Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No tan inocente por candy_sugar01

[Reviews - 59]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Acabo de terminar este cap, no tuve tiempo siquiera para revisarlo así que perdonen errores y eso ;__; prometo arreglarlos luegos.

¡Muchas gracias por sus reviews! Enserio me animan a seguir con la historia♥

Le dedico este cap. a pandicornio, ¡feliz cumpleaños! espero que te guste la actu.

Dsifruten del cap. uvu

 

 

– Gracias por la cena, realmente me sentí cómodo contigo hoy. –

 

Ya eran casi las 10p.m y ambos rubios iban dentro del auto negro del mayor de ambos, bajo la lluvia que de un momento a otro se volvió furiosa. Habían ido a comer algo en un local de comida rápida a pocas calles del colegio, cerca del centro; puesto que el día estaba horrible y era mejor no salir muy lejos. Kris se ofreció de pagar todo a pesar del berrinche del menor de que no lo hiciera, que no quería ser una molestia.

 

Hablaron de cosas triviales como siempre, no tenían ni un momento para aburrise porque hasta lo más monótono era tema de conversación para ellos. Tao tenía 16 años y pronto cumpliría los 17, Kris estaba aliviado de no ser un Kai o un Suho más, en cierta forma era más accesible para él el darse el lujo de poder forma una relación seria. 2 años de diferencia, ¿quién los nota?

 

Tao le había comentado hace unos días que era muy cercano a Lay, el chico que andaba tras Suho. Ahora se metió más profundo en lo personal y familiar; le dijo que le gustaba decirle primo aunque no lo fueran, pero el hermano mayor de Lay era su padrino así que se tomaba el gusto de tratarlo como a un familiar más.

 

Y he aquí la fuente de información sobre Lay que Kris obtenía para Suho, aunque este diga estar totalmente desinteresado.

 

Ambas familias eran muy unidas, y Kris sabía que su madre y la de Tao también se conocían. Solamente por trabajo y nada más, nunca esperó que la señora Hwang tuviera un bonito hijo. Obviamente no se lo mencionaría al menor, tal vez arruine la noche diciendo algo como “conozco a tu madre pero estaba totalmente desinteresado de tu existencia”. No, definitivamente no.

 

Al salir del lugar se toparon con el horrible frío provocado por el clima, y que el viento se encargaba de arrastrar. Entre carcajadas salieron, cubriéndose con sus abrigos para que la lluvia al menos no los empape tanto al momento de entrar al auto.

 

– No agradezcas, a mí también me encanta pasar el tiempo contigo. – Sinceró Kris, totalmente concentrado en la calle. La lluvia empapaba rápidamente el parabrisas apenas el limpiador corría el agua. No quería ningún accidente luego del hermoso día, así que fue precavido y anduvo lento y con precaución.

 

Por estar concentrado en el camino, no notó el sonrojo en el rostro de Tao, quien se mordió el labio inferior para ocultar una gran sonrisa. Desvió su mirada hacia la ventana y se centró por unos segundos en las luces de la avenida que intentaban deslumbrar pese al agua que caía como cascada.

 

– Espero que podamos volver a salir... – Murmuró, ahora mirando al mayor de reojo, esperando una reacción. Kris se sorprendió ante eso y alzó las cejas, esperó hasta detenerse en un semáforo para mirar a Tao. Se sintió feliz ante lo mencionado y algo avergonzado por el rostro rojo del menor que intentaba evitarle la mirada.

 

– Claro, si tú quieres salir de nuevo... Estaría más que encantado. – Fregó disimuladamente, pero no tanto, sus manos contra sus muslos, tomando calor de la fricción entre ellas y la tela del pantalón. Alzó la vista cuando una mano fina de posó sobre la suya.

 

– Me encantaría. – Tao le ofreció una de sus más lindas y sinceras sonrisas. Estaba avergonzado por ese gesto de tomar la mano contraria, pero cuando el otro no lo apartó e incluso tomó su mano con delicadeza entre las suyas se sintió muy feliz.

