Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Trust Me. -Bipper. por Teddy_Freddy

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno tenia que escribir esto antes de que mi cabeza explotara (?) No conozco bien el universo de Tybay y no se si hay una historia en concreto, solo estoy haciendo esto inspirado en las imagenes. 

Notas del capitulo:

Esto es solo mi interpretcion de las imagenes de Tybay, no sé si tenga historia en concreto solo es como yo me imagino este mundillo. (?)

Trust me.

 

Cada vez que tus ojos castaños claros se encontraban con los enigmáticos ojos azules de aquél misterioso hombre tu cuerpo entero temblaba. No sabias su nombre, ni tenias idea de sus intensiones, pero era tan misterioso que no podías dejar de verlo. Con claridad recordabas la primera vez que lo viste, rodeado de hombres vestidos de gris, con caras largas y cuerpos fornidos, él contrastaba en todos los aspectos, de cuerpo estilizado enfundado en lujosos trajes color negros, piel blanca cual porcelana, ojos enigmáticos color cobalto y cabellera rubia cual oro.

Ese día habías ido a comprar un árbol de navidad, pero todo lo que habías alcanzado era un pequeño pino mas pequeño que tu. -y en ese entonces no eras muy grande. -Cuando ibas de regreso con el árbol fue que chocaste con ese misterioso hombre, ensuciando un poco su costoso traje de tres piezas. No alcanzaste a susurrar ni una disculpa cuando los hombres que lo acompañaban te alejaron de él rodeándote, no precian muy amigables y eso te hizo temblar de miedo.

—Vamos, vamos. No es para tanto, es solo un niño. Déjenlo. —ordeno el rubio y los hombres obedecieron. Te disculpaste bajando la mirada, pero sentiste uno de sus dedos levanto tu barbilla y tus ojos se encontraron con los ojos azules de el rubio. —Fue un accidente ¿Verdad, pequeño pino?

—Si... lo-lo siento. —te disculpaste de nuevo sin poder alejar tu mirada de la mirada de aquel hombre, pero en ese momento tu tío Stanley apareció, se disculpo con el rubio por el pequeño accidente y te levo lejos de allí.
Esa fue también la primera vez que viste a Stan temblar como una hoja ante un hombre mas joven que él, tu tío te advirtió que había personas de las que definitivamente tenias que alejarte y el mas grande de ellos era ese hombre rubio al cual solo llamo "Clave".


Después de eso pasaron años antes de que volvieras a verlo, llego justo en el momento que estabas mas deprimido. Tu primer amor no había sido correspondido, tu tío simplemente no te comprendía, tu hermana estaba sumergida en su mundo color de rosa. Hablar con Soos ya no te servia de nada y comenzaste a pensar que estabas solo en este mundo, que nadie nunca podría comprender la complejidad de tus pensamientos. No te ayudaba de nada que hurgando en el viejo ático hubieras encontrado un extraño libro con toda clase de conjuros.

No creías en la magia ni nada parecido, es por eso que leías en voz alta todo lo que se supone que no debería ser leído. Y una noche apareció frente a ti, tan alto y delgado como lo recordabas, tan enigmático y tan irreal como lo recordaban tus fantasías -antes de que estas empezaran a ser indebidas- Su cabello dorado como el oro y sus ojos azules con un brillo inusual.

La primera vez que se reencontraron fue solo de vista, estabas cuidando que nadie se le acercara con malas intensiones a tu hermana mientras esta trabajaba. El rubio estaba en una mesa del frente, moviendo su dedo por la orilla de su vaso lleno de licor. Pero su mirada no estaba en el escenario ni en las bellas bailarinas -incluida tu hermana.- que allí estaban, sino que te veía fijamente con una mueca que parecía imitar una sonrisa. No alejaste tu mirada de él incluso sintiendo tu cuerpo estremecerse, hasta que tu hermana te hablo captando tu atención unos segundos. Cuando regresaste la mirada a la mesa donde estaba el rubio este ya no se encontraba allí.


La segunda vez que lo encontraste fue en la tienda de antigüedades de tu tío, estaba allí simplemente viendo una esfera de nieve como si fuese lo mas interesante del mundo. Era tu turno de atender así que decidiste hablarle, preguntarle si buscaba algo en especifico. A lo que él respondió después de un largo silencio.

—Te busco a ti, pequeño pino. ¿Quisieras acompañarme a un lugar? -y su mirada fija en ti no te dejo debatirle nada.

El lugar a donde te llevo era un viejo edificio, parecía estar a punto de colapsar en cualquier momento, aun así lo seguiste esperando que te explicara que estaban haciendo allí.
Y la explicación no llego, lo que llego a cambio fue algo que parecía salido de tu imaginación. El rubio te beso, al principio te resististe, pero había algo en sus labios que te hicieron rendirte casi de inmediato que empezó a besarte de nuevo.
Sus labios eran como veneno que acababan de matar el poco sentido común que te quedaba mientras te besaba con fuerza.

