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¿Misión Fallida? por Mizuki Nozomi

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Notas del capitulo:

¡Hola, gente! (Si, odienme, se que lo hacen ;-; )
Bueno, primeramente, lamento la tardanza para este capitulo! Después de terminar la prepa. me vio obligada a buscan un trabajo en lo que entro a la Universidad, y bueno...solo diré que la vida de obrera no es linda y por ello mis ganas de estudiar ahora son más fuertes que nunca :v Se los dejo como recomendación, estudien xD

Como sea; pasando a otro tema~ gracias al cielo y mi necesidad de ignorar al mundo, al fin pude terminar hoy este capitulo xD No saben como me alegra esto, porque ciertamente este es el mas "complicado", así que con suerte el ultimo cap. de este fic. lo tendré en estos días ^^

Entonces pues, les dejo el cap. esperando les guste (y no me odien demasiado por, bueno, am...ya verán... ;-; )


Advertencia: Este capitulo contiene lemon +18. Si no les gusta este tipo de temas mejor no lean cuando todo comience~

Eh de decir que se trata de un momento fuerte, ya que no es algo...consensual. Quedan advertidas y advertidos.

(Amo hacer estas escenas xD Es como un reto para mi masoquista corazón~ (? Espero me haya quedado aceptable)

¿MISIÓN FALLIDA?


CAPÍTULO 4. ERROR


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Tal vez era algo muy cliché, tanto que incluso podía verse en películas, libros, y quizá uno que otro juego (como las damas chinas o el ajedrez), pero aplicado a la actual situación era más apropiado pensar en aquellos clásicos carteles para saber cómo actuar en caso de incendios o desastres, pues el primer punto era el más importante: mantener la calma.


Para Kuroko Tetsuya la vida siempre había sido algo peculiar, principalmente por su falta de presencia, pues aunque no fue sino hasta que se convirtió en agente que aprovecho esa habilidad al máximo, él siempre había disfrutado ser un espectador del mundo, y sumado a ello su carácter relativamente tranquilo y racional, esto siempre lo hizo una persona solitaria y muy apegada a los libros. Era por ello que en uno de sus primeros cursos en la agencia, el cual trataba sobre comportamiento en situaciones de peligro, había sido completamente exento con una envidiable nota…


Entonces pues, Tetsu era de esas pocas personas en la tierra que, si entraban en verdadero pánico, lo hacían cuando en verdad las cosas estaban enserio muy mal, o bien, cuando ya todo estaba perdido, de no ser así, aunque su cuerpo temblara y sus ojos quisieran derramar gruesas lágrimas, él no era de rendirse con facilidad ante cualquier problema…aun si este fuera un pelirrojo de nombre Akashi Seijuro.


Así que, en la situación actual en la que se encontraba, el menor aun debía tratar de hacer un movimiento ¿no?, pues aunque la especialidad de Kuroko como agente era el espionaje (ya que además de su buena habilidad para pasar desapercibido su físico no era el adecuado para algo que requiriera fuerza), en su entrenamiento claro que estaba incluida la defensa propia y uno que otro buen movimiento, pues aunque fuera débil también era ágil.


Fue justamente por lo anterior, y su reaccionar tan rápido, que nada lo detuvo cuando Akashi subestimo su apariencia y doblo uno de sus brazos por detrás de su espalda, sujetando el otro en el proceso de manera más floja. Eso fue suficiente para que Kuroko tuviera la libertad necesaria y girara su cuerpo con fuerza hacia el brazo doblado, lastimándose en el proceso el otro, al tiempo que se agachaba lo suficiente como para completar la vuelta y alcanzar a patear la parte trasera de una de las rodillas del empresario, logrando con ello que este lo soltara y callera al suelo soltando una maldición.


Eso no sería suficiente para detener al pelirrojo, claro estaba, y el peli-celeste comenzaba a sentir su cuerpo extraño…así que debía ganar más tiempo.


A pesar de la resiente lesión en su brazo, y estando aun tirado en el suelo, el fantasma empleo toda su energía para tomar impulso y volver a girar sobre su espalda, para propinarle a Akashi un fuerte codazo en la boca del estómago, con lo cual logro sacarle el aire y dejarlo inmovilizado por unos seguros minutos.


Satisfecho y con la adrenalina aun presente en su cuerpo, el agente dejo todo de lado, sabiendo que tal como estaban las cosas era casi seguro que el mayor no trajera consigo la tarjeta que se necesitaba para entrar al sistema, además de que él mismo ya no disponía del tiempo para conseguir las huellas de manera segura , pues ya ni siquiera sabía si Akashi llevaba alguna arma consigo o algún otro as bajo la manga (y no pensaba quedarse a averiguarlo), así que sin dudarlo más se limitó a levantarse a tropezones del suelo y a correr hacia la puerta, abriendo esta de forma brusca antes de salir y cerrarla del mismo modo, tomando una silla que se encontraba a unos metros de esta para con ella atrancarla.


Con la respiración agitada y algo de sudor en la frente Kuroko se permitió un rápido suspiro, después siguió su carrera hacia la pesada puerta principal, llegando a esta y encontrándose con que se encontraba cerrada con llave.