 

– Es una cita, entonces. – Kris volvió la sonrisa pero, muy a su pesar, tuvo que separar su manos para volver a conducir en cuanto el semáforo cambió de color. Tao volvió a acomodarse en su asiento sin dejar de sonreír como un tonto y copió la frase.

 

– Es una cita. –

 

 

 

---------------------------

 

 

 

El fin de semana había transcurrido asquerosamente rápido y no había dejado de llover, incluso ese lunes estaba horrible y la humedad hacía estragos con su cabello.

 

Luego de tener que aguantar por esos dos días -sábado y domingo- al enano chino, que tenía por mejor amigo, parlotear y parlotear sobre el tipo aquel que tenía en la mira, ya no sabía como sentirse realmente. Yixing no hablaba de otra cosa que de ese tal Suso o Sohu o como se llamase, y no negaría que estaba un poquito celoso.

 

Era su mejor amigo después de todo; sí, estaba feliz. Su amiguito se estaba enamorando y lo alegraba, pero ¿llegaría un momento en que Lay se olvide de él para serle totalmente fiel a su futura pareja? Lo aterraba, era la persona a quien le confiaba todo -antes que a Chanyeol- y no quería perderla.

 

Bien, dejaría de amargarse mientras caminaba antes de chocar con algún extraño y terminar de desatar su fastidio.

 

Llegó a su casillero y se dispuso a guardar libros viejos y tomar los nuevos para la primera clase del odioso lunes. Aún era temprano, no había mucha gente rondando por los pasillos aún; pero... ¿Y Yeol? ¿Dónde mierdas estaba su novio? El poste andante llegaba temprano todos los días: señor asistencia perfecta le gustaba llamarle, pero en esos momento ni siquiera lo había cruzado.

 

Suspiró y golpeó su frente contra el estante que dividía el compartimiento donde estaban sus cosas. Se alejó, bufando, y miró la puerta del casillero llena de fotos, cartas y dibujos. La fotografía más grande y que relucía más era una suya con Yeol del día en que empezaron a salir, estaban en un parque y el mayor la había tomado.

 

El señor Park le había regalado una cámara a su hijo luego de que Yoora, la hermana mayor de Chanyeol, le haya comentado el reciente gusto por la fotografía de su hermanito. Chanyeol lo había invitado a salir con la excusa de probar su nuevo regalo, ¿qué podía perder? Nada, así que lo acompañó al parque del centro.

 

Luego de pasados 20 minutos en los que el más alto se la pasó sacando fotos a cualquier cosa, el castaño se cansó de todo el nerviosismo que emanaba su, hasta entonces, mejor amigo. Le pidió que sea sincero y por favor le diga porqué estaban ambos allí. El castaño también estaba nervioso, lo descubrió hace unas semanas cuando comenzó a sentir las fuertes palpitaciones en su pecho al estar con su amigo; las mismas que había sentido por Lay y ahora la historia se repetía.

 

¿Qué era lo peor que podía decirle? ¿Qué estaba saliendo con alguien? ¿Qué esa persona, tal vez, era Kyungsoo y le pediría ayuda para conquistarlo? No, nada de lo que pensó fue lo que siguió. Escuchar de la boca de Chanyeol un “me gustas” no era lo que esperaba en ese momento.

 

Chanyeol luego de confesarse y tener a un aturdido Sehun frente a el, casi se pone a llorar. Nunca le había gustado alguien y que ahora le pase con su mejor amigo, con alguien a quien consideraba su hermano, lo estaba matando. El menor hizo gestos con sus manos y le murmuró cosas bonitas para que no se pusiera mal mientras que el alto solamente soltaba incoherencias y quería desaparecer por arruinar su amistad.

