Una semana de clases había recién terminado y ya comenzaban los problemas escolares. Definitivamente ese sí que merecía ser llamado el "año del infierno", o al menos eso consideraba ya el presidente de la clase de último año, Byun BaekHyun.
A esas alturas de su vida sólo esperaba tener que lidiar con la preparación del famoso examen de ingreso a la universidad mientras libraba los problemas que los mismos estudiantes le iban proporcionando, cosas simples y sin importancia que los profesores dejaban también a su cargo, salir con sus mejores amigos un par de veces y, no menos importante, mantener ese brillante promedio que le brindaba el primer lugar de toda la generación, cosas que año con año se daban.
Además, siendo hijo de una de las familias más poderosas de todo el país, BaekHyun estaba destinado (por no decir obligado) a asistir a alguna famosa escuela del extranjero y que se viera, preferentemente, solicitado por varias de ellas. Es por eso mismo que desde muy pequeño había comenzado a tomar clases de diferentes idiomas en todos sus ratos libres, japonés, chino-mandarín, incluso italiano, pero uno de los que nunca sería su fuerte y por ende sería su tormento era el inglés. Sí, algo que no suponía un reto para la mayoría de sus amigos y compañeros era todo un problema para él desde pequeño. Por suerte siempre obtenía buenas notas en la materia correspondiente al dichoso idioma pero esa era justamente la que no le permitía tener un promedio intachable.
Y a decir verdad no sería tan grave el pensar en su último año de preparatoria como el "año del infierno" al igual que el resto de los jóvenes alumnos del resto de las preparatorias del país si no fuera por cierto accidente causado nada más y nada menos por Kim JongIn, uno de los mejores amigos de BaekHyun.
"No era mi intención darte más preocupaciones Baekkie, pensaba que eso sería algo bueno para ti." Le había dicho su moreno amigo luego de confesar su crimen. JongIn, o Kai como era conocido por todos en la escuela, había hecho caer accidentalmente a su profesor de idiomas por las escaleras, lo cual no fue tan aparatoso hasta que el pobre señor Choi cayó doblando una de sus rodillas, justo por el lado contrario al que debería flexionarse. Nadie se explicaba la manera exacta en que debería haber caído para que tal cosa sucediera pero todos habían hecho sus propios chismes al respecto, aunque en realidad sólo había querido frenar su caída con su pie y fallado en el intento.
BaekHyun no creía que fuera un gran problema tener un profesor diferente ese año pero la realidad era que los métodos de otros profesores nunca le lograban transmitir los suficientes conocimientos, ni siquiera los profesores particulares contratados por sus padres, y el profesor Choi era el único docente que siempre le permitía preguntar cuanto quisiera, aun fuera de clases y aun si era algo tan simple como ""pero esa coma es necesaria en ese preciso lugar?", sí, BaekHyun era inteligente pero las reglas de gramática en el inglés lograban descolocarlo y hacer dudas de las dudas para otras dudas anteriores, en conclusión, un mar de preguntas para un solo tema.
Mientras BaekHyun procesaba y asimilaba la información dada por su amigo mientras bebía un chocolate frío (proporcionado amablemente por este mismo antes de darle la fatídica noticia a la mitad de su clase de equitación) su mirada permanecía atenta en la pajilla bicolor sin poner mayor atención en el otro, y por otro lado JongIn aún creía que sin profesor su Baekkie no tendría que preocuparse por la clase y de ese modo le dedicaría más tiempo a él y sus clases particulares.
~~~
El molesto sonido del teléfono retumbaba en las paredes de la casa y más aún en los sensibles oídos de un dormilón Oh SeHun, quien se encontraba tumbado boca abajo en la gran cama con la ropa de la noche anterior apestando seguramente a alcohol y cubierto con las ligeras sábanas blancas. Eran casi las dos de la tarde y, de acuerdo a las órdenes de Yixing, ya debería estar en pie, bañado y vestido en la cocina preparando algo comestible para cuando él llegara en aproximadamente una hora luego de haber impartido su clase de las 12, pero claro estaba que SeHun, luego de una larga noche de fiesta en la casa de algunos chicos que en algún momento de su vida conoció, merecía sus horas de sueño.
Luego de la tercera vez en que aquel molesto sonido llegaba hasta sus oídos el castaño terminó por salir de debajo de las sábanas tropezando hasta con sus propios pies para caminar a paso molesto por toda su habitación, pisando miles de objetos regados en esta, el pasillo y finalmente la estancia hasta alcanzar a levantar el auricular y con voz rasposa atender la llamada sin estar despierto al cien por ciento.