—¿Puedo pedirte un favor pino? -pregunto rompiendo el beso y a ti ni siquiera te importo que te siguiera llamando así. Se alejo yendo a un punto del edificio, escondido debajo de algunos ladrillos y maderas estaba una caja. Te acercaste y la abriste, en ella una sola piedra de color azul brillaba con ese enigmático brillo de los ojos del rubio. —Cuida esto por mi. Si lo haces, voy a recompensarte muy bien.

Susurro a tu oído y sentiste como si su sola voz fuera capaz de derretirte. Asentiste incapz de negarte, si queria que lo cuidaras lo harías.

¿Como podías caer ante alguien que a penas conocías?

Te visito un par de veces después de eso, a veces aparecía mientras estabas trabajando, otras cuando estabas solo en casa. Habia veces en las que se escabullía a tu habitación por las noches, cuando eso pasaba tenias una sesión de besos ardientes y caricias sin censura.

Tu hermana solía preguntar mucho si estabas bien, las marcas que dejaba el rubio en tu cuerpo parecían moretones a los ojos de los demás. Pero tu sonreías y decías que si. Todo estaba bien.

Hasta que de pronto, no lo estuvo.

Ese día regresabas con tu hermana de una cita fallida, la castaña aun lloriqueaba por haberse enamorado de nuevo de un completo idiota. No la culpabas, ella tenia esa increíble capacidad de ver lo bueno de todo mundo. Al contrario de ti que todo lo que veías era sombrío. Te dijo que te haría bien salir con alguien y tu mencionaste que ya estabas saliendo con alguien.
A lo que ella respondió, "pues sera imaginario, porque no te he visto hablar con nadie en mucho tiempo"

Pero antes de que pudieras decir nada unos hombres aparecieron frente a ti. Trataste de hacer que Mabel escapara pero ellos la atraparon y cuando trataste de ayudarla te golpearon hasta que te desmayaste.

 


Cuando abriste los ojos de nuevo todo el cuerpo te dolía, estabas atado con tus manos en la espalda y tus piernas juntas. Levantaste la mirada encontrándote con tu hermana atada en una silla frente a ti

"¡Mabel...!" -trataste de llamarla pero tu voz no salia. Demasiado tarde te das cuenta que algo cubre tu boca.

—Por fin despiertas. -dijo un hombre parándose frente a ti, e golpe que te dio parecía querer desmayarte de nuevo. Te tumbo al suelo y escuchaste a tu hermana llorar tu nombre. —Hey no te duermas, aun hay muchas cosas que quiero preguntarte ¿acaso quieres que le pregunte a ella?

El hombre al cual estabas seguro no haber visto nunca en tu vida se acerco a ti quitándote el pañuelo que cubría tu boca.

—Deja a mi hermana en paz. -dijiste arrugando las cejas, el hombre te levanto jalando tus cabellos. Contuviste un alarido cuando volvió a sentarte en el suelo. —¿Que es lo que quieren?

—Dinos donde encontrar la piedra de Bill Cipher.

—¿Que? No se de que estas hablan... -un golpe en tu estomago te interrumpió, no pudiste evitar toser con fuerza, había algo rojo cayendo desde tus labios. ¿Era sangre?

—¡Respuesta incorrecta! -dijo el hombre arrojando algo que cayo clavándose a unos centímetros de ti. Tu mirada nervosa se desvió hasta el objeto el cual era un cuchillo carnicero clavado a unos centímetros de tu cara. —La próxima vez podría fallar, así que empieza a hablar. ¿que relación tenias con Bill Cipher?

—No se de quien esta hablando. -apretaste los parpados cuando un nuevo cuchillo voló hacia ti, de nuevo clavándose a unos centímetros alejados de tu cuerpo

—Chico me estoy cansado de ti. -arrojo otro cuchillo antes de volver a hablar. —¿Que te dijo el bastardo antes de morirse? -negaste conteniendo un alarido, el ultimo cuchillo se había clavado cerca de ti haciéndote un corte en el hombro. —¿Debería preguntarle a la hermosura que tengo aquí? -pregunto pasando el lado sin filo de su cuchillo sobre la mejilla de la castaña. Mabel temblaba apretando los parpados, el cuchillo que antes acariciaba la suave piel de la castaña se clavo con fuerza cerca de tu oreja.

—Por favor suéltela, estoy seguro que se equivoca de personas. No conozco a ese tal Bill Cipher. -temblaste cuando el hombre se acerco de nuevo. Tomando con fuerza tu cabello te obligo a ver una antigua fotografía de Bill Cipher. Abriste los ojos con sorpresa impregnada en tu expresión.