 

Sehun suspiró y al mejor estilo no me importa nada, rodeó con sus brazos el cuello del más alto -por apenas centímetros-, lo agachó hasta su altura y lo besó. Sus labios chocaron con algo de brusquedad por la rapidez de todo el asunto en un beso de pico que casi les rompe las encías por la fuerza.

 

Bien, esperaba un beso más amoroso y dulce, en vez de romperle la boca al más alto en su primer beso. Pero lo hecho, hecho estaba y jura que hasta pudo sentir el cielo con las manos al haber besado a la persona que deseaba desde hace semanas.

 

Y bien, ahí estaba su hermosa historia de amor con su ex-mejor amigo.

 

No le gustaba recordar ese tiempo, ambos eran unos completos idiotas enamorados que veían el mundo color rosa; hasta la primera pelea.

 

Todo pareció venir abajo cuando discutieron por primera vez al comienzo del año escolar. ¿Y por qué? Todo por un muchachito con cara de perra que se la pasaba acosando a su novio. SU novio. Y para empeorar las cosas en ese nuevo año, un chico-chica rubio andaba tras él también, alegando idioteces como que “se iba a enamorar de él” y “serían muy felices juntos por siempre y tendrían un perro llamado Fido”. ¿Quién en su sano juicio llama así a un perro? Bufó, no podía estarle pasando esto.

 

– ¡Sehunnie! – Y ahí estaba horrenda y chillona voz llamándolo. Esos flacuchos y blancos brazos rodeando su cuello y el plano y cálido pecho contra su espalda. Ahí estaba la primer diva de la preparatoria y acosador: Luhan. – ¿Cómo estás? ¿Me extrañaste? Porque yo sí te extrañé. ¿Desayunaste? ¡Mira! Intenté cocinar y te hice pastelitos, ¿quieres? – Sehun bufó molesto, volviendo a golpear su cabeza contra el estante metálico.

 

– Luhan. – Llamó captando la atención del mayor a la vez que se daba la vuelta para encararlo. – Estoy bien, gracias. No, no te he extraño, y no, gracias, tampoco quiero comer algo. ¿Podrías dejarme en paz? – Suplicó como por milésima vez en lo que ya transcurría el año escolar. Miró sin disimular a todos lados, esperando que Chanyeol no esté por ahí y haya visto la escena mañanera. Su novio tampoco amaba mucho los lunes y no quería arruinar su día dándole un ataque de celos injustificados.

 

Luhan hizo un puchero pero rápidamente cambió el gesto a uno creído al notar como Sehun miraba a todos lados, buscando algo. O a alguien.

 

– ¿Lo estás buscando, verdad? – Cuestionó con una ceja alzada, el alto volvió a mirarlo sin gesto como usualmente lo tenía plantado en el rostro. Al no recibir respuesta, el rubio soltó una risilla odiosa a ojos de Sehun pero adorable a vista de cualquier otro que le traiga ganas a la diva. – Déjame decirte que yo lo he visto y tu novio está muy bien, no te preocupes. –

 

– ¿Lo has visto? – Cuestionó Sehun con el ceño levemente fruncido. No preguntó de curioso o para que le diga donde está; fue soberbio, ¿qué hacía Luhan con su novio a esta hora, un lunes?

 

– Sí, dije que está bien. Después de todo, empezar sus mañanas con él lo animan mucho, ¿no lo habías notado? – Luhan se miró las uñas, desinteresado. Estaba siguiendo un plan al pie de la letra junto a su mejor amigo y no fallarían.

 

– ¿Él? – Bien, Sehun estaba totalmente enfurecido. No pudo evitar descargar toda su molestia con el tono de su pregunta.

 

 

¿Qué hacía la segunda diva de la preparatoria, Byun Baekhyun, con Chanyeol?

 

 

 

---------------------------

 

 

– Espero que tengas un buen día, Channie. – Dijo Baekhyun con un lindo tono de voz y una sonrisa amable pintada en el rostro, permitiéndose por esa vez ser realmente el mismo y no una diva para engatusar gente.

