Si me preguntaran cual es el mejor día de mi vida, simplemente no podría responderlo. Pienso que cada día sea bueno o malo, son los mejores que aparecen a lo largo de mi existencia. Es decir, estoy agradecido de mi familia, quien me ha apoyado en todo momento incluso cuando decidí mi carrera universitaria basada en la música. También agradecido de haber encontrado a la persona que más amo en esta vida, mi hermoso baozi, mi Minseok.
Puede que suene loco o extraño para otros, pero a mi novio lo considero mío desde aquel momento en que chocamos miradas en la fiesta playera que hizo mi mejor amigo Sehun y Luhan. A esos dos sí que les debí una grande cuando me lo presentaron. Aunque claro, creí que en la primera impresión había quedado como un tonto. Después de todo, saludar a un chico y que tropezaras con una silla no es nada bueno.
Pero toda mi suposición estuvo totalmente errada. Minseok me aceptó tal y como soy. No le importó que casi incendiara su amada cocina, o que dejara las llaves en el auto, incluso no le importó cuando sus padres mal interpretaron una situación totalmente vergonzosa. Ese día me botaron de su casa y aunque Minseok explicó todo, el señor Kim no quitaba sus ojos sobre mi ser.
Recuerdo cuando me decidí pedirle que aceptara mis sentimientos en ese entonces ya teníamos un buen tiempo siendo amigos, el problema es que no sabía cómo ni cuándo ya que cada vez que trataba de hacerlo me sudaban las manos decía babosadas o me atragantaba con mi propia saliva si es que mi garganta no estaba seca, prácticamente fueron muchos mis intentos.
Sehun, cansado de mi deplorable situación junto con el grupo de nuestros amigos que sabían mis propósitos, organizaron un viaje a la playa. Todo estaba fríamente calculado. Primero nos divertiríamos juntos y luego poco a poco ellos se irían dejándome con Minseok solos. Y eso fue lo que hicimos, el plan iba a la perfección y yo invité a mi baozi a caminar en la playa, este gustoso aceptó.
Cuando caminábamos por la orilla del mar, estaba que me moría de los nervios, él caminaba algo distraído así me dije “es ahora o nunca campeón”, por lo que me acerqué con toda la valentía que reuní en el momento y tomé su mano. Minseok me miró anonadado, en cambio yo solo me acerqué y besé sus labios con delicadeza trasmitiéndole todo mi amor. En ese instante le pedí que fuera mi novio, grande fue mi satisfacción cuando me dijo que sí. Luego de aquello hicimos el amor, nos entregamos mutuamente siendo uno.
Me sentí feliz, por fin lo tenía para mí. Ahora han pasado años desde ese hermoso acontecimiento, estamos cursando el último año de universidad. Lo he pensado varias veces y he decidido que es el momento de darle todo de mí a Minseok, de amarlo para siempre, de tenerlo como mi amado esposo. Como estamos de vacaciones, decidí invitarlo a un viaje para los dos.
Ahora lo dejé en un lugar de la playa mientras realizaba los preparativos, me esmeré trabajando y reuniendo dinero para hacer esta sorpresa, incluso contraté a un pianista y a un mayordomo. Cuando todo esta listo le envié un mensaje.
PARA: MI BAOZI
Me imagino que debes estar esperándome, pero creo que es mejor reunirnos en donde todo inició, ¿si lo recuerdas? Nos vemos pronto amor.
Bueno fue estúpida esa pregunta, claro que lo recordaría, que torpe soy cuando se trata de mi bollo, pero no puedo evitarlo, él causa que me sienta nervioso y al mismo tiempo feliz. Mis manos me sudan, veo que se está acercando y me escondo. El mayordomo hace su trabajo y yo le hago una seña al pianista para que inicie, respiré hondo y empecé a cantar. Como dice la letra, le canté a mi ángel, a aquel que con su sonrisa hace que me sienta como un niño protegido entre sus brazos.
Terminé la canción “llegó el momento” me dije, mi novio me veía enternecido, me arrodillé y comencé a hablar dejando mi nerviosismo atrás.
-Minseok- saco la caja de mi bolsillo- te conocí ocasionalmente, nos hicimos amigos, pasamos experiencias que parecían irreales pero inolvidables, para después darme el privilegio de salir contigo. Solo que no me es suficiente, por ello he decidido que deseo tener más experiencias, locuras, emociones y todo tipo de cosas a tu lado por siempre. Minie ¿quieres casarte conmigo?
Él estaba callado por lo que estaba muriéndome lentamente. De un momento a otro se me abalanzó encima abrazándome y respondiendo efusivamente SÍ, sonreí feliz nos separamos y nos besamos, luego de aquello pasamos una velada hermosa. Fuimos al hotel donde estamos hospedados y dormimos abrazados.
Cuando desperté Minseok estaba en el baño, toqué la puerta y él me respondió que estaba bien. Cuando salió del baño estaba diferente y sus bellas mejillas sonrojadas, pensé que estaba enfermo cuando me dijo que había estado lo mareado por lo que me iba a ir a comprarle algún remedio. Él me detuvo contestando que ya estaba mejor y que no me preocupara, indeciso asentí y nos alistamos para desayunar.
Cuando bajamos al restaurante hicimos el pedido. Mientras esperamos comenzamos a hablar trivialidades.
-Amor, por cierto, ayer quería darte esto- sacó una cajita mediana envuelta de un lazo.
-Minie mi amor, pero si aún no es mi cumpleaños- él sonríe
-No es necesario que sea un cumpleaños o fiesta para regalarle algo a mi prometido- ahhh prometido, sí que suena hermosa esa palabra.
-Gracias amor- abrí la tapa, había algo cubriendo un objeto y encima de esto había una pequeña nota
“espero te guste este regalo, pues es la prueba de que nuestro amor es infinito”
Saqué el adorno que tapaba el contenido. Me sorprendí al ver pequeños guantes y medias, además de un diminuto gorrito. “pero esto no me queda a mí más bien sería a un…”
-Minnie… esto significa que…- lo miré atónito mientras me sonríe radiantemente- Oh mi amor
Me levanté y lo abracé fuertemente, mis lágrimas salían por sí solas de la felicidad. Minseok me miró a los ojos mientras secaba mis lágrimas. Lentamente se aproximó a mí, y nos besamos.
Ahora, si me preguntan cuál es el mejor día de mi vida,aunque estoy seguro que de aquí en adelante mis días serán cada vez mejor que antes, seguramente respondería “el día en que supe que formaría una hermosa familia”.