-Ese maldito… –susurro entre dientes.


Frustrado volvió sobre sus pasos y volteo a todos lados, buscando una vía de escape para salir de aquella casa lo más pronto posible, poniendo como opción las ventanas, pero al correr a una de estas resulto que también estaban bloqueadas con un sencillo pero certero sistema de seguridad electrónico.


Mandando todo al diablo y resignándose a adentrarse en el bosque para evitar ser encontrado por los guardias que seguro serían avisador por la alarma -si es que Seijuro no les había llamado ya-, Kuroko le propino un fuerte codazo al reluciente vidrio, pero este no se rompió, así que rechinando los dientes lo intento de nueva cuenta tomando una escultura de porcelana oscura que adornaba uno de los esquineros en la estancia, golpeando con ella la ventana.


Nada. El cristal apenas se rallo un poco.


-Debe ser una broma… -mascullo al caer en la cuenta de que por más intentos que hiciera, aquel vidrio no se rompería tan fácilmente.


Sin tiempo para más intentos inútiles, y sin ganas de quedarse a esperar a que Seijuro lograra salir de la estancia y fuera por él -o llegaran sus guardaespaldas para ayudar con ello- Tetsuya soltó la ahora quebrada pieza en sus manos y corrió escaleras arriba, pues tal como estaban las cosas era más probable encontrar una vía de escape en el segundo piso. Sin embargo, algo con lo que el peli-celeste no contaba, era con que casi al llegar al final de los escalones, y al perder un tanto de la adrenalina en su cuerpo, repentinamente comenzara a sentirse débil y sus piernas le traicionaron, haciéndole caer sobre sus rodillas de manera dolorosa, logrando sacarle un quejido seco.


-¿Qué…? –soltó en un susurro, ayudándose con el barandal a erguirse de nueva cuenta.


Kuroko no había querido pensar mucho en ello, pero claro que tenía en cuenta que Akashi le había inyectado algo, y no sabía si eso atentaba contra su vida o no, por ello antes de dejarse llevar por la paranoia quería salir de aquella mansión y ponerse a salvo…pero las cosas no estaban resultando nada fáciles...su cuerpo parecía ya no querer responderle…


Mordiéndose los labios, el menor saco el celular que aun llevaba en uno de sus bolsillos, con intención de dar aviso de lo sucedido y pedir ayuda, pero casi al instante de abrir el aparato, este revelo la nula señal de red existente.


Definitivamente hoy no era su día.


Tembloroso pero aun tratando de ignorar su estado, Kuroko se obligó a moverse una vez volvió a tener el control de sus cansadas extremidades, retomando su carrera por uno de los pasillos de la segunda planta, encontrándose con que las ventanas de esta eran completamente normales, de material tan reluciente como quebradizo, y se encontraban sin seguro alguno. El único problema era la localización de estas; estaban justamente en donde no había nada que le sirviera de ayuda para llegar al suelo sin romperse algo; no había siquiera algún árbol lo suficientemente cerca del que pudiera sujetarse, o algo por el estilo, y no era tan idiota como para saltar de una altura d metros esperando después poder levantarse e irse como si nada hubiera sucedido.


Rechinando los dientes, el menor siguió su carrera por los pasillos, comenzando a sostenerse de las paredes y cómodas que adornaban estos, pues a cada segundo que pasaba sentía sus piernas más y más adormecidas, mientras que su piel parecía sentir el frio más nítidamente…


Por unos instantes el agente considero volver a probar suerte en la primera planta, pero no hubieron pasado ni 10 segundos apenas se le paso por la cabeza tal posibilidad, cuando cual película de terror las luces de todos los pasillos se apagaron, y justo después unas solitarias pisadas llegaron a sus oídos…


No hacía falta ver quien se encontraba subiendo las escaleras a pasos pausados justo en ese tétrico instante.


Con un sudor frio cubriendo su frente, el fantasma volteo a todos lados, buscando una vía de escape entre toda la oscuridad, un camino que lo alejara de aquel sonido que cada vez estaba más cerca de su posición.


Haciendo una rápida eliminación de opciones, Kuroko termino asomándose por una de las ventanas, localizando el árbol más "cercano" a la casa, el cual se encontraba justo enfrente de la última habitación al final del pasillo principal. No había otra opción; así que asintiendo para sí mismo se dirigió tambaleante a una de las mesas que adornaban el pasillo -casi chocando con ella-, y aprovechando su pequeño cuerpo se ocultó detrás, pues en ese mismo instante su perseguidor terminaba de subir las escaleras.


1,…2,…3… En el pasillo dejo de escucharse sonido humano alguno…


Con una mano sobre su propia boca para tratar de acallar los ligeros jadeos que amenazaban con salir de él debido a la agitación y su condición actual, Kuroko espero por un rato, atento a cualquier sonido que delatara a su agresor, pero el silencio y un ligero pitido en sus oídos fue lo único que le respondió por varios segundos, por lo que considero que Akashi tal vez se encontraba en el pasillo contrario.