 

– Gracias, Baek, espero que tú igual. Gracias por el bollito, estaba delicioso. – Agradeció el más alto quien se encontraba apoyado contra la puerta cerrada de su casillero y con el mayor frente suyo. Le causaba gracia como ese chico castaño con cara de cachorro, a pesar de ser mayor, fuera tan bajito. Era adorable.

 

– Me alegra que te guste, yo lo hice. – Confesó en un murmullo, era la primera vez que cocinaba algo y para alguien y, sorpresivamente, le gustó. Bajó la mirada, estaba avergonzado de que Chanyeol le dijera algo como eso. Le daba esperanzas.

 

No en el sentido total de la palabra; esperanzas que el menor se fije en él como la buena y atenta persona que era y no como un niño caprichoso y mimado.

 

Ow, vamos, no agaches la cabeza. Me gusta cuando eres vivaz y no dejas de hablar. – Finalizó Yeol con una carcajada amable a la vez que con una mano alzaba el rostro del mayor, quien lo miró sorprendido. Quería tener un espejo cerca para ver cuanto se había sonrojado en ese momento. Esbozó una tímida sonrisa que amplió la del chico peli-plata. – Lamento decir esto, pero debo irme. Sehun debe estar preocupado, ya van a comenzar las clases y no lo he visto en toda la mañana. – La sonrisa en el rostro de Baek se esfumó pero hizo un gesto compresivo.

 

Cada vez que Chanyeol hablaba de su novio como lo mejor del mundo, le dolía, porque Baek quería ser el mundo de Chanyeol y este simplemente no lo miraba con otros ojos. A estas alturas ya no le importaba tener que separarlo de Sehun, Baekhyun quería a Chanyeol y lo tendría aunque le lleve años conquistarlo.

 

El se lo merecía; se merecía a una persona como Yeol a su lado. Era egoísta, lo sabía, pero Baek hizo tanto mal consigo mismo en su vida y realmente necesitaba esa luz que lo saque de ese pozo.

 

Nadie más ni nadie menos que la persona que lo enamoró por primera vez sin siquiera conocerlo.

 

– Yeollie... – Tragó a duras penas antes de llamar al menor, quien se había girado unos segundos para tomar un cuaderno de su casillero y ahora lo miraba fijamente con una expresión curiosa. Baekhyun se hizo el desentendido al ver la foto pegada en la puerta del casillero del más alto, Sehun y Chanyeol besándose en un parque. Era de hace un par de meses, pudo deducir. Chanyeol en la foto tenía el cabello rojo y Sehun era un poco más rubio. – Uhm... Sabes, yo acostumbro a darle a mis amigos un abrazo al despedirme... – Era una mentira, él solamente le ponía las manos encima a Lulú y nadie más, ni siquiera a las personas con las que se acostó se dignó siquiera a acariciar. En ese momento se dio cuenta de que fue utilizado como un muñeco, todo este tiempo se dejó hacer por personas que buscaban su propio placer en su cuerpo. Quería llorar pero no frente a Yeol, no quería que lo viera con su maquillaje corrido y totalmente horrendo. – Y yo... Bueno, uhm... Yo te considero mi amigo a pesar de que nos conocemos hace poco y... ¿puedo abrazarte? – Tan directo, se reprendió en su mente.

 

Chanyeol era animado pero no tonto y se percató de los ojos vidriosos del enano frente a él. Sonrió buscando reconfortarlo y asintió animadamente. Abrió y extendió sus brazos a los costados del mayor, esperando a que se acerque para forjar el abrazo. Baekhyun lo miró sorprendido unos momentos pero sonrió con timidez de nuevo y lentamente deslizó sus manos por la ancha espalda del alto.

 

Se aferró con fuerza al cuerpo frente a él a la vez que soltaba un suspiro pesado. Ese abrazo lo animó completamente, Chanyeol lo estaba consolando indirectamente y pensar en que el menor se preocupaba por el, lo hacía muy feliz.