Se trataba de el rubio que te visitaba casi a diario.

"Pregúntaselo usted mismo. " dijiste y recibiste a cambio un fuerte golpe en el rostro. El puñetazo te dejo desorientado, sin embargo las palabras que salieron de la boca de tu agresor te aturdieron mas que el golpe.

"El bastardo lleva cinco años muerto y no deja de darme problemas"

¿Muerto? ¿A que se refería con eso? No podía ser cierto, veías al rubio casi a diario. Te negabas a aceptarlo, pero una parte de tu cabeza te hizo recordar todas esas veces que estabas hablando con Bill -todas esas veces que Mabel decía que hablabas solo.- No podía ser cierto.

Levantaste tu rostro con un poco de dificultad, el rubio estaba frente a ti y todo al rededor se había vuelto negro. Bill Cipher, ahora sabias su nombre y lo detestabas... Con cuidado levanto su mano hasta tu rostro y tu retrocediste. Una mueca que pretendía ser una sonrisa se dibujo en el rostro de Cipher.

—¿Quieren jugar chicos? Tenemos a un chico y una chica para divertirnos. -escuchaste agresor decir y las risas de sus acompañantes te hicieron saber de inmediato de sus malas intensiones con Mabel.

—¡Dipper! -La castaña estaba siendo fuerte, estaba resistiéndose hasta que escuchaste un fuerte golpe y tu mirada se clavo en la marca roja que había en la cara de tu melliza. Sentiste tu sangre arder, tenias que hacer algo pero no sabias que hacer.
Tu mirada se encontró con los ojos azules de el rubio, le mirabas suplicante pidiendo ayuda. Él pareció entenderlo.

Ellos trataran de acabar contigo y con todos los que tu amas, has estado metiendo tus narices en asuntos que no te incumben. Y lo acepto, es mi culpa.
Pero confía en mi, pequeño pino. Yo no te miento, te necesito como me necesitas, te deseo como me deseas... quiero poseerte en todo sentido, quiero hacerte solo mio. Mi mas preciada, amada, mi mas delicada y exquisita posesión. Solo di que confías en mi y todo lo que necesitaremos para salir de esto sera una arma.
Entonces ¿Confías en mi, pequeño pino?

"Confió en ti" -susurraste sintiendo los dedos de Bill en tu barbilla, levantándote el rostro como la primera vez que lo viste.

Pequeño e inocente pino. Deberías saber que no puedes confiar en nadie y eso me incluye a mi. -una sonrisa burlona se dibujo en su rostro mientras sus ojos azules adquirían un brillo casi demoníaco. No pudiste alejar tu mirada de esos ojos, era casi como si tuvieran un brillo magnético que parecía acabar con tu alma arrastrándote a un vació del cual no sabias si podrías salir alguna vez.
Bill no dejo de sonreír en ningún momento, se acerco y pudiste sentir su aliento en tu cuello, tu piel se erizaba a su contacto.

Ahora eres mio, pequeño pino. -susurro dejando una mordida en tu cuello. Un solo beso en tus labios y después nada.

Oscuridad...

 

[Mabel]

 

No sabias que era lo que esos hombres querían con tu hermano y contigo, últimamente Dipper se estaba comportando de manera muy misteriosa. Solía hablar en susurro en habitaciones completamente vacías, a veces solía hablar con un acento extraño y por la forma en la que se movía y se expresaba parecía una persona totalmente diferente. Ademas últimamente aparecía a altas horas de la noche cubierto por moretones.

Cuando se lo comentaste a tu tío Stan este dijo que seguramente estaba en su etapa de rebeldía y que eventualmente se le pasaría. Te encontrabas esperando porque las palabras de tu tío se hicieran realidad, porque conocías a tu hermano y a veces lo que estaba frente a ti podría tener la apariencia de Dipper, pero definitivamente no era él. Habías vivido toda tu vida junto a él era obvio que conocerías hasta el mínimo detalle de tu hermano y a veces "no lo era".


Como en ese momento... todo paso tan rápido que a penas habías podido captarlo. El castaño rió antes de levantarse, había cortado la soga que ataba sus manos con uno de los tantos cuchillos que antes le habían arrojado, con uno de esos mismos cuchillos había acertado con perfecta puntería al cuello de un hombre que estaba por atacarlo. Con sorpresa abriste los ojos viendo todo como si de pronto fuese a cámara lenta.

