Morita estaba preocupada por Sid, su tio no habia regresado y ya estaba anocheciendo.
La luna iluminaba en los mas alto y nadie mas parecia darse cuenta de la ausencia del perezoso.
Tambien parecia que nadie se daba cuenta de que Sid llevaba dias deprimido por alguna razon que no conocia Morita.
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Juno froto su aroma en el perezoso, al principio penso en comerselo pero luego...algo lo hizo cambiar de opinion.
Tal vez fue el semblante triste o la forma nerviosa y desafiante que le mostro al retarlo a comerselo. Juno sonrio para si mismo y Sid se recargo contra el para seguir caminando.
Lo mas molesto era que Sid no era como eran los perezosos normales que conocian. Ellos eran pequeños y comestibles pero Sid era mas grande que esos mini perezosos,ansiaba frotarse contra el para dejarlo marcado por su aroma.
—¿Esto que es? —Sid pregunto confuso y su voz era juguetona. Parecia que queria lanzarse al fresco lago enfrente de ellos pero por alguna razon estaba nervioso.
—Es un lago. ¿No has visto ninguno?—Juno se burlo y se encaminaron hasta la orilla del lago. El lugar estaba repleto de animales que se estaban refrescando y otros tomando algo de agua.
Los elefantes estaban lanzando agua al aire para refrescar sus lomos, algunas aves bebia de forma elegante en una sola pata. No habia ni un solo depredador y eso le parecia bien a Juno.
—Si conosco los lagos...quiero decir ¿Esto?—Sid se separo de Juno para enseñarle su punto. El lago parecia ser un lugar ruidoso pero tranquilo donde animales que no conocia y pocos que si, se encontraban en un mismo lugar.
Sid habia avanzado lo suficiete para que sus pies estuvieran cerca de la orilla del lago. Miro el lugar feliz, estaba tranquilo pero al mismo tiempo tenia ganas de llorar.
—¿Juno?—Sid se dio cuenta que su nuevo amigo no estaba cerca, se sintio decepcionado y au mirada busco de forma desesperada hasta que lo vio en el lugar donde antes habian estado. Desde el lago no se alcanzaba a percibir pero si uno prestaba la suficiente atencion, ahi estaba Juno.
Sid le hizo señas para que se acercara pero el tigre nego con la cabeza y caminaba lentamente en el mismo lugar.
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Manny habia escuchado a Morita la primera vez hace unas horas y aun que no lo quisiera admitir ya se estaba preocupando por el torpe de Sid.
—¿Por donde se fue? —Diego olfateo, no habia rastro de Sid en el aire o su nariz estaba confundida a causa del celo de shira.
—Vi que se fue por ahi—Louis señalo hacia el bosque que estaba prohibido. Habia criaturas extrañas y que devoraban a todo animal que iba para Alla.
Algunos animales que se habian atrevido a entrar al bosque se perdian para siempre, jamas salian y los pocos afortunados que salian del bosque, siempre contaban historias aterradoras de aquel bosque.
—Tipico de Sid—Manny nego con la cabeza. Sabia que si decidia ir , todos los demas irian.
—Hay que ir por el—Ellie levanto a sus hermanos y los subio a su lomo.
—Espera Ellie...ustedes quedense. ¡Vamos Diego!—el tigre dientes de sable gruño sabiendo que no podia negarse .
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Los animales se habian puesto como locos en el lago. Muchos habian corrido y otros estaban atacando a Juno.
El intentaba llegar al tigre pero estaba ahora a una larga distancia.
—¡Corre!—Juno gruño, mostrando sus dientes y esquivando a un elefante que queria pisotearlo, salto hacia atras cuando una trompa lo intento levantar y rasguño justo cuando una cebra se lanzo al ataque. —¡Corre!—Juno intentaba atacar y evitar ser lastimado pero si seguia hacia con los elefantes, cebras, algunos antilopes entonces tenia que utilizar su ultima opcion pero...estaba Sid. Juno no podia llamar a su pseudo manada ya que si lo hacia, el perezoso estaria en peligro.
Sid no le importaba si el tigre le decia que corriera, solo queria ayudarlo a salvarlo. No queria alejarse, queria dejar de ser la persona miedosa que siempre era. Queria ser alguien que fuera valioso, alguien que valuera la pena amarse.
—¡Juno!—un animal extraño lo sujeto de la cintura y el ss removio para intentar safarse.
—Tranquilo, deja a los elefantes mas viejos—aquel animal parecia un mamut pero este era gris, una trompa larga con la que lo habia agarrado y unos grandes dientes que sobresalian a los lados de su trompa.
—¡Es mi amigo!— Sid fue bajado pero no lo habia soltado aquel elefante.
—¡Es un depredador!— el elefante se quejo y nego con l cabeza. —¡Ellos nos matan!
—El no es ...asi.—Sid murmuro y la imagen de Diego en aquel dia que lo conocio le dieron unas intensas ganas de llorar. —Juno es...distinto
—No lo es. ¿Como te llamas?—el elefante intentaba mantener quieto al perezoso pero este se resistia, parecia como una especie resbaladiza que le costaba mantener quieto.
—Sid. ¡Sueltame!—el perezoso fue levantado a unos metros del suelo nuevamente. Un aullido se escucho y Sid se quedo congelado.
—Me llamo Aron. ¡Vamonos ahora!— el elefante Aron comenzo a avanzar, Sid estaba congelado y despues se escucharon varios gruñidos acompañados de algunos gritos.
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Juno no perdio de vista a Sid ni a ese elefante. Gruño y sin remordimiento despedazo el cuello de un venado, saboreando la sangre. Miro a su pseudo manada y vio como estos se daban un gran festin con alguns animales rezagados.
Habia tigres, leones, panteras, pumas y otros depredadores en la pseudo manada. Juno preferia estar solo pero no era conveniente.
—¡Juno!—una pantera dejo un ciervo a sus pies y comenzo a limpiarse las patas que se habian manchado de sangre.
—Cometelo tu, Charles. —Juno sonrio, la mayoria de los depredadores lo seguian como un tipo de lider pero estos estaban hambrientos y no atacaban simplemente por atacar.
—¿No tienes hambre?—Charles miro a su amigo, estaba distraido, distante y...olia.diferente.—Hueles raro.
—Nos vemos Charles—Juno no queria ser interrogado, queria encontrar a su perezoso lo mas rapido posible. Queria cuidarlo y estaba asustado de que aquel perezoso de nombre Sid, saliera de su vida de la misma forma que habia entrado.
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Sid queria regresar al lago, aquel aullido lo habia asustado demasiado pero estaba preocupado por Juno.
Aron era un joven elefante adulto, fuerte e inteligente. Los dos habian huido del lado contrario de donde aquel aullido habia venido.
—Duerme—Aron bufo y se recosto en la cueva,Sid se recosto en una piedra. Mirando y esperando que Juno volviera o que lo encontrara.
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