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No tan inocente por candy_sugar01

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Notas del capitulo:

Perdón la tardanza, estuve ocupada con el colegio y encima me enfermé ;__;

Espero que les guste el cap. y gracias por los reviews♥

– ¡Serás idiota! –

 

Sehun abrió lentamente un ojo luego de haber esperado un impacto, pero a cambio haber recibido un horrible chirrido y una ligera brisa hizo que se sorprenda.

 

Y ni que hablar de la pequeña pelea entre los dueños del auto. Con su ojo entrecerrado, lo más que puede ver es a ambos dueños del auto bajar del mismo, cada uno por su lado, y empezar a riñar.

 

– ¡Es tu culpa! ¡Tú ibas discutiendo conmigo acerca de lo del sábado! ¡Me distrajiste! –

 

– Sabía que no tendría que haberte dejado conducir... – Murmura el mayor pasándose una mano por los cabellos, frustrado y cansado. – Uh, ¿Sehun? –

 

Al oír su nombre, el nombrado abre completamente los ojos y primero mira la calle de la escuela; no hay nadie, perfecto. Ahora sí, lleva su mirada a los dos jóvenes frente a él.

 

– ¿Hyung? – Exclama entre feliz y sorprendido, fuera del susto de que podrían haberlo chocado -y por no decir otra cosa-.

 

Eunhyuk fue su profesor de baile hace ya un año -o tal vez más, realmente no recuerda-, y durante todo este tiempo no tuvo noticias de él, además del día en que dejó de dar clases por un asunto privado. En aquella época tenía el cabello castaño, pero ahora el rubio platinado le quedaba de lo más bien. Aún se ve a sí mismo cuando apenas era un niño, y Eunhyuk un adolescente, intentando aprender del baile.

 

Omitiendo todo el asunto con Chanyeol y el casi-accidente con su ex profesor, Sehun está feliz. Finalmente algo bueno le pasa en el día, no en las mejores circunstancias, pero es lo mejor del día.

 

Eunhyuk se acerca al menor y lo abraza, de cierta forma paternal, y palmea su espalda cuando se separa. Sehun correspondió ese abrazo feliz, hace casi un año no ve a su profesor de baile y está feliz -más allá de las circunstancias- de verlo de nuevo. Un pequeño carraspeo hace que separen del todo, para ambos encontrarse con el otro muchacho, cruzado de brazos.

 

– Vaya, ¿no me vas a presentar? – Donghae preguntó con cierta ironía pero haciendo un lindo puchero. Eunhyuk suspiró, quedando en medio de los menores, tratando de esparcir la bronca hacia su mejor amigo.

 

Fishy, él es Sehun. – El mayor señaló al castaño menor. – Sehun, él es Donghae, mi... –

 

– Prom- – Ante la vacilación en sus palabras, intentó responder pero fue interrumpido.

 

– Mejor amigo. – Donghae iba a protestar pero las caras que hizo Eunhyuk desde detrás del menor lo hicieron callar y sonreír. Estrechó su mano con la contraria y enseguida la culpa adornó su rostro.

 

– Lo siento, Sehun... – Ante la mirada inquisitiva del menor, Donghae señaló el auto tras de sí. – Uhm, el auto, tú... Nosotros... –

 

, mejor dicho. – Murmuró entre dientes el mayor, obteniendo un resoplido por parte de su amigo.

 

– Oh. – Fue lo primero que llegó a pronunciar Sehun, y, ante el descontento en el rostro de sus mayores, continuó. – Está bien... Mhm, ya saben, no ocurrió nada malo, así que no se preocupen. –

 

Donghae movió sus manos de un lado a otro, aún con un puchero adornando su rostro adulto pero de vista joven.

 

– Nada de eso, permítenos invitarte a almorzar para compensar el susto. – Cuando Eunhyuk estuvo a punto de protestar sabiendo que sería el quien pagaría ese almuerzo, el menor siguió hablando. – Además ustedes parecen no verse hace mucho, ¿mhm? ¿Qué te parece? –

 

– Claro, ¿por qué no? – Aceptó Sehun, feliz, sin siquiera voltear a ver la mirada suplicante por parte de su hyung y su billetera. Al final, Eunhyuk terminó soltando un suspiro largo y agotador mientras los dos más jóvenes charlaban de forma entretenida en la parte trasera del auto.