Dejando salir todo el aire contenido, el menor salió de su improvisado escondite con cuidado e inspecciono el largo espacio frente a él, comprobando con alivio que este se encontraba vacío, así que sosteniéndose de la pared logro erguirse y avanzar por el corredor de nueva cuenta, con dirección a aquella habitación que se encontraba en uno de los pasillos laterales, volteando de vez en vez a todos lados, pues tal como estaban sus sentidos ahora se sentía un poco torpe, y por tanto vulnerable.


Caminando lo más silenciosamente posible, el peli-celeste al fin llego a aquella solitaria estancia, la cual, para su suerte, se encontraba con la puerta sin seguro, por lo que solo tuvo que girar la perilla para poder abrir y así adentrarse al amplio dormitorio que lo esperaba.


Antes de cerrar la puerta con seguro, Kuroko dio un último vistazo pasillo –un tanto "bailante" a sus ojos- que, cuan largo y oscuro era, no mostraba a nadie parado o caminando por él…


Una vez considerándose a salvo, el fantasma espero unos cuantos segundos recargado contra la puerta, soltando todo el aire contenido y comenzando a respirar agitadamente.


Con un sudor frio en la frente, Tetsuya por fin se separó de la oscura puerta de madera, al tiempo que ignoraba toda decoración en el dormitorio y se dirigía hacia el gran ventanal, pero casi a punto de llegar a este su cuerpo se negó a seguir avanzando, lo que lo llevo a caer al suelo apenas alcanzando a poner las manos para amortiguar el golpe, soltando un pequeño gemido de dolor debido al brazo que había resultado herido minutos atrás.


-Vamos…arriba… -susurro el agente a su adormecido pero sensible cuerpo, apenas consiguiendo gatear un poco, llegando así al ventanal y sosteniéndose de este para lograr levantarse.


Con una pequeña sonrisa, el fantasma logro mantenerse de pie al correr las cortinas y toparse con la visión de la luna que, ligeramente oculta por las nubes, iluminaba su rostro y parte de la oscura estancia en la que se encontraba, haciéndole ver que para suerte suya el árbol que pensaba usar para salir de aquella casa no estaba demasiado lejos…, además de que igual podría utilizar las sabanas de la cama como ayuda…


Kuroko estaba por dar la vuelta para hacer lo planeado, cuando inesperadamente el vidrio de la ventana revelo un rojizo reflejo demasiado conocido para él…


Abriendo los ojos como platos Tetsu apenas tuvo el tiempo preciso para hacerse a un lado y esquivar la mano que se acercaba a él con la intención de apresarlo por el cuello, al mismo momento en que tomaba la navaja que llevaba oculta como la perilla de su cinturón y giraba de nueva cuenta con la intención de hacer frente al pelirrojo, dirigiendo el filo del arma hacia él(aun si ello le costaba su trabajo, pues no debía "dañar" al pelirrojo), pero de forma poco precisa y firme, de modo que el contacto que hubo tras ese ataque no fue el que Kuroko esperaba, además de que en el se vio involucrada otra arma: por un lado estuvo su navaja, y por otro, unas rojas y afiladas tijeras de oficina, pertenecientes al sonriente empresario, quien con ojos tranquilos no tuvo que hacer más que ladear sus peculiares utensilios y darle un empujón en el pecho con su mano libre para lograr que perdiera el balance, soltara su arma y callera de espaldas contra el suelo.


Jadeante y presuroso, el peli-celeste retrocedió en el suelo sin mucho éxito, pues sus piernas apenas eran capaces de soportar la mitad de su propio peso después de su tercera caída en la noche.


Con pasos pausados, y aun sosteniendo aquellas filosas tijeras con una mano, Akashi Seijuro se acercó al menor, haciendo un poco más grande la sonrisa. Ya no traía puesto el saco ni el chaleco; solo la camisa, corbata, pantalones y zapatos. Se veía tranquilo y muy seguro de sí mismo, como si todo hubiera resultado como él deseaba desde un principio.


-Tetsuya –murmuro entrecerrando ligeramente los ojos -¿en verdad pensaste que podías huir de mí?


El nombrado trago saliva, sintiendo un escalofrió subir por su espina dorsal, poniéndole la piel de gallina.


-¿Sabes? Eres bueno mintiendo; créeme que casi lograste engañarme, y eso es algo que no muchos consiguen. Mis hombres tardaron un poco más de lo normal buscando información tuya, pero hallaron lo necesario justo a tiempo. –continuo el pelirrojo, agachándose para estar a su altura – Igual quiero decir que tu resistencia al sedante que te puse es impresionante, para ser tan menudo. Pareciera que su efecto apenas comienza a manifestarse plenamente. –Hizo una pausa, ladeando la cabeza ligeramente– Superaste mis expectativas al respecto.


A pesar de la situación, Kuroko sintió una pizca de alivio al saber que lo que aquel hombre le había inyectado no era algo peligroso, a pesar de su creciente debilidad…


-Déjame adivinar –llamo su atención de nueva cuenta -¿creíste que se trataba de algún veneno, cierto?


Trago saliva, reservándose una respuesta. ¿Ese hombre en verdad podía leerlo tan fácil…?


