''En donde Hoseok conoce a su alma gemela «Taehyung»
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La primera vez que Hoseok se reúne con Taehyung fue, aquel día que Jimin había insistido por varias horas para que saliera de aquella habitación de cuatro paredes, acompañado de sus montones de libros de psicología, que se encontraban esparcidos sobre su cama, escritorio, y a un lado de su enorme tablero de pino. No tenía otra alternativa que acompañar a su mejor amigo. Y, por primera vez, aquella tarde experimentaría la bruma y el indicio de emociones que jamás había experimentado en su corta vida.
Cuando finalmente se ven, ambos se sienten muy cómodos, como si se conocieran de toda la vida. Era como si hubieran regresado a casa después de un largo viaje.
Para Hoseok, Taehyung tenía aquellas características físicas que nunca le había gustado en otras personas, pero ahora era diferente, simplemente las adora.
Mirarse ambos a los ojos era demasiado abrumador. Hoseok lo describía como estar en otra dimensión. Era algo maravilloso.
En definitiva, cuando lo había visto por primera vez, lo reconoció al instante, tal vez, había sido causa de aquellos brillos en los ojos o, aquella paz y emoción que sintió al escucharlo hablar (o quizás, la razón fue cuando se había perdido en aquellos labios que, infaliblemente encajaría a la perfección con los suyos)
Pero había un motivo de separación entre ambos jóvenes y era qué...
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Taehyung tenía otra pareja.
Los dos experimentarían varios periodos de separación, será la experiencia más dolorosa de sus vidas, pero estaban seguro que volverían a encontrarse de nuevo, no importa los años ya que, nada estaba escrito. Esa era la fuerza que guiaba a Hoseok.
Hoseok, aunque trataba de olvidar, y 'superar a su alma gemela', trataba de conocer a otra gente, pero no, era imposible. Ya que el amor que sentía por Taehyung podría romper barreras y nadie, pero absolutamente nadie podía compararse a Taehyung.
Ese amor que sentían ambos eran infinitos e incondicional. Eran parte de ellos.
Pero estaba seguro de algo y era, que el amor que sentían ambos jamás acabaría. No importe qué, seguirán buscándose vida tras vidas, hasta volver a encontrarse.
Porque era un amor que nunca iba a morir.
FIN.
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La primera vez que Hoseok se reúne con Taehyung fue, aquel día que Jimin había insistido por varias horas para que saliera de aquella habitación de cuatro paredes, acompañado de sus montones de libros de psicología, que se encontraban esparcidos sobre su cama, escritorio, y a un lado de su enorme tablero de pino. No tenía otra alternativa que acompañar a su mejor amigo. Y, por primera vez, aquella tarde experimentaría la bruma y el indicio de emociones que jamás había experimentado en su corta vida.
Cuando finalmente se ven, ambos se sienten muy cómodos, como si se conocieran de toda la vida. Era como si hubieran regresado a casa después de un largo viaje.
Para Hoseok, Taehyung tenía aquellas características físicas que nunca le había gustado en otras personas, pero ahora era diferente, simplemente las adora.
Mirarse ambos a los ojos era demasiado abrumador. Hoseok lo describía como estar en otra dimensión. Era algo maravilloso.
En definitiva, cuando lo había visto por primera vez, lo reconoció al instante, tal vez, había sido causa de aquellos brillos en los ojos o, aquella paz y emoción que sintió al escucharlo hablar (o quizás, la razón fue cuando se había perdido en aquellos labios que, infaliblemente encajaría a la perfección con los suyos)
Pero había un motivo de separación entre ambos jóvenes y era qué...
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Taehyung tenía otra pareja.
Los dos experimentarían varios periodos de separación, será la experiencia más dolorosa de sus vidas, pero estaban seguro que volverían a encontrarse de nuevo, no importa los años ya que, nada estaba escrito. Esa era la fuerza que guiaba a Hoseok.
Hoseok, aunque trataba de olvidar, y 'superar a su alma gemela', trataba de conocer a otra gente, pero no, era imposible. Ya que el amor que sentía por Taehyung podría romper barreras y nadie, pero absolutamente nadie podía compararse a Taehyung.
Ese amor que sentían ambos eran infinitos e incondicional. Eran parte de ellos.
Pero estaba seguro de algo y era, que el amor que sentían ambos jamás acabaría. No importe qué, seguirán buscándose vida tras vidas, hasta volver a encontrarse.
Porque era un amor que nunca iba a morir.