Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hello por Bloqued 1

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de Kuroko No Basuke no me pertenecen, son propiedad de Tadatoshi Fujimaki.

La canción 'Hello' no me pertenece, es propiedad de la cantante brítanica Adele.

Este fanfic esta hecho por fans para fans, sin fines de lucro.

ADVERTENCIA: Si no leiste el fanfic 'Apologize', te recomiendo lo hagas pues, esta es la continuación de dicho fanfic. Si no lo haces, puede que no entiendas algunas cosas. Pero eres libre de hacer lo que quieras.

Notas del capitulo:

Continuación del fanfic 'Apologize'. Se recomienda leer dicho fanfic antes de leer este, pues hay conexión.

Habían pasado dos años desde la última vez que se vieron, en aquella habitación que había sido SU habitación por casi tres años de relación, pero que ahora no era nada más que un hueco olvidado en un departamento que seguramente otra persona, más feliz que él, estaría usando para sus propias necesidades. El pasar por la calle donde solían vivir juntos le trajo muchos recuerdos dolorosos que había borrado tiempo atrás pero que ahora volvían a aflorar al ver aquel balcón donde solían pasar un rato, antes de irse a dormir juntos; él abrazándolo por detrás, rodeándole la cintura y apoyando su mentón en su hombro para luego recibir tiernos y cálidos besos por parte del mismo.

Meneó su cabeza, intentando deshacerse de aquellos pensamientos que estaban haciendo que su corazón doliera y siguió caminando hacia su destino, el estudio de abogados donde tenía una cita con su abogado y el abogado de su ex pareja. Luego de haber terminado con Kuroko, una semana después, terminó viviendo con Kise, aquel con el que había cometido una grave infidelidad, de la cual pronto se arrepintió pues la relación fue más difícil de lo que habría imaginado. Todos los días peleando, hasta el punto de lastimarse físicamente; nunca una demuestra de cariño que no fuera en la cama durante el sexo; nunca un momento a solas, solo compartiendo el tiempo, como solía hacerlo con Tetsuya ya que el modelo, cada vez que tenía un día libre, decidía salir de fiesta o con amigos a pasear. Luego se enteró de que aquellos amigos eran solo los juguetes sexuales del rubio y que vaya a saber cuántas veces se había acostado con ellos desde que habían empezado a salir.

Habían pasado el año cuando el moreno se cansó de hacerse el idiota, fingiendo no oír a Ryouta mientras hablaba por teléfono o leer los mensajes que le llegaban a su celular mientras se estaba bañando, citándolo para algún encuentro sexual. Esa tarde, se sentó frente al modelo y le dijo que ya no podían seguir viviendo juntos, que el ya no podía soportar vivir con alguien que le era infiel de esa manera.

-¿Acaso tú no hiciste lo mismo con Kurokocchi?- le reclamó el rubio con arrogancia desde el sillón.- No eres diferente a mí, no te creas importante.

Kise tenía un punto y a Aomine le dolía admitirlo. Nuevamente se veía sumido en aquellos recuerdos que tanto le habían costado suprimir y borrar pero que ahora salían a la luz como si todo su esfuerzo hubiera sido en vano. Frunció el ceño con la intención de volver a reprimir aquellos pensamientos y fijó su mirada en aquella de color dorado que lo observaba con superioridad. Se cruzó de brazos y habló con tono demandante:

-El pasado no tiene nada que ver aquí, esto se acabó. Dividiremos las cosa y cada uno seguirá con su vida.- se detuvo por un momento antes de lanzar la última frase que le diría al rubio.- No quiero volverte a ver.

Y dicho aquello, se dirigió a la única habitación que había en aquel departamento para tomar su valija y empezar a empacar su ropa y pertenencias. Sin siquiera mirarlo a la cara, se abrigó con su chaqueta de cuero y desapreció de la vista del modelo luego de un fuerte portazo. Durante unos meses, estuvo viviendo con Satsuki pero ahora ya había decidido irse a la casa de sus padres en Okinawa y solo le faltaba terminar la división de bienes para dar completamente por terminada aquella estúpida relación que tuvo con aquel rubio idiota.