-Bueno, ciertamente no es un sedante como tal. Este elaborado de modo que el único efecto que produce es una considerable debilidad física, con el detalle que no anula sentido alguno, sino al contrario, los afina de manera un tanto distorsionada. Eh ahí lo divertido.


-Basta –dijo el de ojos azules apenas la voz del pelirrojo tomo una pausa.


-¿"Basta"? Pero si esto apenas comienza. –fue la respuesta del empresario, quien colocando un dedo por dentro del cuello de la corbata, jalo de esta, deslizándola hasta hacer que el nudo se deshiciera y los extremos de aquella prenda quedaran colgados a cada lado de su cuello –Además, aunque fue parte del juego, el golpe que me diste allá abajo si fue un tanto molesto.


Alarmado, Kuroko se ayudó de sus manos para tratar de deslizarse hacia atrás, para alejarse del hombre frente a él, aun sabiendo que esto era algo inútil. No había escapatoria, y ambos lo sabían.


Escuchando la sutil risa del pelirrojo, el menor apenas fue consiente de cuando este se arrojó sobre él, tomándolo con las manos por la camisa para después jalarlo y arrojarlo sobre la cama sin mucho esfuerzo, dejándolo anonadado.


-¡¿Qué crees que estás haciendo?! –grito, perdiendo toda compostura, mientras inútilmente trataba de hacer reaccionar con precisión a su torpe cuerpo cuando el aludido se colocó encima suyo y busco inmovilizarlo con éxito casi inmediato, colándose hábilmente entre sus piernas y capturando sus muñecas a cada lado de su rostro.


-Mmm…, usualmente me deshago inmediatamente de quienes atentan contra mí, incluso si estas personas son mis "amigos", o incluso mi familia, –explico con notable satisfacción en la voz –pero en esta ocasión hare una excepción… después de todo, –se relamió los labios –con tal de llegar a mi estabas dispuesto a que pasáramos la noche juntos ¿no?


El rostro de Kuroko palideció. Ahora más que nunca comenzó a forcejear con el pelirrojo empresario, buscando su libertad de forma inútil, pues su cuerpo se negaba a cooperar al no ser capaz de emplear nada de fuerza significativa para su objetivo.


-¡SUELTAME! –exigió ahogadamente entre el forcejeo, recibiendo por respuesta una sonora carcajada, seguido de un muy fuerte apriete en sus muñecas que logro hacerlo quejarse quedamente.


-¿Qué pasa? ¿Acaso hay alguna diferencia entre mi persona y todos con quienes te has acostado? –reto, haciendo una mueca divertida.


Enojado por la pregunta tan grosera y fuera de lugar para él, el peli-celeste tenso la mandíbula, al mismo tiempo que sus zafiros se empañaban levemente. Por más que quisiera liberar tan solo una mano para golpear aquel blanco rostro, esto era inútil.


-¿Ya no hablas? –insistió Seijuro, pasando a tomar sus muñecas con una sola mano, de modo que con la que le quedo libre se dirigió a su chaleco y, tomándose su tiempo, comenzó a desabrocharlo.


-…No hagas esto –susurro el menor, siendo ligeramente vencido por el miedo, de modo que su voz tuvo cierto ápice de súplica.


Momentáneamente el heterocromatico se paralizo, mirando fijamente el fino rostro enfrente suyo, pero después de unos cortos segundos aquella sonrisa burlona regreso a él.


-Imposible –musito, antes de estampar con fiereza sus labios contra los del menor, lastimando un tanto estos últimos, de modo que para Seijuro fue fácil lograr entrar a la boca contraria, recorriendo con la lengua cada rincón a su alcance.


Por su lado, Kuroko busco librarse del brusco contacto removiendo la cabeza de un lado a otro, pero al ver inútil tal acción considero morder la lengua ajena, pero justo cuando estaba por hacerlo algo muy frio toco la piel de su cuello…algo muy frio y afilado. Casi de inmediato pudo reconocer de qué se trataba, y cuál era el propósito de tal objeto en su cuello.


Sin bien de momento desistió de intentar algo contra la atrevida lengua de Akashi Seijuro, apenas este último hubo soltado sus muñecas, Kuroko llevo sus manos a los hombros contrarios, empujando con fuerza estos para con ello romper el beso que le estaba dejando sin aliento, casi arrepintiéndose de haber hecho eso cuando repentinamente el pelirrojo abandono su boca y descendió por su barbilla, llegando hasta el cuello, en donde hundió el rostro, olfateando la suave y lechosa piel de aquel sensible lugar, para después morder con fuerza.


-¡Ah! –Kuroko no pudo evitar gritar al sentir los dientes del mayor y el ardor de los cortes. Era doloroso. – ¡Ya basta!


A pesar de tener aquel objeto filoso aun contra su piel, Kuroko no lo resistió más y se atrevió a alejar sus manos de los hombros de Seijuro para después dirigirlas al rostro de este y a las tijeras que, ahora sobre su pecho, le hacían varios rasguños, logrando con éxito dar un manotazo a los utensilios, haciendo que estos cayeran al suelo.