 

Su billetera estaba a punto de llorar.

 

 

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Baekhyun acariciaba los hermosos cabellos pelirrojos que descansaban en su regazo una y otra vez, como si pudiera hacerlo toda su vida porque, sinceramente, el cabello de Chanyeol es el más suave que ha tocado -luego del suyo, claro-.

 

Luego de clases se había acercado al menor para poder hablar, el cual aceptó gustoso.

 

Y ahora se encontraban en un parque a un par de calles de la escuela, sentados en el verde césped y bajo la suave y cálida luz del sol. Algunas nubes grises aún adornaban el cielo, producto y causantes de la tormenta del fin de semana.

 

Pero no Baek no estaba precisamente cómodo con la situación; antes de poder pedir perdón a Yeol por los problemas causados, el menor comenzó a bombardearlo acerca de Sehun y todos los problemas que tuvieron como pareja.

 

– ¿Y sabes? – Continuó el pelirrojo, quien desde hace 40 minutos no cerraba la boca. – Lo extraño, extraño mucho a Sehun. –

 

Baekhyun quería tirarse sobre el gigante y golpearlo. Y luego al zorrito de su actual ex.

 

– Pero... – Antes de poder ejecutar su plan, el mayor se vio envuelto de nuevo en la charla. – No lo extraño como mi pareja. –

 

– ¿A qué te refieres? –

 

– Lo amo, realmente lo hago, y me arrepiento de lo que le dije. Pero no extraño que estemos juntos como una pareja. Extraño todas las cosas que hacíamos como mejores amigos; ir al cine a ver realmente una película y no como una melosa pareja que va a ver una romántica, hablar de las personas que nos gustaban -o atraían- sin tener que sentir celos, compartir cualquier tipo de secreto con la mejor de las confianzas sabiendo que no habría problemas de por medio... – Suspiró y se pasó una mano por el cabello, llevándolo hacia atrás, y en el paso rozando su mano con la del mayor. – Extraño esa relación que solía tener con Sehun, y no quiero que las cosas terminen mal entre nosotros porque ambos nos conocemos tanto mutuamente que, ante cualquier problema, no dudaría en acudir a él. – Baekhyun sintió una pizca de celos por Sehun; el quería saber tanto de Chanyeol como él. – Es mi mejor soporte y no quiero que se aleje de mí. –

 

– Wow. – Es lo primero que llega a susurrar Baekhyun. No esperaba esa confesión, y de cierta se sintió feliz. Chanyeol se estaba abriendo ante el y lo mejor que podía hacer era ser sincero. – ¿No crees que tal vez fue una ilsuión? –

 

– ¿Qué cosa? – El menor se removió en su lugar y alzó la cabeza para ver al dueño de la voz de la pregunta previa, el cual quiso derretirse porque ¡mierda! Chanyeol se ve tan tierno así.

 

– Me refiero a que... Tal vez tu aprecio y cariño por Sehun te confundieron y llegaste a pensar que lo amabas pero en realidad no. – Baekhyun realmente no sabe mucho de amor, tuvo una corta y casta experiencia en eso, así que no está muy seguro sobre como expresarse.

 

Chanyeol negó con su cabeza mientras volvía a su posición anterior.

 

– Lo amo, lo sé muy bien. ¡Hasta tuve mi primera vez con él, demonios! – Antes de que pudiera seguir hablando, Baekhyun estalló como una vieja errática.

 

– ¿¡Cómo!? – Gritó, o chilló, mejor dicho, histérico. Chanyeol se encogió de hombros; sinceramente no le daba vergüenza admitir que Sehun fue su primer todo. – ¡Se supone que yo tendría que ser tu primera vez! – Se quejó. Luego sus mejillas se tornaron de color carmesí intenso ante lo dicho y llevó sus manos a su boca para callarse, avergonzado.

