- Hey -oí de pronto. Voltee hacia atrás. No vi nada.
- Hey -oí de nuevo. Busque la fuente de esa voz. Dulce y grave alavés. No puede encontrarle.
- Hey -una vez más. Negué.
Miro al cielo, color violeta casi azul, sólo una estrella. Marca el inicio de la noche. Esboce una sonrisa, camine.
- Hey -oí. Sonaba aún más dulce. Voltee a mi izquierda, no había nada. Suspire. Voltee a mi derecha. Un río. Sonrío, me acerqué.
- Hey -susurró. Me inque. Contemple mi reflejo. Sonreí, al verme devastado, ojeras bajo mis ojos, pómulos marcados y pálido. Me carcajé, lleve mi mano al río y rompí el reflejo. Ondas, sólo eso.
Me recoste, observando como había tomado un azul. Azul como si se estuviera en lo profundo. En el abismo. Ahí me encontraba.
- Hey-fue tenue, lo oí. Un frío recorrió mi cuerpo. Temble, me abraze. Recordé.
- ¡¡HEEYY!! ¿Dónde está?
- ¿Está, qué?
- ¡¡Él, el idiota!!
- ¡OOH! Por allá -señaló.
- Biieenn~~, ahora verá.
- ¡HEY TÚ! Ven acá.
- Ummm ¿yo?
- ¡SI!
- ¿Sí?
- Biieenn~~. Ahora sigueme.
- Bien.
- ¡Cierra la puerta!
- ¡Si!
- ¡¡HEY!! ¡¿Eres idiota, o qué?!
- ¡No!
- ¡EL SEGURO, IDIOTA!
- ¡¿AAH YA?!
- Bien~, ahora acercate.
- Ummm... sí.
Iba vacilante, tambaleante, dudando. ¿Que ira a hacer?, pense. No he hecho nada malo, afirme.
- Hey~~, camina más rápidooo -me pidió.
- je je... si.
- Hey~~, no seas así. Ven -extendió su brazo. Sonrió- Tomalo.
-sonreí- ¿Así? -dije con una voz aguda e incline mi cabeza levemente.
- Si -respondió dulcemente. Con agilidad retrajo su brazo.
- ¡Hey! Avisa -tropecé. Rápidamente colocó su brazo libre, tras de mí y me acerco.
- Eres tan idiota -susurró en mi cuello.
- Ummm... es tu culpa -reproche- Ahora ya sueltame, me puedo mantener en pie solito -infle mis cachetes.
- Bueno, bueno~~, si tu lo dices -libero mi mano. Suspire. Sonrió. De manera audaz me rodeó la cintura con los dos brazos.
- Oh sabía que no podía confiar en ti-comencé a forcejear- Ummm ya sueltame -mire suplicante- ¡Ya déjame! -golpee su pecho.
- ¿Oh? -fingió sorpresa- ¿Ya quieres empezar? -me sorprendí. Dude. Mire sus ojos. SI. Fue la respuesta.
- Mmmm -lo abraze.
- ¿Qué pasa? -se inclinó- ¿Ya te rindes?
- Mmmm -dude- No.
- Hey -giró su cabeza hacia mi mejilla - ¡Oh dios! Estás rojo.
- ¡NO LO DIGAS!
- Hahaha no me digas... que tu ¿Est....
-coloque mi mano sobre su boca- ¡¡CALLATE!!, ¡¡NO LO DIGAS!! -negué con la cabeza.
-comenzó a lamer y morder. La retiré- Hey, acaso tu estás...
-¡SOLO CALLATE! SI.
- Esta bien. No diré que estás excitado.
- ¡No, no lo estoy! -guarde silencio por un momento- Tú lo estabas primero, y um...um...um reaccione a eso -dije dudoso.
- ¿Yo? -llevo un brazo a mi mentón, lo levantó suavemente. Mi vista se encontró con la de él. Se acercó despacio. Rozó nuestros labios en un movimiento delicado. Cerró los ojos, yo lo seguí.
Toque mis labios.
Un beso.
Una lágrima, recorrió el surco de mis pómulos. La dejé.
- ¡Hey! ¿Cómo te encuentras? Bien. Me alegro. . . Yo igual -rió- ¡Hey! ¿Cómo te a ido? Bien. . . Bueno a mi también -sonrió- ¡Hey! ¿Aún me piensas? Yo si, a cada momento. ¡Hey! ¿Me extrañas? Yo si, te extrañó demasiado. ¡Hey! ¿Aún me recuerdas? Yo si, y siempre lo haré -lloró- ¡Hey! ¿Te hago falta? Tú a mí si y mucha. ¡Hey! ¿Aún me amas? Yo si, incluso más que antes -gritó- ¡Hey! ¿Puedes volver? Lose, ya lose. . . No. ¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! ¿Me escuchas? . . .
- Simpre lo hago. . . Siempre te pienso. Siempre te extrañó. Siempre te recuerdo. Siempre me haces falta. Siempre te amaré. No puedo volver, pero. . . hey. . . Siempre estaré contigo.
Sentí una brisa cálida.
- Ya te he dicho que mi nombre es Sawamura Eijun, no "hey".