Grande fue su sorpresa cuando ni a dos segundos de tal acontecimiento se encontró con el rostro ladeado hacia un lado, una mejilla adolorida, un sabor metálico en la boca, y un pelirrojo mirándolo con expresión nada amigable.


Akashi le había dado una fuerte bofetada.


-No quería ser demasiado brusco contigo, pero no me dejas elección -le dijo de repente, tomando la corbata aun en su cuello y atando con ella sus delgadas muñecas.


Fue en ese corto lapso de tiempo que Kuroko noto que una de las manos de Seijuro sangraba, no mucho, pero si como para notarse más que bien.


-Una mentira, un golpe, y un corte. Enserio eres idiota si crees que te perdonare todo eso –murmuro el empresario con seriedad al tiempo que terminaba por sujetar la corbata al respaldo de la cama.


Con lágrimas en los ojos, producto del golpe en el rostro que le había sido dado y el avance de los acontecimientos, Kuroko miro con odio cuando Akashi se quedó de rodillas para observarlo unos segundos, admirando su pequeña obra.


-Vaya que eres interesante… -murmuro antes de colocar una mano sobre su mentón, apretando un poco, de modo que le fuera imposible rehuir el rostro –Estas aterrado, pero no has comenzado a soltar nada de información a cambio de tu libertad, ¿estás seguro de que no quieres hacerlo?


Kuroko se limitó a sostenerle la mirada de manera desafiante. Por supuesto que no diría nada; él era incapaz de traicionar a su agencia, y no porque fuera su trabajo, sino porque eso dañaría a sus compañeros, a sus amigos…a su familia; y aunque bien en ese aspecto ya todo estaba perdido al no poder conseguir borrar la información que Akashi tenía sobre ellos, no pensaba facilitarle aún más el trabajo, porque de algo estaba seguro…


-Aun si lo hiciera…no me liberarías –musito, fijando sus azules orbes sobre los rojizos, los cuales se mostraron ligeramente sorprendidos por unos segundos.


-Eso depende –la voz de Seijuro se tornó juguetona, curveando ligeramente las comisuras de sus labios –Dame lo suficiente, y quizá me apiade de ti.


Tetsuya se quedó completamente quieto por unos segundos, pero al final su decisión la hizo saber de forma clara y algo mordaz.


-No.


Akashi Seijuro entorno los ojos ante la negativa, pero casi de inmediato su expresión volvió a ser la misma, aunque quizá un tanto más amenazante, pues ahora miraba fijamente a Kuroko; ambos estaban en una pelea de miradas secundada por el sonido de ambas respiraciones, siendo una más agitada que la otra.


Desgraciadamente para Tetsuya, no tuvo que pasar mucho tiempo para que la "calma" de ese momento fuera rota, y tal como se esperaba, él que se encargó de ello fue el pelirrojo, quien retomando sus acciones, se inclinó de nueva cuenta sobre su cuerpo, colando una mano bajo la ahora arrugada camisa blanca, provocándole un escalofrió que le fue imposible disimular. La mano de aquel hombre estaba fría…


- Tomare eso como un reto para hacerte cambiar de opinión –murmuro tomando una de las orillas de la camisa, antes de jalarla con fuerza y en un solo movimiento, de modo que la ropa se vio desgarrada, y el blanco pecho y estomago del menor quedaron al descubierto.


El peli-celeste se obligó a reprimir un jadeo ante aquella acción, al mismo tiempo que volvió a tratar de revolverse frenéticamente, cosa que dejo de hacer al momento en que su atacante acerco su rostro al de él, de manera amenazante.


-Espero no seas demasiado delicado, porque yo no lo soy en lo absoluto –le susurro cándidamente, y él no pudo más que cerrar los ojos con fuerza cuando el pelirrojo empujo la cadera contra él, como si recalcara sus palabras.


Las manos del mayor recorrían en total libertad su entumecido cuerpo. Su forma de sujetarlo, clavando los dedos en su piel de manera firme y fuerte…le era doloroso, sobre todo cuando a esto se sumaba que, al notar su molestia, él deliberadamente había comenzado a recorrer sus costados del mismo modo, con demasiada fuerza…


Kuroko podía sentir cada toque, cada mordida demasiado bien, pero por más que quisiera luchar, apartar a ese hombre de sobre su cuerpo, no podía. Sus fuerzas parecían disminuir a cada minuto que pasaba. Estaba en ese punto en donde las lágrimas acumuladas en sus ojos pugnaban con salir con desesperantes ansias, ignorando sus deseos de no hacerlo, no frente a ese hombre.


-¡Ngh! –una mordida, más fuerte que las anteriores, fue hecha sobre su hombro derecho, y él casi pudo jurar que sentía la sangre salir de ella y deslizarse, manchando las ahora arrugadas sabanas.


-¿Te duele? –pregunto Seijuro, pasando ahora a su pecho, a esa parte donde sobresalía una de sus clavículas -¿Quiénes decir algo?


El menor se negó a responder.


