En algún lugar de la ciudad de Tokio, caminaba por las calles el joven Milo, un tanto distraído, ya había recibido quejas de tres personas al chocarlas accidentalmente. Todavía tenía en mente la declaración del acuariano, y se sentía confundido, ¿Realmente Camus estaba enamorado de él, y ni cuenta se daba? ¿Cómo era eso posible?
-Soy un idiota- Suspiró- No me di cuenta de sus sentimientos y lo lastimé, soy un muy mal mejor amigo.
Pero también estaba triste por la noticia de la relación de Aioria con su hermano, fue bastante inesperada, nadie se imaginó que Aioria sintiera ese tipo de amor, quizás se podía esperar de Kanon o de Saga, pero no de él. Quizás se hubiera pensado que hubiera estado en una relación con Shaka, ya que a veces se la pasan muy juntos, MUY juntos.
-Me pregunto si hubiera logrado declararme antes la cosa hubiera sido diferente.
-¡Milo!- Se escuchó detrás de ellos, era Dohko- Hombre que no costó encontrarte, ¿Estás bien?- El viejo maestro joven se dio cuenta de la cara desanimada de Milo.
-Si… Estoy bien. ¿Y por qué me estaban buscando?
-Pues como ya sabes, a nuestro querido compañero de armas aquí presente, se le ocurrió la genial idea de hacer una fiesta por la relación del par de hermanos idiotas, y como nuestra respetada diosa agarró papa, nos mandó a buscar música para la fiesta- Dijo molesto Saga.
-Lo que me sorprende es que mandara a Saga con nosotros sabiendo que es el que tiene peor gusto por la música- Dijo divertido Dohko. Saga solo se dedicó a mandarle una mirada enojada.
-¿Y les dio dinero por lo menos?
-Sí, y apurémonos que ya veo a Saga estrangulándome- Dohko se escondió tras Milo, esperando que no le llegará un golpe por parte del geminiano.
-Vamos.
Los tres emprendieron rumbo a buscar canciones en alguna tienda, con lo cual, al paso de 3 horas regresaron con 15 canciones, algunas de ellas como “Party rock anthem”, “Lean On”, “Sorry”, “Eartquake”, que eran movidas, y también otras como “Secret of my heart” que eran más lentas.
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En el aeropuerto internacional de Japón, bajaban el caballero de bronce y el dios del avión, y para sorpresa de Hades, ya al estar parado frente a frente con el unicornio, se dio cuenta de que este era más alto que él.
-Maldición Andrómeda, ¿Por qué ere tan enano?... ¿Qué tiene?... Que no es posible que un simple caballero de bronce tenga más altura que yo, me hace sentir… ¿Inferior?... Cállate.
-Oye, no lo tomes mal, ni pienses nada raro, pero traes el cierre abierto- Dijo Jabu.
-¿¡Qué!?- El dios rápidamente se giró y abrochó el cierre.
-Genial, humillado ante un mortal… Yo diría unos quince- El dios se observó que a su alrededor varias personas los miraban- ¡Voy a destruir este planeta!
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-¡Si los sueños se van, el cosmos te guiará!- El pegaso cantaba animosamente una canción que se le pasó por la cabeza mientras caminaba con sus compañeros en busca de algún santo que se encontraran por el camino. En eso, se escucha una discusión.
-¡Che, puto! ¡Esa copa fue comprada!
-¡Comprada tu wea de armadura!
-¡Al menos yo tengo 14! ¿¡Vos cuantas copas tenes!?
-¡Dos, y ganadas frente a ti!
2 de los 3 jóvenes se acercaron Albiore y a Eo a preguntar que estaba sucediendo, pero Shiryu los detuvo.
-Chicos, yo que ustedes me alejo- Dijo Shiryu.
-¿Por qué?- Preguntaron.
-Porque va empezar unas de las clásicas peleas futbolísticas.
Y entonces ambos hombres se lanzaron uno contra otro y empezaron a pelear, Seiya y Hyoga, entre tanto garabatos e insultos, lograron entender algo de “Malvinas” y “Patagonia”.