 

 

 

 

Tomó su tren a las cinco y cuarto de la tarde, llevaba dos horas de viaje y sus ojos aún estaban hinchados por haber llorado mientras se despedía de Momoi, quien había prometido ir a visitarlo al menos una vez al mes. Miró por la ventana el pasaje que aquel largo viaje le estaba regalando. Bostezó, como solía hacerlo en la secundaria y eso le trajo recuerdos de la primera vez que había visto a Kuroko y lo cautivado que había quedado por el aspecto físico y la personalidad de aquel joven tan pequeño y misterioso. En ese momento, nunca pensó que iba a terminar disfrutando de una sana y dulce relación como la que él mismo se había encargado de romper. Meneó la cabeza, nuevamente aquellos recuerdos lo estaba torturando, rememorándole lo egoísta que había sido por haber perdido un poco de atención por parte de su pareja.

Llegó a la casa de sus padres a eso de las ocho de la noche, justo para cenar y de paso ser bombardeados por preguntas por parte de sus hermanos más pequeños.

-Dai-niisan, ¿Qué sucedió con Tetsu-niisan?- le preguntó Akira enterneciendo sus azules ojos. Su hermana menor era su viva imagen, aunque el cabello azulado fuera más largo y algo rizado, como el de su madre.

-Él y yo… ya no estamos juntos.- le contestó el moreno un poco apenado, agachando la mirada. La pequeña iba a preguntar por qué pero su hermano mayor, Ryouga la detuvo, pues pudo notar como la mirada de su hermano mayor se tornaba triste.

Y no estaba equivocado, oír el nombre de aquella persona lo había tomado con la guardia baja y ahora se le clavaba en el pecho como miles de dagas, matándolo lentamente a causa del dolor. En otras ocasiones se hubiera comido cinco platos del delicioso curry casero que hacía su madre, pero esa noche solo logró comer la mitad de su plato para luego retirarse a su habitación. Intentó dormir pero se despertó varias veces en la noche con congoja en su corazón y lágrimas en sus ojos. Por momentos sentía el peso del cuerpo de Kuroko sobre su brazo pero solo era una mala pasada de su subconsciente que clamaba por el peliceleste como si su vida dependiera de ello.

 

 

 

 

Las semanas pasaron y luego de acomodarse como era debido, asistiendo a una nueva universidad y consiguiendo un trabajo de medio tiempo cerca de su hogar, aceptó con gusto la visita de su amiga de la infancia, quien le había estado insistiendo días atrás. Estaban sentados debajo de un limonero, cuando la pelirrosa le lanzó la bomba como si nada.

-Ha vuelto a casa de su abuela.- le dijo sin mirarlo a la cara. No lo había dicho en voz alta pero era obvio que estaba hablando de Tetsuya.

Esa noche no fue capaz de pegar ojo, se la pasó sentado en la entrada de su casa, mirando las estrellas que el cielo nocturno le regalaba. Intentó contener las lágrimas pero fue inútil, lo extrañaba demasiado, sentía un vacío terrible desde el momento en que le dio un último beso y desapreció delante de sus ojos, dejándolo con su propio llanto en aquella habitación que había sido de los dos. Se arrepentía tanto de lo que había hecho, arruinar una relación tan hermosa y sólida por una mera calentura que le haría darse cuenta de que no podría amar a nadie más, al menos no como lo había amado a él.

Aprovechando que sus padres y hermanos no estaban, pues habían ido a visitar la tumba de su abuela, tomó una vieja agenda que tenía guardada y buscó con desesperación un número que sabía que tenía anotado en alguna página. Cuando lo encontró, sus manos temblaron pero aun asi tomó valor y marcó el número de larga distancia en las teclas del teléfono de su casa, aguardando a que alguien respondiera después del tono, pero dio directamente con la contestadora. De todas formas dejó un mensaje.

 

Hello, it's me

I was wondering if after all these years

You'd like to meet, to go over everything

They say that time's supposed to heal ya

But I ain't done much healing.

(Hola, soy yo.

Me preguntaba si, después de todos estos años,

Te gustaría que nos viéramos, para superarlo todo.

Dicen que el tiempo supuestamente te cura,

Pero yo no me he curado mucho.)