Riendo quedamente, Akashi se deshizo de su propia camisa, dejando al descubierto su perfecto pecho y abdomen, antes de volver a su trabajo, atacando esta vez directamente a sus pezones, lamiéndolos, mordiéndolos y apretándolos entre sus labios. Eso fue suficiente para hacer estremecer al fantasma. Aquello no era satisfactorio, le lastimaba, le daba escalofríos el ser tocado de aquella manera, pero no fue sino hasta que las manos de Seijuro viajaron hasta el comienzo de su pantalón -demasiado cerca de aquella zona prohibida- que Kuroko no volvió a concentrar sus fuerzas en tratar de soltarse de los amarres en sus muñecas, retorciéndose y tratando de que el empresario se quitara de encima de él, repartiendo patadas con tal intención.


Tetsuya no pensó que en aquel momento la paciencia del mayor llegaría a su límite.


Soltando un gruñido, el pelirrojo apretó aquella parte donde se encontraba el hueso de la cadera, antes de jalar con fuerza sus pantalones, logrando quitárselos de forma rápida, rasguñando la sensible piel de las piernas contrarias con el cinturón y la cremallera, antes de hacer lo mismo con su ropa interior, rompiéndola en el proceso.


-¡¿Qué…?! –Kuroko no pudo decir más cuando el mayor lo tomo por uno de sus tobillos y doblo este sin cuidado alguno, al mismo tiempo que con su mano libre lo apresaba por la cintura y lo hacía girar, sin dejarle opciones de negarse.


El fantasma no pudo evitar gemir debido a la presión en sus muñecas, pues el amarre en estas se había apretado más debido al movimiento.


-Buen chico –musito el pelirrojo cuando lo tuvo de cara al colchón, con la cadera algo elevada debido a la pose que le había obligado a tomar, con las rodillas clavadas al colchón.


Avergonzado como nunca antes por estar expuesto de esa manera ante alguien, Kuroko no pudo evitar el descenso de algunas lágrimas por sus mejillas. Se sentía humillado.


-Desde que te vi pensé que tenías un cuerpo perfecto. Que mal que llegáramos a esto –murmuro el mayor, restregándose contra él, sin dejar de pasar sus manos por el amoratado pecho, tocando sus pezones, al tiempo que capturaba entre sus dientes uno de sus lóbulos –Aunque, no te lo estás pasando tal mal, ¿cierto?


Tetsuya apenas termino de escuchar esas palabras cuando inevitablemente soltó un fuerte jadeo, pues en ese instante Akashi había dirigido una de sus manos a su entrepierna, masajeándola con rudeza, mientras que la otra mano la llevaba hasta su boca, introduciendo en ella dos dedos.


-Puedes morder si quieres, pero recuerda que te costara –le advirtió moviendo ambos dígitos contra su lengua.


Cerrando los ojos con fuerza, el peli-celeste se abstuvo de forcejear, pues ciertamente tenía miedo de lo que aquel hombre podría hacerle. Sus mordidas y cortes aun le dolían…


Trato de mantener su mente en otra cosa, trato de ignorar lo que le estaba pasando en aquel instante…pero simplemente no podía. A pesar de que odiaba el toque del mayor contra su maltratado cuerpo, no podía evitar que su miembro comenzara a reaccionar, pues aunque no lo quisiera estaba ardiendo, ya que si bien la droga que Akashi le había dado no era un estimulante de ese tipo, uno de sus efectos era ponerlo más "sensible", para sentir cada toque con mayor precisión. Ello había sido con el objetivo de que sintiera maximizado el dolor, ya más que bien lo sabía, y por ello mismo se odiaba por no poder evitar su excitación, aunque bien, estaba lejos de sentir verdadero placer con aquello.


Ignorando la tensión del pálido cuerpo bajo él, Akashi lo saco de sus pensamientos apretando el miembro en sus manos, soltando una exclamación de suficiencia.


-¡N-Ngh…! –un gemido escapo de labios de Kuroko ante tal acción, y a la par de este el pelirrojo saco los dedos de su boca.


-Tengo curiosidad, ¿cuánto llevas en esto, eh? Eres bueno– inquirió el pelirrojo, moviendo las caderas y simulando una embestida repentinamente.


Ante aquel movimiento, el peli-celeste soltó un jadeo en protesta, mientras apretaba entre sus dientes un pedazo de tela de las sabanas bajo de él.


-¿Qué? ¿No dirás nada?


Aunque no lo estuviera viendo, era claro que el mayor sonreía.


-Bien, veamos qué pasa con lo que sigue –dijo, mientras soltaba su miembro y deslizaba la otra mano por sobre la espalda ajena, hasta llegar a su zona baja, al nivel de la cadera, donde se detuvo unos segundos, antes de llegar al fin a su trasero, donde tanteo levemente su entrada, como dándole la oportunidad al agente de rogar por qué no lo hiciera, pero este simplemente no dijo nada. Lo único que delato su estado fue el temblor que comenzaba a azotar su cuerpo.


Kuroko creyó estar preparado mentalmente para lo que venía, pero ciertamente era imposible preparase para algo como lo que estaba por pasar, pues apenas pudo tomar un respiro cuando repentinamente Akashi le metió firmemente dos dedos dentro, batallando un poco y por tanto sacándole un grito ahogado que apenas hubo logrado acallar cuando el mayor comenzó a mover los dígitos de un lado a otro, sin miramientos.


