí sonriente y solo para él.

 

 

Quiso botar todo, era increíble, parecía una obsesión, tenía que matar a Sai por sacar esa canción del país de los muertos y del olvido.

 

 

¿No sabía la ley natural? No se podían revivir muertos ni muchos menos recuerdos que estaban enterrados.

 

 

Hoy seré la sombra de lo que fui

Y a ti, y a ti, y a ti, te deseo que seas feliz

Ya es la hora, tienes que partir

Ve sin me, ve sin me

No olvides borrarme al amanecer

 

Ven libérame

Porque pierdo el control

Oh, oh, oh

No me detendré

Hasta olvidarte

 

 

Cuando finalizó, todos aplaudieron, y él suspiró alejándose del micrófono, el don de cantar había sido siempre de Sasuke no dé el y todos estaban sorprendidos al escuchar la bella voz que Itachi ocultaba, Sai brincó feliz y lo abrazó.

 

 

—Se sintió bien recordar a Cross ¿verdad?

 

 

—¡Recuérdame matarte! —dijo en un susurro.

 

 

—Vale, vale mátame a besos cariño —dijo feliz—. ¡¡Lo hiciste muy bien!!

 

 

Se soltó y sonrió al público pero de verdad hubiera querido no recordar eso.

 

 

Lamentablemente así era la vida, la muy cabrona te recordaba algo que llevas rato queriendo olvidar.

 

 

 

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—¿Estás listo?

 

 

—Sí ¿y tu papá? ¿Estás listo?

 

 

—Regresamos…

 

 

—¡¡Regresamos a casa!!

 

Notas finales:

les quiero mucho, espero esten bien y saben que los adoro por seguir mi historia

bien la cancion es A ti de lunafly

aqui les dejo el video, solo denle clik a cancion y ya.

nos vemos


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