 

Los días pasaron y no obtuvo respuesta a aquel mensaje que había dejado en la contestadora de su ex pareja. Realmente no esperaba que Kuroko lo llamara diciéndole que lo perdonaba y que volviera con él, pero al menos un mensaje de texto que denotara que había oído su mensaje. Dejó pasar una semana y nuevamente intentó comunicarse con el peliceleste.

 

Hello, can you hear me?

I'm in California dreaming about who we used to be

When we were younger and free.

I've forgotten how it felt before the world fell at our feet.

There's such a difference between us

And a million miles.

(Hola, ¿puedes oírme?

Estoy en California soñando con quienes solíamos ser

Cuando éramos más jóvenes y libres.

He olvidado cómo se sentía antes de que el mundo se cayera a nuestros pies

Hay una gran diferencia entre nosotros

Y un millón de kilómetros.)

 

Las semanas volvieron a pasar y seguía sin recibir respuesta. Cada vez que llamaba parecía que nadie estaba en casa y la única que oía sus mensajes era la contestadora. Tal vez era mentira que había vuelto a vivir en la casa de su abuela, pero entonces, ¿por qué lo había mencionado Satsuki? ¿Acaso quería molestarlo? No, ella no era asi. Siempre había una razón detrás de sus acciones. Dejó pasar un poco de más de tiempo antes de llamar nuevamente y terminar hablando con un aparto.

 

Hello, how are you?

It's so typical of me to talk about myself.

I'm sorry; I hope that you're well.

Did you ever make it out of that town

Where nothing ever happened?

It's no secret

That the both of us are running out of time.

(Hola, ¿cómo estás?

Es tan típico de mí hablar de mi misma

Perdón, espero que estés bien

¿Alguna vez llegaste a salir de esa ciudad

En la que jamás paso nada?

No es ningún secreto

Que a los dos se nos está acabando el tiempo.)

 

Su insistencia estaba logrando que se molestara con él mismo. ¿Qué quería probar llamando, ahora, todos los días? Encima, dejando patéticos mensajes, llenos de angustia y desesperación por volver a su lado. ¿Dónde había quedado su orgullo? Tampoco le importaba saber la respuesta a esa pregunta. Lo que más necesitaba saber es ¿por qué aquel pequeño no estaba nunca en donde se suponía que debía estar? O, ¿por qué no contestaba a sus llamadas? ¿No oía los mensajes?

‘Tal vez tiene a otra persona.’, le dijo una voz en su mente. Y le parecía demasiado probable, pues ya habían pasado casi dos años y medio desde que habían terminado y luego de aquella despedida que le había roto el corazón a ambos, no volvieron a ponerse en contacto. Si, lo más seguro es que ya estuviera en pareja con otra persona y no contestaba los mensajes porque no había necesidad de hacerlo, él ya era historia pasada para el peliceleste que seguía amando.

Esa tarde decidió que sería la última vez que lo llamaría y dejaría expuestos todos aquellos sentimientos que tenía reprimidos desde hacía dos años. Marcó los números con nerviosismo y ansiedad pero seguro de lo que estaba haciendo. Aquella llamada sería la definitiva, aquella llamada sería la prueba de que finalmente se despegaría de él e intentaría superarlo como pudiera, sin volver a mirar hacia atrás.

 

Hello from the other side.

I must've called a thousand times to tell you

I'm sorry, for everything that I've done.

But when I call you never seem to be home.

Hello from the outside.

At least I can say that I've tried to tell you

I'm sorry, for breaking your heart.

But it don't matter, it clearly doesn't tear you apart anymore.

(Hola desde el otro lado.

Debo haber llamado un millón de veces para decirte

Que lo siento, por todo lo que he hecho.

Pero cuando llamo parece que nunca estás en casa.

Hola desde afuera.

Al menos puedo decir que intenté decirte

Perdón por romper tu corazón.

Pero no importa, claramente ya no te afecta más.)

 

Pero cuando estaba diciendo las últimas palabras de su discurso, alguien levanto el audífono del teléfono y su corazón se detuvo al oír aquella voz que tan hermosa le parecía y tanto extrañaba.