-¡N-no! ¡N-o! ¡Bas-basta! –le dolía. Nunca nadie le había tocado en aquella parte de su cuerpo. Se le hacía imposible creer el dolor que dos simples dedos eran capaces de hacerle sentir al comenzar a moverse sin piedad alguna, buscando ensanchar aquel orificio.


-Vaya, –rio el pelirrojo –para ser solo un vulgar pedazo de carne, estas bastante apretado. ¿No has tenido suficiente acción últimamente?


Mordiéndose los labios, y respirando irregularmente, Kuroko trato de no prestar atención a aquellas palabras para que no le afectaran. No quería verse tan…patético frente al pelirrojo sobre de él, pero…en verdad, no podía…


-¡D-duele…! –soltó aun tratando de escapar, pero su tembloroso y débil cuerpo no le permitía hacer mucho.


Ante sus palabras Akashi no hizo más que hacer aquello de forma más brusca, hundiendo sus dedos hasta el fondo y tocando cada parte a su alcance, buscando dilatar aquel lugar de manera rápida, y por tanto, dolorosa.


-¡Ngh…! –Kuroko sintió el característico sabor a metal después morderse el labio inferior para evitar gritar.


Sintiendo la lengua ajena pasearse por su espalda, el menor soltó un pesado suspiro, pues en ese mismo instante el pelirrojo había sacado los dedos de su entrada.


Kuroko trato regular su respiración en aquellos segundos que quedo libre, pero aquello fue simplemente imposible, pues casi de inmediato su cuerpo fue nuevamente volteado, de modo que una vez más quedo de frente a su atacante.


En ese instante los ojos de Tetsuya no solo mostraron enojo, como él hubiera querido, sino total pánico, pues justo en ese momento Akashi lo había tomado de las rodillas, y rápidamente había tirado de ellas para hacerle abrir las piernas ante él, acomodándose entre ellas, de modo que le fue imposible no sentir el miembro más que despierto de Akashi rosar con su entrada.


-¡No…es-espera, no lo hagas! –su voz sonó patética, pero aquello no le importo.


Con desesperación, Kuroko volvió a tratar de liberarse, retorciéndose inútilmente de lado a lado, pues simplemente sus movimientos ya no eran tales.


Con lágrimas en los ojos, el peli-celeste no detuvo sus intentos ni siquiera cuando el miembro de Akashi se restregó contra su estrada plenamente, humedeciéndola, pero aquello cambio demasiado rápido, pues aunque el pelirrojo disfrutaba enormemente de su desesperación, él ya deseaba estar dentro de aquel apretado chico…así que colocando más firmemente su miembro contra la pequeña entrada, empujo con seguridad, metiendo así la punta, casi al instante comenzando a mecerse poco a poco, con un lento mete y saca que tenía el objetivo de abrirle más espacio, pues su miembro aun no entraba del todo debido a lo apretado que estaba el chico bajo él. De cualquier forma, en verdad lo estaba disfrutando, le era imposible no soltar uno que otro gruñido de satisfacción, mientras que por su lado Kuroko soltaba un jadeo entrecortado que le hizo enfocar su rostro, quedando prendado de la expresión que este mostraba.


El menor tenía la frente perlada de sudor, los ojos cerrados con fuerza con pequeñas lágrimas escurriendo por sus sonrojadas mejillas, y la quijada muy tensa, mientras todo su cuerpo temblaba.


Ese fue todo lo que el pelirrojo pudo soportar. Aquella escena le parecía increíblemente excitante.


Mandando al diablo las ganas de torturar lentamente al menor, Akashi sujeto las pálidas caderas del agente, y sin miramiento alguno tiro de estas, hundiéndose en el peli-celeste completamente, mirando fascinado como este arqueaba la espalda pronunciadamente, y sus ojos se abrían como platos, al mismo tiempo que de sus labios escapaba un grito ahogado que le encanto.


-Increíble… -susurro el pelirrojo a su vez, cerrando un momento los ojos debido a la presión que el agente ejercía en su miembro. Era un poco doloroso, pero sumamente placentero.


-¡A-ah…! –el menor no era capaz de decir nada. Aquel había sido su límite.


Cerrando los ojos con fuerza, Tetsuya dejo que las lágrimas comenzaran a fluir con total libertad. En verdad…ya no podía soportarlo más tiempo. Con un grito que amenazo con desgarrar su garganta, el menor dejo salir el dolor que las acciones del pelirrojo le causaban, sobre todo cuando este no espero siquiera unos segundos antes de comenzar a moverse de nueva cuenta, entrando y saliendo repetidamente de su interior con fuertes y precisas estocadas.


-¡P-por favor! ¡Por favor! ¡De-detente! ¡A-ah! –no le importo comenzó a rogar. Quería que parara, que saliera de él y lo dejara en paz, pero el empresario se limitó a acelerar el ritmo, antes de simplemente estampar de nueva cuenta sus labios con los contrarios, logrando con ello callarlo.