 

Tan atrevido...; se golpeó mentalmente.

 

El pelirrojo pasó de estar sobre su regazo, a estar completamente sobre el césped, sosteniendo su estómago y meciéndose de un lado a otro mientras no podía dejar de reír. Esa era una de las confesiones más directas que recibió desde que ingresó al secundario.

 

Baek, aún abochornado, golpeaba con sus delicadas manos los hombros y la espalda del menor en un fallido intento para que deje de burlarse de él y su extraña confesión. Para Chanyeol, esos golpes no eran más que cosquillas, por lo que no paró su risa exagerada.

 

Al poco tiempo, el castaño también se contagió de la risa ajena y saltó sobre el alto y delgado cuerpo de su amor-no-secreto para hacerle cosquillas. Ambos rodaron por el césped, pellizcándose y haciéndose cosquillas mutuamente mientras reían completamente alegres.

 

Esa fue una buena tarde. El sol ya se estaba ocultando y el cielo lucía de un naranja-rosado pastel suave, romántico.

 

Baekhyun volvió a avergonzarse cuando se encontró recostado sobre el pecho de Chanyeol, y para colmo, entre sus brazos.

 

– Gracias por distraerme esta tarde, Baek, mañana hablaré con Sehun. Realmente las cosas no quedarán así. – Murmuró el pelirrojo. El nombrado alzó la vista, haciendo contacto visual, sintiendo que el contrario podía ver su alma de ea forma. – Entiendo que tus intenciones no fueron malas; no soy de juzgar y creo que eres una buena persona, espero poder enamorarme de ti, así como tú lo estás de mí. –

 

El castaño tenía sus labios y ojos abiertos de forma exagerada por la sorpresa, enserio que no se esperaba esas palabras por parte de Chanyeol, pero...

 

Pero lo hacía tan feliz escucharlas.

 

 

–-------------------

 

 

– ¡Kyungsoo! ¡Soo, Soo! – Exclamaba Jongin desde al lado del menor, saltando de aquí para allá como si fuese un niño intentando llamar la atención de alguien más; porque claro, es lo que estaba haciendo justo ahora. – ¡Soo! Dame un beso. –

 

El rubio se pone frente al menor, deteniendo su paso, con un adorable puchero que luego reemplaza por una boquita de pato. Kyungsoo despega la vista de su móvil al parar en seco y alza una ceja ante el rostro del mayor.

 

– ¿Estás de broma? – Kyungsoo piensa en vacilar constantemente; la posición en la que está Jongin agachado parece ser incómoda y el menor no dudaría en hacerle pasar unos cuantos dolores. Este niega sin quitar el rostro de idiota. – Que atrevido eres. – Se queja finalmente; suspira.

 

Jongin recobra la compostura y lo mira desde arriba, nuevamente Kyungsoo alza una ceja y suspira, otra vez. Tan pronto como lo hace, se devuelve al aparato que lleva entre las manos y pasa por al lado del mayor sin siquiera dejarle hablar.

 

Desde que salieron de la escuela, Jongin insistió en poder acompañar a Kyungsoo a su casa; le costó, pero logró que acceda. El rubio a medida que caminaba al lado del enano que más adora, se dio cuenta que vivía apenas a la vuelta de su casa.

 

¿Es que todos vivían cerca o qué?

 

Y otra cosa, ¿cómo es que nunca se percató de la existencia del menor? Oh Dios, si lo hubiese conocido antes ya habría quitado la inocencia de cada rincón de su-

 

¡Basta! Kai, atención, concéntrate; piensa, ¡es un niño!

 

El niño más sexy que haya conocido; porque no cree conocer a nadie más que le haga sentir cosquillitas en la panza y a la vez logre ponerlo más caliente que un volcán.

 

Una cosa a la vez, Kim Jongin.

 

Pero no, ¡maldita sea! Kyungsoo puede con ambas y, tristemente, no le da ni la hora.

 

– Pero sólo contigo, corazón. – Jongin lanza un beso en el aire para su amado, quien gira los ojos, y vuelve a seguir su paso.

