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Si tan solo... por unicornio chan

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Notas del fanfic:

Bueeeh, este es mi primer fic de Haikyuu :'v

Ya tenía tiempo queriéndolo escribir, así que aquí está c:

Espero haberlo escrito decentemente para vuestros maravillosos ojos(?.

Notas del capitulo:

He aquí el primer capítulo, espero que lo disfruten ;w;

El sonido de las suelas de zapatos deportivos rechinando contra el suelo era una melodía casi ataráxica para aquel joven de semblante sombrío. La tenue luz que cruzaba los azulejos del gimnasio hacia que su estadía fuera  acogedora, además tenía el privilegio de permanecer a lado de una de las personas que más apreciaba, un chico de no más de 1,68 cm, con  el cabello delicadamente desordenado haciéndolo parecer aún más adorable de lo que usualmente podía ser, o eso era lo que pensaba el chico cuyo rostro siempre denotaba furia.

Dicen que los amores unilaterales son dagas que nunca matan directamente, pero a medida que pasa el tiempo, realizan pequeños cortes que desahucian de sangre al corazón dejándolo vacío y sin vida. Este pensamiento vagaba constantemente en el subconsciente de aquel muchacho, Kageyama Tobio.

Cada quien tiene su propio infierno, cada quien tiene una causa de insomnio irremediable que no deja descansar ni el cuerpo ni el alma, pues bueno el infierno para Kageyama era aquel chico de cabello desordenado, y no porque este le odie o le desprecie, más bien, todo lo contrario, le quería sin mesura, pero no un simple querer, un querer que se puede interpretar hasta por el concepto más pecaminoso del amor.  No bastaba con tenerle a su lado como compañero de incontables partidos, de incontables batallas en donde su conexión y sincronización era lo que destacaba en esas peleas en donde los cuervos tienen que luchar hasta la muerte para conseguir alimentos.

-¡Una vez más!-Gritaba el chico de baja estatura con un entusiasmo abismal.

Alzando los brazos con mucha delicadeza, Kageyama le pasaba el balón al chico que podría que podría denominarse como la razón de su melancolía amorosa, realizando pases lo más perfectamente posible para que el movimiento de aquel chico que amaba fueran más que increíbles.

-¡¡Ahí va Hinata!!- Gritó Kageyama anunciando el pase del balón.

Dando un salto casi irreal, Hinata Shouyo, nombre del muchacho que traía loco a Kageyama, se aproximó al balón como si estuviera acostumbrado a danzar en aire de esa manera. Para Kageyama, esa vista era más que utópica, era una sensación asombrosa que combinada con la adrenalina del momento le dejaba una sacudida de emoción incontrolable, haciendo que la dopamina generada por su cerebro actuara de tal forma que pudiera perder la conciencia en ese preciso instante.

-¡Buen entrenamiento, chicos!- El grito de entrenador Ukai sacaría de su trance al pobre Kageyama, que no faltaba nada para que comenzara a alucinar.

El entrenador Ukai y el profesor Takeda reunieron a todos los chicos que conformaban el equipo de volley de Karasuno, con la finalidad de darles algunas instrucciones y comunicarles de la reciente reunión de practica que iban a tener en Tokyo con otras dos instituciones con las cuales no sería ni la primera ni última  que les  tocara jugar junto a ellos, así es, hablamos de Nekoma y Fukurodani.

Para sincerar las opinión de parte de los jóvenes pertenecientes a Karasuno, se podría decir que la mayoría se encontraba emocionado, es decir, como no era la primera vez que eran participes de una jornada de practica grupal, se sentían cómodos y agradables con la idea de pasar una semana entera con los grupos ya mencionados, no obstante, había cierta minoría de chicos que se encontraban incomodos con el hecho de pasar con ellos, sobre todo con los chicos de Nekoma...

Un chico alto con lentes que miraba desde lejos la emoción de sus compañeros, se encontraba con la mirada perdida y con la tez demasiado pálida, aquel chico de cabellera rubia, se le podía observar demasiado nervioso con el tema del viaje del partido de práctica en Tokio, es más, si sus extremidades hablaran, dirían a gritos que el nerviosismo que tenía aquel chico era tanto, que se le podía ver como levemente temblaba ¿Por qué será que se encuentra de esta manera? Se preguntaba un chico de baja estatura que se encontraba junto a él, ese mismo chico con incontables manchas por encima de su rostro, o para decirlo sublimemente, pecas, se denotaba preocupado por la sombria reacción que había acogido su antipático amigo.