Kuroko tuvo que obligarse a soportar el feroz beso que le daba el mayor, pues cuando quiso apartarse de él, Akashi lo castigo arremetiendo aún más fuerte, sacándole otro grito.


Por un corto momento Tetsuya considero soltar todo, contar todos los secretos de su agencia, de cada uno de los integrantes, las futuras misiones en las que se pensaba actuar, el nombre de las empresas aliadas, de los socios…pero no lo hizo. Aquello le estaba partiendo el alma, sin exagerar. El pelirrojo se saciaba de su cuerpo egoístamente, disfrutando de su dolor, pero a pesar de ello, de no tener idea de que sería de él tras ese acontecimiento, seguiría siendo él mismo, pues no se había rendido…


-Tetsuya –escucho susurrar al mayor en su oído, al mismo tiempo que las envestidas se hacían algo más lentas pero profundas.


Comprendiendo lo que estaba por pasar, el nombrado abrió sus azules ojos, con escepticismo. No…no quería aquello…


-¡Ngh! ¡No! –con un casi último esfuerzo, el fantasma logro liberar milagrosamente una de sus ya entumidas manos, colocando inmediatamente está en el abdomen ajeno, buscando sacar al mayor de dentro de él, pero ya era tarde.


Con los ojos nublados por las lágrimas, Tetsuya apretó con fuerza sus dientes, al tiempo en que el pelirrojo liberaba aquella sustancia tibia en su interior entre unas cuantas envestidas más, entre las cuales toco un infame punto que le hizo estremecer y soltar su esencia con un fuerte gemido.


Ante ello, Kuroko no pudo más que nuevamente arquear la espalda como reflejo, tensando por completo su cuerpo y soltando pequeños gemidos algo agónicos, pues aunque venirse había significando un alivio, el esperma de Akashi le provocaba mucho dolor en su entrada…


Sintiendo su cabeza dando vueltas, el agente volvió a colocar su mano en el estómago de Seijuro, y con toda su fuerza restante, empujo de este, sorpresivamente logrando en esta ocasión sacar el miembro ahora dormido del pelirrojo de su cuerpo.


Con la vista borrosa, Kuroko termino por desplomarse completamente en la cama, rindiéndose ante el gran cansancio que sentía en ese momento, teniendo como última recuerdo el cuerpo de Akashi Seijuro entre sus piernas, y el inconfundible sonido de un teléfono celular que no era suyo…


Inclinado sobre el cuerpo contrario, Akashi se mantuvo ahí unos segundos, recuperándose del increíble orgasmo que acababa de tener gracias al chico debajo suyo, ignorando por un momento el molesto sonido de su celular sonado.


Enfocando su atención en el aun sonrojado y húmedo rostro del peli-celeste, Akashi se atrevió a agacharse y capturar sus labios una vez más, mordiendo estos un poco, antes de soltarlos y suspirar. Aquel chico era exquisito, pero una zorra a final de cuentas, así que, encogiéndose de hombros, se quitó de encima suyo y tomo asiento al borde de la cama, ya un poco irritado por el insistente sonido de su celular.


Si se suponía había ordenado a Murasakibara no molestarle después de su mansaje en el salón, ese hombre tendría que darle una muy buena explicación para no suspenderle temporalmente todos su caramelos, y al pelinegro.


Con un semblante de miedo, Akashi tomo su celular y contesto con rapidez, esperando oír una buena noticia o una excelente explicación para perturbarle a esas horas y en tales condiciones.


-Atsushi, pedí claramente que se encargaran de cualquier problema por hoy. ¿Acaso eso era tan difícil? –su voz sonó tal vez un poco más molesta de lo que quería, pero aquello le dio igual.


-Akashi – le fue imposible no reconocer la voz de Himuro, la cual, para intriga suya, sonaba bastante seria. Eso significaba que había pasado algo importante…


-¿Qué paso?


El pelirrojo no pudo evitar fruncir el ceño, mientras que al otro lado de la línea, Himuro parecía estar escogiendo las palabras adecuadas.


Akashi estaba a punto de ordenarle hablar en ese instante, pues aquella espera le estaba irritando, pero su interlocutor se le adelanto…


-¿Cómo está el chico? –aquella sencilla pregunta le hizo sentir un hueco en el estómago, mientras su ojos se abrían un poco más de lo normal, demostrando su estupefacción.


-Himuro –fue lo único que el pelirrojo pudo decir en ese momento, dejando en claro que quería saber el porqué de la pregunta en ese mismo instante.


En ese instante, Akashi jamás espero escuchar lo que su guardaespaldas estaba por decirle, pues aquello no solo le haría enojar como nunca antes, sino que también le haría sentir por primera vez en su vida el arrepentimiento, y un fuerte dolor en el pecho.


-Hemos cometido un grave error.


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FIN DEL CAPÍTULO 4

Notas finales:

Bien, ese fue el cap. 4 xD ¿Qué les pareció? Yo espero les haya gustado al menos un poco :3

Lamento si les deje las cosas muy "wut?!" x'D Juro que en el próximo/ultimo cap. se sabrá absolutamente todo 7v7r

Me merezco un voto y/o comentario? :3 3

Les mando un beso~

Nos leemos~


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