Oh Sehun era el típico Don Juan, el chico guapo y sexy al que todos querían tener al menos por una noche sin importar el que, su aura de seriedad despedía cierta sensualidad casi irresistible para los demás. Él por su parte lo conseguía todo con dinero…ropa, autos, personas…amigos; tenía todo lo que quería o al menos eso pensaba. El destino de una persona no está escrito del todo, el más mínimo acto puede cambiar tu vida para siempre y Sehun aprendería eso de una forma un tanto brusca.
Era un día de fiesta en la universidad, de aquellas en las que se “tira la casa por la ventana” todo genial hasta que, Sehun conduciendo casi en estado de ebriedad junto a Luhan que en aquel momento era su novio y unos cuantos amigos tuvo un accidente en el cual él fue el más perjudicado por no llevar el cinturón de seguridad puesto. Había chocado contra otro automóvil y salió despedido varios metros atravesando la ventana delantera. Sus amigos y novio salieron casi ilesos, mientras el por su parte al dar de lleno contra el pavimento sufrió secuelas graves.
Su rostro, aquel que en su momento fue hermoso se volvió “algo grotesco y horrible de ver” según palabras de su novio o mejor dicho ahora exnovio, que luego de verlo decidió botarlo como si fuese un trapo que ha perdido su utilidad, para ir por un mejor prospecto; su supuesto mejor amigo Kim JongIn. Luego de aquello no volvió a saber de Luhan ni de JongIn. No lloro ni mostro ningún síntoma de sufrimiento frente a nadie. No hablaba con ninguna persona; ni con sus padres y mucho menos con el terapeuta que lo visitaba cada dos semanas, casi no comía y lo único que quería en ese momento era desaparecer; pero seguía ahí, creyendo que la vida quería burlarse de él…hacerle sufrir por todo el daño que les causo a los demás; recuerda haberse burlado de aquellos que no eran como él, de una clase social importante o solo por el hecho de ser diferentes. Pero un recuerdo en especial le era un tanto doloroso y molesto en su pecho. Se acuerda de un chico bajito que iba en su misma clase al que no paraba de fastidiar desde las sombras, era un muchacho ciego al que siempre molestaba; escondiéndole su bastón o alguna de sus pertenencias para luego preguntarle si buscaba algo dejando notar su tono burlón para recibir como respuesta una sonrisa y una negación por parte de aquel chico invidente que solo seguía en su búsqueda tranquila y silenciosa hasta que encontraba lo que buscaba.
Recuerda que fue cruel aquella vez que le puso el pie logrando que el otro cayera al suelo y se golpeara un poco el brazo, recuerda que el chico rio un poco mirando a la nada…
- Son ustedes otra vez eh…- dijo con una sonrisa amable mientras se levantaba y dejaba de piedra a Sehun y sus (en aquel momento) “amigos”. Ahora que lo piensa ese muchacho nunca se quejó ni mucho menos doblego frente a ellos, seguía con su vida en el mundo de las sombras siempre con una hermosa sonrisa en su rostro de porcelana. Nunca supo su nombre.
Cuando el doctor le dio de alta después de unas semanas de estar internado en el hospital Sehun pidió dejar la sala recién en la noche; el doctor entendió aquella situación y le concedió aquel pedido; cuando se hizo la hora se marchó de la habitación que ocupaba en compañía de sus padres. Ellos le habían llevado algo de ropa y una sudadera con capucha (pedido por el mismo Sehun) no quería que nadie lo viera. Le pareció irónico ese hecho ya que antes era el receptor de miradas de deseo y ahora solo las evitaba…
En cuanto salió del hospital subió al auto de sus padres y los espero allí, escondiendo su rostro bajo la capucha de su sudadera mientras sus progenitores firmaban unos papeles. A los minutos sus padres subieron también al coche y condujeron hacia la mansión en la que viven; el camino a casa parecía más largo de lo normal, el pesado silencio en el automóvil era desesperante tanto para los padres como para el joven Oh. Por el rabillo del ojo el chico podía ver el rostro de preocupación, impotencia y tristeza de sus padres.
En cuanto llegaron a casa Sehun bajo del auto sin decir una sola palabra, solo paso por la puerta de entrada y fue directamente a su habitación, se lanzó a su cama, cubrió su rostro con una almohada y ahogo sus sollozos junto a gritos que por poco desgarran su garganta. Y así entre exclamaciones y llanto se durmió. Pero al parecer tampoco en el mundo de los sueños podía tener paz, soñaba que la gente huía de en su presencia, aquellos que fueron sus amigos se burlaban de él prestándole espejos mientras el solo lloraba y estiraba la capucha de su suéter para esconder lo más posible su rostro. Sentía que se ahogaba en aquella pesadilla hasta que oyó un sonido peculiar, un pequeño golpeteo en el suelo que luego se detuvo frente a él, por miedo no levanto la vista…
- ¿Te encuentras bien? - pregunto una voz suave y tranquila que lo hizo calmarse de a poco - ¿Qué tienes? – volvió a hablar aquel extraño. No lo aguanto más y se abrazó a aquella persona que sin titubeos le correspondió y acaricio con ternura la capucha de su sudadera. Lloro solo eso hizo, derramo toda aquella desesperación, tristeza y dolor en forma líquida por sus ojos, sintiéndose cada vez más en paz – Tranquilo todo está bien, todo estará bien…- dijo tranquilamente aquel sujeto.
- Nada está bien…ni lo estará – decía Sehun entre hipidos aferrándose con más fuerzas pero sin lastimar a aquel a quien abrazaba – So-soy un monstruo…- soltó compungido el muchacho.
- Yo no veo a ningún monstruo…- dijo el extraño soltando una leve risilla, a lo que Sehun solo se apartó, se quitó la capucha frente a aquel que ahora parecía burlarse de él, estaba a punto de mirarlo de frente y gritarle un estruendoso ¡MÍRAME! Pero de la nada se despertó y no pudo siquiera verle la cara a ese sujeto. Suspiro y sonrió un tanto divertido por aquella loca situación. Miro por la ventana y el sol por el horizonte. Se quedó mirando la luz del astro rey pasando por el vidrio de su ventana soltó un suspiro cansino y sin ganas fue al baño de su habitación, tomo una ducha rápida y luego se cambió de ropa se puso la misma sudadera y se echó en la cama otra vez. Visitaría el mundo de los sueños otra vez e intentaría soñar con aquel extraño para poder ver su rostro.
Continuara…