-¿Qué te sucede, Tsukki?-Preguntó el chico pecoso a el chico rubio-¿Te sientes mal?

Tsukishima Kei, o deberíamos decir, el ser más antipático del universo, estaba completamente inmerso en sus pensamientos, no podía dar ni el más mínimo susurro de su estado, debido a que su preocupación era tanta que su boca se había paralizado. Preocupado, Yamaguchi Tadashi, el chico pecoso, decidió darle un leve golpe en el brazo, para tratar de despertar a Tsukishima de ese pesado trance en el cual se encontraba.

Habría que decir, que la reacción expuesta por Tsukishima no fue en vano. De su mente, no se lograba detener la sucesión de recuerdos que le atravesarían cual navajas en su subconsciente, y es que ¡Vamos! ¡Nadie olvida un fresco y joven amorío de verano motivado por las flamas de la inexperiencia! Ni por más insignificante que haya sido la vivencia, son de esas cosas que se quedan marcadas en lo más recóndito de las memorias, como tu primer amor o tu primer beso…o ¿Por qué no?…mejor ¡Tu primera vez!, pues este era el caso de Tsukishima Kei, el chico que se había liado pecaminosamente con un individuo de sonrisa llamativa y cabello oscuro.

Al otro lado de la cancha, se encontraba el chico azabache de semblante sombrío, con una expresión que si bien denotaba preocupación irradiaba enojo e ira, cosa que asustaba a   Hinata, que se encontraba también emocionado con la noticia de la práctica grupal.

Al dar por finalizado el día y haber terminado de limpiar el gimnasio, cada quien se fue por su camino, y como era de costumbre, Hinata y Kageyama casi siempre se iban juntos.

-¡¿Acaso no es emocionante?!-Gritaba el chico de baja estatura mientras daba pequeños brincos.

-Si…claro…- Contesto el chico azabache con una sombría mirada.

Uno de los males más comunes de los amores unilaterales son los celos desabridos que se expanden en el aire. Para mala suerte de Kageyama, los celos no eran cosa nueva para él, al parecer, todo el mundo gustaba de pegársele a Hinata, contrincante o no, todo el mundo estaba alrededor del pequeño jugador, pero había cierta persona especial por la que  Hinata entusiasmaba con solo escuchar su nombre, aquel muchacho proveniente de Tokyo que era como uno de los males que soportaba Kageyama, no es más ni menos que Kouzume Kenma, el armador de Nekoma.

-¡Esto es geniaaaaaaal! ¡No puedo esperar a jugar con Kenma-san! ¡Uwaaaaaaaah, será fantástico!- Se regocijaba el pequeño muchacho peli naranja con la mirada perdida en el suelo.

-Sí…será fantástico- Respondía desganado Kageyama, ya sin alternativas de  contestar algo despectivo.

¿Por qué no era él? ¿Por qué no era el la persona por la cual Hinata se emocionaba? Cada vez que alguien  mencionaba algo del afamado de Kenma, Hinata se soltaba a gritar sonreir como esquizofrénico, ¿Qué tenía Kenma que no tuviera él? Era un misterio para Kageyama,  el simple interés de Hinata hacia Kenma, le hacía generar las más des dichosas sospechas, y si resultaban ser verídicas despertarían un depresión inmarcesible en el azabache.

Los idilios románticicos adolescentes no eran cosa nueva en la vida de los muchachos, sino, Tsukishima no estaría frenético marcando el teléfono un numero proveniente de Tokyo, el número del muchacho con la sonrisa llamativa correspondientemente, sino, Kageyama no estaría con la mirada perdida hacia el techo mientras piensa en Hinata, sino, los mayores del equipo Karasuno no estuvieran preocupados por separarse de sus amores correspondido… ¡Y muchas situaciones e historias!

¿Qué le deparará muchachos cuya pasión estaba siendo compartida por algo más que el volleyball?

 

 

 

Notas finales:

No soy buena escribiendo notas finales, pero espero haber redactado decentemente el capítulo o sino me mato(?) Me entusiasma la idea de lo que voy a escribir proximamente en la historia de Tsukki...Uh habrá bardo(?)...

Si tienen alguna corrección, opinión o sugerencia son libres de escribir un rw comentándome que tal les pareció el capítulo.

¡Espero que les haya gustado!

Au revoir!

 


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