-Diga?! -Claro está que el de piel lechosa hacía muestra de su enfado al que osaba levantarlo tan temprano de la cama y más le valía que fuera una emergencia o se vería en problemas.
-Buenas tardes, habla Park Chorong, ¿podría comunicarme con el señor Zhang Yixing? -Una amable y dulce voz sonaba del otro lado, haciendo que SeHun soltara un suspiro y negara con la cabeza, odiaba que la gente hablara de ese modo si no pretendía ligarlo o tener algo con él por la noche, raras ideas de un chico mimado.
-No... ¿deja algún mensaje? -Respondió cortante sin abrir los ojos y articulando muy mal y casi inentendible, listo para colgar, en realidad sólo buscaba husmear en los asuntos de su primo y tal vez más tarde, si lo recordaba, consideraría pasar el mensaje.
-¡Oh por supuesto! Llamamos de la preparatoria nuevamente, quisiéramos saber si ha cambiado de opinión desde nuestra última llamada acerca de tomar el puesto de profesor sustituto. Le agradecería que le informara de nuestra llamada y mensaje, en definitiva quisiéramos que se uniera a nosotros por los siguientes dos meses. Gracias. -Tras esas últimas palabras la chica finalizó la llamada, dejando tan sólo un sonido penetrante y a un confundido SeHun manteniendo el teléfono pegado a su oído hasta que Yixing abriendo la puerta le hizo reaccionar y colgarlo de vuelta.
-Oh~ creí que seguirías dormido, supuse que no habrías cocinado así que traje un poco de kimbap. -Dijo el recién llegado sonriendo al verlo despierto a esas horas, con un par de bolsas en cada mano sin darle mucha importancia a la cara seria de su primo, quien lo observaba casi estudiándolo.
-Lay... -Susurró el sobrenombre de su primo casi de manera dulce tentando terreno para hablar con él, como cuando estaba a punto de pedir algo prestado o un favor del contrario. -¿Has tenido propuestas de trabajo últimamente? Ya sabes... como... ser profesor en alguna escuela... no en casa... -Dijo caminando a paso lento con los brazos cruzados hacia un apresurado chico que caminaba de un lado a otro mientras buscaba y tomaba platos y palillos para comer inmediatamente aun si el menor no parecía interesado en acompañarlo.
-Pues... me sorprende tu interés Hunnie, nunca preguntas sobre el trabajo. ¿Te sientes bien? -Respondió el mayor sonriéndole mostrando un tierno hoyuelo en su mejilla derecha mientras tomaba asiento, listo para comer, aunque al ver los ojos entrecerrados del menor no pudo evitar reír, era demasiado lindo cuando fingía enojarse y el mayor ni siquiera le daba importancia al tema o se percataba de la información que intentaba obtener el más joven. -Está bien, está bien... he tenido una pero no pienso aceptarla. -Confesó encogiéndose de hombros mientras levantaba un rollo entre sus palillos para llevarlo hasta su boca.
-¿Por qué harías eso? ¿Acaso van a pagarte muy poco? -Comenzaba a interesarse en el tema así que deshizo el cruce de sus brazos y tomó asiento frente al mayor, observando exclusivamente a este sin darle ni un vistazo a la comida.
-No, es muy buena la paga de hecho pero el periodo es muy corto y sabes cómo soy, me voy a encariñar con esos chicos y será duro para mi irme después y dejarlos. -El menor no pudo evitar abrir la boca sorprendido y resoplando por esa respuesta tan tonta de parte del mayor, siempre poniendo sus sentimientos antes que el dinero, no como él que mientras hubiera dinero de por medio y mientras el esfuerzo fuera poco haría cualquier cosa, era algo así como su filosofía de vida. -No me mires así, ya he decidido así que si llaman preguntando por mi de alguna escuela recuerda decir que no lo hagan más Sehunnie, por favor. -Finalizó el mayor regresando a su comida para poder tener algo de tiempo extra ya que debía alistarse para partir rumbo a su clase de las 4.
-Claro hyung~ -Susurró el más joven sonriendo achicando los ojos como consecuencia fingiendo inocencia en su gesto sin dejarle saber lo que su retorcida mente comenzaba a planear. "Así que dos meses... no puede ser tan difícil..."