-¿Aomine-kun?

-Tetsu…- suspiró Daiki aliviado.

-¿Cómo sabias que estaba aquí?

-Sat-Satsuki me dijo.- le contestó apenado.- Tetsu, yo…

-Lo sé.- le dijo el otro con cierto tono de tristeza en su voz.- Estuve oyéndote todo este tiempo.

-Te amo, Tetsu. Aún te amo y estar asi, sin ti y tan lejos de ti, me tiene devastado. Sueño contigo todas las noches, me despierto pensando que estás a mi lado y cuando giró mi brazo está desnudo. Necesito sentirte de nuevo, oler tu perfume, besarte, yo…

-Aomine-kun.- le interrumpió el más bajo. Un silencio expectante se hizo presente en la línea hasta que el mismo que la había creado lo rompió.- Yo… iré a visitarte.

-¿Qué?- el cerebro del moreno no podía procesar lo que sus oídos estaban escuchando.

-Yo… también… Yo… aún te amo…

-Tetsu, yo… lo siento tanto.- le dijo con total arrepentimiento en su voz. Comenzó a sollozar pero no le importaba, era su ex el que lo estaba escuchando y necesitaba que le creyera, pues esta vez creía que moriría si no volvía a su lado.- Lamento tanto haberte lastimado asi, lamento tanto haberte defraudado. Yo… jamás volveré a hacerlo porque… porque sin ti no soy nada, ¿me oyes? Eres todo lo que tengo, mi mundo entero, no quiero volver a dejarte, no quiero que me vuelvas a dejar. No quiero que volvamos a separarnos, yo… no se vivir si tu no estas a mi lado.

Del otro lado, Kuroko también comenzó a sollozar pero se contuvo, no quería no poder hablar ni respirar. Por primera vez, sentía tanta sinceridad en las palabras del moreno que tanto amaba, no había podido borrarlo de su mente en ningún momento de estos dos años y medio que habían pasado. Ansiaba tanto poder oír todo aquello que ahora que estaba pasando, no sabía cómo contener la alegría de saber que el otro no se había olvidado de él y que sentía igual que él, incapaz de seguir en la soledad cuando tu otra mitad esta tan lejos de ti.

-Tomaré el próximo tren que salga hacia Okinawa.- le dijo cuándo pudo calmarse un poco.- Por favor, espera por mí.

-Siempre esperaré por ti, Tetsu.- le contestó con una sonrisa en el rostro que aunque el otro no podía verla, se encargó de demostrarle lo feliz que estaba a través del tono de su voz.

-Te amo, Daiki. Te amo más de lo que podría amar a otra persona en esta u otra vida.

-Yo también te amo, Tetsuya. Te amo más que a mi propia vida, y mi vida eres tú.

 

 

Te seguiría por todas partes y volvería a la ciudad, si me das otra oportunidad de volver a empezar mejor que antes. Quiero darte cada uno de mis instantes; nunca más voy a mentir de nuevo porque no voy a olvidarte nunca más.

-Andrés Calamaro-

Notas finales:

Konbanwa Minna-san!! Aqui, Chaque-chan reportándose con otro fanfic sobre nuestra serie favorita, Kuroko No Basuke.

Decidí hacer este fic como continuación de Apologize ya que recibí rw donde no estaban conformes con el final y pues, como me encanta complacer a la gente, aquí esta la continuación con un final que espero sea de su agrado!

Quiero que sepan que recien acabo de terminarlo, después de unas largas dos horas escribiendo ya que, debo admitir que la canción me llegó al corazon, me identifiqué mucho pues yo también he sido infiel y luego me arrepentí, sufriendo mucho en el proceso y pagando mis malos actos. HASTA LLORÉ EN UNA PARTE DE ESTE FIC, DIOS SANTO! Soy una maldita llorona!

Saben de antemano que amo que dejen sus opiniones y sugerencias en los rw asi que no se repriman, como verán siempre hago lo posible para tenerlos contentos.

Espero este fic haya sido de su agrados y gracias por tomarse el tiempo de leerlo! Nos leeremos pronto con otra historia trágica, romántica, cómica o llena de lemon. Matta ne!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).