 

– Si mí hermano te viese, pensaría que eres el novio perfecto salido de una revista de moda. – Kyungsoo calla por un segundo y desvía su vista a su acompañante; lo analiza de arriba a abajo y de nuevo, su vista a la calle mientras guarda el móvil en su bolsillo trasero. – O peor aún, de una revista Playboy. –

 

Jongin frunce el ceño porque realmente no entiende. ¿Minho sería capaz de verlo a el, Kim Jongin, como el novio playboy perfecto para su hermanito? Eso no tenía sentido, sobretodo luego de que casi se molen a golpes...

 

– No, Jongin. – Oh, por Dios. ¡Oh, por Dios! Su nombre pronunciado por Kyungsoo, las 6 letras deslizándose por entre los hermosos labios de Kyungsoo... Ay, Jongin cree que se sintió en el cielo por un segundo. – Minho no, mi otro hermano. –

 

Y ahora ya no hay nada de cielo para el rubio, quien para seco y traga con fuerza. ¿Otro hermano? La familia de Kyungsoo lo matará en algún momento.

 

– ¿Tienes algún otro familiar del que no sepa? – Pregunta en un jadeo y Kyungsoo ríe. Jongin nuevamente toca el cielo con las manos.

 

– No, solamente a mi padre y mis hermanos mayores. –

 

El rubio nunca se sintió incómodo como ahora, o sea, claro que nunca lo estuvo porque sus únicas relaciones se basaron en acostones de un par de noches y listo. Nunca habría conocido a los padres y/o hermanos de esas parejas sexuales porque, vamos, ¿para qué querría saberlo?

 

– ¿Por qué todos en tu familia son hombres? – Se quejó, más para sí mismo que para cuestionarlo al menor. Kyungsoo se mordió el labio inferior y suspiró como por décima vez en el corto tramo de 20 minutos de caminata.

 

– Mis padres están separados desde hace años, mi madre vive en China con su actual pareja. – Explicó simple y se encogió de hombros; realmente no le molestaba contar eso, quería a su madre pero su amor solamente se basaba en eso: quererla.

 

– Uhm, lamento preguntar. – Jongin se rascó la nuca, incómodo a nueva cuenta. Kyungsoo palmeó su espalda con suavidad y le sonrió; el rubio sacó una foto mental porque adora la sonrisa del menor.

 

Y porque es la primera vez que Kyungsoo sólo sonríe para él.

 

– No te preocupes, son cosas que pasan. – Mientras habla, el bajito se detiene frente a una casa igual de grande que la del moreno. Rejas negras afuera, un hermoso jardín bien cuidado y la casa de paredes blancas y tejado negro al fondo.

 

Así que Kyungsoo también viene de una familia de ricachones...

 

– Mi madre es dueña de una revista de moda en China y mi padre es dueño de una empresa de talentos o algo así. – Explica de nuevo mientras busca las llaves en el bolsillo pequeño de su mochila. Jongin sonríe al ver el llavero con una pequeña foto 4x4 de Minho y otra de, probablemente, el otro hermano. Kyungsoo quiere mucho a su familia, o al menos, a sus hermanos. – Mi hermano mayor es modelo y estilista. Supongo que Minho y yo somos los únicos que no buscamos el farandulismo. – Bromea.

 

El menor abre el portón negro y se voltea de nuevo hacia Jongin, quien no sabe ahora como despedirse; ser un atrevido o ser delicado, porque Kyungsoo merece que lo trate como a una flor si realmente quiere ganarse su corazón, pero también sabe que ser travieso con él a veces puede ser bueno.

 

– Sabes... Realmente me pareces lindo. – Murmura, agachando la cabeza. – No pareces una mala persona pero... Tienes una reputación tan... ¡Tan ugh! – Jongin ríe, realmente no le importa si incluso recibe un insulto porque mientras salga de la boca de Kyungsoo, está bien para el. – Tal vez cuando tenga confianza en ti, te invite a casa, ¿qué dices? – Suelta una risilla y entra, cerrando la reja tras suyo.