Dipper esquivando los golpes de los hombres, regresando algunos con certeza, clavando su cuchillo aquí y allá dejando manchones rojos a su paso. Hasta que llego a lo que parecía ser su objetivo, desde un principio. Una arma que había quedado atrapada debajo de el hombre que había caído primero. Nunca habías visto una pistola de cerca -a parte de las que tu tío tenia, pero eran solo de exhibición. -No sabias como funcionaban y estabas seguro que tu hermano tampoco. Entonces ¿porque parecía que era un experto? ¿Porque su puntería era perfecta?

Apretaste con fuerza los parpados, no podías ver mas todo aquello. Los disparos terminaron pero no abriste tus ojos hasta que sentiste sus manos desatando tus manos. Levantaste la cara para verlo, su mirada era diferente. Su imagen no parecia recordarte en nada al chico tímido que era tu hermano en cambio era...Intimidante y Dipper no era así.

¿Quien fue? -pregunto acariciando tu adolorida mejilla, estabas segura que al día siguiente ese lugar tendría un gran moreton. Tus ojos se desviaron medio segundo a la persona que te había golpeado, este se retorcía en el suelo lleno de sangre.
Dipper se alejo de ti pateando al hombre lo hizo girarse para verlo al rostro.

Es una suerte que no estés muerto tengo mejores planes para ti. -lo escuchaste decir con una sonrisa, solo había desatado una de tus manos pero con eso era suficiente para que pudieras desatarte tu misma. Pero un alarido te distrajo de lo que estabas haciendo y cuando levantaste el rostro te encontraste con la aterradora escena de tu hermano torturando al hombre que te había golpeado antes. Cortando uno a uno sus dedos mientras dibujaba una sonrisa grande en su rostro.

—¡Dipper! -no pudiste evitar gritar aterrada, ese no era tu hermano. Tu Dipper de ninguna manera podría hacer algo tan horrible, incluso si esos hombres eran malos. Los cortes profundos en la piel del hombre, la risa casi macabra del castaño pidiendo que no se desmayara, que aun le quedaban cosas que cortar.

Con desesperación te desataste y corriste hacia Dipper, lo abrazaste con fuerza por la espalda.

—¡Por favor detente! Por favor Dipper. -pediste llorando, querías a tu hermano de regreso, sabias que estaba allí en alguna parte. —Detente. -suplicaste apretando con fuerza tu abrazo.

Un sonido metálico llego hasta tus oídos, cuando abriste los ojos te encontraste con que Dipper había soltado el cuchillo, el hombre debajo de él había muerto con una expresión de sufrimiento marcada en el rostro. Pero todo lo que tu podías ver era a tu hermano temblar viendo sus manos llenas de sangre, te pusiste frente a él viéndolo llorar.

—¿Que he hecho? -su voz dolida hizo que tu corazón se estrujara. —Soy un asesino.

—No, no lo eres. Tu no lo eres. -dijiste de inmediato abrazando a tu hermano, alejándolo de todo aquello. —Tenemos que irnos de aquí.

Tomando la mano de tu mellizo te alejaste de ese lugar, ambos prometieron no decir nada al respecto a nadie -eso incluía a tu tío Stan- Mantendrían el secreto, no había nada que los vinculara con esos hombres así que esperaban nunca volvería a pasar lo que sea que hubiera pasado antes -cuando tu hermano no era tu hermano.-

Por suerte su tío Stan no hizo muchas preguntas de porque habían llegado a esas horas de la madrugada, siendo un desastre -con el cabello sucio la ropa hecha jirones y algunos golpes notables sobre todo en Dipper.- Asumió que tu cita en cuestión había tratado de hacerte algo y que él y Dipper habían tenido un problema y tu aceptaste la culpa diciendo que siempre te enamorabas de idiotas.

Tu hermano tomo un largo baño después de eso, luego le ayudaste a vendar algunas de sus heridas. Querías preguntarle acerca de Bill Cipher, el hombre por el cual le estaba cuestionando a tu hermano, pero sabias que estabas en la casa de tu tío y que allí las paredes escuchaban todo. Así que no lo hiciste, por una vez en tu vida no dejaste que tu curiosidad pudiera mas que tu.

"No volverá a pasar, no te preocupes Mabel"

Dipper dijo acariciando tu cabello cuando ambos decidieron irse a dormir, Fue la primera vez en mucho tiempo que durmieron juntos. Lo que había pasado dejaría algunos traumas sin duda y les quitaría el sueño por muchas noches, pero estando en compañía todo era mas llevadero. Dipper continuo acariciando tus cabellos mientras acomodabas tu cabeza en una de sus piernas, tomaste su mano recordando la mirada que te había dado cuando acaricio tu adolorida mejilla.

"Eso espero"

Susurraste alojando la esperanza de que aquello no se volviera a repetir.

De verdad creíste que no volvería a ver al usurpador del cuerpo de tu hermano.

Notas finales:

¿Que tal?

 

si les gusto comenten. Si no les gusto :D no me maten.

 

¡Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).