 

– Yo también te considero mi amigo, Baek. Soo no siempre está atento a las cosas que le digo y Sehun y Lay son un caso aparte. Tú siempre me escuchas -o lees cuando hablamos por Facebook- y no rechistas nada hasta que termine de hablar. ¡Eres genial! – Exclamó lo último Chanyeol sin deshacer el abrazo e incluso, aplicando un poco más de fuerza, alzó al pequeño un poco para demostrarle que realmente le agradaba aquello. Baekhyun rió a pesar de no haberle gustado escuchar ese “amigo” de la boca de Yeol, pero lo dejó pasar porque el alto simplemente estaba ahí para él y en este momento no quería otra cosa.

 

– Ejem. – Un carraspeo los hizo separarse y mirar a la otra persona que venía a hacer el mal trío. Sehun los miraba con una ceja alzada y detrás de él estaba Luhan, quien le dedicó una sonrisa nerviosa a su amigo por no poder detener a la fiera en la que se convirtió el castaño y haber arruinado el momento. Baekhyun una vez totalmente apartado de Chanyeol, miró a su amigo con un gesto compresivo; después de todo, Sehun siempre estaría ahí para tener los ojos encima de Chanyeol y a eso no le podía hacer nada.

 

– Hun, perdona por no haberte ido a buscar más temprano, estaba ocupado y- – Chanyeol intentó acercarse a Sehun, quien no despegó su rostro de molestia desde que llegó a la escena y se alejó dos pasos de su novio, evitando el contacto. Interrumpió la excusa del mayor con un tono agrio.

 

 

– Sí. Ya veo. Veo que estás muy ocupado. – Dirigió su mirada en llamas a Baekhyun quien no evitó encogerse en su lugar ante la mirada intimidante. Luhan se acercó a su amigo y lo tomó del brazo, susurró un “adiós” y se lo llevó consigo para salir de esa escena. Chanyeol se pasó la mano por el cabello, molesto y frustrado, una vez que los mayores se fueron.

 

– ¿Ya vas a empezar con tus celos? Son las 8:15, Sehun, no estoy para soportarte a esta hora. –

 

– ¿Pero a él sí, verdad? ¡Desde que comenzaron las clases siempre es lo mismo! – Alzó la voz a medida que hablaba, sin importar llamar la atención de las pocas personas que cruzaban por ahí. – ¡Tú dices amarme pero no haces nada para evitar que ese chico se meta contigo mientras yo hago de todo para alejar al rubio de mí! ¡Yo también debo aguantar tus celos cuando me ves con él y no te reprocho nada! ¿Y ahora me dices que no estás para soportarme? ¡Yo te he soportado muchas veces, Chanyeol, muchas! –

 

– ¡No me grites! – Respondió alzando la voz y acercándose un paso para acortar la distancia nuevamente. Ambos luchaban en una pelea de miradas para ver quien hacía ceder a quien, pero ambos estaban molestos y no lo dejarían pasar ni mucho menos lo arreglarían en la cama. – ¡Tal vez si fueras un buen novio yo no tendría que buscar atención en otras personas! – Sehun se sorprendió y quedó estático una fracción de segundo; no podía ser que Yeol le haya dicho eso. Soltó una risa amarga en un siseo.

 

– ¡Pues si tú fueras un buen novio no estaríamos discutiendo ahora! – Devolvió el golpe con la misma frase, sus puños dolían por la fuerza que ejercía.

 

– Tu celos me tienen harto. Baekhyun es sólo un amigo, no entiendo que parte de eso no te entra en la cabez- –

 

– Nada, Chanyeol, nada. – Interrumpió el más bajo antes de soltar un bufido molesto. – Nada de eso me entra en la puta cabeza, ¡porque tú no te das cuenta de como te mira, de como busca consuelo en ti, de como hace de todo para estar contigo! – Sehun señaló al pasillo por donde se habían retirado los mayores y luego a Chanyeol, picando su pecho con su índice.