 

Jongin está plasmado en su lugar, viendo a Kyungsoo hasta que este desaparece por la puerta de su casa. Esto es más que perfecto; en cierta forma le gusta al enano y ¡Dios! Eso lo hace querer saltar justo allí.

 

Se da cuenta de que Kyungsoo no quiere nada más allá de la simple cercanía entre ellos porque tiene miedo. Miedo de caer por él y salir lastimado; porque si a Jongin realmente no le gustase, sabría de antemano que lo usaría y desecharía como a una servilleta.

 

Kyungsoo no quiere eso.

 

Y Jongin tampoco.

 

Mientras el rubio camina los pocos metros restantes a su casa, sonríe. Sólo necesita ganarse su confianza, porque el realmente no le hará nada malo -a no ser que el menor quiera hacer “cosas malas”... - Y mientras pueda demostrarle eso, demostrarle con todo su ser que lo quiere a pesar de no saber ni mierdas sobre él, mientras le demuestre que es una persona que realmente da todo por amor...

 

 ¡Ay!

 

Siente el cosquilleo de nuevo en su abdomen, el cual sube a su pecho y queda ahí para provocarle escalofríos.

 

– Vaya, vaya... – Murmura un joven adulto desde la sala, leyendo una revista de moda masculina, una vez que ve entrar a su hermanito menor por la puerta. – ¿Quién era ese guapo chico salido de revista Playboy? – Baja la revista para poder ver al menor a la cara.

 

¡Bang! Kyungsoo ríe porque es justo lo que pensó que Heechul diría.

 

– Nadie importante. – Disimula sus palabras. – ¿Por qué? – Tira su mochila a un costado de la puerta y se saca las zapatillas. Una vez cómodo, se tira de panza al sofá grande de la sala, frente a su hermano quien está en uno individual. Heechul curva una sonrisa de lado y levanta nuevamente la revista.

 

– No es nada, sólo que te veías tan cercano a él... –

 

– Ugh, es tan despreciable. – Murmura Minho quien sale de la cocina con una botella de agua en sus manos, habiendo escuchado previamente como hablaban de Jongin; porque el término Playboy es demasiado conocido para él. – ¡Tuvo un ataque de celos e intentó golpearme! ¡A mí! No sabe con quien se mete... – Refunfuña mientras sube las escaleras arrastrando los pies. – ¡Se mete con el hermano mayor del futuro padre de sus hijos! – Grita desde arriba y luego se escucha un portazo.

 

– ¿Futuro padre de sus hijos? – Repite Heechul y ríe al ver lo avergonzado que queda su hermanito ante el comentario. – ¿Él dijo eso de ti? Que dulce. –

 

– ¿Quién será futuro padre de los hijos de quién? – Pregunta curioso JunJin ante la charla amena de sus hijos, mientras sale del baño de la planta baja con una toalla alrededor de su cuello. – Kyungsoo. – Llama asustado a su bebé. – ¿Vas a tener un hijo? – Luego ríe por lo absurdo que fue ese comentario, de fondo se puede escuchar alguna queja de Minho desde arriba pero nadie le presta mucha atención; es el hermano del medio después de todo.

 

Kyungsoo se golpea la frente y quiere desaparecer. ¿No podía tener una familia que no le haga pasar vergüenza?

 

– ¡Oh, claro que tendrá! Muchos de hecho. – Heechul tira su revista por ahí y se levanta de su lugar animado. – ¡Con un hermoso chico Playboy! –

 

– ¿Quién es el monstruo Playboy que puso las manos encima de mi niño? ¡Lo mataré! – Exclama, actuando como un padre súper protector que, claramente, el no es. No por nada crió hijos tan guapos, ¿de qué serviría ocultarlos del mundo? No, no. Así no es como trabaja la lógica de JunJin. Hijos hermosos para ser expuestos y envidiados, pero lo que se ve no se toca.

 

Kyungsoo cubre sus oídos con los almohadones del sofá para no tener que escuchar las risas burlonas de su padre y hermano.

 

Odia a Jongin con todo su ser en este preciso momento.

 

 

 


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