 

– ¡Cállate! ¡No sabes nada, Baek no quiere alejarnos! ¿Por qué interpretas todo mal? – Se exasperó, volviendo a pasar sus manos por su cabello pero con una parada nueva anterior, el rostro. De un manotazo alejó la mano del castaño de su pecho, realmente lo jodía que se ponga así.

 

– Oh, ¿eso crees? Pues esas no son precisamente las intenciones que demostró su amiguito. – Sehun se llevó las manos a la cadera, al estilo jarra, y continuó viéndolo molesto y dolido. Odiaba las peleas pero no podía creer que su novio fuese tan ñoño como para no darse cuenta de todas esas indirectas. – Te está engatusando como la basura que es y tú solamente te dejas. – Chanyeol se movió molesto en su lugar y llevó sus manos a los bolsillos del pantalón del uniforme.

 

– ¡No lo llames así! Porque si eso es lo que es Baekhyun, ¿dime qué eres tú? – Atacó, dejando a un Sehun sorprendido y con la boca y ojos abiertos.

 

– ¿Perdón? – Fue lo único que llegó a titubear el menor entre la sorpresa. Era la primera vez que Yeol le decía algo tan hiriente; lo insultaba. Chanyeol nunca insultaba a nadie por más molesto que éste, pero... Él ahora acaba de llamarlo algo peor que basura...

 

– Tengo clases, adiós. – El peli-plata se separó de su lugar contra el casillero y pasó al lado del castaño que seguía estático en su lugar. Llegó a reaccionar nuevamente cuando Yeol estaba a punto de doblar la esquina a otro pasillo.

 

– ¡Escúchame bien, Park Chanyeol! – Gritó, llamando la atención del alto que se detuvo en su lugar pero no se volteó a verlo. – ¡Como te atrevas a dar vuelta por ese pasillo, ya veremos como nos va a ti y a mí! – Se maldijo porque su voz haya sonado tan cortada. No era momento para llorar ni para esas idioteces. – No te querré de nuevo a mi lado. – Murmuró lo último, pero el mayor llegó a escucharlo.

 

– O si no, ¿qué? – Chanyeol se dio la media vuelta y miró desde su lugar a un par de metros. Pudo notar como Sehun quería llorar y su cuerpo temblaba de furia, sin embargo, quería saber con qué cuento le saldría el menor ahora para evitar que se vaya.

 

– Nosotros podemos hablar y- – No pudo terminar puesto que una risa descarada e irónica proveniente de su frente lo hizo detenerse. Miró nuevamente sorprendido a Chanyeol, esa no era la persona de la que se había enamorado, definitivamente no lo era. No importaba que tanto peleen, Chanyeol nunca lo insultaba ni lo hacía sentir menos, y ahora él solamente estaba allí mirándolo con asco.

 

– No tenemos nada de qué hablar. – Habló, y muy a su pesar, y se dio la vuelta para caminar y doblar al pasillo sin siquiera ver atrás.

 

Sehun agradecía que para esos momento el pasillo donde se hallaba esté totalmente vacío. Las lágrimas no tardaron en escapar de sus ojos y un sollozo adolorido escapó de su boca. Golpeó con fuerza los casilleros con su antebrazo y apoyó su cabeza en la extremidad, con su otra mano se cubrió la boca y se dejó deslizar hasta caer de rodillas al suelo.

 

No era una persona de sentimientos abiertos, hace tantos años había dejado de llorar porque no era algo sano para él, hasta ese momento. Se permitió llorar todo lo acumulado que no había sacado en años aprovechando el desértico lugar, realmente necesitaba desahogarse.

 

No podía creer que por su culpa la persona que más quería lo haya dejado así, sin más.

 

O mejor dicho, por la culpa de alguien más...

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).